Estado liberal
El Estado liberal es el tipo de Estado que surge tras las revoluciones liberales del siglo XIX, que acaban con el absolutismo. Caracterizado por un mayor respeto a la libertad, a la igualdad y una mayor separación entre Iglesia y Estado.
El Estado liberal es propio del siglo XIX, surge tras la caída del Antiguo Régimen gracias a las revoluciones liberales. La nueva formulación estatal parecía dar respuesta a las demandas burguesas de la época: libertad, igualdad y secularización. Surge así el modelo de Estado que, posteriormente, evolucionaría hasta nuestros días, distinguido por su gran faceta social e intervencionista.
Antes de las llamadas revoluciones liberales y que este tipo de Estado fuera una realidad, autores como John Locke y Thomas Hobbes desarrollaron su obra e inspiraron la estructura de los Estados implantados posteriormente. Hobbes destacó la naturaleza maligna del ser humano y la existencia de una autoridad superior que garantizara el libre desarrollo de los individuos. Locke, por su parte, comenzó a desarrollar la idea de la separación de poderes y que las libertades de los individuos estaban por encima de cualquier otro fin o valor.
Autores como Montesquieu también aportaron sus ideas al Estado liberal, añadiendo el poder judicial a la ecuación estatal. Rousseau, aunque difiere mucho de los autores anteriores, fue el gran instigador de la Revolución Francesa y ferviente defensor de ideas como la igualdad del hombre y la voluntad de la nación como valores supremos.
Origen e historia del Estado liberal
Esta aparición del Estado liberal tiene unos antecedentes previos a constituirse como tal. Vemos esta reivindicación democrática y de apertura con la Revolución Gloriosa, acontecida en Gran Bretaña en 1866. Episodio que acabó con la monarquía absoluta e impondría de forma longeva la monarquía parlamentaria.
También podemos encontrar, en estos episodios previos al Estado liberal, la Revolución Americana de 1776. Acontecimiento histórico que buscaba independizar el territorio norteamericano de los británicos. Dicha independencia supondría la configuración de un Estado pionero en el respeto de las libertades (no a toda la población) y en el desarrollo de la economía de mercado.
Finalmente, es en el año 1789 cuando, con la Revolución Francesa, supone el comienzo de un verdadero cambio de paradigma. Se acaba con el absolutismo y con los monarcas; se da poder real al pueblo; y se instaura un sistema basado en la libertad, en la igualdad y en la justicia igualitaria. Es conveniente señalar que se hizo con una brutal violencia y que el concepto de liberalismo que tenemos en el siglo XXI no es el mismo que imperaba en la época.
En España, el liberalismo surge en 1812 con la famosa Constitución de Cádiz. El país estaba invadido por Napoleón y era evidente el afán de retomar, por parte de los españoles, el control de la nación. En 1814, Fernando VII vuelve al trono y acabó con las Cortes y su proyecto liberal, aunque en 1820 comienza el llamado trienio liberal, en el que se ponen fuertes límites al poder del monarca. Finalmente, en 1823, Fernando VII, de la mano de los cien mil hijos de San Luis, recuperó el poder absoluto.
Características del Estado liberal
El Estado liberal posee las siguientes características que lo hicieron particular e innovador:
- Fin del absolutismo: Se acaba con la Edad Moderna y dando paso a la Edad Contemporánea. Aunque cada país lo instauró en años diferentes.
- Separación de poderes: Se acaba con el poder absoluto del monarca, que es sustituido por el
- Poder Legislativo (Parlamento), el Poder Ejecutivo (Gobierno) y el Poder Judicial (jueces).
- Derechos y libertades: Son concedidos a la población numerosos derechos y libertades.
- Economía de mercado: Se suceden numerosas liberalizaciones en muchos sectores y se da un gran papel al mercado como asignador de recursos. Limitando así el papel intervencionista del Estado.
- Democracia: Este tipo de Gobierno estaba caracterizado por la existencia del Parlamento, cuyos representantes eran elegidos por sufragio.
Estado liberal y Estado social y democrático de derecho
Es necesario hacer unas aclaraciones y diferenciaciones entre estos dos conceptos y su relación con el liberalismo y la libertad.
En primer lugar, el Estado liberal no es un Estado que promueve y defiende el liberalismo, sino que fue una organización puntual y descatalogada, que buscaba más libertad en algunos ámbitos de la vida pública y privada en el contexto de las monarquías absolutas.
Por otro lado, el Estado social y democrático de derecho es la configuración que tenemos en las principales economías del mundo, a la que llamamos de forma genérica democracia. Y esta se compone de la democracia representativa, la intervención estatal, aprovisionando de servicios a los ciudadanos y la sujeción total a la ley por parte de cada uno de ellos. Así como el disfrute de un gran número de libertades aunque, como es sabido, este no es absoluto.