Historia

Edad Antigua: qué es, origen, características, acontecimientos, fin


¿Qué es la Edad Antigua?

La Edad Antigua es el periodo histórico comprendido entre alrededor del 4000 a.C. y el 476 d.C. El inicio se calcula a partir de la aparición de la escritura, mientras que el final coincide con el fin del Imperio Romano de Occidente.

Durante este periodo, la humanidad comenzó a organizarse, primero, en ciudades-estado y, después, en imperios. Pasó de una estructura nómada a crear las primeras civilizaciones de la historia.

Los acontecimientos acontecidos durante la Edad Antigua, la más duradera en la historia, son innumerables. Entre los más notables se encuentran la aparición del primer alfabeto escrito, la plasmación de las primeras leyes, la fundación de Roma, el nacimiento de Cristo y, finalmente, la desaparición del Imperio Romano de Occidente.

Origen de la Edad Antigua

La Edad Antigua, o simplemente Antigüedad, fue el periodo de la historia en la que aparecieron las primeras sociedades en el mundo. Dentro de la división que se ha establecido, esta etapa siguió a la prehistoria.

El hito que marcó el cambio de edad fue la invención de la escritura, alrededor del 4000 a. C. Su final se ha marcado con el final del Imperio Romano de Occidente, que dio paso a la Edad Media.

Características de la Edad Antigua

La aparición de la escritura

La invención de la escritura se ha considerado como el hito que marcó la entrada en la Edad Antigua. Los sumerios empezaron a escribir hacia el 3500 a.C y otras civilizaciones crearon sus propios sistemas de signos para transmitir conocimientos y, algo importante para que exista una organización social, dejar sus leyes por escrito.

Existieron numerosos tipos de escritura, desde la cuneiforme hasta la jeroglífica de los egipcios, pasando por la inventada por los fenicios o el alfabeto griego.

Política

La primera forma de organización política y territorial fueron las ciudades-estado. Estas poblaciones, de tamaño variado pero más grandes que los simples asentamientos anteriores, lograron un desarrollo bastante elevado. Eso los convirtió en centros de poder político.

Durante la Edad Antigua, la forma de gobierno más habitual era la monarquía, que muchas veces desembocó en imperios. Sin embargo, buena parte del poder real recaía en el clero. Las religiones eran muchas, pero solían servir de legitimación para los reyes.

Leyes

Lo más novedoso durante la Edad Antigua no fue la promulgación de leyes. Ya anteriormente habían existido normas para regular las relaciones humanas. La innovación fue plasmarlas por escrito, dándoles una mayor oficialidad y una pretensión de durabilidad.

El ejemplo más famoso es el Código de Hammurabi (1692 a.C.), durante el Imperio babilónico, considerado el primer compendio de leyes escritas del mundo.

Economía

La agricultura, uno de los motivos por el que el ser humano dejó de ser nómada, era la principal fuente de riqueza, acompañada por la ganadería.

Esa importancia de la agricultura tuvo un efecto secundario: la posesión de tierras comenzó a ser un símbolo de riqueza. Con el tiempo, se creó un grupo social caracterizado por poseer más terreno cultivable, con gente trabajando para ellos.

El comercio, aún con la dificultad que suponían las grandes distancias, se centraba en el intercambio de materias primas, aunque también comenzaron a realizar trueques con productos manufacturados.

Religión

En líneas generales, las religiones más importantes durante la Edad Antigua eran politeístas. Esto significaba que creían en la existencia de más de un dios.

Sin embargo, fue durante este periodo cuando aparecieron dos de las más importantes religiones monoteístas: el judaísmo y el cristianismo.

Cultura

En la llamada Antigüedad clásica surgió la filosofía, que se centraba en la búsqueda del conocimiento. Esto acabó afectando a muchos aspectos culturales, religiosos y políticos.

En cuanto al arte, la mayoría de las manifestaciones tenían una fuerte carga religiosa. Cada civilización plasmó su mitología en su literatura, escultura, arquitectura o pintura.

De estos siglos provienen algunos de los estilos artísticos más conocidos hoy en día, como el egipcio, el griego o el romano.

Acontecimientos importantes de la Edad Antigua

Desarrollo de la escritura por los sumerios

Los sumerios desarrollaron su escritura alrededor del 3500 a.C. Los historiadores señalan que sobre el 3000 a.C., aparecieron unas escuelas llamadas Casas de las Tablillas, en las que se enseñaba a escribir a las familias ricas.

Al principio, solo se escribía para dejar reflejados hechos administrativos, comerciales o religiosos. Sin embargo, sobre el 2700 a.C., ya se escribía literatura con temática variada.

Unificación de Egipto

Durante el llamado Periodo Arcaico (c. 3100-2750 a.C. aprox.), se produjo un hecho que marcó la aparición de otra de las grandes civilizaciones de la Edad Antigua, la egipcia.

Alrededor del 3100 a.C., el rey del Alto Egipto conquistó el Bajo Egipto, dando lugar a la civilización que levantó las pirámides.

Código de Hammurabi

El rey de Babilonia Hammurabi fue el impulsor del código de leyes que lleva su nombre en 1692 a.C. Su importancia radica en que es una de las primeras legislaciones escritas de la historia.

En la Edad Antigua, las autoridades decidieron que era necesario escribir las normas legales de sus territorios. Eso, por una parte, las convertía en normas más oficiales y claras para la población y, por otra, les daba un carácter más permanente.

Fundación de Roma

Numerosas leyendas relatan la fundación de la capital del que sería uno de los imperios más importantes de la historia: Roma. No es posible conocer la fecha real, pero los expertos la sitúan entre el 758 a.C. y el 728 a.C.

El crecimiento de esta ciudad, la conquista del Lazio, primero, y del resto de Italia, después, y de buena parte de Europa, son acontecimientos que marcaron toda la historia occidental y del mundo.

Atenas, Corinto, Esparta y Tebas, ciudades-estado

Si Roma fue la capital del Imperio que dominó Europa durante siglos, Grecia fue su máxima influencia artística, filosófica y religiosa.

Fue durante la Edad Antigua cuando Atenas, Esparta, Tebas o Corinto se convirtieron en importantes ciudades-estado. Desde ese momento, se convirtieron en la cuna de la cultura europea.

También fueron el lugar desde donde partió uno de los más importantes conquistadores de la historia: Alejandro Magno. En muy pocos años logró que su Imperio llegara hasta la India y solo su muerte frenó su ascensión.

Comienzo del cristianismo

El propio calendario occidental muestra la importancia de la aparición del cristianismo. Para los creyentes, Cristo nació en el año I de nuestra era. Al principio, el Imperio romano consideró a los cristianos como enemigos.

Solo tres siglos después, el emperador Constantino la nombró religión oficial de Roma.

Fundación de Constantinopla y división del Imperio romano

En el 330 se fundó la ciudad de Constantinopla, también conocida como Bizancio y, actualmente, Estambul. Esta ciudad, tan solo 65 años después, se convirtió en la capital del Imperio Romano de Oriente después de que el Imperio se dividiera en dos.

Aunque la Edad Antigua terminó en ese momento, los bizantinos se consideraron siempre continuadores del Imperio romano, por lo que los historiadores afirman que, en Oriente, la situación no fue de ruptura, sino más continuista.

Caída del Imperio Romano de Occidente

Tras décadas de problemas internos, descomposición política y presión de los llamados pueblos bárbaros, el Imperio Romano de Occidente llegó a su fin en el 476 d.C. Con este hecho, la Edad Antigua daba paso a la Edad Media.

Curiosamente, la caída de Constantinopla, heredera del Imperio Romano de Oriente, sería el hito que marcaría el final de la Edad Media.

Civilizaciones principales de la Edad Antigua

Mesopotamia

Mesopotamia es el nombre de una región situada en Oriente Medio. Su nombre significa “entre dos ríos”, ya que está situada entre el Tigris y el Éufrates. Esa región fue la cuna de las primeras civilizaciones humanas, favorecidas por la fertilidad de las tierras bañadas por esas aguas.

Entre los hechos que los convirtieron en pioneros, los mesopotámicos fueron los primeros en levantar murallas como defensa. En lo económico, se distinguieron por su dominio de la agricultura, base de su alimentación y de su comercio.

Los habitantes de esta zona usaban la escritura para apuntar sus transacciones comerciales, relatar las guerras en las que participaban y contar las costumbres de los pueblos sojuzgados.

Persia

Al oeste del río Tigris, en una zona que mezclaba desiertos, estepas, cordilleras y mesetas, apareció el Imperio persa. Fue una civilización totalmente patriarcal, con el hombre a la cabeza de cada grupo creado.

Tuvieron fama de ser excelentes ganaderos, ya que le daban mucha importancia a la cría de todo tipo de animales. No solo tenían rebaños de vacas, sino que sus caballos y perros gozaron de gran fama.

También eran grandes guerreros y sus enemigos temían su ferocidad. El conflicto más conocido en el que participaron los enfrentó a los griegos: las Guerras Médicas.

Egipto

Una de las civilizaciones que ha legado más monumentos a la humanidad ha sido la egipcia. Aún hoy se pueden contemplar sus pirámides, templos u obeliscos que, aparte de su belleza, son una fuente de información para todos los historiadores.

Tal y como era costumbre, esta civilización surgió a la orilla de un río: el Nilo. Sus habitantes aprendieron a aprovechar el beneficio de sus aguas, creando plantaciones y diseñando un sistema hidraúlico que llevara el preciado líquido a toda la población. A pesar de las grandes extensiones de desierto, lograron una economía estable.

Egipto estaba gobernado por un faraón. Este monarca era considerado como un dios, siguiendo la habitual maniobra de legitimar el poder político con la religión. Aparte, los habitantes también adoraban a un amplio panteón de dioses.

Grecia

Grecia está considerada como la cuna de la cultura occidental. Esta cultura, también llamada helénica, desarrolló una filosofía, un arte y unas instituciones políticas que son una de las principales influencias en la mayor parte del mundo occidental.

Es allí, por ejemplo, donde empezó a usarse el término democracia, concretamente en Atenas.

En un principio, Grecia estuvo constituida por ciudades-estado independientes, denominadas polis. Solo se unían para defender el territorio ante ataques exteriores. La aparición de Alejandro Magno fue el momento de más extensión territorial y de unión política.

Roma

En su momento álgido, el Imperio romano llegó a ocupar casi seis millones de kilómetros cuadrados, uno de los más extensos de la historia. Su duración temporal fue muy amplia, desde el 27 a.C. hasta el 476 d.C. Sin embargo, la importancia de Roma trasciende estos simples datos.

Los historiadores coinciden que sin el Imperio romano, la civilización occidental sería muy diferente. Desde la política hasta la economía y la sociedad provienen en buena parte de su legado.

De esta forma, sus conceptos jurídicos e institucionales han llegado hasta hoy: el derecho romano, el senado, las provincias o el municipio son conceptos creados en esa época.

Lo mismo ocurre con el arte y la cultura: muchas carreteras europeas siguen los caminos trazados por los romanos hace ya varios siglos.

Tampoco se puede dejar de lado la importancia de su idioma. El latín es la raíz de varios idiomas en Europa y, gracias al castellano, también en Latinoamérica.

China

Mientras todas las civilizaciones nombradas aparecían en Medio Oriente y Europa, en Asia florecía el imperio más extenso, el chino. Con más de 4.000 años de historia, China construyó infraestructuras impresionantes, como diques y, lo más conocido, la Gran Muralla.

Su origen se situó cerca de los ríos Amarillo y Azul y la fertilidad de esas tierras le aportó una rápida prosperidad y le dio la oportunidad de extenderse.

A pesar del vasto tamaño de ese territorio, los gobernantes chinos lograron unificarlo y crear un imperio más poderoso que sus equivalentes occidentales.

Mayas

También en Mesoamérica aparecieron grandes civilizaciones durante la Edad Antigua. Una de las más destacadas fue la maya, que alcanzó un nivel de evolución mayor que el resto de las culturas precolombinas.

Los mayas habitaron un territorio muy amplio. Abarcaba desde la península de Yucatán (México), las tierras altas de la actual Guatemala, y la selva tropical situada entre esos dos puntos.

Su origen se localizó en Yucatán, recogiendo influencias de los olmecas. Sus primeros asentamientos fueron construidos con barro, incluidos los templos religiosos.

Basaron parte de su economía en la agricultura, aunque también practicaron la pesca y la recolección de frutas. Tuvieron escritura.

Fin de la Edad Antigua

Se considera que el final de la Edad Antigua se produjo cuando el Imperio Romano de Occidente cayó bajo el empuje de los bárbaros y por sus propios problemas. Este final se produjo en el 476 d.C., aunque hay que señalar que el Imperio de Oriente sobrevivió hasta 1453.

No obstante, algunas corrientes de historiadores señalan que ese fin de la Edad Antigua solo es válido para la civilización occidental. Según sostienen estos expertos, otras zonas deben considerar fechas diferentes, ya que algunos imperios se mantuvieron con las mismas características hasta mucho después.

Referencias

  1. Fuentes De la Garza, Maricela. Principales características de la Edad Antigua. Obtenido de paxala.com
  2. ACNUR Comité Español. La Edad Antigua: breve resumen. Obtenido de eacnur.org
  3. Gill, N.S. Major Events in Ancient History. Obtenido de thoughtco.com