Anubis
Te explicamos quién era Anubis en la mitología del Antiguo Egipto, cuáles eran sus características y qué símbolos lo representaban.
¿Quién es Anubis?
En la religión y mitología del Antiguo Egipto, Anubis o Inpu era el nombre del dios de los muertos y señor del inframundo (Duat). Fue considerado como regente de los fallecidos durante el período Dinástico Temprano y el Antiguo Imperio, dado que en épocas posteriores fue desplazado de ese rol por Osiris. Se lo representaba como una figura humana con cabeza de chacal y una cruz ankh en la mano.
Los epítetos más conocidos de Anubis eran “el que reside en su montaña”, “el señor del país sagrado”, “el que está en la cámara de embalsamamiento” o “el que mide los corazones”. Era habitualmente representado en las paredes de templos fúnebres o mortuorios, ya que era también el patrón de los embalsamadores e inventor de la técnica de la momificación.
Su culto se extendió en todo el Egipto Antiguo, especialmente en la ciudad de Hardaï (también llamada cinópolis, “ciudad de los perros”) durante casi tres milenios: aproximadamente desde el 3.200 a. C. hasta que el cristianismo reemplazó a la religión egipcia entre los siglos IV y VI d. C.
Sin embargo, los textos egipcios son poco claros respecto al origen mitológico de Anubis. En algunos se afirma que era hijo de Bastet, de Idhet o incluso de Ra y de Neftis, o también que era un hijo ilegítimo de Seth, engendrado por Neftis y criado por Isis para salvarlo de la ira de su padre.
En general se le consideraba una deidad ancestral, y regente del mundo de los muertos, hasta el ascenso de Osiris al trono del inframundo. A partir de allí, Anubis pasó a ser un mero embalsamador, protector de las tumbas y guía de las almas de los fallecidos hacia su destino ultraterreno. Suyo era el rol de pesar, por ejemplo, el corazón de los recién fallecidos en una balanza, para determinar si eran dignos o no de ingresar al mundo de los muertos.
Anubis, además, juega un rol importante en el relato mitológico de Osiris, central en la religión egipcia de la época. Cuando Osiris fue asesinado y descuartizado por su hermano Seth, Anubis ayudó a Isis y a Neftis a reconstruir y embalsamar su cuerpo para que volviera a la vida en el más allá, en donde sería el rey de los fallecidos. Este mito es la razón por la cual se embalsamaba y momificaba a los faraones, representantes de Osiris en el mundo de los humanos.
Ver además: Dioses del Antiguo Egipto
Características de Anubis
En general, el dios Anubis se caracterizaba por lo siguiente:
- Era uno de los más antiguos dioses de la religión egipcia, y se le rindió culto en todo el Imperio egipcio durante casi tres mil años consecutivos.
- Se representaba como una figura humana con cabeza de chacal, y en la escritura jeroglífica, mediante un canino o gato salvaje tumbado sobre su vientre, ya sea en el suelo o sobre una capilla funeraria. Esto posiblemente se deba a que los chacales eran la especie carroñera dominante en los desiertos egipcios de la Antigüedad, y de allí su asociación con la muerte y los cadáveres.
- Se lo vinculaba al color negro, que para la religión egipcia significaba no solo la muerte sino la vida ultraterrenal: la regeneración, la conservación eterna y la fertilidad.
- Como ocurría a menudo con los dioses egipcios, se le relacionaba en distintas ciudades con el propio Osiris e incluso con Horus, especialmente en sus manifestaciones de Jentyamentiu, Tepyyeduef o Nebtadyeser. Además, su rol de guía de las almas recién fallecidas hizo que los antiguos griegos lo asimilaran con Hermes, lo que dio origen al nombre de “Hermanubis” en el corazón de su culto en Cinópolis.
- No está claro su origen mitológico, especialmente en lo que al relato de Osiris concierne. Es posible que su nacimiento fuera inventado y reinventado para adaptarlo a las distintas variantes religiosas que se iban desarrollando a lo largo de los siglos.
Símbolos de Anubis
Anubis era un dios fúnebre, y por lo tanto asociado con los animales carroñeros, como el chacal, el perro salvaje y el gato salvaje, por lo que a menudo aparece representado de esa manera, especialmente junto a la diosa madre Isis. Por eso los sacerdotes encargados de la momificación empleaban máscaras rituales con forma de cabeza de chacal.
Por otro lado, el color negro con que se asociaba a este dios no solo remitía a los cadáveres en descomposición, sino también a la tierra rica en materia orgánica, por lo que su rol era ambiguo y también simbolizaba la fertilidad, el abono y la abundancia.
En otras ocasiones se representaba a Anubis sosteniendo una balanza, ya que entre sus roles estaba el de pesar los corazones de los recién fallecidos, colocando en el otro lado de la báscula una pluma de avestruz, símbolo del orden cósmico o Ma’at. Si el corazón pesaba lo mismo o menos que la pluma, el alma podía ingresar al reino de los muertos; si no, se le destinaba un final de sufrimiento entre las fauces de Ammit, una criatura parte león y parte cocodrilo.
Mitología egipcia
La mitología egipcia abarca el conjunto de creencias, ritos, relatos y símbolos producidos en el Antiguo Egipto (del 3.200 a. C. al 31 a. C. aproximadamente) desde su época predinástica hasta la imposición del cristianismo alrededor del siglo V. Su iconografía y la riqueza de sus relatos es comparable con la tradición grecorromana, y en buena medida influyó sobre esta, a través de un proceso complejo de sincretismos e hibridaciones.
El panteón egipcio estaba regido por numerosos dioses, en su mayoría representados como figuras humanas con cabezas de animales, y entre los que existía un complejo margen de ambigüedad y coincidencia, de modo que no siempre estaban claros los límites del culto de un dios y los de otro. De esa manera, dos dioses distintos podían devenir uno solo con el tiempo, como ocurrió con los dioses Ra y Atón, que pasaron a ser Atón-Ra.
Los dioses egipcios no solo gobernaban la naturaleza, sino que también lo hacían con el orden de los humanos. De hecho, los faraones eran su encarnación sobre la Tierra, y por esa razón estaban destinados a gobernar: para conservar el equilibrio universal o ma’at, sin el cual el mundo inevitablemente acabaría.
No obstante, con el paso del tiempo la religión egipcia se centró en el relato de Osiris como núcleo mitológico fundamental: el periplo del dios solar, amante de su hermana Isis, quien es traicionado y asesinado por su celoso hermano Seth, señor de los desiertos.
El relato culmina con las diosas Isis y Neftis reuniendo y embalsamando el cuerpo de Osiris de acuerdo a las prácticas de Anubis, para propiciar así su resurrección como señor del inframundo. Se trata de un mito fundamentalmente agrícola, que describe los ciclos de sequía e inundación de las cercanías del Nilo, gracias a los cuales el suelo fértil se volvía aprovechable.
Dioses egipcios de la muerte
La muerte tenía una importante presencia en la mitología egipcia, como parte de un proceso de transmigración de las almas y de preservación del balance universal, el ma’at. Por esa razón, el mundo de los difuntos (Duat) y el proceso mismo de la muerte eran acompañados en sus diversas instancias por distintos dioses y deidades, como son:
- Anubis. Señor de las necrópolis, patrón de los embalsamadores y guía de los recién fallecidos hacia el inframundo, este dios con cabeza de chacal era responsable también de pesar los corazones de los difuntos para saber si eran dignos de ingresar al reino de los muertos.
- Osiris. Inicialmente un dios solar, inventor de la agricultura y la religión egipcia, fue un rey mítico que murió ahogado en el Nilo, engañado y traicionado por su hermano Seth, quien luego descuartizó su cuerpo y lo esparció por Egipto. Entonces su esposa Iris y su cuñada Neftis reunieron su cuerpo, lo embalsamaron y momificaron, y Osiris renació en el Dumat como señor de los muertos y administrador de las leyes eternas del Ma’at. Solo aquellos dignos de ingresar al reino de Osiris podían renacer más adelante.
- Ammit. Diosa llamada “devoradora de los muertos”, era representada como un monstruo de cuerpo de león y cabeza de cocodrilo, a menudo con garras de ave de rapiña. Jugaba un rol castigador en el juicio a los recién fallecidos, devorando el corazón de aquellos descartados por Anubis, arrebatándoles la oportunidad de renacer.
- Thot. Se trata de un dios antiguo, asociado a la sabiduría y la escritura, la ciencia, la magia y los saberes arcanos. La diosa Ma’at, encarnación del orden, es su esposa, y la diosa Seshat es su versión femenina, asociada a las bibliotecas, la construcción, la medición y la astronomía. Thot jugaba un rol importante en la medición de las almas llevada a cabo por Anubis, ya que era él quien tomaba nota del peso del corazón de los difuntos y quien emitía el veredicto correspondiente.
- Neftis. Esposa de Seth y ayudante de Isis en la restauración del cuerpo de Osiris, Neftis era una diosa asociada tanto con aspectos festivos de la religión egipcia, como con los ritos fúnebres y el embalsamamiento. En este último rol, era la protectora de uno de los vasos canopos: los recipientes en donde se depositaban los órganos extraídos de las momias. Esta labor la desempeñaba Neftis (protectora del vaso Hapi, destinado a los pulmones) junto con Isis (protectora del vaso Amset, destinado al hígado) Serket (protectora del vaso Qebehsenuef, destinado a los intestinos) y Neit (protectora del vaso Duamutef, destinado al estómago).
Sigue con: Ojo de Horus
Referencias
- “Anubis” en Wikipedia.
- “Religión del Antiguo Egipto” en Wikipedia.
- “Las momias de Anubis” en National Geographic.
- “Anubis (Egyptian god)” en The Encyclopaedia Britannica.