Neuropsicología

Afasia de Wernicke: síntomas, tipos, causas y tratamiento


La afasia de Wernicke, afasia sensorial o afasia receptiva es un trastorno del habla en el que el individuo va a tener problemas para comprender el lenguaje escuchado, o repetir palabras o frases que han dicho otros; mientras que la pronunciación si va a ser correcta.

Por lo tanto, la afasia de Wernicke es la imposibilidad de comprender las palabras o de hablar produciendo un significado coherente, teniendo preservada la articulación de los sonidos del habla. De esta forma, existe una falta mutua de comprensión entre el paciente y su interlocutor; teniendo este que hacer un gran esfuerzo por entender al afectado.

Cuando un paciente con este problema llega a consulta, llama la atención su habla rápida y sin cortes, lo que requiere que la otra persona intervenga para que pare. De hecho, el afectado no suele darse cuenta de que lo que dice no tiene sentido y no sienten que haya problemas en el diálogo (o intento de diálogo).

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Características

Según Luria, este trastorno tiene tres características:

El paciente no distingue los distintos fonemas (los sonidos de la lengua)

Es decir, para escuchar y emitir adecuadamente los sonidos del habla, primero se debe saber reconocer los sonidos existentes en tu propia lengua. Las personas con este problema no son capaces de aislar los sonidos característicos de su lengua y clasificarlos como sistemas fonémicos conocidos.

Defecto en el habla

No tiene problemas para articular el habla, sin embargo, al confundir las características fonéticas produce la “ensalada de palabras” (emitir palabras sin conexión entre sí, dando lugar a un discurso incoherente, pero sin perder la fluidez).

Problemas en la escritura

Como consecuencia del problema del poco reconocimiento de los fonemas, tampoco va a poder evocar los grafemas (representaciones gráficas de los fonemas, como una letra escrita).

Causas

Puede tener carácter agudo (debida a traumatismo craneoencefálico, infarto cerebral, neoplasias, etc.) o crónico (concomitante con Alzheimer).

En la afasia de Wernicke las áreas perjudicadas se encuentran en los lóbulos parietales y temporales del hemisferio dominante (generalmente el izquierdo), dependiendo la gravedad del déficit de la magnitud de la lesión.

Al principio se pensaba que se debía a un daño o mal funcionamiento en el área de Wernicke, de donde viene su nombre. Una zona del cerebro encargada de los procesos de comprensión del lenguaje, localizada en la parte posterior del lóbulo temporal del hemisferio dominante (generalmente el izquierdo).

No obstante, parece que los déficits clave en este tipo de afasia no solo se deben a un daño en dicha área; sino que es algo más complejo ya que:

  • La mayoría de las estructuras cerebrales participan de alguna forma en el lenguaje, es decir, esta función no se limita a un único lugar del cerebro.
  • Parece que la mayoría de pacientes con trastornos de este tipo había tenido un ictus u obstrucción en la arteria cerebral media, que irriga varias zonas del cerebro como los ganglios basales que también puede influir en el lenguaje.
  • La afasia de Wernicke parece dar lugar a un buen número de síntomas diferentes, teniendo probablemente cada uno una base neurológica distinta.
  • Además, hay investigadores que han afirmado que las lesiones en esta área no se conectan directamente con la afasia fluente, sino que parece afectar al almacenamiento de oraciones en la memoria desde que se escuchan hasta que se tienen que repetir, incidiendo también en la rima de palabras (memoria para los sonidos afectada).

Daños en lóbulo temporal medial y en la sustancia blanca

Se ha sugerido entonces que las dificultades principales de este trastorno provienen de daños en el lóbulo temporal medial y en la sustancia blanca subyacente. Esta zona es adyacente a la corteza auditiva.

Circunvolución superior del lóbulo temporal

También se ha visto su aparición por alteraciones en cierta parte de la circunvolución superior del lóbulo temporal, afectando las conexiones con otros núcleos encargados del lenguaje situados en regiones occipitales, temporales y parietales.

En cambio, si se perjudica el área de Wernicke, pero en el hemisferio no dominante (normalmente el derecho), aparecerá aprosodia o disprosodia. Esto significa que hay dificultades para captar los tonos, ritmo y contenido emocional de las expresiones del lenguaje.

Sucede esto porque el hemisferio derecho generalmente se encarga de la regulación de la comprensión y producción del habla, afectando a la interpretación y emisión de la entonación y el ritmo.

Accidente cerebrovascular

Normalmente la afasia de Wernicke suele deberse a un accidente cerebrovascular, aunque puede ocurrir también por un traumatismo cerrado debido a un accidente.

En conclusión, es mejor considerar el área de Wernicke como una zona muy importante en este tipo de afasia, formando parte de un proceso mucho más amplio y que abarca a más estructuras y sus conexiones.

Síntomas

Este tipo de afasia se puede presentar de diferentes maneras y en niveles de gravedad distintos. Algunos afectados pueden llegar a no comprender ningún discurso hablado o escrito, mientras que otros pueden mantener una conversación.

La enfermedad suele aparecer de forma repentina, mientras que los síntomas van apareciendo poco a poco. Los síntomas principales de una persona con afasia de Wernicke son:

Incapacidad para entender el lenguaje hablado y escrito

Problemas para comprender el lenguaje, aunque sean palabras sueltas o frases simples. Incluso pueden no entender las oraciones que ellos mismos dicen. Sin embargo, la comprensión puede deteriorarse en muy diversos grados y el paciente va a tener que utilizar claves extralingüísticas (tono de voz, expresión facial, gestos…) para intentar comprender al otro.

Efecto de fatiga

El afectado puede entender varias palabras o que se está hablando de un tema, pero solo durante un periodo muy corto de tiempo. Si se le habla más de la cuenta, el paciente no logra comprenderlo; incrementándose el problema cuando hay otros distractores como ruidos u otras conversaciones.

Discurso y frases sin sentido

Es sorprendente el marcado contraste entre un discurso fluido y la falta de sentido del mensaje. También emiten frases u oraciones que son incoherentes porque añaden palabras inexistentes o irrelevantes.

El nivel de errores que cometen en la expresión del habla de estos pacientes puede ser variable, algunos solo pueden tener un 10% de errores mientras que otros un 80%.

Parafasias fonémicas

Se tratan de dificultades para escoger y organizar las letras o sílabas de una palabra, o bien parafasias verbales, en la que se sustituya una palabra real por otra que no forma parte del campo semántico.

Dificultad para interpretar el significado

Un síntoma común se trata de la interpretación incorrecta del significado de palabras, imágenes o gestos. De hecho, pueden tomarse de manera literal las expresiones coloquiales como: “está lloviendo a cántaros” o “ver todo color de rosa”.

Anosognosia

Es decir, no se dan cuenta de que están utilizando palabras que no existen o que no son correctas en ese contexto. No saben que lo que dicen puede no tener sentido para el receptor.

Conservación de palabras con significado emotivo

Curiosamente, las palabras de tipo afectivo o asociadas con las emociones se conservan. Por ello, parece que las palabras que se olvidan o sustituyen son aquellas que no tienen contenido emocional para la persona, sin depender tanto del significado de la palabra en sí mismo.

Dificultad para repetir

Dificultades en la repetición, que reflejan sus problemas de comprensión. A veces añaden más palabras o frases (esto es llamado ampliación) o introduce palabras inventadas o distorsiones parafásicas.

Signos neurológicos

En algunos casos pueden aparecer signos neurológicos leves como paresias en la cara, que suelen ser temporales. Pueden presentar problemas sensoriales corticales, como déficits en el reconocimiento de objetos por el tacto.

Estos síntomas, entre otros, se asocian a la fase aguda de la enfermedad y van resolviéndose con el tiempo paralelamente a la recuperación de las lesiones cerebrales.

Otros

– A veces, encadenan una serie de palabras que suenan como una oración, pero juntas no tienen sentido.

– Neologismos o invención de palabras.

– Anomia: dificultades para encontrar palabras.

– Cambia tiempos verbales, olvida decir las palabras clave.

– En algunos casos, carencia de habilidades pragmáticas. Pueden no respetar los turnos de una conversación.

– Presión del habla o verborrea: aumento excesivo del lenguaje espontáneo, es decir, la persona no se percata de que está hablando demasiado.

– Jergafasia: expresión oral incomprensible, por el gran número de parafasias que presentan.

– Tienen déficits en la denominación de objetos, animales o personas; aunque pueden hacerlo con ayuda del examinador (si le dice, por ejemplo, la primera sílaba de la palabra).

– Problemas en la lectura y la escritura. Cuando escribe se presentan sustituciones, rotaciones y omisiones de letras.

– Pueden observarse problemas para realizar gestos simples como decir adiós, pedir silencio, tirar un beso, peinarse… lo que es síntoma de apraxia ideomotora.

– Copia de dibujos con falta de detalles o totalmente desestructurados.

– Ritmo y prosodia normal, manteniendo entonación adecuada.

– No presentan ningún déficit motor, pues como dijimos la articulación del habla está conservada.

– Las capacidades intelectuales que no están relacionadas con el lenguaje, están completamente conservadas.

Aquí puedes ver cómo es el lenguaje en un paciente con afasia de Wernicke:

Tipos

Según Rabadán Pardo, Sánchez López y Román Lapuente (2012) los tipos de afasia de Wernicke dependen de la extensión de la lesión en el cerebro.

Hay pacientes con daños pequeños en la circunvolución superior del lóbulo temporal y otros, en cambio, tienen lesiones también en estructuras cercanas como la sustancia blanca subcortical y las circunvoluciones angular y supramarginal. Estos últimos van a tener el lenguaje mucho más perjudicado.

De esta manera, hay dos tipos:

Sordera pura para las palabras

Solo hay daños en el área de Wernicke. Muchos autores piensan que este no es un tipo de afasia, ya que solo afecta a la recepción del lenguaje oral y la clasifican como un tipo de agnosia. Estos pacientes suelen comprender mejor el lenguaje escrito que el oral.

Afasia de Wernicke

Lesiones en el área de Wernicke y otras zonas adyacentes. No solo hay dificultades en reconocer los sonidos, sino también hay déficits en la expresión y comprensión oral, gestual y escrita.

Diagnóstico diferencial

No es de extrañar que la afasia de Wernicke no se diagnostique correctamente, pues es fácil de confundir con otros trastornos. Es necesario que primero se haga un diagnóstico diferencial con un examen neurológico exhaustivo.

Esto es importante porque un mal diagnóstico va a tener como consecuencia que el verdadero problema se trate tarde o no se trate y así el paciente no puede mejorar.

Por lo tanto, la afasia de Wernicke no puede confundirse con el trastorno psicótico, ya que la forma de expresarse y comportarse puede ser parecida, como la incoherencia del lenguaje o la apariencia de pensamiento desorganizado.

Tratamiento

Como cada persona presenta el trastorno de forma diferente, el tratamiento va a depender de la afectación y gravedad que se presente. Además, los tratamientos existentes son variados.

Los primeros 6 meses son fundamentales para mejorar las capacidades lingüísticas, por lo que es importante detectar la afasia e intervenir de forma temprana. Es importante porque las alteraciones cognitivas se estabilizarían en un año y después de ese tiempo, es difícil que el paciente mejore de forma notable.

No existe un método definitivo que sea siempre efectivo para la afasia de Wernicke. Más bien, los expertos se han centrado en compensar las funciones deterioradas.

Muchas veces los pacientes con afasia no demandan tratamiento por ellos mismos, debido a que no son conscientes de que presentan problemas. Para que se pueda intervenir, sería muy útil que se motivara primero a la persona haciéndole comprender sus déficits e invitándole al tratamiento. Así, se facilita la cooperación con la terapia y los resultados son mejores.

Estas son las áreas/aspectos que se tratan en la afasia de Wernicke:

Comunicación

Antes que nada, se va a intentar mejorar la comunicación del paciente. Para ello cuanto antes se le va a enseñar a comunicarse mediante signos, gestos, dibujos o incluso valiéndonos de las nuevas tecnologías (siempre que sus daños sean más leves).

Terapias mediante conversación

Fomentando estrategias y habilidades para una comunicación efectiva. Están enmarcadas en contextos reales para facilitar el entendimiento: como pedir comida en un restaurante, sacar dinero en el cajero, ir al supermercado…

El interlocutor debería facilitar al paciente pistas contextuales, hablar más lento y con frases cortas (e ir aumentando la dificultad poco a poco) y ser redundante para que el paciente comprenda mejor.

Terapia situacional

Se interviene fuera de la consulta, en un entorno real. Así fomenta que el paciente utilice los conocimientos que tenía antes de la lesión cerebral y se valga de ellos para expresarse y entender a los demás.

Sobre todo, entrenando las capacidades conservadas vinculadas al hemisferio cerebral derecho: comprender expresiones faciales, tono de voz, prosodia, gestos, posturas… También se potencia la memoria semántica, que es la referida a conceptos y definiciones.

Intervención en memoria a corto plazo y de trabajo

La intervención en la mejora de la memoria a corto plazo y memoria de trabajo ha resultado ser efectivo en la afasia de Wernicke. Esto se basa en que, repitiendo palabras se incrementa la memorización de estas, lo que ayuda a vincularlas con su significado mejorando la comprensión de las oraciones y haciendo que la persona las incluya en su vocabulario.

Los que recibieron este tratamiento aumentaron el número de palabras recordadas e incluso comenzaron a incluir verbos que no se les había enseñado en el tratamiento.

Entrenamiento de la comprensión

El objetivo consiste en mejorar la atención hacia los mensajes auditivos que le llegan de los demás y de su propia voz. Es muy efectivo para tratar la verborrea ya que enseña a los pacientes a escuchar detenidamente en vez de hablar.

El especialista le dará ciertas instrucciones al paciente, utilizando estímulos discriminativos que este tiene que aprender a identificar (como gestos o ciertas expresiones faciales). El afectado acabará asociando esos estímulos con parar de hablar y ponerse a escuchar.

Es importante que el afectado aprenda a enlentecer su propio discurso y supervisarlo.

Estimulación de Schuell

Algunos autores consideran que es un tratamiento eficaz que funciona aumentando la actividad de las neuronas de las áreas afectadas. Defienden que, de esa forma, se facilita la reorganización cerebral y; por tanto, la recuperación del lenguaje. Consiste en someter al paciente a una estimulación auditiva fuerte, controlada, e intensiva.

Fármacos

En un estudio de Yoon, Kim, Kim & An (2015) se presenta un caso de una paciente de 53 años que recibió tratamiento con donepezil durante 12 semanas, encontrándose una mejoría significativa en el lenguaje unida a una mejor recuperación cerebral.

Ayuda de la familia

Es fundamental la ayuda de la familia, introduciéndola en los programas de tratamiento para que los avances sean mejores y más rápidos. Así, los especialistas educarán a la familia para que comprendan el trastorno y estimulen al paciente cuando y como sea necesario. Principalmente se les va a enseñar a ajustar los patrones del habla para aumentar la comunicación con el familiar afectado.

Pronóstico

El pronóstico de este trastorno depende de la gravedad de los síntomas y el grado de afectación de la comprensión auditiva; ya que cuanto más afectada esté, más difícil va a ser recuperar el lenguaje normal.

Referencias

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