Trastornos mentales/Psicopatología

Enfermedad de Alzheimer: Síntomas, Causas y Tratamiento


La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad que tiene como principal característica la degeneración de las partes del cerebro humano. Se trata de una demencia progresiva, de evolución lenta, que comienza en la edad adulta, y en la que los primeros síntomas que se presentan son los fallos en la memoria.

Sin embargo los fallos en la memoria no son los únicos que se presentan. El Alzheimer empieza con una degeneración de las áreas del cerebro que se encargan de la memoria, por lo que los primeros síntomas que se presentan son olvidos frecuentes, incapacidad para aprender y fallos mnésicos.

Sin embargo, es una enfermedad progresiva, por lo que la degeneración de las neuronas va avanzando paulatinamente hasta afectar todas las partes del cerebro. Por lo tanto, después de los primeros síntomas en la memoria, a medida que la enfermedad avance, se irán perdiendo todo el resto de facultades.

Estas facultades empezaran por ser déficits en procesos cognitivos como la atención, la capacidad de razonamiento o la orientación, y acabarán siendo la totalidad de las funciones de la persona, hasta que esta sea totalmente incapaz de realizar cualquier actividad.

La degeneración avanza hasta llegar a esas zonas del cerebro que se encargan de realizar acciones tan simples como el control de esfínteres, la capacidad de articular palabras o ser consciente de uno mismo.

Así pues, relacionar Alzheimer con pérdida de memoria es un error, ya que a pesar de que es el principal síntoma de este trastorno, el Alzheimer implica muchas otras cosas.

Índice del artículo

Síntomas

Los síntomas más prototípicos de la enfermedad de Alzheimer son esos que configuran la definición de demencia. Los síntomas por excelencia de este trastorno son los que producen el deterioro de las funciones cognitivas, especialmente de la memoria.

Deterioro de la memoria

Es el principal síntoma del Alzheimer y el primero que aparece. Los primero síntomas suelen ser incapacidad de aprender cosas y olvidos de cosas recientes.

A medida que avanza la enfermedad los fallos de memoria se van extendiendo, afectando a la memoria remota, olvidando cosas del pasado hasta llegar a olvidarse de absolutamente todo.

Deterioro del lenguaje

El lenguaje es una función cognitiva muy ligada a la memoria ya que debemos recordar las palabras para poder hablar con normalidad, por lo que las personas que padecen Alzheimer también presentan dificultades a la hora de hablar.

Los primero síntomas suele ser la presencia de anomia al no recordar el nombre de palabras mientras habla, esto hace que se vaya perdiendo fluencia verbal, cada vez se hable de un modo más lento y se tengan mayores dificultades para expresarse.

Deterioro de la orientación

Suelen ser muy típicos también los problemas para orientarse adecuadamente, pudiéndose presentar ya al inicio de la enfermedad.

El primer tipo de desorientación que suele aparecer es la desorientación espacial, una persona con Alzheimer tendrá muchas dificultades para orientarse más allá de su casa o barrio, o será totalmente incapaz de ir solo por la calle.

Posteriormente, suele aparecer la desorientación temporal, teniendo enormes dificultades para recordar el día, el mes, la estación o incluso el año en el que se vive, y la desorientación personal, olvidando quién es, cómo es y qué le define.

Deterioro de las funciones ejecutivas

Las funciones ejecutivas son esas funciones cerebrales que ponen en marcha, organizan e integran el resto de funciones.

Así pues, una persona que padezca Alzheimer va perdiendo la capacidad de hacerse un simple huevo frito, porque a pesar de tener la capacidad de tomar una sartén, romper un huevo o verter aceite, pierde la capacidad de organizar todos esos pasos adecuadamente para conseguir un huevo frito.

Este deterioro es, juntamente con los olvidos que pueden ser peligrosos en muchos momentos, el primer síntoma que hace que la persona con Enfermedad de Alzheimer pierda autonomía y necesita a los demás para poder vivir con normalidad.

Praxias

Las praxias son las funcione que permiten poner en marcha nuestro cuerpo para realizar una función concreta.

Por ejemplo: nos permite tomar una tijeras y conseguir cortar una hoja con ella, saludar a nuestro vecino con la mano cuando le vemos entrar o arrugar la frente cuando queremos expresar enfado.

En el Alzheimer esta capacidad también se van perdiendo, por lo que poder realizar actividades se irá haciendo más complicado… ¡Ahora ya no es que no sepamos hacer un huevo frito, sino que no sabemos ni tomar la sartén adecuadamente!

Gnosias

Las gnosias se definen como las alteraciones en el reconocimiento del mundo, ya sea por vía visual, auditiva o táctil. La primera dificultad de esto tipo que suele aparecer en el Alzheimer acostumbra a ser la capacidad de reconocer estímulos complejos.

Sin embargo, a medida que avanza la enfermedad, suelen aparecer dificultades para reconocer caras de amigos o conocidos, objetos cotidianos, organización del espacio, etc.

Estos son los 6 fallos cognitivos que suelen presentarse en el Alzheimer… ¿Y qué más? ¿Aparecen más síntomas o estos son todos? ¡Pues sí, aparecen más síntomas!

Y es que los fallos cognitivos, el hecho de que la persona vaya perdiendo sus capacidades que le han definido toda su vida, suele implicar la aparición de una serie de síntomas psicológicos y conductuales.

La sintomatología psicológica pueden ser ideas delirantes (sobre todo la idea de que alguien roba cosas, causada por la incapacidad de recordar donde se dejan los objetos), alucinaciones, errores de identificación, apatía y ansiedad.

Por lo que respecta los síntomas conductuales, puede aparecer el vagabundeo, la agitación, la desinhibición sexual, el negativismo (rechazo absoluto a hacer cosas), estallidos de cólera y agresividad.

¿Por qué se degenera el cerebro en el Azheimer?

A la pregunta por qué se desarrolla el Alzheimer en el cerebro de una persona, hoy en día todavía no hay respuesta. Como en todas las enfermedades degenerativas se desconoce por qué en un momento determinado una parte del cuerpo empieza degenerarse.

Sin embargo, sí que se sabe algo sobre qué sucede en el cerebro de una persona con Alzheimer y cuáles son los cambios que hacen que las neuronas de ese cerebro empiecen a morir.

El científico Braak demostró que la enfermedad empieza en la corteza entorrinal, se extiende por el hipocampo (principales estructuras de memoria del cerebro humano) y
posteriormente, como si fuera una mancha de aceite, se van afectando el resto de regiones del cerebro.

¿Pero qué sucede en esas regiones del cerebro? Hasta lo que se conoce hoy en día, la degeneración estaría causada por la aparición de unas placas neuríticas en las neuronas.

Estas placas, las crea una proteína llamada b-amiloide, por lo que una sobreproducción de esta proteína en las neuronas podría ser el elemento patológico inicial de la Enfermedad de Alzheimer.

Factores de riesgo

En la actualidad está globalmente reconocido que el Alzheimer se trata de una enfermedad multifactorial, heterogénea e irreversible por lo que se requiere una combinación de factores genéticos y ambientales para su desarrollo.

El sustrato básico puede ser un envejecimiento neuronal acelerado no contrarrestado por los mecanismos compensatorios que contiene nuestro cerebro. De esto modo, los factores genéticos solo predispondrían a la persona a padecer Alzheimer y serían otros factores quien desencadenarían la enfermedad. Estos son los siguientes:

  1. Edad: es el principal marcador de riesgo de la enfermedad, de modo que la prevalencia incrementa a medida que aumenta la edad, llegando a duplicarse cada 5 años a partir de los 60.
  2. Sexo: las mujeres padecen más esta enfermedad que los hombres.
  3. Historia familiar de demencia: entre un 40 y un 50% de los sujetos afectados de Alzheimer tienen algún familiar que tiene o ha tenido demencia.
  4. Educación: aunque el Alzheimer puede surgir en personas con cualquier nivel educativo, se da un incremento de el Alzheimer entre los sujetos con menor educación.
  5. Dieta: una ingesta muy alta en calorías podría ser un factor de riesgo para la enfermedad. Así mismo, los ácidos grasos poliinsaturados y los suplementos vitamínicos antioxidantes (vitaminas E y C) han demostrado un papel neuroprotector para el Alzheimer.

Estadísticas

El Alzheimer se presenta en gente mayor, normalmente a partir de los 65 años. Así pues, la incidencia de esta enfermedad en la población general es baja, aproximadamente de un 2%.

Sin embargo, en la población anciana la prevalencia llega hasta un 15%, incrementando a medida que aumenta la edad. Entre las personas mayores de 85 años la prevalencia llega hasta un 30-40%, siendo el tipo de demencia más prevalente con diferencia.

El impacto del Alzheimer en la familia

El Alzheimer y las demencias en general suponen un notable cambio en la dinámica familiar. Se trata de aprender a vivir con…. a la vez que se continúa con la vida familiar, personal y social.

La persona que sufre esta enfermedad poco a poco irá dejando de ser ella misma, perderá la capacidad de automantenerse y necesitará un cuidado intensivo.

El primer paso que debe hacer la familia es identificar el cuidador principal del enfermo, es decir la persona que se encargará de realizar todas esas funciones que el paciente vaya perdiendo.

El estrés en la familia y sobretodo en el cuidador principal será muy elevado debido al shock emocional que comporta asumir una situación como esta, y la sobrecarga de trabajo y económicas que supondrá tener un enfermo de Alzheimer en la familia.

Así pues es muy importante poseer una buena organización familiar, de modo que el cuidador principal pueda obtener apoyo de los demás cuando sea necesario.

Del mismo modo es importante informarse bien de los recursos sociales y terapéuticos existentes (centros de día, residencias, grupos de apoyo a las familias, etc.) y utilizarlos de la mejor forma posible.

Tratamiento

Si tu primera pregunta al llegar a este apartado es si existe algún tratamiento que cure esta enfermedad la respuesta es clara: no, no existe ninguna terapia capaz de curar el Alzheimer.

Sin embargo, sí que existen ciertos tratamientos que pueden ayudar a ralentizar la evolución de la enfermedad, haciendo que los déficits tarden más en aparecer, y proporcionando una mejor calidad de vida al enfermo.

Tratamiento farmacológico

Hasta el presente, los únicos fármacos que han demostrado una eficacia significativa, aunque no intensa, sobre las alteraciones cognitivas y funcionales del Alzheimer son los inhibidores de la acetilcolinesterasa (IACE) como el Donepecilo, la Rivastigmina y la Galantamina.

Estos fármacos han mostrado efectividad en el tratamiento de los síntomas del Alzheimer, pero en ningún caso consiguen eliminarla ni aumentar las capacidades cognitivas del enfermo.

Tratamiento cognitivo

El tratamiento cognitivo está ampliamente recomendado para el Alzheimer. De hecho, si tienes demencia estás prácticamente obligado a realizar algún tipo de trabajo cognitivo para atenuar tus déficits.

Para hacerlo se recomiendan Terapias de Orientación a la Realidad, Terapia en Reminiscencia y talleres de psicoestimulación que trabajen las distintas funciones cognitivas: atención, memoria, lenguaje, funciones ejecutivas, etc.

Referencias

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