Neurociencia

Cisuras del cerebro y sus características


Las cisuras del cerebro son los surcos y pliegues presentes en la superficie de la corteza cerebral. Son la parte que le dan su aspecto arrugado al cerebro; y su función es fundamental en el desarrollo de la inteligencia humana y de nuestras capacidades mentales superiores.

Las cisuras del cerebro pueden dividirse en circunvoluciones y surcos, en función de su anatomía exacta. Su principal función es la de aumentar la superficie de este órgano, de tal manera que se acumule una mayor cantidad de neuronas en el córtex. Así, la capacidad de procesamiento de información aumenta sin tener que incrementar el tamaño del cráneo.

Prácticamente todos los animales vertebrados presentan cisuras en el cerebro, pero las humanas son las más complejas de todas. En este artículo veremos cuáles son las más importantes, y estudiaremos son características principales.

Índice del artículo

Cisuras cerebrales más importantes

Generalmente, todas las cisuras del cerebro se dividen en dos tipos principales: surcos o fisuras, y circunvoluciones. Aunque existe una gran cantidad de ellas, algunas tienen una especial importancia por su tamaño o por la función que cumplen. A continuación estudiaremos algunas de ellas.

Surcos cerebrales

Los surcos cerebrales son hendiduras profundas que dividen el cerebro en distintos lóbulos, además de formar también la división entre el hemisferio izquierdo y el derecho. Generalmente se habla de cinco de ellos.

– Surco interhemisférico. También conocido como “fisura longitudinal medial”, se trata de un surco de gran profundidad localizado en el centro de la corteza cerebral. Forma la división entre los hemisferios cerebrales. Además, el cuerpo calloso, una de las estructuras más importantes, se encuentra en su interior.

– Surco lateral. También llamada “fisura de Silvio”, se trata de un surco muy profundo que divide el lóbulo temporal y el parietal. También separa la circunvolución hipocampal y la fusiforme en la parte inferior de ambos lóbulos temporales.

– Surco central. Con el nombre alternativo de “fisura de Rolando”, divide el lóbulo parietal del frontal.

– Surco calcarino. Está situado en ambos lóbulos occipitales. Se trata del surco que divide la corteza visual en dos.

– Surco parietooccipital. El último surco importante separa el lóbulo parietal del occipital, siendo una de las grietas más profundas de la corteza.

Circunvoluciones cerebrales

Las circunvoluciones son pliegues menos profundos situados en el interior de los lóbulos. Aunque no se conocen con precisión las funciones de cada una de ellas, algunas han sido estudiadas en profundidad, y la neurociencia tiene una idea aproximada del papel que cumplen en nuestro cerebro. Las más importantes son las siguientes:

Área de Broca. Se trata de una zona cerebral situada en el lóbulo frontal izquierdo. Es la encargada de controlar la parte motora del habla; es decir, la manera en la que movemos los órganos fonadores para producir el lenguaje.

– Circunvolución angular. Este pliegue, que se encuentra en el lóbulo parietal, ayuda tanto en la comprensión del lenguaje como en el procesamiento de la información visual y auditiva que llega a nuestro cerebro.

– Giro cingulado. Se trata de un pliegue con forma de arco que se localiza sobre el cuerpo calloso. Forma parte del sistema límbico; y su principal función es procesar la información sensorial que tiene que ver con las emociones. Además, también se encarga de regular la agresividad y los comportamientos relacionados con ella.

– Giro fusiforme. Esta circunvolución se encuentra en los lóbulos temporal y occipital. Está dividida en dos partes: lateral, y media. Aunque no se conoce con exactitud su función, se cree que tiene un papel importante en el reconocimiento de palabras y de caras.

– Giro hipocampal. Este pliegue está situado en la parte interior del lóbulo temporal, concretamente en la que rodea al hipocampo. Juega un papel fundamental en la creación y almacenamiento de recuerdos.

– Giro lingual. La última de las circunvoluciones tradicionalmente consideradas como importantes tiene que ver con el procesamiento de imágenes recibidas a través de la visión. Se encuentra rodeando el surco lateral y el calcarino.

Características

Funciones que cumplen

Las circunvoluciones y surcos cerebrales cumplen dos funciones extremadamente importantes. Por un lado, estos pliegues incrementan la superficie del córtex, por lo que la densidad neuronal también aumenta. Esto produce que nuestra capacidad para procesar información sea mayor, sin tener que aumentar el tamaño de nuestra cabeza.

Esto es algo muy importante a nivel evolutivo, ya que uno de los principales problemas de nuestra especie es que nuestro cráneo es muy grande. Así, el parto humano es mucho más complicado que el de la mayoría de otros mamíferos; si nuestra cabeza fuera aún más grande, las consecuencias podrían ser desastrosas.

Al mismo tiempo, las circunvoluciones y surcos dividen el cerebro creando límites entre los lóbulos y hemisferios, lo que ayuda a la división de tareas entre cada una de estas áreas. Sin embargo, todas las partes del cerebro están interconectadas de cierta manera.

División del cerebro en lóbulos

Basándonos en las divisiones creadas por los surcos cerebrales, se habla de cuatro lóbulos distintos: el frontal, el occipital, los parietales y los temporales. Cada uno de ellos cumple con una función específica, a la vez que ayuda al resto a llevar a cabo las suyas.

De esta manera, el lóbulo frontal se encarga de funciones como el control motor, el pensamiento consciente y la lógica. Los lóbulos parietales procesan la información de los sentidos, mientras que los occipitales están especializados en la visión. Por último, el lóbulo temporal se encarga de tareas relacionadas con la memoria, la emoción y el habla.

Variaciones entre personas

Curiosamente, el patrón de distribución de los surcos cerebrales varía entre personas. Es debido a ello que tan solo es posible nombrar e identificar algunos de los más importantes, que generalmente presentan una anatomía similar en todos los individuos.

Desarrollo

En los humanos, las circunvoluciones cerebrales aparecen alrededor de los cinco meses de edad, y tardan más de un año en desarrollarse por completo.

El desarrollo de estas partes tan importantes del cerebro varía entre individuos, y tiene una influencia directa en la capacidad intelectual de cada persona.

Hoy en día, no comprendemos por completo qué provoca las diferencias en este sentido entre varios individuos. Sin embargo, se sabe que están implicados factores tanto genéticos y epigenéticos, como puramente ambientales.

Referencias

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  2. “Circunvoluciones y surcos cerebrales, anatomía y función” en: Psicoactiva. Recuperado en: 15 Enero 2019 de Psicoactiva: psicoactiva.com.
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  5. “Cisura (neuroanatomía)” en: Wikipedia. Recuperado en: 15 Enero 2019 de Wikipedia: es.wikipedia.org.