Neuropsicología

Lóbulo temporal: características, anatomía y funciones


El lóbulo temporal es una región del cerebro que forma parte de la corteza cerebral, siendo la segunda estructura más grande de esta, por detrás del lóbulo frontal. Se localiza frente al lóbulo occipital, es decir, aproximadamente detrás de las sienes. Es una región cerebral que desempeña un papel importante en el desarrollo de tareas visuales complejas, como por ejemplo el reconocimiento de caras.

Científicamente es interpretado como la corteza primaria de la audición. Así mismo, esta estructura desempeña otras muchas funciones como el desarrollo del lenguaje, la ejecución de la memoria auditiva o el procesamiento de información de audio.

lóbulo temporal

Se caracteriza por procesar información procedente de los oídos y juega un papel especialmente relevante en el establecimiento del equilibrio corporal. Por otro lado, ciertos estudios apuntan que el lóbulo temporal también podría participar en la regulación de las emociones y otros procesos psicológicos como la motivación, la ansiedad, el placer o la ira.

Índice del artículo

Características del lóbulo temporal

El lóbulo temporal es una gran estructura cerebral que está situada en el lateral inferior del encéfalo. Es decir, en la región del cráneo más cercana a los oídos.

Cuando se habla de lóbulo temporal resulta más adecuado hacerlo en plural, ya que hay dos lóbulos temporales en cada cerebro humano. Uno de ellos corresponde al hemisferio derecho  del cerebro (localizado en la zona del oído derecho) y el otro al hemisferio izquierdo (localizado en la zona del oído izquierdo).

El lóbulo temporal limita por su región superior con el lóbulo parietal, otra estructura de la corteza cerebral. La división entre ambos lóbulos del cerebro es efectuada por la cisura de Silvio.

Por otro lado, está en contacto con el lóbulo occipital a través de su región posterior y limita con el lóbulo frontal a través de su región anterior.

lóbulos cerebrales

Una de sus principales características es que este incluye el lóbulo temporal medial, el cual presenta un sistema de estructuras anatómicamente relacionadas que resultan claves a la hora de desarrollar la memoria declarativa (el recuerdo consciente de hechos y vivencias).

En este sentido, constituye una gran estructura cerebral que incluye la región hipocampal, la corteza perirrinal, entorrinal y parahipocampal adyacentes.

Así mismo, el lóbulo temporal se caracteriza por ser el lóbulo de la corteza cerebral que establece una mayor conexión con el sistema límbico, motivo por el cual distintas variables psicológicas se relacionan con esta parte del cerebro.

Estructura y funciones

El lóbulo temporal es una estructura que constituye, aproximadamente, un cuarto de toda la corteza cerebral. En este sentido, resulta una de las principales regiones del córtex cerebral de los seres humanos.

Funcionalmente, esta región de la corteza se caracteriza por no presentar una única actividad, sino que se ve involucrado y desempeña un gran número de funciones.

De forma general, el lóbulo temporal presenta tres grandes regiones principales. Una de ellas está relacionada con el procesamiento del input auditivo, otra está especializada en el reconocimiento de objetos y la tercera se relaciona con el almacenamiento a largo plazo.

Otras regiones importantes del lóbulo temporal son el giro angular, el giro supramarginal, el área de Wernicke, el área de asociación parieto-temporo-occipital y el área de asociación del sistema límbico.

Cada una de estas estructura del lóbulo temporal se caracteriza por llevar a cabo unas actividades cerebrales determinadas.

Corteza auditiva

La corteza auditiva está situada en las circunvoluciones temporales transversas de Heschl, las cuales se encuentran sepultadas en el suelo de la cisura de Silvio, es decir, las áreas 41 y 42 de la corteza cerebral.

El área 41 de la corteza se halla en la circunvolución anterior y se extiende ligeramente a través de una parte adyacente de la circunvolución posterior. De forma continua al área 41 se halla el área 42 y, adyacente a esta, se localiza la parte del área auditiva de asociación (el área 22).

Área auditiva secundaria de asociación

El área auditiva secundaria y de asociación se halla en la circunvolución temporal superior. Esta región incluye el área de Wernicke, una estructura vital que permite la descodificación auditiva del lenguaje, es decir, que da lugar a la comprensión.

Las lesiones en estas áreas auditivas secundarias generan problemas en la capacidad para seleccionar o reconocer los elementos auditivos.

Concretamente, lesiones en la corteza de asociación izquierda puede motivar una alteración del reconocimiento y dar lugar a sordera extrema para las palabras. Las lesiones originadas en el área de Wernicke en cambio originan una patología conocida como afasia de Wernicke, la cual provoca una reducción notable del significado del lenguaje.

Corteza visual

La corteza visual es una región del lóbulo temporal que abarca las áreas 20, 21, 37 y 38 de la corteza cerebral. Esta estructura se encuentra implicada en el reconocimiento de objetos y da lugar a un proceso que requiere una categorización de los estímulos visuales.

La lesiones originadas en esta región causa una dificultad en la identificación y/o categorización de los estímulos visuales, hecho que afecta directamente al proceso de memoria.

La corteza del surco temporal superior suele estar implicada en la asociación entre la información visual y la auditiva. Por ejemplo, esta región permite comprender adecuadamente los estímulos visuales y auditivos que se presentan simultáneamente.

Lóbulo temporal medial

El lóbulo temporal medial es una región amplia del lóbulo temporal que incluye estructuras como el hipocampo, la corteza perirrinal, la corteza entorrinal o la corteza parahipocampal.

Estas regiones encefálicas y su conexión con la corteza cerebral permiten el desarrollo de la memoria en las personas. Dicho de otra forma, sin el lóbulo temporal medial y la asociación de esta estructura con otras regiones de la corteza las personas no tendrían memoria.

Las lesiones en el hemisferio izquierdo del lóbulo temporal medial se asocian con dificultades para recordar información de tipo verbal, ya que esta región del lóbulo temporal es la encarga de desarrollar tales actividades memorísticas.

Por lo contrario, las lesiones originadas en el hemisferio derecho del lóbulo temporal medial suele motivar dificultades para recordar patrones de información no verbal.

El lóbulo temporal medial es una de las regiones más afectadas en sujetos con demencia y/o enfermedades neurodegenerativas. La pérdida de memoria, de forma general, se relaciona con una disfunción de esta región del lóbulo temporal.

Giro angular

El giro angular es una área especialmente relevante del lóbulo temporal. Esta región permite la lecto-escriptura, ya que lleva a cabo la asociación de la información visual y auditiva.

El giro angular forma parte de la corteza auditiva del lóbulo temporal y su función consiste en permitir asignar a cada grafema su correspondiente fonema.

Giro supramarginal

El giro supramarginal es una pequeña estructura que forma parte del área sensitiva terciaria, la cual está ubicada en el lóbulo temporal.

Este giro participa activamente en el reconocimiento de los estímulos táctiles. Así mismo, parece desempeñar un papel importante en el desarrollo del lenguaje.

Área de asociación parieto-temporo-occipital

El área de asociación parieto-temporal-occipital está situada en el punto de unión entre los tres grandes lóbulos de la corteza cerebral. Es decir, es una región que unifica el lóbulo parietal, el lóbulo temporal y el lóbulo occipital.

Esta área resulta básica para relacionar la información de los sistemas visual, auditivo y somato-sensorial (de las áreas primarias y secundarias), así como enviar la información integrada a muchas otras áreas del cerebro como, por ejemplo, la corteza pre-frontal o el sistema límbico.

Esta área de asociación se ha relacionado con muchas funciones complejas, tales como la percepción espacial, la atención dirigida, la integración visomotora, la situación corporal propia en el espacio o la relación de información auditiva o visual.

Así mismo, ciertos estudios apuntan que el área de asociación parieto-temporo-occipital podría desempeñar un papel importante en aspectos de tipo verbal y memorístico.

Las lesiones en esta área del lóbulo temporal suelen originar problemas en el funcionamiento de todas estas actividades cognitivas complejas. Una de las afecciones más conocidas es la prosopagnosia, una alteración que genera un déficit de reconocimiento de caras de familiares.

Área de asociación del sistema límbico

Finalmente, el área de asociación límbica es una región del lóbulo temporal que se encarga de integrar la información de las áreas primarias y secundarias con experiencias afectivas y memorísticas.

Es decir, esta región permite relacionar los estímulos captados con los elementos que la persona posee en su memoria y con respuestas emocionales determinadas. Esta área constituiría una región encefálica clave para el control de la conducta y el desarrollo de la motivación.

El área de asociación límbica permite añadir un componente afectivo a todos los elementos que se captan a través de los sentidos, hecho que permite interactuar con el mundo de una forma activa y favorecer la supervivencia del individuo.

El área de asociación límbica también interviene en la regulación de las emociones, el comportamiento sexual y los procesos de aprendizaje.

Las lesiones padecidas en esta región del lóbulo temporal pueden causar alteraciones en la regulación del afecto y cambios severos en los rasgos de personalidad. Así mismo, pueden motivar la aparición de alteraciones sexuales y la reducción de la motivación.

Enfermedades asociadas

La gran variedad de funciones que desempeña el lóbulo temporal hace que lesiones en esta región de la corteza cerebral puedan motivar la aparición de patologías muy diversas.

De hecho, el lóbulo temporal es una de las regiones de la corteza cerebral que se relacionan con más patologías. Las principales son: sordera cortical, hemiacusia, propasognosia, heminegligencia y afasia.

Sordera cortical

La sordera cortical es una patología que provoca una pérdida total de la facultad auditiva. La característica principal de esta afección es que los órganos sensoriales de la audición funcionan correctamente, sin embargo, una lesión en el lóbulo temporal impide la realización de las actividades auditivas.

Esto quiere decir que en esta patología, la información auditiva llega correctamente a los órganos perceptivos, pero esta no llega a ser procesada por el cerebro. Como resultado final se obtiene una pérdida total de la percepción auditiva.

Esta alteración suele estar generada por la destrucción de las cortezas auditivas primaria y secundaria de ambos hemisferios cerebrales, o bien las vías nerviosas que acceden a ellas.

Hemiacusia

La hemiacusia es una afección que motiva una pérdida total de audición en uno de los dos oídos.

Esta alteración está provocada por la destrucción de la corteza auditiva primaria y secundaria de uno de los dos hemisferios cerebrales. La pérdida de audición se experimenta en el oído contra-lateral del hemisferio dañado.

Propasognosia

La propasognosia es una enfermedad que provoca una incapacidad para reconocer las caras de cualquier persona. Esta afección es causada por una lesión bilateral en la zona temporoccipital.

Heminegligencia

La heminegligencia es una enfermedad grave que supone una dificulta para orientarse, actuar o responder a los estímulos que ocurren en el lado opuesto del hemisferio lesionado. De hecho, en algunos casos las personas con hemingligencia no son capaces de reconocer uno de sus hemicuerpos.

Esta alteración está causada por una afección del área de asociación parieto-temporo-occipital de uno de los dos hemisferios cerebrales, y suele aparecer de forma conjunta con la anosognosia, es decir, la falta de consciencia acerca de la enfermedad.

Afasias

Finalmente, las afasias son trastornos del lenguaje que se originan debido a una lesión cerebral. En la actualidad existen diferentes tipos de afasias, los cuales difieren entre sí en función del área cerebral dañada.

Por ejemplo, la lesiones en el área de Wernicke del lóbulo temporal originan afasia de Wernicke, la cual implica la pérdida de compresión verbal. En cambio la afasia anómica provoca una dificultad para encontrar el nombre de las cosas y es causada por una lesión en el área asociativa temporo-parieto-occipital.

Referencias

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