Microbios
Te explicamos qué son los microbios o microorganismos y las características de bacterias, virus, protozoarios, hongos y levaduras.
¿Qué son los microbios?
Los microbios o microorganismos son las formas más diminutas de vida conocida, que son también las más abundantes de todo el planeta Tierra. No es posible visualizarlos o identificarlos sin la ayuda de un microscopio.
Muchos de ellos coexisten con nosotros sin suponernos ninguna amenaza, mientras que otros han aprendido con el pasar de los milenios a llevar una existencia parásita o patógena, es decir, como agentes infecciosos de otros organismos, especialmente pluricelulares.
El término microbio proviene de las voces griegas mikrós (“diminuto”) y bíos (“vida”), y fue acuñado durante el siglo XIX, para dar nombre a los seres invisibles responsables de las enfermedades.
La idea de estos seres ya había asomado en el ámbito filosófico y precientífico de la humanidad en el siglo XIII. Por esa razón, aún tendemos a asociar la palabra microbio con los microorganismos patógenos, o sea, los que llevan existencias parasitarias.
Sin embargo, recién en el siglo XVII fue comprobada su existencia, con el surgimiento de la microbiología como un campo de saber científico organizado. Así se comprobó la vasta fauna y flora microscópica existente, cuyas especies no están, como al principio se pensaba, directamente emparentadas.
Los microbios se encuentran literalmente en todo el mundo, tanto en la tierra, las aguas y el aire, y tanto dentro como fuera de nuestros propios cuerpos. Nuestros intestinos, por ejemplo, son el hogar de un ecosistema microbiótico entero, que conviven con nosotros y nos ayudan a digerir los alimentos.
Los microbios también son responsables de la descomposición de la materia orgánica en la intemperie, de la fermentación de la cerveza, del sabor intenso de ciertos quesos, e incluso de producir ciertos antibióticos.
Son imprescindibles para perpetuar la vida en el planeta, aunque de vez en cuando algunos se salgan de control y puedan causar daños en otras poblaciones de seres vivos. Pero todo forma parte de los procesos propios de la vida en nuestro planeta.
Existen numerosos tipos de microbio, como hemos dicho, pero en este caso nos centraremos en los más conocidos: bacterias, virus, parásitos, hongos y levaduras, que veremos a continuación por separado.
Ver también: Organismos descomponedores
Bacterias
Las bacterias (y hasta cierto punto, las arqueobacterias o arqueas) son organismos unicelulares procariotas de muy pocos micrómetros de tamaño (entre 0,5 y 5 μm). Presentan formas diversas pero reconocibles, como son las esferas (cocos), barras (bacilos), espirales (vibrios) o hélices (espirilos).
Se trata de los organismos más abundantes del planeta entero, adaptadas a todos los tipos de hábitat en prácticamente cualquier tipo de condiciones, tanto en la vida libre (dedicadas a la fotosíntesis, la quimiosíntesis o los procesos de descomposición) como en la vida parasitaria (dedicadas a infectar otros organismos).
La existencia de las bacterias es indispensable para el balance ecológico del mundo, ya que se ocupan de procesos fundamentales de reciclaje de materia orgánica e intervienen en distintos ciclos biogeoquímicos.
Las bacterias, además, pueden ser causantes de enfermedades mortales, como el cólera, la difteria, la lepra, la sífilis, el tifus o la gonorrea, y en esos casos se las combate con diversos compuestos antibióticos.
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Virus
Los virus son agentes infecciosos acelulares, o sea, que son tan simples que ni siquiera consisten en una célula, pero necesitan invadir células ajenas para poder reproducirse.
Son tan simples que desde cierto punto de vista resulta imposible saber si realmente están vivos. Sin embargo, poseen un material genético propio que inyectan dentro de las células que invaden, para obligarlas a sintetizar nuevos virus en lugar de sus proteínas habituales.
Cuando la célula invadida no soporta ya el número de virus jóvenes en su interior, estalla. Así, los virus quedan liberados e infectan otras células similares.
Un virus es una estructura tan diminuta y simple, que no puede ser vista a través de microscopios ordinarios (o sea, son seres submicroscópicos). Sin embargo, algunas especies pueden alcanzar tamaños excepcionalmente grandes.
Su cuerpo consiste en una molécula de ADN o ARN, encapsulada en una envoltura más o menos simple de proteínas, y una capa de lípidos que les permite resistir mientras buscan a su célula hospedadora.
Los virus están en casi todos los ecosistemas del mundo y pueden tener formas y tamaños muy distintos, así como métodos muy diferentes de transmisión. En el caso del ser humano, los virus pueden transmitir desde enfermedades comunes como la gripe hasta males incurables como el SIDA o el VPH.
Más en: Virus en biología
Protozoarios
Protozoarios o protozoos (del griego protos, “primero”, zoón, “animal”), es el nombre acuñado en 1818 por el naturalista alemán Georg Goldfuss (1782-1848) para lo que entonces se consideraban animales primigenios, o sea, los más simples que existen. Luego fueron clasificados dentro del reino protista, o como su propio reino aparte de seres eucariontes y unicelulares.
Los protozoarios son un grupo muy diverso de seres microscópicos que, en ocasiones, pueden llegar a medir unos pocos milímetros. Se conocen alrededor de 30.000 especies.
Suelen abundar en medios acuosos y en el suelo mismo, jugando diversos roles dentro de la cadena alimentaria: heterótrofos, depredadores, detritívoros e incluso mixótrofos (ya que algunos son parcialmente autótrofos mediante la fotosíntesis).
Los protozoos por lo general presentan un cuerpo unicelular dotado de una membrana permeable y vacuolas para digerir su alimento, así como flagelos u otros medios de transporte. Dependiendo de la especie, pueden sobrevivir enquistados a condiciones ambientales difíciles para reactivarse cuando el momento convenga.
En algunos casos pueden llevar vida parasitaria, causando infecciones de distinto nivel de peligrosidad. Ese es el caso de las amibas, las giardias o las tricomonas. Otras especies, como el paramecio, viven en charcos de agua de lluvia y son totalmente inofensivos para el ser humano.
Hongos y levaduras
Ubicados en una región intermedia entre plantas y animales, los hongos y las levaduras constituyen un reino entero de la vida, del cual numerosas especies poseen un tamaño microscópico.
Los hongos poseen células dotadas de paredes celulares de quitina, distintas de las de las plantas, y proliferan en medios húmedos, reproduciéndose mediante esporas, de manera generalmente asexual. En muchos casos, sus esporas sirven como agente infeccioso y contagian a los seres vivos de hongos parásitos, causando así enfermedades.
Desde luego, los hongos microscópicos no poseen la forma tradicional de hifa de los champiñones u otras especies de hongos ordinarias, sino que son unicelulares, desprovistos de flagelos y de movilidad.
En algunos casos son de gran provecho para el ser humano, como las levaduras que se emplean para la fabricación del pan, para la fermentación de ciertos licores, o para producir sustancias bioquímicas, como el antibiótico penicilina, producido por el hongo penicilium.
Referencias
- “Microorganismo” en Wikipedia.
- “Introducción a los microbios” en e-bug.
- “¿Qué son los microbios?” en Revista Ciencia de la Academia Mexicana de Ciencias.
- “Microbios, nuestros secretos inquilinos” en National Geographic.
- “What are microbes?” en la National Center for Biotechnology Information (EEUU).
- “Microbiology” en The Encyclopaedia Britannica.