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Ritual

Te explicamos qué es un ritual, su origen, función, formas actuales y qué tipos existen. Además, diferencias entre ritual y rito.

¿Qué es un ritual?

Un ritual (a veces llamado rito) es un conjunto de acciones ceremoniales que se realizan de forma reiterada, y que poseen un valor simbólico o representativo. Se trata de acciones inscritas en un credo, una ideología o una tradición cultural específica.

Su realización sirve para generar un sentimiento de vínculo en la comunidad, reforzar la autoridad de quienes lo conducen o ejecutan, o simplemente vincular a los asistentes a una misma noción de espiritualidad, misticismo o compromiso sociopolítico.

Los rituales normalmente involucran un modo específico de llevarse a cabo, que se repite año tras año y que implica un cierto nivel de ceremoniosidad, es decir, que suelen ser solemnes, formales y estar conducidos por una figura jerárquica, como un sacerdote, un líder político o social, etcétera. Este tipo de actividades son comunes a todas las sociedades humanas y son uno de los rasgos que las distinguen de los animales.

El origen de los rituales, por lo tanto, es ancestral, y probablemente estuvo vinculado con las ceremonias iniciáticas o los ritos de fertilidad, que buscaban reproducir en el seno de la cultura humana el circuito eterno de las estaciones y de los ciclos de la naturaleza. De hecho, los rituales y los mitos son dos de los componentes fundamentales de toda forma de religión conocida.

Sin embargo, los rituales no son cosa únicamente del pasado. En la sociedad contemporánea se siguen llevando a cabo numerosas formas de comportamiento ritual. Algunos son heredados de épocas pasadas y tradiciones antiguas, y otros son propios de la compleja red de significados de la civilización moderna: las ceremonias deportivas, los ritos religiosos, las tradiciones políticas, pueden ser todos ejemplos de ello.

En cualquier caso, toda forma de ritual depende siempre de un sistema de sentidos y asociaciones mucho mayor, que le confiere su significado trascendente. De otro modo, se trataría apenas de acciones vacías, repetidas sin sentido alguno una y otra vez.

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Tipos de rituales

Podemos identificar distintos tipos de rituales, dependiendo del área de la cultura en la que se inscriban o de la lógica que rige sus acciones. Así, podemos hablar de:

  • Rituales imitativos. Son aquellos que reproducen de manera simbólica algún evento importante en la historia de la humanidad, o incluso algún relato mitológico, por ejemplo, los supuestos eventos de la creación del universo. En ellos se llevan a cabo pequeños actos que imitan ese referente mayor.

Un buen ejemplo de ello es la reproducción del viacrucis de Jesús de Nazaret en algunas poblaciones cristianas católicas, en la que un nazareno juega el papel de Jesucristo, vestido de púrpura, para revivir el sentir religioso entre los fieles. Lo mismo ocurre en la comunión, en que se toma vino tinto y se come una hostia en rememoración de la última cena de Jesucristo con sus apóstoles.

  • Rituales sacrificiales. Son aquellos en los que se lleva a cabo un acto de expiación o purificación espiritual o moral de la comunidad, a través de la muerte (real o simbólica) de un tercero. Este último puede ser un animal o una persona (como en las religiones ancestrales en que se llevaban a cabo derramamientos de sangre ritual), o bien pueden ser alimentos, preparaciones o frutos, que luego se procede a quemar, consumir, enterrar o dejar al aire libre hasta su descomposición.

Un ejemplo de estos rituales sacrificiales lo constituyen las ofrendas en licor, hojas de coca, tabaco y otros ingredientes que se le hacen a la Pachamama en las regiones sudamericanas de tradición incaica. Estas ofrendas pueden enterrarse al pie de la imagen de una llama, o bien dejarse en recipientes a sus pies, y sirven para pedirle año tras año a la madre tierra una cosecha frondosa y un vientre fértil para las jóvenes.

  • Rituales iniciáticos y de pasaje. Son aquellos que marcan en la vida de una persona el inicio de una etapa vital o el tránsito hacia otras nuevas, dejando atrás un estilo de vida y adoptando otro. Estos rituales suelen hacerse individualmente o en grupos reducidos, y con activa participación de la comunidad, que festeja o acompaña a quien los protagoniza. Son rituales que crean sensación de pertenencia en el individuo y que le otorgan un sentido de cierre de un ciclo vital y comienzo de otro, útil para afrontar los cambios en la vida.

Constituye un buen ejemplo de ello los rituales de entrada a la pubertad y la madurez sexual que se llevan a cabo aún todavía, generalmente en torno al cumplimiento de los 15 o 16 años de edad. Otro caso común es la primera comunión y confirmación cristianas, que marcan el ingreso formal a la comunidad religiosa de un nuevo feligrés.

  • Rituales positivos o negativos. Son aquellos que habilitan (positivos) o prohíben (negativos) el ingreso a un espacio, el uso de algún implemento o el contacto con algún material, de acuerdo a una mística específica que lo considera “inmoral”, “indebido”, etcétera. Este tipo de rituales permiten controlar la conducta social e instaurar ciertos valores en la comunidad, ya sea a través de la oficialización o de la censura.

Un ejemplo de ritual positivo, habilitante, es el corte de la cinta roja para inaugurar un edificio recién construido, o la ruptura de una botella en el casco de un barco que hará su primer viaje. Por otro lado, un ejemplo de ritual negativo lo constituyen las ceremonias fúnebres, que le brindan a los familiares del difunto una forma de cierre, para elaborar el duelo y “dejar ir” a quien quisieron en vida.

Ritual y rito

Si bien en muchos ámbitos informales o coloquiales suelen emplearse como sinónimos, los términos rito y ritual no significan realmente lo mismo. Estrictamente hablando, la palabra “rito” se refiere a las acciones formales y metódicas que se llevan a cabo dentro de un sistema religioso o simbólico.

El término proviene del latín ritus, con el que se nombraban las ceremonias religiosas. Por lo tanto, “ritual” es todo aquello referente al rito, tal y como evidencia el origen de la palabra en el latín ritualis, o sea, “relativo a las actividades religiosas”.

Es más sencillo comprender esta distinción si lo pensamos de la siguiente manera: los ritos son las ceremonias que contempla una tradición o religión, mientras que los rituales son los pasos específicos que se llevan a cabo para dar cumplimiento a esas ceremonias. Lo primero es, digamos, el sendero dictado por la tradición, y lo segundo son los pasos que damos para recorrerlo.

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Referencias