Dioses del Antiguo Egipto
Te explicamos cuáles eran los principales dioses del Antiguo Egipto, las características de cada uno y los mitos que protagonizaron.
¿Cuáles eran los principales dioses del Antiguo Egipto?
El Antiguo Egipto fue una de las principales civilizaciones agrícolas de la Antigüedad, originada a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, en el noreste de África.
Su rica y compleja historia abarca más de tres milenios (3100-332 a. C.), a lo largo de los cuales su extensión territorial varió significativamente, en un área comprendida entre el delta del río Nilo en el mar Mediterráneo y su cuarta catarata en el sur, así como las extensas áreas desérticas al este y oeste del mismo río.
En su momento de mayor extensión, el Antiguo Egipto ejerció un importante área de influencia en la región, incluidas las costas alejadas de Anatolia, Chipre y la península helénica. Fue célebre por su legado arquitectónico, cuyo emblema lo constituyen las pirámides y esfinges en cuyo interior numerosas momias de gobernantes han sido halladas.
La sociedad del Antiguo Egipto era profundamente religiosa y estaba claramente jerarquizada. Se regía a sí misma mediante una monarquía teocrática absolutista, a cuya cabeza se sentaba el faraón (o excepcionalmente, la faraona), venerado por sus súbditos como a un dios (más bien, como la encarnación misma del dios Horus) y encargado de impartir justicia, comandar a las fuerzas militares y dirigir el culto religioso.
La religión del Antiguo Egipto era solar, cíclica, politeísta, y se fundamentaba en la noción del maat, esto es, el balance o equilibrio cósmico, la fuerza que permitía al mundo existir como tal y que dependía en gran medida de la satisfacción de sus numerosos dioses. Estos últimos eran complejos, con aspectos diversos que a menudo podían combinarse, resultando en una suerte de fusión de dioses y de cultos.
Por lo demás, encarnaban aspectos distintos de la naturaleza y la sociedad, y estaban disponibles para ayudar al pueblo en sus asuntos privados, mediante el rezo o la ofrenda, aunque el culto era dirigido formalmente desde las instituciones del Estado. La resurrección y los ritos funerarios jugaban un papel clave en la visión egipcia del mundo. Entre los principales dioses egipcios se encontraban los que detallaremos a continuación.
Ver también: Deidad
Ra
Dios egipcio del sol, dador de la vida y símbolo de la luz solar, es el responsable del ciclo eterno de nacimiento, muerte y resurrección, y una de las figuras más importantes del culto egipcio tardío, asociado a los faraones, quienes eran sus descendientes.
Se suponía que Ra viajaba en su barcaza por los cielos, de Oriente a Occidente, y dependiendo de su ubicación en el cielo se le daba un nombre: Horajti en el pleno mediodía, Jepri al amanecer y Atum al anochecer.
Inicialmente, Ra era apenas una deidad solar más de las muchas de la religión egipcia temprana, pero su asociación con el culto oficial a los faraones y su asimilación con el dios tebano Amón (convirtiéndose así en Amón-Ra) durante la Dinastía V (2500-2350 a. C.), le otorgaron un lugar principal dentro del panteón egipcio. Fue especialmente venerado en Heliópolis, sede principal de su culto, y en la región de Abu Gurab, en la ribera occidental del Nilo.
Ra era representado como un hombre con cabeza de halcón, sobre el cual flota el disco solar. Sus orígenes datan, según el mito, al momento de la creación misma, cuando el mundo era un sitio oscuro en el que sólo había una gran extensión de agua (Nun).
Del interior de las aguas emergió un huevo grande y brillante, de cuyo interior a su vez nació Ra, cuya primera acción fue crear el sol e iluminar los horizontes. Con su palabra se formó también el viento (Shu), la lluvia (Tefnut) y el Nilo (Hapi), y después una a una las demás cosas de la tierra, incluidos los primeros seres humanos. Entonces, Ra tomó forma humana y gobernó Egipto como el primer faraón de la historia.
Osiris
Una de las figuras principales de la mitología egipcia es el dios y antiguo rey Osiris, a quien se tenía como inventor de la agricultura, la religión y la propia civilización egipcia. Su relato mitológico dio forma a numerosas tradiciones y celebraciones de la religión egipcia, como las fiestas de Año Nuevo.
Su culto duró desde el siglo XXV a. C., hasta el VI d. C., cuando el último templo consagrado en su honor fue clausurado por orden del Emperador Justiniano.
De acuerdo al mito, Osiris es hijo de Nut, la diosa egipcia del cielo, y su hermano Geb, el dios de la tierra. Sus hermanos de nacimiento fueron Seth, Neftis e Isis, y con esta última estaban profundamente enamorados desde el vientre materno mismo.
De todos, Osiris fue el hijo predilecto y eso lo condujo hacia el trono de Egipto, que recibió del propio Geb, y según el Libro de los muertos fue coronado por el propio Atum-Ra en la ciudad de Nen-nesu. Tuvo así inicio la civilización y religión egipcias, pues Osiris le enseñó a la humanidad cómo venerar a los dioses y distinguirse de las bestias.
Sin embargo, su hermano Seth, gobernante de las regiones desérticas, hostiles y extranjeras, planificó su asesinato y lo ahogó en las aguas del Nilo, para luego desmembrarlo y repartir su cadáver por todo Egipto.
Seth usurpó así el trono egipcio, mientras Isis y Neftis, con la ayuda del dios Toth, recolectaban las partes del cuerpo de Osiris y procedían a juntarlo y embalsamarlo, esto último con ayuda del dios Anubis. Una vez momificado, Osiris resucitó y se convirtió en el gobernante del reino de los muertos, es decir, en dios de la muerte y la resurrección.
Osiris era representado como un faraón humano, aunque a menudo de piel verde o azul, para indicar su condición cadavérica, o bien como un faraón momificado. Su figura estaba fuertemente vinculada con la idea del renacimiento, del recomenzar de los ciclos naturales, así como con el nacimiento de los tallos vegetales provenientes del suelo, tras haber sepultado la semilla.
Seth
Seth o Set es nombre griego para Suty o Sutej, el dios egipcio del caos, de lo incontenible, de la fuerza bruta y de la sequía del desierto africano. Era hermano de Osiris, Isis y Neftis, y esposo en algunas versiones mitológicas de esta última, y fue el asesino de su hermano, desencadenando así el ciclo mitológico de momificación y resurrección, central en la visión de mundo propuesta por la religión egipcia.
Sin embargo, era un dios venerado y un posible protector del pueblo egipcio, especialmente en épocas de guerra. Sus principales santuarios estaban en Avaris, Abidos y Pi-Ramsés.
Seth era representado como un hombre con cabeza de galgo o perro del desierto (así se lo describe en los jeroglíficos). Sin embargo, sus rasgos animales son poco claros y pueden estar asociados a cerdos, lebreles, asnos, orix, cocodrilos, hipopótamos, serpientes y peces, animales todos que le estaban consagrados.
Incluso hay quienes interpretan el rostro animal de Seth como el de una bestia imaginaria. También se le representaba portando un cetro was (una vara recta ahorquillada al final y con una cabeza de animal fantástico en el otro extremo), y en la otra mano un anj (crux ansata), el símbolo egipcio de la vida.
A pesar de jugar en el relato mitológico un papel de antagonista, Seth no era un dios malvado, sino caótico: sus motivos para asesinar a su hermano se debían al injusto reparto de las tierras egipcias, que le otorgaban los desiertos y le dejaban a Osiris los territorios fértiles cercanos al río. Como castigo por sus acciones, fue desterrado por Horus y condenado a vivir en el desierto.
Isis
Isis (Iset en copto) es la diosa principal de la religión egipcia, cuyo culto se extendió incluso al mundo grecorromano, en sincretismo con otras deidades locales y con otros nombres, y cuyo rol en el mito de Osiris es determinante. No sólo ayudó a reunir el cadáver de su esposo y a volverlo a la vida, sino que le engendró a un importante heredero, Horus, gobernante de la humanidad.
Isis era invocada en la mayoría de los rituales fúnebres egipcios, pues se esperaba que ayudara a los difuntos a bajar al inframundo tal y como ayudó a su propio marido, y al mismo tiempo era la diosa de la maternidad y el matrimonio, y protectora de la humanidad. Se la asociaba con la magia, la sabiduría, y sus acciones en protección de Horus y del cadáver de Osiris la dibujaban como una aguerrida defensora de lo sagrado.
La figura de Isis es compleja y atraviesa muchas etapas a lo largo de la historia egipcia, ya que su popularidad la llevó a asumir rasgos de otras diosas locales, e incluso a hibridarse con diosas de otras religiones vecinas, especialmente tras la colonización griega de Egipto.
De esa manera, sus modos de representación pueden variar sustancialmente, aunque en general los egipcios la dibujaban como una mujer con el jeroglífico de trono sobre la cabeza, portando una vara y una cruz egipcia o anj.
Horus
Hijo de Isis y de Osiris, Horus (Hor, en copto) era un dios celeste, asociado con la guerra y con la caza, pero también el iniciador formal de la civilización egipcia, tras heredar el trono de su difunto padre. Es a menudo comparado con el dios griego Apolo.
Se lo representa como un hombre con cabeza de halcón, llevando la corona doble del Imperio Egipcio, y a veces simplemente como un halcón (Edfu) o como un disco solar con dos alas desplegadas. Incluso se lo podía representar bajo forma de esfinge, conocido como Harmajis.
De acuerdo al mito egipcio, Horus al nacer fue escondido y protegido por Isis, y dejado al cuidado del dios Thot, para que hiciera de él un formidable y sabio guerrero. Así, al alcanzar la mayoría de edad, Horus derrotó a Seth y recuperó el trono de su padre, aunque la lucha feroz le costó el ojo izquierdo, que presentó a su padre como ofrenda para devolverle la vista.
Inicialmente, Seth fue el dios del Alto Egipto y Horus el del Bajo Egipto, como un símbolo de la lucha entre los pueblos del Nilo y los del desierto. Pero finalmente Horus venció y se adjudicó la doble corona, tomando a Isis-Hathor como reina.
De alguna manera, Horus viene a ser el dios egipcio más próximo a los seres humanos, y se dice que hace de embajador de los difuntos ante su padre, en el inframundo. Además, defiende junto con Seth la barca del sol, Ra, de la serpiente Apep que representa las fuerzas maléficas de las tinieblas.
Neftis
El origen de la diosa Neftis no es muy claro. Su nombre traduce algo similar a “Sacerdotisa”, y a menudo fue asimilada a otras deidades como Seshat y Anukis, a pesar de que en el mito de Osiris se la describe como hermana de Isis y esposa de Seth, con quien engendró al dios Anubis.
En otras versiones mitológicas fue también amante de Osiris, aunque para hacerlo debió engañarlo disfrazándose de su hermana, y semejante traición habría motivado a Seth a asesinar a su hermano.
En todo caso, tras el descuartizamiento de Osiris, Neftis llora a su hermano muerto y se ocupa junto a Isis de hallar y juntar sus catorce pedazos, así como de los ritos destinados a traerlo de vuelta a la vida.
Al igual que Isis y que Selket, Neftis era una diosa mortuoria, pero se distinguía por ser al mismo tiempo una deidad festiva, a la que se celebraba con cerveza, y tampoco era inusual invocar su ayuda durante las labores de parto. Sus principales lugares de veneración eran Hut-Sejem (Dióspolis Parva, en griego), Komir, Sepermeru y Menfis.
Thot
Dios egipcio de la sabiduría, la escritura jeroglífica, la ciencia, la magia, las artes y la ley, se trata de una deidad muy antigua en la tradición egipcia, cuyo equivalente femenino es Seshat. De acuerdo a la mitología, Thot formaba pareja con la diosa Ma’at, que simbolizaba el equilibrio, la armonía y la justicia cósmica, y juntos gozaban de autoridad por encima de los demás dioses del panteón.
A diferencia de los dioses guerreros egipcios, Thot era un dios lunar, que desempeñaba la labor de escribano sagrado y señor de los inventores. Se lo representaba como un hombre con cabeza de ibis o de babuino, dos de sus animales consagrados, y a menudo llevando un pincel o una tablilla con jeroglíficos, así como un anj en una de sus manos.
A Thot estaba consagrado el primer mes del calendario lunar, y se le rindió culto en las ciudades de Khemnu (Hermópolis Magna, en griego), Bah (Hermópolis Parva, en griego), Sarabit al-Khadim y Tuna el-Yebel.
Anubis
Anubis (Anoup en copto) es el nombre griego del dios egipcio que custodiaba las tumbas y el inframundo, así como la vida después de la muerte, y que comúnmente se representaba como un hombre con cabeza de chacal, animales carroñeros típicos de la región. Era una deidad funeraria importante, al que se le rendía culto a lo largo y ancho de Egipto, durante los tres milenios que duró su religión.
Los orígenes mitológicos del dios son inciertos: se le acusa de ser hijo ilegítimo de Neftis y Osiris, o bien de ser hijo de ésta y su esposo Seth, o incluso de ser fruto de la unión de Netfis con el dios Ra.
Del modo que sea, Anubis participó en el embalsamamiento de Osiris e inauguró así la práctica de la momificación, tan importante en la tradición egipcia. Desde entonces se lo consideró el guardián de los difuntos, quien les da la bienvenida una vez que han expirado, evaluando su destino al colocar en una balanza su corazón y en el platillo contrario una pluma.
Bastet
Adorada desde los años de la Segunda Dinastía (alrededor de 2890 a. C.), esta es la diosa del amor, la armonía y la protección, invocada para custodiar los hogares y los templos, y representada usualmente como una mujer con cabeza de gato o de leona, llevando un anj en la mano y en la otra un instrumento musical (un sistro), o bien simplemente como un gato, pues dichos animales le estaban consagrados.
Asociada a la luna y a los rayos cálidos del sol, era una diosa benéfica pero impredecible, que oscilaba entre la amorosidad y la ferocidad, a menudo en asimilación con otras diosas como Sejmet o la deidad sumeria Inanna. Mencionada en los Textos de las pirámides y en el Libro de los muertos, fue patrona de la ciudad de Bubastis, en el delta del Nilo, en donde sus templos eran habitados por gatos.
Se dice que estos animales eran tan venerados por los antiguos egipcios, que los invasores persas los dibujaron en sus escudos, a sabiendas de que ello les haría mucho más difícil asestar un golpe.
Ptah
El señor egipcio de la magia, Ptah era un dios creador, patrono de los artesanos, los albañiles, los arquitectos y los constructores, al que también se le atribuían poderes de sanación. Más o menos equivalente al Hefesto griego, Ptah se representaba como un hombre de barba recta envuelto en un sudario, de pie sobre el pedestal que simboliza el maat y vistiendo de manera típicamente egipcia.
Esposo de Sejmet y padre de Nefertum, Ptah ocupó un lugar muy importante en el culto egipcio durante el Imperio Antiguo, pues era considerado el hacedor de los demás dioses, edificador de ciudades y de templos, y el organizador de los lugares de culto de cada deidad. Sin embargo, pronto perdió importancia frente a Ra y a Amón, con quienes formó una gran tríada del reino durante el período Ramésida (Dinastías XIX-XX).
Hathor
Otra de las grandes diosas egipcias, vinculada con la bóveda celeste y con papeles muy distintos en cada época del Antiguo Egipto. Se la asociaba a la música, la danza, la alegría, el amor y la sexualidad.
Era al mismo tiempo consorte de distintos dioses (entre ellos Ra y Horus) y madre de sus hijos, o madre de sus representantes terrenales, los faraones. Usualmente se la representaba como una mujer con cuernos de vaca en la cabeza, y entre ellos un disco solar; o bien directamente como una vaca, una leona o un sicomoro.
A Hathor se le edificaron en el Imperio Antiguo más templos que a ninguna otra diosa, y a menudo tenía espacios dedicados en los templos de sus consortes masculinos. En cambio, durante el Imperio Nuevo su lugar fue ocupado por otras deidades como Isis o Mut, aunque sin lograr desplazarla del todo del imaginario religioso popular. Era especialmente venerada por las mujeres que deseaban quedar embarazadas.
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Referencias
- “Mitología egipcia” en Wikipedia.
- “Religión del Antiguo Egipto” en Wikipedia.
- “Ancient Egyptian Mythology” en World History Encyclopedia.
- “11 Egyptian Gods and Goddesses” en The Encyclopaedia Britannica.