Mito
Te explicamos qué es un mito y cuál es el origen de este relato tradicional. Además, sus características principales y algunos ejemplos.
¿Qué es un mito?
Un mito es un relato tradicional, sagrado, dotado de carácter simbólico, que usualmente relata acontecimientos extraordinarios y trascendentes involucrando a seres sobrenaturales o fantásticos (como dioses o semidioses, monstruos, etc.), y que funcionan en el marco de una mitología o una cosmogonía (concepción del universo) determinada.
Por ejemplo, los mitos de la Grecia antigua respondían a su cultura religiosa y al modo en que entendían el universo y se explicaban su origen, por lo que sus héroes, dioses, monstruos y episodios tradicionales, heredados oralmente (y luego por escrito) de generaciones previas, contenían toda esa carga cultural tan específica.
Los mitos no tienen testimonio histórico, es decir, no son comprobables, a pesar de que por lo general se consideran verdaderos o válidos en la cultura. Esto se debe a que funcionan como explicaciones imaginarias a fenómenos complejos, y sirven para transmitir valores, creencias y conceptos a las generaciones venideras. Los mitos no funcionan fuera de dichos sistemas de creencia.
Desde la entrada en vigencia de los valores científicos y del pensamiento ilustrado, el término mito se cargó de un sentido peyorativo, usado para indicar que alguna creencia o suposición se debía más al orden de lo imaginario o de la fe, que al de los hechos tangibles y comprobables.
Al mismo tiempo, el término se emplea contemporáneamente como sinónimo de épico, de grandilocuente, o para referir a los relatos centrales e importantes de una comunidad determinada.
Ver además: Epopeya
Origen del mito
Los mitos tienen por lo general un origen oral y tradicional, herencia de las épocas primarias de las culturas, en las que era necesaria la construcción de un relato y un imaginario narrativo para “explicar” el origen de las cosas o ciertos códigos de conducta. Precisamente por ello, los mitos varían enormemente en su transmisión a lo largo de las generaciones y por lo general existen distintas versiones de un mismo mito.
Los grandes eventos religiosos, políticos o existenciales de la humanidad suelen estar acompañados de mitos: desde la creación del universo, la fundación de la Roma Antigua al empleo del maíz como alimento principal de ciertas culturas prehispánicas americanas, los mitos responden a preguntas humanas fundamentales y les brindan un acompañamiento imaginario y narrativo.
Características de un mito
Los mitos se caracterizan, según el antropólogo y etnólogo francés Claude Levi-Strauss, por:
- Tratar narrativamente preguntas existenciales de la humanidad, como la creación de las cosas, el origen de las tradiciones, la muerte, el nacimiento, etc.
- Estar protagonizado por conceptos contrarios irreconciliables, como creación-destrucción, vida–muerte, dioses-hombres, bien-mal, que definen de alguna manera los polos filosóficos de la cultura que los creó.
- Al final brinda una reconciliación de los contrarios irreconciliables para calmar la angustia o brindar un cierto sentido de armonía, justicia o paz.
Ejemplos de mitos
La Antigüedad Clásica está llena de mitos que sobrevivieron hasta nuestros días. Por ejemplo, el mito griego de Orión, célebre cazador y héroe nacido en Beocia, del cual hay numerosas variantes y versiones, relata que fue cegado por la pasión al contemplar a las hijas de Pléyone, una ninfa oceánide, por lo que se dedicó a perseguirlas durante siete años por toda Grecia.
Las pléyades, llamadas así por su madre, rogaron al dios padre Zeus por su salvación y fueron elevadas al firmamento, donde pasaron a formar el conjunto de estrellas del mismo nombre. Orión, frustrado en su deseo, murió mucho después debido a una picadura de escorpión, y fue también llevado al firmamento por los dioses, para que pudiera continuar allá arriba su persecución. Pero lo mismo hicieron después con el escorpión que le dio muerte, dando origen así tanto a la constelación de Orión como a la de Escorpio.
Una pequeña reseña de las mitologías más populares podría incluir a la judeocristiana (El mito del Edén, el mito del Arca de Noé, el Mito de Moisés y los cuarenta años en el desierto), a la griega (La caja de Pandora, Teseo y el Minotauro, Ulises y el caballo de Troya) o a la mitología precolombina (El Popol Vuh de los mayas, o El origen de la luna en Teotihuacan de los aztecas).
Diferencias entre mito y leyenda
La diferencia fundamental entre mitos y otros relatos populares radica en su función cultural clave. Mientras los mitos ofrecen explicaciones narrativas y fantásticas para eventos de una gran importancia cultural o filosófica en su cultura, como el origen de la Tierra o de las constelaciones en el cielo, como en el ejemplo anterior, las narraciones populares ofrecen más bien relatos tradicionales de enseñanza moral, que funcionan en pos de una moraleja final que busca transmitir valores.
En el caso de las leyendas, éstas suelen narrar versiones fantásticas y explicativas de eventos reales e históricos (la leyenda del Cid campeador, por ejemplo), reconocibles y a menudo con protagonistas reales. En cambio, los mitos no son comprobables y suelen ubicarse en tiempos inmemorialmente antiguos, ya que suelen apuntar a temas originarios o fundacionales.
Por último, los mitos forman parte de complejos entramados de sentido en una cultura, mientras que una leyenda puede simplemente narrar fantásticamente un evento determinado en la historia de una región.
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