Ciencia

Clima: qué es, elementos, factores, tipos


¿Qué es el clima?

La palabra clima se utiliza para hacer referencia al conjunto de condiciones ambientales que ocurren en un determinado lugar de nuestro planeta, durante un período de tiempo particular.

Estas condiciones generalmente prevalecen en el tiempo y definen muchos de los aspectos bióticos del ecosistema, es decir el tipo de vegetación y el tipo de fauna que podemos encontrar en las diferentes localidades.

El tiempo atmosférico (o simplemente tiempo) en cambio, corresponde a las condiciones ambientales que experimentamos cada día: el frío en la madrugada, el calor al medio día y la lluvia por la tarde, por ejemplo, son todas variaciones diarias del tiempo.

El clima de un lugar determinado depende de diversos factores, principalmente de su elevación con respecto al mar, de su latitud, entre otros. Esto significa que podemos definir distintos tipos de climas en el mundo.

Por ejemplo, sabemos que en la cima de montañas muy altas suele hacer más frío que a la orilla del mar, pero que el sol puede quemarnos más -aunque no nos demos cuenta- en la cima de una montaña que en la playa.

Elementos del clima

Los elementos del clima son aquellos que determinan el clima y el tiempo atmosférico en una región o sitio específico del planeta. Es decir, aquellos que controlan que haga calor o frío, que llueva o haga mucho viento, etc.

Los principales elementos son 7: temperatura, radiación solar, presión atmosférica, velocidad y dirección del viento, humedad, nubosidad y precipitación. Existe otro elemento -la visibilidad- pero este no se considera tan importante como los demás.

Los 7 elementos climáticos pueden variar considerablemente de un lugar a otro, dependiendo de los factores climáticos, de los cuales hablaremos más adelante. Por el momento, veamos un poco más acerca de dichos elementos:

Temperatura

Es la cantidad de energía en forma de calor que tiene el aire que nos rodea en un período de tiempo. Generalmente la podemos medir con un termómetro y es lo que suele determinar que tengamos frío o calor.

Hay dos formas de expresar la temperatura: los grados Celsius (°C) y los grados Fahrenheit (°F). Un grado Celcius (1°C) equivale a 33.8° Fahrenheit, de modo que si el pronóstico del tiempo dice que hacen 25°C, es lo mismo que 77°F.

Durante el verano decimos que hay temperaturas altas, ya que pueden superar los 37°C; mientras que en invierno decimos que hay temperaturas bajas, ya que podemos encontrar temperaturas bajo los 0°C.

Radiación solar

La temperatura que tiene el aire que nos rodea, la que mencionamos hace un instante, depende en gran medida de la cantidad de energía radiante que puede absorber de los rayos del sol.

El sol emite grandes cantidades de energía sobre nuestro planeta y la distancia que nos separa de este hace que esa energía sea exactamente la adecuada para que no nos congelemos de frío o nos derritamos de calor.

La cantidad de energía que un lugar de la Tierra recibe del sol depende de su ubicación geográfica, pues hay sitios que reciben más que otros.

El sol no solo influye en la temperatura a lo largo del día, sino que también es el elemento que marca el comienzo del día y de la noche, lo que lo hace importante para el clima y para nuestro ciclo circadiano, es decir, cuándo nos levantamos y cuándo nos vamos a la cama.

Las estaciones también dependen de nuestra posición respecto al sol, pues la Tierra va orbitando alrededor de este astro con un ángulo tal que en una época del año recibimos más sol que en otra, estableciendo así el verano, el invierno y las estaciones “intermedias” de la primavera y el otoño.

Hay regiones del planeta que reciben muy poca radiación solar al año, esos son los casquetes polares. Como consecuencia, en estos lugares hace frío prácticamente todo el año, y eso permite que haya grandes bloques de hielo permanentemente.

Presión atmosférica

Este elemento del clima se refiere al “peso” que tiene la columna de aire que separa la superficie de la Tierra en donde estamos parados y la atmósfera.

El valor de la presión es menor cuando estamos a nivel del mar y mayor cuando estamos en la cima de una montaña. Además, a una mayor presión hay menor cantidad de oxígeno, y es por ello que cuando estamos subiendo una montaña podemos experimentar mareos o malestares.

Velocidad y dirección del viento

El viento también es un elemento muy importante que define el clima de una región. Tiene que ver con el movimiento del aire que nos rodea y generalmente decimos que “se mueve” desde zonas de altas presiones hacia zonas de bajas presiones atmosféricas.

Hablamos de velocidad del viento como la cantidad de metros o kilómetros que una masa de aire puede recorrer por segundo o por hora, mientras que la dirección nos dice desde donde viene en relación con el punto cardinal del norte.

La velocidad del viento puede ser muy importante para nuestra sensación térmica, pues a mayor velocidad generalmente sentimos una temperatura más baja que la que nuestro termómetro registra.

Humedad

Se refiere a la cantidad de moléculas de vapor de agua que tiene el aire que respiramos. Podemos medirla en términos absolutos o en términos relativos.

Decimos que la humedad absoluta es la cantidad total de vapor de agua que hay en el aire, y que la humedad relativa es la relación entre la cantidad de vapor de agua en el aire y la máxima cantidad de vapor de agua que puede tener el aire a una temperatura determinada.

Cuando el aire (las nubes) no pueden retener más moléculas de agua se producen las precipitaciones (lluvia), el rocío, la niebla, el granizo, la nieve, etc.

Nubosidad

Se describe como la parte del cielo que está cubierta por nubes en un lugar del planeta. Generalmente una mayor nubosidad implica una temperatura menor, pues las nubes bloquean el paso de los rayos solares hacia la superficie terrestre.

Precipitación

Las precipitaciones corresponden a la caída de agua desde la atmósfera hacia la superficie terrestre. Ocurren como agua líquida (lluvia), como nieve, neblina o granizo.

Generalmente se producen por la condensación de las moléculas de agua contenidas en las nubes, que ya no son capaces de retenerlas como vapor.

Factores del clima

Los factores del clima son los que determinan el tipo de clima que caracteriza a una región o localidad de nuestro planeta a lo largo del año (y no necesariamente a las condiciones diarias). Estos factores controlan y/o modifican a los elementos climáticos de los que hemos hecho mención hace un momento.

Los principales factores climáticos son: la latitud, la altitud, el relieve, las corrientes marinas y la circulación atmosférica.

Latitud

Es un factor definido como la distancia angular desde cualquier punto de la Tierra hasta la línea ecuatorial (que es una franja imaginaria que divide nuestro planeta en dos, como un cinturón).

Este factor, que suele medirse en grados, minutos y segundos, determina la cantidad de radiación solar que recibe cada lugar del planeta, por lo que establece la duración del día y de la noche.

Más cerca del ecuador las temperaturas son más elevadas y la duración del día y de la noche es más o menos la misma, pues los rayos del sol inciden casi verticalmente sobre esta región.

A medida que nos alejamos del ecuador conseguimos más variación, tanto en la temperatura como en la duración del día y de la noche, ya que el ángulo con el que inciden los rayos del sol es menor.

Altitud

Se refiere a la distancia de cualquier punto de la superficie de la Tierra en relación al nivel del mar, que equivale al punto “cero”.

Es un factor importante para la determinación de la temperatura, pues a medida que nos encontramos en sitios de mayor altitud nos enfrentamos a temperaturas más bajas, es decir, hace más frío.

Relieve

El relieve tiene que ver con aquellas características de una región que interfieren con el movimiento del aire. Influyen sobre la temperatura, por ejemplo, las montañas u otras formaciones naturales que impiden el paso libre del aire, provocando su enfriamiento, lo que provoca precipitaciones.

Corrientes marinas

Nos referimos a las corrientes marinas como a masas de agua salada que se desplazan a lo largo de los mares y océanos, recorriendo distancias muy grandes. Influyen directamente sobre el clima, especialmente en lo que respecta a la presión atmosférica y la humedad.

Parte de sus efectos tienen que ver con que ayudan a “distribuir” el calor de las aguas desde el trópico hacia el resto de los océanos, enfriando o calentando las distintas regiones y provocando cambios en la humedad del aire y las precipitaciones.

Circulación atmosférica

Este factor se refiere al movimiento de los vientos planetarios que recorren toda la Tierra, cada uno en una dirección constante.

Su movimiento depende de las estaciones y ocurre entre una serie de “cinturones” o “zonas” de presiones atmosféricas diferentes que hay en el planeta. Se conocen los vientos polares, los vientos alisios y los vientos del oeste.

Estos vientos son importantes para el movimiento de huracanes y para determinar las precipitaciones en algunos lugares del planeta.

Tipos de clima

Los expertos han definido distintos tipos de clima, los cuales son determinados por los factores que ya discutimos (recordemos que el clima es el promedio de los elementos climáticos que se dan en un lugar determinado durante cierto período de tiempo).

El clima, como ya lo vimos, depende considerablemente de la latitud, por lo que generalmente se clasifica de acuerdo con este factor. Así, decimos que existen:

– Hielos perpetuos

– Tundra

– Marítimo de costa occidental

– Estepario

– Continental

– Mediterráneo

– Subtropical

– Desértico

– Ecuatorial

– Monzónico

– Sabana

Cada uno de estos climas está definido por un rango de temperaturas medias anuales, por un rango de precipitaciones, etc.

Referencias

  1. Allaby, M. (2007). Encyclopedia of Weather and Climate. Revised Edition. Facts On File. Inc., New York
  2. Britannica, I. E. (2008). Britannica Illustrated Science Library. Weather and Climate.
  3. Hammer, C. U. (2001). Geosphere-biosphere interactions and climate. Cambridge University Press.