Edad Moderna: características, etapas, hechos, personajes
La Edad Moderna fue un periodo de la historia de la humanidad que comprende desde el siglo XV al siglo XVIII. Los historiadores señalan la caída de Constantinopla, en 1453, como el paso del periodo anterior, la Edad Media, al nuevo, aunque también existe una corriente historiográfica que atrasa ese comienzo hasta el descubrimiento de América, en 1492.
Más consenso existe para señalar su final. Aunque, en un principio, solo se consideraban tres etapas para dividir la historia; Edad Antigua, Media y Moderna, posteriormente se añadió una nueva, la Edad Contemporánea, siendo la Revolución francesa, en 1789, el suceso señalado como punto de cambio.
La principal característica de la Edad Moderna, que engloba a casi todas las demás, es los cambios en todos los ámbitos que se produjeron en Europa y, por extensión, en el resto del mundo. Desde el mundo científico hasta el político, pasando por la religión o la filosofía, se vieron afectados por esos cambios, que acabarían por configurar la sociedad de la época.
Entre los acontecimientos más importantes que tuvieron lugar durante esta etapa destacan los descubrimientos de nuevas tierras por parte de los europeos, los grandes avances tecnológicos provocados por la revolución científica o la Reforma protestante.
Índice del artículo
- 1 Inicio
- 2 Principales características de la Edad Moderna
- 3 Etapas
- 4 Acontecimientos importantes
- 5 Personajes destacados
- 6 Fin de la Edad Moderna
- 7 Referencias
Inicio
El concepto de Edad Moderna apareció en en siglo XVII; cuando Cristóbal Cellarius, un historiador alemán, propuso dividir la historia en tres edades diferentes: Edad Antigua, Edad Media y Edad Moderna.
El comienzo de la Edad Moderna es objeto de discusión entre los expertos. La mayoría suele marcarlo en la caída de Constantinopla, en 1543, lo que puso fin al Imperio romano de Oriente.
Otras corrientes, en cambios, prefieren colocar ese inicio en 1492, fecha del descubrimiento de América. Por último, otro grupo, más reducido, retrasa la fecha hasta 1517, cuando Lutero inició la reforma protestante.
En cuanto al ámbito geográfico, la Edad Moderna se desarrolló, casi por completo, en Europa. No obstante, se trata de una época en la que se produjeron importantes descubrimientos de nuevas tierras, por lo que su influencia llegó a continentes como América o Asia.
Edad Media
El periodo histórico anterior a la Edad Moderna fue la Edad Media. Esta abarcó desde el siglo V al XV, comenzando con la caída del Imperio romano de Occidente.
No obstante, el transito desde una edad a otra se desarrolló de una manera gradual. Así, a principios del siglo XV, ya estaban presentes algunos aspectos modernos. Igualmente, durante la Edad Moderna aún se mantuvieron algunos rasgos claramente medievales.
Del feudalismo a los estados
Durante la última parte de la Edad Media, Europa se encontraba dividida entre un gran número de pequeños territorios. Se trataba de una estructura claramente feudal, con noble dominando esas tierras.
Sin embargo, a lo largo de la Edad Media ya se podían vislumbrar que ese sistema estaba evolucionando. Los señores feudales fueron perdiendo poder, mientras se reforzaba el de los reyes. Al mismo tiempo, comenzó a aparecer un sentimiento de pertenencia nacional entre sus habitantes.
Al mismo tiempo, apareció una nueva clase social, la burguesía. Esta, formada por comerciantes y artesanos, fueron ganando en influencia, primero económica y, después, política.
Todo este proceso culminó con la llegada de la Edad Moderna, con la consolidación de los estados absolutistas frente a los feudales.
Cambios en lo social, económico y cultural
A pesar de la importancia que supusieron los cambios políticos, muchos autores consideran que las transformaciones más radicales se produjeron en el ámbito social, cultural y económico.
Durante la Edad Media, como se ha señalado, la sociedad europea estaba estructurada siguiendo los cánones feudales. El rey en la cima, los nobles y el clero en segundo lugar y, por último, los campesinos, muchos atados a la tierra y a sus señores.
Sin embargo, ya durante la última etapa medieval, el campo perdió importancia frente a la ciudad, algo que favoreció la aparición de la burguesía. Esto también tuvo su reflejo en la economía, con la agricultura perdiendo algo de su importancia frente actividades como el comercio o la industria.
Otro sector que había comenzado a perder algo de influencia durante el final de la Edad Media era el clero. Aunque la Iglesia católica aún conservaba mucho poder, el surgimiento del Renacimiento en el siglo XIV empezó a colocar al ser humano como centro del universo, debilitando los dogmas religiosos.
Toma de Constantinopla
La mayoría de los historiadores sitúan al paso entre la Edad Media a la Edad Moderna en la toma de Constantinopla, en 1453. Con la conquista de esa ciudad por parte de los turcos, acabó la historia del Imperio bizantino, también llamado Imperio romano de Oriente.
Ese imperio llevaba desde finales del siglo XIV dando signos de decadencia. A pesar de los intentos de occidente por ayudar, la presión de los otomanos hizo inevitable su caída.
Por otra parte, existen algunos autores que señalan como inicio de la Edad Moderna a la llegada de Cristóbal Colón al continente americano, en 1492.
Principales características de la Edad Moderna
Las grandes transformaciones en todos los ámbitos de la sociedad fueron la principal característica de la Edad Moderna. Así, aparecieron los primeros Estados modernos en el continente europeo, lo que conllevó que el poder se centralizara y se formaran las monarquías absolutas.
Por otra parte, durante esta época se descubrieron, exploraron y colonizaron partes del mundo desconocidas para los europeos hasta entonces. América fue el más claro exponente de estos acontecimientos, aunque Asia y África también comenzaron a ser lugares de interés para que Europa sacara provecho económico.
Por último, se produjo una ruptura dentro del cristianismo, el centro de poder más estable e importante durante siglos. En lo económico, la sociedad capitalista hizo su aparición, con un importante crecimiento del comercio y la industria.
Globalización
Se ha mencionado a la era de los descubrimientos (también conocida como la Era de la exploración) como uno de los posibles puntos de inicio de la Edad Moderna. De la misma forma, esta era es también reconocida como el inicio de la globalización, una de las principales características de la Edad Moderna.
La era de los descubrimientos tuvo su lugar entre los siglos XV y XVIII, teniendo como principales puntos de referencia la llegada de Cristobal Colón a América (1492) y los descubrimientos portugueses de los archipiélagos de Madeira y azores, la costa de África y el descubrimiento de la ruta marítima de la India en 1498.
Estos viajes y descubrimientos de nuevos países, territorios y continentes de los que no se tenía conocimiento o certeza de su existencia, representaron un cambio importante en diversas áreas como el comercio, la cultura, la religión, etc.
Una consecuencia importante de los descubrimientos se encuentra en la colonización, llevada a cabo especialmente por España y Portugal primero, y más tarde por Gran Bretaña y Los Países Bajos.
A su vez, también creo una nueva necesidad comercial entre continentes. Por ejemplo, las especias se hicieron indispensables en las dietas europeas y la canela o la pimienta pasaron a ser una necesidad.
Este intercambio gastronómico obligó a desarrollar nuevas técnicas de conservación debido a los largos viajes alrededor del mundo.
Humanismo renacentista
El humanismo fue un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo iniciado en Italia y luego expandido a través de Europa Occidental entre los siglos XIV, XV y XVI. En este se buscaba retomar los modelos de la Antigüedad Clásica y el humanismo greco-romano.
Este movimiento surgió como respuesta contra la doctrina del utilitarismo. Los humanistas buscaban crear ciudadanos que fueran capaces de expresarse, de forma oral y escrita, con elocuencia y claridad, pero aun así comprometiéndose a la vida cívica de sus comunidades y persuadiendo a otros a realizar acciones virtuosas y prudentes.
Para cumplir con este ideal, hacía uso del estudio de las “Studia humanitatis”, que hoy conocemos como las humanidades, entre estas: gramática, retórica, historia, poesía y filosofía moral.
Las “Studia humanitatis” excluyeron de su estudio a la lógica, e hicieron de la poesía (una secuela de la gramática y la retórica), el área más importante de estudio.
Este énfasis en el estudio de la poesía y la calidad de expresión oral y escrita, por encima de la lógica y lo práctico, representan una ilustración de los ideales de cambio y progreso de la Edad Moderna y el anhelo por lo clásico del Renacimiento.
Mercantilismo
El mercantilismo fue la escuela económica dominante en la Edad Moderna, desde el siglo XVI al siglo XVIII. Trajo consigo las primeras muestras de intervención y control significantivas del gobierno sobre la economía.
El descubrimiento de especias, la seda, y otros productos raros en Europa crearon nuevas necesidades y oportunidades para el comercio. Al poder ser satisfechos durante la era de los descubrimientos, los poderes europeos crearon nuevas y enormes redes de comercio internacional.
Las naciones también encontraron nuevas fuentes de riqueza, y para lidiar con estas se crearon nuevas teorías y prácticas económicas.
Debido al interés nacional de competir, las naciones buscaban incrementar su poder basado en los imperios coloniales. Además, esta revolución comercial representó un crecimiento de intereses distintos a la fabricación, como la banca y la inversión.
Geografía y política
La Edad Moderna vino acompañada de grandes descubrimientos geográficos. La llegada de Colón a América supuso que las redes comerciales y políticas se ampliaran, algo que también ocurrió en África y Asia.
Durante esta época, además, se desarrollaron grandes imperios, con importantes posesiones coloniales. En la primera parte de la Edad Moderna destacaron los imperios español y portugués. A partir del siglo XVII, fueron los británicos y los holandeses quienes adquirieron más poder.
Dentro del continente europeo, surgieron los Estados modernos, gobernados por una monarquía absoluta con justificación religiosa. Otra característica asociado a lo anterior fueron las continuas guerras entre los diferentes países. La más importante fue la Guerra de los Treinta Años.
Economía y sociedad
La economía de la Edad Moderna estuvo marcada por el desarrollo del capitalismo. Los descubrimientos de nuevas tierras y los avances científicos y comerciales provocaron que el capital tuviera cada vez mayor importancia. Esto hizo que apareciera el mercantilismo, sistema característico durante el siglo XVII.
A pesar de este cambio económico, buena parte de la sociedad no poseía lo suficiente para subsistir. Esto, junto con la Revolución Industrial, los cambios ideológicos y otros factores, fueron la causa de las revoluciones que se producirían al final de esta etapa histórica.
Otro de los efectos del cambio de sistema económico fue el avance y fortalecimiento de la burguesía. Esta jugó un papel fundamental en las revoluciones antes mencionadas. Los burgueses habían ido convirtiéndose en una fuerza económica muy importante, sin que esto se tradujera en la adquisición de poder político.
Religión
Uno de los acontecimientos que marcó la Edad Moderna fue la ruptura que se produjo en el mundo cristiano occidental. La Reforma protestante, acaecida en el siglo XVI, llevó a que aparecieran nuevas ramas del cristianismo, fuera de las esfera de poder del papado de Roma.
Fue Martín Lutero quien dio una visión de la religión católica mucho más acorde con los ideales de la Edad Moderna. Habiendo señalado, cuando se rehusó a someterse a la iglesia, que la única fuente de autoridad eran las sagradas escrituras.
Esto dividió en el ámbito religioso a los europeos en dos partes. Los protestantes tenían más influencia en los países nórdicos y anglosajones, sin olvidar a centroeuropa. Los católicos, por su parte, eran más poderosos en el sur del continente. La consecuencia más inmediata fue el aumento de la intolerancia, con varias guerras de religión incluidas.
Otro elemento característico de la Edad Moderna muy importante fue el inicio de la separación entre la Iglesia y el Estado. Los antiguos reinos fueron evolucionando hasta convertirse en naciones-estados, con leyes y códigos morales estrictamente políticos y no religiosos.
Filosofía y pensamiento
Otra de las características fundamentales de la Edad Moderna fue el cambio en la forma de ver el mundo. Los filósofos y pensadores de esta época dejaron de seguir los dogmas religiosos tan presentes en la Edad Media y comenzaron a poner al ser humano como elemento central de la sociedad.
De esta forma, aparecieron diferentes corrientes de pensamiento, como el humanismo o el racionalismo. Todas estas desembocaron en la Ilustración, filosofía que daría pie a la Declaración de los Derechos Humanos y otros avances sociales.
En este periodo, además, la filosofía estaba muy relacionada con la ciencia. Los científicos también empezaron su propio cambio, basado en la investigación empírica y en discutir algunos preceptos marcados por la religión.
Arte
El crecimiento de las artes durante la Edad Moderna fue una de las características más llamativas del periodo. Aparecieron un gran número de movimientos artísticos, empezando por la recuperación del clasicismo que llevó a cabo el Renacimiento. Aparte, destacaron otras corrientes, como el barroco y el rococó.
La influencia de esos estilos alcanzó no solo a la arquitectura, a la escultura o a la pintura, sino también al teatro, la literatura o la música. En general, todas rechazaban las antiguas motivaciones medievales y apostaban por la ejecución de obras que reflejaran la fe en el ser humano.
Violencia
La Edad Moderna, como se ha señalado, representó un cambio que ponía al ser humano como centro de la sociedad. Sin embargo, paradójicamente, también fue un periodo en el que sucedieron episodios violentos, con guerras políticas y de religión y persecuciones a las minorías.
Etapas
Los historiadores anglosajones suelen dividir la Edad Moderna en dos etapas diferentes. La primera, llamada Alta Edad Moderna, llegaría hasta la Paz De Westfalia, en 1648, que puso fin a la Guerra de los Treinta Años.
La segunda, por su parte, recibe el nombre de Baja Edad Moderna, y cubriría hasta la Revolución hacía el final del siglo XVIII.
Sin embargo, esta división es simplemente teórica. En realidad, la mayoría de los expertos, fuera del mundo anglosajón, suelen marcar las etapas por siglo.
Siglo XV
El siglo XV está a caballo entre la Edad Media y la Moderna. Sus inicios estuvieron marcados por el fin de la epidemia de peste. La sociedad feudal empezó a desmoronarse por una grave crisis económica y se consolidó la burguesía como clase social. Los burgueses fueron quienes iniciaron la transición hacia el capitalismo.
Por otra parte, los reyes fueron acumulando más poder a costa de la nobleza y el clero. Esto provocó un cambio en la estructura política europea, con el surgimiento de estados más fuertes, con gobiernos de carácter absolutistas. Esas monarquías justifican sus poderes mediante la religión, declarando que el poder real emana de Dios.
Aunque en este siglo aparecieron los primeros sentimientos nacionalistas, hubo algunos países que no lograron unificarse políticamente. Los dos más importantes fueron Italia y Alemania.
El siglo XV, además, está considerado como el siglo de los inventos y las exploraciones. El Renacimiento italiano revolucionó el arte en muchos aspectos, lo que fue acompañado por un cambio filosófico.
Siglo XVI
El siglo XVI estuvo marcado, principalmente, por dos factores: la Reforma y las nuevas rutas comerciales
La primera fue una reforma que afectó a la religión cristiana en Europa occidental. Fue iniciada por Martín Lutero, quien pretendía protestar por la corrupción de la Iglesia, así como por el uso de estrategias para aumentar sus riquezas que consideraba no apropiadas, como las indulgencias.
Lutero obtuvo un gran apoyo en varios países, iniciándose la Reforma protestante. Esta acabaría por dividir en dos al cristianismo.
La Iglesia católica intentó luchar contra la Reforma. Para ello, el Concilio de Trento decretó una serie de medidas, dando comienzo la contrarreforma,
Por otra parte, la explotación de las colonias favoreció la aparición de una teoría económica denominada mercantilismo. Esta establecía que era más beneficioso para los países aumentar la importación de mercancías y reducir las exportaciones.
Se trataba, en líneas generales, de proteger la producción local de la competencia extranjera. Además, reforzó la idea de acumulación de riquezas, metales preciosos y recursos valiosos.
Siglo XVII
El siglo XVII tuvo aspectos muy negativos para Europa. Las cosechas fueron malas durante años debido al clima y al desmejoramiento del suelo. Esto, unido a la aparición de la peste, provocó un gran aumento de la mortandad y épocas de hambre.
El poderío español comenzó a desmoronarse, en parte por el menor rendimiento de las explotaciones de metales en sus colonias americanas. Francia e Inglaterra tomaron el relevo como grandes potencias continentales. Igualmente, los ingleses, con una gran flota, comenzaron a comerciar por todo el mundo
Por otra parte, la sociedad feudal entró en su última etapa de crisis, con unos señores feudales incapaces de contener a unos campesinos cada vez más empobrecidos.
El sistema que sustituyó al feudalismo fueron las monarquías absolutas. El mejor exponente se dio en Francia, con la figura de Luis XIV y su conocida frase “el Estado soy yo”.
De igual forma, el continente se vio inmerso en la Guerra de los 30 años, provocada por cuestiones religiosas. El conflicto terminó con la firma de la Paz de Westfalia y con la destrucción de buena parte de Alemania.
Siglo XVIII
Este siglo se caracterizó por la aparición de una corriente de pensamiento que cambiaría la política, la sociedad y la economía: la Ilustración. Se trata de una filosofía que resume a la perfección a la Edad Moderna. Sus autores afirman que todos los seres humanos nacen iguales, sostienen la primacía de la razón y la libertad sobre los dogmatismos.
En el ámbito político, la Ilustración se oponía al absolutismo, ya que este se basaba en la primacía del rey sobre el resto de los ciudadanos. La respuesta de los monarcas fue, en algunos países, retocar un poco el sistema, naciendo el llamado despotismo ilustrado.
Sin embargo, esto no fue suficiente para detener los efectos de la Ilustración. Así, en los Estados Unidos, tras lograr su independencia, promulgaron una Constitución basada en los principios ilustrados. Algo más tarde, la Revolución francesa y la Declaración de los derechos del hombre y los ciudadanos marcarían el final de la Edad Moderna y la entrada en la Edad Contemporánea.
Dentro del ámbito económico se produjo otra gran transformación. La Revolución Industrial cambió la manera de producir, introdujo numerosos nuevos inventos y supuso la aparición del movimiento obrero.
Acontecimientos importantes
Los acontecimientos que ocurrieron en la Edad Moderna sentaron las bases del mundo contemporáneo. En esta época se asentó el capitalismo como sistema económico global, se desarrolló la revolución científica y apareció la Ilustración.
En otros aspectos, Europa vio como el cristianismo se dividía en dos tras la Reforma protestante. Esto, aparte de la reacción de la Iglesia, provocó algunas guerras de religión.
Renacimiento
Aunque ya había comenzado en el siglo anterior, fue en el siglo XV cuando un nuevo movimiento cultural se hizo más fuerte. Era el Renacimiento, caracterizado por recuperar el pensamiento clásico.
Este movimiento apareció en Italia, aún dividida en ciudades-estado. Estas se habían enriquecido gracias al comercio y, además, recibieron a muchos pensadores bizantinos después de la caída de Constantinopla.
Aparte de la importancia del Renacimiento dentro del mundo del arte, este movimiento fue el inspirador de una nueva filosofía, el humanismo. Este se basaba en colocar al ser humano en el centro del pensamiento, acabando con la filosofía teocéntrica anterior.
Junto a esto, los humanistas defendían la importancia de la razón para encontrar la verdad, algo que contribuyó a que se produjeran grandes avances científicos.
Revolución científica
La aparición de una filosofía que ensalzaba a la razón frente a la religión fue uno de los factores que impulsó la revolución científica, junto con los descubrimientos de nuevas tierras y la mejora de los instrumentos de investigación.
En la Edad Moderna, personajes como Erasmo, Copernico, Galileo o Kepler aportaron numerosos avances, cada uno en su campo. Fue la investigación de un de ellos, Nicolás Copérnico, la que, según los historiadores, marcó el comienzo de la revolución científica.
Este astrónomo polaco, mediante la observación de los planetas, defendió con datos la teoría heliocéntrica, que afirmaba que son los planetas los que giran alrededor del sol. Aparte de la importancia científica, esto contradecía la visión religiosa que situaba a la Tierra como centro del universo.
Tras Copérnico, muchos otros investigadores cambiaron la visión del mundo existente hasta la fecha. Los más importante, dejando a un lado los descubrimientos en si mismos, fue que implantaron una nueva forma de hacer ciencia, basada en la experimentación y en la observación crítica directa.
Un invento del siglo anterior, la imprenta de tipos móviles, facilitó que todos esos conocimientos pudieran difundirse con rapidez, además de permitir que más personas accedieran a ellos.
Reforma protestante
La Reforma protestante fue un movimiento de carácter religioso que acabó dividiendo a la Europa cristiana en dos partes. Esta reforma comenzó en Alemania, en el siglo XVI. Simbólicamente, se considera que el movimiento comenzó cuando Lutero clavó un documento elaborado por el mismo en las puertas de la iglesia de Wittenberg.
En ese documento, denominado Las 95 tesis, Lutero explicaba las reformas que, según él, necesitaba la Iglesia. Las más importantes eran los recortes al poder religioso y político del papado, así como el acabar con el mercantilismo en el que había caído la institución.
En el ámbito religioso declaraban que los cristianos no necesitaban la figura de ningún intermediario para entender las enseñanzas de la Biblia ni para salvarse.
El protestantismo, con sus variantes anglicana y calvinista, se extendió por parte del continente, causando un cisma dentro del cristianismo europeo. Esto provocó, entre otras cosas, un aumento de la intolerancia religiosa y varias guerras entre los creyentes de cada una de las opciones.
Absolutismo
El feudalismo, sistema político, económico y social imperante en la Edad Media fue sustituido por el absolutismo. Este apareció en el continente en los siglos XVI y XVII y se mantuvo vigente hasta el siglo XVIII.
Esta nueva forma de organización estaba caracterizada por la concentración de todos los poderes en manos del rey. Los nobles, que habían sido los señores feudales, siguen manteniendo cierto estatus, pero ya sin poder ejercer un poder real en el Estado.
Las bases teóricas de este sistema fueron establecidas por los juristas, sobre todo por aquellos que habían estudiado en las universidades de Bolonia, Salamanca y París. El poder absoluto del rey se justificaba mediante la religión. Era Dios quien otorgaba esas prerrogativas al monarca, convertido en el único que podía legislar.
Primeras revoluciones burguesas
Los movimientos sociales de la Edad Moderna, especialmente los relacionados con la Reforma protestante, son considerados por algunos historiadores como precursores de las revoluciones burguesas que tendrían lugar más adelante.
En Flandes, por ejemplo, se produjo una revuelta contra el dominio español que conjugaba el componente nacionalista con el religioso, a los que se añadían factores eminentemente sociales.
La Revolución Inglesa fue otro ejemplo del empuje creciente de la burguesía. Aunque fue de carácter económico, significó un gran cambio social, con el ascenso de la burguesía industrial y mercantil.
Revolución Industrial
Como se señalaba anteriormente, la Revolución Industrial fue uno de los acontecimientos más importantes de la Edad Moderna. Se trata de un periodo en el que se produjo la industrialización de los países, comenzando por Inglaterra.
Esta revolución comenzó a finales del siglo XVIII y fue una de las causas de la entrada en la Edad Contemporánea.
Durante esta revolución, la agricultura perdió importancia frente a la industria. No obstante, la mecanización característica de este periodo también llegó al campo, haciendo que las cosechas aumentaran y que, por otra parte, muchos campesinos perdieran su trabajo.
Los avances de la Revolución Industrial dieron también origen a nuevos modos de transportes, como los barcos de vapor o los trenes.
Los efectos de estos cambios no solo se limitaron a la economía. Las condiciones laborales se transformaron totalmente, apareciendo el movimiento obrero como defensa ante los abusos de los dueños de la industria.
Guerra de los 30 años
El conflicto bélico más importante ocurrido durante la Edad Moderna fue la Guerra de los Treinta Años. Esta guerra comenzó en 1648, en Bohemia (Sacro Imperio Romano Germánico) y no finalizó hasta 1648, con la firma de la Paz de Westfalia.
Aunque el conflicto empezó como un enfrentamiento interno dentro del Sacro Imperio, terminó convirtiéndose en una guerra internacional que enfrentaba a católicos y protestantes. Con ello, acabaron participando varias potencias europeas, como España y Holanda.
Sin embargo, no es únicamente una guerra religiosa, sino que representa además un conflicto político y económico.
Declaración independencia de los Estados Unidos
Los colonos ingleses asentados en parte de América del Norte se levantaron contra Inglaterra en busca de obtener la independencia.
Al principio, el levantamiento tuvo una motivación económica, por el incremento de impuestos a la colonia.
En 1774, los líderes de los colonos decidieron cortar toda conexión con Inglaterra. El monarca británico los acusó de rebelión. Al año siguiente, comenzaron los enfrentamientos entre las tropas inglesas y los insurrectos.
Dos años después, el Congreso de Filadelfia aprobó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. La Constitución aprobada posteriormente recogía bastantes de los planteamientos defendidos por la Ilustración y sirvió como inspiración para las promulgadas en otros países.
Personajes destacados
En una época marcada por la innovación científica, religiosa y filosófica, fueron innumerables los personajes que protagonizaron dichos avances. Entre los más conocidos, científicos como Copérnico, exploradores como Cristóbal Colón o filósofos como los ilustrados.
Cristóbal Colón
El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón llegó a tierras de un nuevo continente: América. Patrocinado por la corona española, el navegante estaba buscando una nueva vía para llegar a Asia y, así, favorecer las rutas comerciales hispanas.
Con este descubrimiento, con sus luces y sombras, el mundo cambió para siempre. Los españoles mantuvieron su dominio en el nuevo continente durante tres siglos, afianzándose como uno de los imperios más importantes del momento.
Nicolás Copérnico
Nicolás Copérnico (1473-1543) fue un matemático y astrónomo polaco, conocido por presentar un modelo heliocéntrico del sistema solar. Este propone que el Sol, y no la Tierra, es el centro del universo
Aunque sus ideas contenían algunos errores, la publicación de su obra Sobre las revoluciones de las esferas celestes (1543) está considerada como el comienzo de la revolución científica. Su trabajo tuvo una gran influencia en los de Kepler, Galileo Galilei, Isaac Newton y muchos otros científicos.
Galileo Galilei
Galileo Galilei (1564-1642) fue un astrónomo, físico, matemático y profesor italiano cuya obra contiene observaciones que supusieron la base de la astronomía y física moderna. Igualmente, mejoró el diseño de los telescopios, lo que le permitió confirmar el modelo heliocéntrico de Nicolás Copérnico.
Además de sus descubrimientos, la importancia de Galileo va mucho más allá. Los métodos que utilizó se convirtieron en fundamentales para la ciencia moderna. Insistió en que la naturaleza tenía que describirse en el lenguaje de las matemáticas, con lo cual influyó en que se pasara desde una descripción verbal y cualitativa a una cuantitativa.
Martin Lutero
El iniciador de la Reforma protestante nació en 1483. Su familia era muy humilde y solo la ayuda de un mecenas le permitió ingresar en un monasterio y convertirse en sacerdote.
En 1510, Lutero viajó a Roma, un hecho que cambió su vida. Allí, quedó desilusionado por el lujo en el que vivía el clero. Al volver a su tierra, estudió teología y empezó a dar clases en la Universidad de Wittenberg.
Lutero redactó un documento con 95 tesis y lo clavó en las puertas de la catedral en 1517. En el escrito detallaba los cambios que consideraba fundamentales para la Iglesia, discutiendo el poder que acumulaba y su afán por acumular riquezas.
A partir de ese momento comenzó la Reforma protestante, que dividió la Europa cristiana en dos.
Los ilustrados
Fueron muchos los filósofos que abrazaron las ideas de la Ilustración. Uno de los más influyentes fue John Locke, un autor inglés que está considerado como el padre del empirismo y del liberalismo político.
Voltaire fue otro de los pensadores más importantes de esta corriente. El francés era defensor del sistema parlamentario y abogaba por utilizarlo en su país natal. Además, era partidario de crear una nueva religión basada en la razón.
Por su parte, Jean-Jacques Rousseau defendía la educación como herramienta para recuperar la bondad natural del ser humano. Una de las frases más conocidas de este movimiento es obra suya: “el hombre es bueno por naturaleza”.
Por último, en la lista de filósofos ilustrados más influyentes no puede faltar Montesquieu. Su aportación fundamental fue su teoría sobre la división de poderes. El autor abogaba por la existencia de tres poderes independientes entre si: poder ejecutivo, legislativo y judicial.
La separación de poderes propugnada por Montesquieu implicaba terminar con el absolutismo, que los concentraba todos en una sola persona.
Adam Smith
Durante la Edad Moderna el sistema económico pasó por varias etapas. Uno de los modelos nacido durante esa etapa fue el mercantilismo, que requería que el Estado regulara la economía. Esto era contrario al pensamiento de muchos ilustrados, que creían en la libre circulación económica.
Esa libertad de mercado sin intervención estatal acabó dando nombre a una nueva doctrina económica: el liberalismo. Su exponente más importante fue Adam Smith, en su obra La riqueza de las naciones.
Fin de la Edad Moderna
Al contrario de lo que ocurre con la fecha de su inicio, no existe discusión sobre el final de la Edad Moderna. Así, el acontecimiento que determinó su fin y el inicio de la Edad Contemporánea fue la Revolución francesa.
Revolución francesa
En 1789, los franceses terminaron con el régimen absolutista de Luis XVI. La Revolución francesa no fue solo un cambio de gobierno o de sistema político, sino que representó el comienzo del fin del Antiguo Régimen.
La pobreza de la mayoría de los ciudadanos, el poder ejercido por el clero y la nobleza y las nuevas ideas de igualdad generadas por la Ilustración fueron tres de los factores que llevaron a que estallara la Revolución. Tras su triunfo, pasó por diferentes etapas, más o menos violentas.
Finalmente, el monarca fue ejecutado y se instauró una república. El golpe de Estado de Napoleón Bonaparte acabó con ese régimen, pero no con las ideas de la revolución: Igualdad, Libertad y Fraternidad.
Napoleón logró ocupar militarmente buena parte del continente. Aunque sometió a los países por la fuerza, uno de sus objetivos fue llevar las ideas revolucionarias a toda Europa.
Referencias
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- Palanca, José. ¿Qué es la Edad Moderna?. Obtenido de lacrisisdelahistoria.com
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- The Open University. Early modern Europe: an introduction. Obtenido de open.edu
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