Panda rojo: características, hábitat, alimentación, reproducción
El panda rojo o panda menor (Ailurus fulgens), es un mamífero perteneciente al orden Carnívora. Sin embargo, su dieta está constituida en un 98% por las hojas tiernas y los brotes de bambú. Aún así, el sistema digestivo de este animal no es capaz de procesar eficientemente la celulosa que conforma la pared celular de esta planta.
Debido a esto, dicha especie ha sufrido diversas adaptaciones morfológicas, fisiológicas y conductuales que contribuyen en el proceso de asimilación de los nutrientes.
En este sentido, cuenta con molares que tienen más cúspides que la mayoría de los otros carnívoros, lo que contribuye en una masticación más eficiente. Además, puede seleccionar las hojas más tiernas y los brotes recién germinados, por ser más nutritivos y digeribles.
Una de las características propias de esta especie es la existencia de un pseudo pulgas en las patas delanteras. Con esta extensión del hueso sesamoideo, el panda rojo puede tomar las ramas del bambú o los otros alimentos que conforman su dieta.
El panda menor vive en los bosques templados del Himalaya y en los principales sistemas montañosos de China. Esta especie se encuentra gravemente amenazada de extinguirse, principalmente motivado a la degradación de su hábitat.
Índice del artículo
- 1 Evolución
- 2 Características
- 3 Taxonomía y subespecies
- 4 Hábitat y distribución
- 5 Peligro de extinción
- 6 Alimentación
- 7 Reproducción
- 8 Comportamiento
- 9 Referencias
El panda rojo, a diferencia de su pariente el panda gigante, ha sido poco estudiado, en lo referente a su genética poblacional. Sin embargo, recientemente, los investigadores han realizado diversos análisis filogenéticos que, conjuntamente con los patrones de distribución, aportan mucha información valiosa al respecto.
El antepasado del panda rojo se remonta al período Paleógeno, hace decenas de millones de años. Este se encontraba extensamente distribuido en Eurasia. Sus fósiles han sido encontrados en la región este de China y al oeste de Gran Bretaña.
Así mismo, en concordancia con las evidencias fósiles, el Ailurus fulgens se separó de su ancestro común hace alrededor de 40 millones de años.
La diversidad genética está presente en las poblaciones naturales y se le considera materia prima fundamental en el proceso de evolución. En el momento que una población crece de manera rápida, se acumulan las variaciones que ocurren a nivel genético.
De esta manera pueden mantenerse en el tiempo y garantizar la supervivencia de la especie. Así, el panda menor alberga una gran cantidad de variaciones genéticas, que pueden estar asociadas a una reciente expansión.
En este sentido, en China, el tamaño de las poblaciones de esta especie en Sichuan es más estable y mucho mayor que las que se encuentra en Yunnan. Por consiguiente, Sichuan podría ser el punto de origen del panda rojo. Cuando esta población creció, pudo haberse extendido hacia Yunnan.
Parailurus anglicus
Los fósiles del Parailurus anglicus se han encontrado en China y en Gran Bretaña. No obstante, años más tarde, en la Formación Pliocene Ringold, en Washington, fue localizado un diente de esta especie ya extinta.
Este primer registro norteamericano presenta características muy similares a los del panda rojo encontrados en Europa. Esto podría indicar la migración de dicha especie hacia América.
Pristinailurus bristoli
En el 2004, fue encontrada una evidencia fósil correspondiente al Pristinailurus bristoli, que vivió en Norteamérica en el Mioceno.
El fósil, conformado por un diente, fue localizado en Sitio de fósiles grises en Tennessee y data de entre 4,5 y 7 millones de años. Dicha especie extinta es considerada como un segundo linaje más primitivo de los ailurinos.
En el 2010 y en el 2012 fueron descubiertos otros fósiles correspondientes al Pristinailurus bristoli, en el mismo sitio donde originalmente apareció el primero. Esto podría sugerir que esta especie desempeñó un importante papel en los ecosistemas de esa época prehistórica.
El panda de Bristol comparte algunas características físicas con el moderno panda menor, como una larga cola, que fue utilizada como contrapeso durante la escalada. Además, ambos tienen amplias patas, con garras semi retráctiles.
Así mismo, las dos especies tienen poderosos músculos en las extremidades delanteras. No obstante, difieren en varios aspectos, como por ejemplo que el Pristinailurus bristoli fue un animal básicamente de comportamientos terrestres.
Simocyon batalleri
El Simocyon batalleri era un pariente del panda menor (Ailurus fulgens) que habitó en España, durante el Mioceno, entre 12 y 9 millones de años atrás.
Este animal tenía el tamaño de un leopardo, se desplazó por el suelo y escaló los árboles hábilmente. También, tenía un pseudo pulgar, como el panda rojo, que le permitió agarrar su alimento y las ramas delgadas.
En la etapa adulta, el panda rojo macho pesa entre 3,7 y 6,2 kilogramos, mientras que la hembra tiene un peso de 3 a 6 kilogramos. En cuanto a su longitud, aproximadamente mide entre 45 y 60 centímetros, con una cola de 30 a 35 centímetros.
El Ailurus fulgens posee pelos protectores ásperos y largos, además de tener una capa interna lanuda, densa y suave. Dicho pelaje funciona como un aislante térmico, en aquellas regiones de temperaturas bajas.
La parte superior del cuerpo es de un tono marrón rojizo, mientras que el vientre es negro. Esta coloración es un camuflaje perfecto dentro del dosel de abetos donde habita. En este, las ramas se encuentran cubiertas de líquenes blancos y de musgos de color pardo rojizo.
En cuanto a su cara, es blanca con dos manchas de color marrón rojizo, que abarcan desde la parte baja de los ojos hasta la esquina de la boca. Los especialistas señalan que, probablemente, dichas marcas ayudan al animal a que los rayos del sol se mantengan fuera de sus ojos.
Las extremidades son negras, con las plantas de las patas cubiertas de un denso pelaje. Con relación a la cola, es larga y espesa, con anillos rojizos más oscuros, que alternan con otros de un tono más claro o incluso blancos.
Esta estructura es utilizada para mantener el equilibrio mientras trepan por los árboles y como abrigo en épocas de frío.
El cráneo del panda rojo es robusto, presenta una cresta sagital y un arco cigomático poco desarrollado. Con relación a la mandíbula, es corta y maciza. Dicha característica es de gran importancia, porque junto a los músculos de la masticación le permite al animal triturar el bambú.
Esta especie tiene una cabeza grande y redonda, con un hocico corto. Las orejas son puntiagudas y erectas. Están cubiertas de un pelaje blanco, con una mancha roja en la parte central.
El panda rojo tiene vibrisas faciales localizadas en la mandíbula, en la boca y en la región submental.
En cuanto a la dentición, presenta adaptaciones que ayudan a masticar el bambú. El panda menor tiene entre 36 a 38 dientes. Los incisivos y caninos tienen las coronas bajas, contrariamente a los molares y a los premolares, que poseen cúspides accesorias.
La extensa superficie del diente de la mejilla contribuye con la molienda del bambú y de los otros materiales vegetales fibrosos.
En las extremidades delanteras, las escápulas tienen una fosa post escapular, donde se origina parte del músculo subescapular. Este se relaciona con la articulación del hombro, que es importante en el retraimiento de la extremidad durante la escalada.
Una característica propia de esta especie es el pseudo pulgar ubicado en cada una de sus patas anteriores. Este sesamoideo radial agrandado incrementa la destreza del animal para agarrar los tallos de bambú. También probablemente esté vinculado al desplazamiento eficiente en las ramas delgadas.
Con relación a los miembros posteriores, son menos especializados que los anteriores. En el fémur, el trocánter mayor, donde se insertan los músculos del glúteo, está desarrollado moderadamente.
El peroné y la tibia están unidos por las articulaciones sinoviales, lo que permite que la pata gire alrededor de su eje. Gracias a esto, el panda menor puede desplazarse en sustratos desiguales y trepar con facilidad los troncos.
El Ailurus fulgens tiene glándulas de olor en el ano y en la parte inferior de las patas, entre las almohadillas. Estas secretan un líquido que el animal utiliza para marcar su territorio.
Los riñones no se encuentran lobulados y el izquierdo es más pequeño que el derecho. El panda menor es propenso a acumular grasa en este órgano. En cuanto a la vejiga urinaria, tiene forma oblonga, y la pared tiene un grosor aproximado de 1,46 milímetros.
En los machos, el pene es corto y mide alrededor de 5 centímetros de longitud. Los testículos tienen un largo de 2 centímetros y aparecen debajo de la piel como dos elevaciones de forma ovalada.
El corazón tiene forma de cono con el extremo redondeado. Su largo es de aproximadamente 5 centímetros de longitud. Generalmente, el pericardio se encuentra cubierto de grasa.
Con relación al bazo, es alargado y está situado a la izquierda del estómago. El timo, un órgano que está relacionado con la producción de los linfocitos, es muy visible. Tiene forma oblonga y mide 1,3 centímetros de grueso y 3,8 centímetros de largo.
La tráquea del panda menor mide alrededor de 11,4 centímetros de longitud y 1,3 centímetros de ancho. Está formada por 38 anillos cartilaginosos que, dorsalmente, están incompletos. Dicho órgano se ramifica en dos bronquios, de corto tamaño, siendo el izquierdo un poco más estrecho y largo que el derecho.
Con relación a los pulmones, el izquierdo tiene dos lóbulos de forma triangular, el caudal y el craneal, mientras que el derecho posee cuatro: craneal, medio, caudal y el accesorio, que tiene forma puntiaguda.
La clasificación taxonómica de Ailurus fulgens ha sido controversial. Inicialmente fue clasificado por Cuvier dentro de la familia Procyonidae, considerándolo pariente del mapache. Posterior a esto, otros especialistas lo ubican dentro de los Ursidae, en el género Ailuropoda y en su propia familia, Ailuridae.
Esta incertidumbre se debe a la dificultad para determinar si algunas características del panda menor son filogenéticamente conservadoras, o podrían derivar y converger con especies que tienen hábitos ecológicos muy parecidos.
Así, las evidencias proporcionadas por los registros fósiles, la corología, la serología, la reproducción y la anatomía indican afinidades con el clado Procyonidae.
No obstante, las especializaciones ecológicas y en el forrajeo y una ubicación geográfica diferente a los prociónidos modernos inclinan la balanza hacia la clasificación en una familia separada, Ailuridae.
En investigaciones recientes, basadas en el ADN molecular, se confirma la categorización del panda menor dentro de su propia familia Ailuridae, formando a la vez parte de la superfamilia Musteloidea.
– Reino Animal.
– Subreino Bilateria.
– Filum Cordado
– Subfilum Vertebrado.
– Superclase Tetrapoda.
– Clase Mamífero.
– Order Carnivora.
– Suborden Caniformia.
– Familia Ailuridae.
– Género Ailurus.
– Especie Ailurus fulgens.
– Ailurus fulgens refulgens.
– Ailurus fulgens fulgens.
El panda menor es endémico del Himalaya, y se extiende desde el este de China hasta el oeste de Nepal. El límite oriental lo forma el conjunto montañoso Qinling, en la provincia de Shaanxi, China.
Dentro del área de distribución se incluye, el sur del Tíbet, en la India, en Assam y Sikkim. También, se encuentra en Bután, al norte de Myanmar, en Birmania y en la zona suroeste de China, en las montañas de Gongshan (Yunnan) y en Hengduan (Sichuan).
La población del panda rojo que habita en la provincia de Sichuan es mucho más grande y estable que la de Yunnan. Esto podría sugerir una expansión de este mamífero hacia el sur, desde Sichuan, durante la época del Holoceno.
El rango en el que se distribuye el Ailurus fulgens podría ser considerado como disjunto, en lugar de continuo. Así, existe una población separada en la meseta de Meghalaya, al noreste de la India.
En cuanto al límite occidental de esta especie, se encuentra al oeste de la reserva de caza de Dhorpatan, en el Parque Nacional de Rara. El panda menor se ha extinguido en las provincias chinas de Gansu, Guizhou, Qinghai y Shaanxi.
La subespecie Ailurus fulgens fulgens vive al noreste de la India, en Nepal, en algunas regiones de China y en Bután. Con relación a la subespecie Ailurus fulgens styani se localiza al norte de Myanmar y en China.
Ailurus fulgens se encuentra básicamente en bosques templados y subtropicales, con la excepción de su hábitat en Meghalaya, donde se localiza en bosques tropicales. La altitud de estas regiones puede ir desde 1500 hasta 4800 metros, con temperaturas anuales entre 10 y 25°C.
Así, prefiere bosques de coníferas montañosos y mixtos, con grandes poblaciones de bambú y de árboles viejos. Además, esta especie está relacionada con los bosques montanos, donde se desarrolla un denso sotobosque de matorrales.
También, vive en bosques caducifolios y siempreverdes, con presencia del bambú, en los géneros Fargesia, Bashania, Yushania, Chimonobambusa, Indocalamus, Qiongzhuea, y Phyllostachys
A pesar de esta diversidad, el panda menor suele alimentarse de una o dos variedades. Así, en las montañas Qionglai, en China, aunque existen Bashania faberi, Yushania brevipaniculata, Fargesia robusta y Phyllostachys nidularia, un porcentaje mayor al 90% de la dieta está formada por hojas de B. faberi.
Una situación parecida ocurre en las montañas Liangshan, en China. En esa región hay Yushania glauca, Qiongzhuea macrophylla, y Chimonobambus pachystachys. No obstante, el Ailurus fulgens se alimenta fundamentalmente de Q. macrophylla.
Variables
Existen algunos factores ecológicamente importantes en los hábitats del panda rojo. Entre estos, se encuentran la necesidad de una alta densidad de bambú y de troncos caídos, arbustos y dosel. También necesita de algunas pendientes levemente pronunciadas y que el área esté cerca de las fuentes de agua.
Cada panda menor suele ocupar una zona que puede variar entre 1 y 10 km2. Probablemente, debido a la abundancia de su fuente alimenticia, los rangos de los hogares entre las especies pudieran superponerse ampliamente.
El panda rojo forma parte del grupo de animales incluidos en el Apéndice I de CITES. Además, la especie está categorizada por la UICN como en peligro de extinción, debido a que su población ha decrecido notablemente.
Durante las últimas dos décadas, la disminución de esta especie está calculada en un 50%. La situación se empeora debido a que, según investigaciones recientes, la tendencia es a que la merma poblacional continúe de manera acelerada.
Fragmentación del hábitat
Algunas de las principales causas de la degradación del hábitat son la tala, la agricultura, el pastoreo de ganado y los urbanismos.
Cuando el hábitat del panda rojo se ve alterado representa un grave problema, ya que estos requieren de ciertas condiciones muy particulares para subsistir. Así, al modificarse algunos de los factores, como la cobertura forestal y las fuentes de agua, el desarrollo de la vida de este animal está en peligro.
Aunado a esto, el bambú no se desarrolla eficientemente en ambientes degradados, lo que empeora aún más la situación. Esta planta es sensible a la deforestación, a la degradación del ambiente, al sobrepastoreo y al fuego.
Así mismo, la reducción de la cubierta de dosel incrementa la acción del viento sobre el bambú. Esto destruye las plántulas de esta especie, impidiendo su reproducción.
La deforestación pudiera inhibir la dispersión de este mamífero, además de exacerbar la división de la población natural. Esto ocasiona una grave fragmentación de los grupos, que puede traer como consecuencia la endogamia y la disminución de la variabilidad genética, producto del aislamiento poblacional.
En cuanto a la tala, los árboles son derribados para ser utilizados como leña o para limpiar el área con fines agrícolas o urbanísticos. La deforestación de la tierra reduce notablemente los cultivos y los refugios de estos animales.
Invasión del ser humano
La invasión del hombre de las tierras donde habita el Ailurus fulgens ocasiona grandes males al ecosistema. Además, los animales domésticos como el perro que acompañan al hombre traen consigo enfermedades virales muy contagiosas, como el moquillo canino. Este padecimiento podría ser contagiado al panda menor y causarle graves consecuencias orgánicas, incluyendo la muerte.
Con relación a las manadas de ganado, pudiera ocurrir una competencia con el panda rojo por las hojas de bambú. Además, estos animales de cría podrían destruir los matorrales por donde transitan, contribuyendo así con la degradación del hábitat.
Caza
Según los estudios realizados, el comercio ilegal y la caza furtiva del panda rojo ha aumentado de manera considerable, lo que trae como consecuencia la disminución de su población. El animal es cazado para comercializar su piel y su carne, además de ser vendido como mascota.
En la región suroeste de China, son altamente cotizadas las espesas colas del Ailurus fulgens, que son utilizadas en sombreros. Así mismo, en ese país, la piel es empleada en algunas ceremonias culturales.
En diversas localidades, durante la ceremonia nupcial, el contrayente puede usar la piel del panda menor. Además, los recién casados suelen usar sombreros elaborados con la cola, ya que son considerados como amuletos para la buena suerte.
La situación de la disminución en el número de animales se ve agravada debido a que la tasa de natalidad del panda menor es baja y a que tiene un alto índice de mortalidad en el medio silvestre.
El impacto de estos factores sobre el Ailurus fulgens varía acorde a la región. Así, en la India, la principal amenaza es la pérdida del hábitat, mientras que en China lo es la caza furtiva.
A pesar de las diversas acciones de protección, el panda menor todavía está sujeto a la matanza ilegal y a la fragmentación y pérdida de su hábitat. El panorama tiende a agravarse, ya que el ser humano continúa invadiendo espacios montañosos para cubrir sus necesidades.
La UICN sugiere cuatro ejes de acciones para la conservación de esta especie. Entre estos se encuentran la protección del hábitat y la reducción de los efectos negativos relacionados con degradación del ambiente. Además, la institución considera necesario mejorar los programas de concientización.
Uno de los aspectos más importante que sugiere dicha organización internacional, es la necesidad de establecer un control efectivo de la caza y de las amenazas del hombre.
Ante la disminución en la naturaleza, la cría, reproducción y mantenimiento de las poblaciones autosostenidas de pandas rojos en los zoológicos ha sido una opción viable.
La protección legal existe en casi todos los países donde habita. Así, en la India, el panda rojo está incluido en la Lista I de la Ley de Protección de la Vida Silvestre. De igual forma se encuentra protegido bajo la legislación de Bután, China, Nepal y Myanmar.
Áreas protegidas
El Ailurus fulgens vive en diversas reservas naturales, donde se encuentra bajo la protección de las autoridades. De esta manera, en China existen alrededor de 35 áreas de resguardo, que cubren casi el 42,4% del área total de su hábitat. La India cuenta con 22 regiones, ubicadas en Bengala occidental, Sikkim y Arunachal Pradesh.
En Nepal, los Parques Nacionales Langtang, Rara y Sagarmatha, entre otros, son zonas donde se encuentran poblaciones protegidas del panda rojo. Con relación a Myanmar, existen el Santuario de Vida Silvestre Hponkanrazi y en el Parque Nacional Hkakaborazi, entre otros.
A pesar de pertenecer al orden Carnivora, el principal alimento del panda menor es el bambú, representando entre el 85 y 95 % de su dieta.
Algunos de los géneros más consumidos son Thamnocalamus, Chimonobambusa, Phyllostachys, Qiongzhuea y Sinarundinaria. A diferencia del panda gigante, que come casi todas las partes del bambú, el panda rojo prefiere los brotes y las puntas de las hojas, quitando los tallos con su boca.
También pueden comer setas, bellotas, pasto, flores, semillas, raíces, frutos y raíces. Ocasionalmente, podrían complementar su dieta con huevos, pequeños vertebrados, aves e insectos.
Para cumplir todas sus funciones orgánicas, esta especie necesita consumir alrededor del 20 al 30% de su peso, lo que equivale aproximadamente a 1 o 2 kilos de hojas y brotes tiernos de bambú al día. Sin embargo, el sistema digestivo del panda rojo puede digerir solamente alrededor del 24% de estos alimentos.
El Ailurus fulgens ha sufrido cambios evolutivos que le permiten adaptarse a su dieta. Estas se deben al bajo valor nutricional del bambú, a su alto contenido de fibras y a que sus paredes celulares están constituidas de celulosa.
Dentro de estas, se incluyen modificaciones a nivel fisiológico, morfológico y de comportamiento. Así, el cráneo y los molares son relativamente grandes, favoreciendo una eficiente masticación de las hojas.
También, este animal puede seleccionar las partes de la planta que le ofrecen mayor cantidad de fibra y proteínas, escogiendo casi exclusivamente las hojas frescas y los brotes.
Unido a esto, el hueso sesamoideo radial o pseudo pulgar, que está alargado, le permite tomar y manipular el alimento. Así mismo, el panda rojo es capaz de disminuir su tasa metabólica, sin necesidad de disminuir su temperatura corporal, ahorrando de esta manera energía.
Estructura
La lengua mide alrededor de 7,6 centímetros de longitud. La mucosa que la cubre en la zona dorsal tiene cinco tipos de papilas: fungiformes, foliares, filiformes, cónicas y circunvaladas. Estas son de pequeño tamaño y de suave textura.
Las glándulas salivales son grandes, y su conducto se abre hacia la boca a nivel del tercer premolar. En cuanto al hígado, tiene cuatro lóbulos: izquierdo, derecho, cuadrado y caudado. El estómago del panda rojo es un órgano que tiene una sola cámara.
Con relación a los intestinos, no existe una diferenciación notable entre el colon y el íleon. Además, este animal carece de ciego.
La digestión
La estructura sencilla que posee el sistema digestivo del panda menor limita el proceso de digestión del bambú, que, entre otras características, es altamente fibroso. En este sentido, las investigaciones indican que los brotes de bambú se digieren más fácilmente que las hojas.
Además, la digestibilidad más alta ocurre durante el otoño y el verano, siendo la más baja en la época de verano. Dichas variaciones están correlacionadas con el contenido nutritivo del bambú en cada una de las estaciones.
El sistema digestivo del Ailurus fulgens procesa de manera ineficiente los componentes de celulosa que conforman la pared celular del bambú. En este sentido, los especialistas indican que la microbiota intestinal desempeña un importante papel en la digestión de los alimentos.
Así, en el panda rojo han sido identificadas diversas cepas bacterianas compatibles con el metabolismo de las moléculas de celulosa. Esto fue corroborado por las investigaciones del análisis filogenético del gen 16S rRNA, que está relacionado con el procesamiento de esta biomolécula orgánica.
Otro aspecto importante de la digestión en el panda menor es que el alimento pasa por el tracto digestivo con bastante rapidez, durando alrededor de 2 a 4 horas. De esta manera, el organismo trata de maximizar el consumo diario de nutrientes.
Los pandas rojos alcanzan la madurez sexual entre los 18 y 20 meses y el primer parto de las hembras suele ocurrir alrededor de los 24 a 26 meses.
El ciclo reproductivo en las hembras incluye una fase de estro, que dura aproximadamente dos semanas, y otra ovárica. Durante el estro ocurren varios cambios fisiológicos, ocasionados por las hormonas. En la etapa ovárica existen dos fases: una folicular que culmina con la ovulación y otra lútea.
Las hembras suelen ser poliovulares, lo que es corroborado por el hecho de que en el 48% de los partos nacen dos cachorros.
Además, el óvulo fertilizado no se implanta de manera directa en la pared del útero, sino que tiene una implementación retrasada. Así, puede permanecer en este por un período de tiempo variable.
En la naturaleza, en pocas ocasiones existe una interacción social entre los pandas menores, excepto para aparearse. Con relación a la reproducción, la época en la que ocurre pudiera variar según el lugar donde habite el Ailurus fulgens.
Así, los que viven en el hemisferio norte suelen unirse de enero a marzo, mientras que los del sur lo hacen de junio a agosto.
El tiempo promedio de la etapa de gestación es de 135 días, pero sin embargo, pudiera variar entre 112 y 158 días. Durante dicha temporada, la hembra adquiere un mayor peso y tamaño. Además, esta puede mostrarse inquieta y aumentar su consuno de alimentos y de agua.
Dos semanas antes del parto la hembra construye el nido. Para esto recolecta hierbas, heno, musgos, ramas y hojas y los lleva hasta una grieta que encuentre en las rocas o el hueco de un árbol. También puede construirlo en los matorrales de bambú o en las raíces de los árboles.
Luego del período de gestación, nacen los cachorros, que pueden ser 1 o dos. El nacimiento suele ocurrir en los últimos días de la primavera, coincidiendo con la aparición de las hojas y brotes de bambú.
El panda rojo es un animal de hábitos crepusculares, estando activo al atardecer o al amanecer. Generalmente, tiene comportamientos solitarios. No obstante, puede viajar en grupos y formar pareja para aparearse.
El macho suele ser territorial, demarcando su espacio con la sustancia de fuerte olor que excretan sus glándulas odoríferas. Esta misma esencia es segregada, al igual que lo hacen las mofetas, cuando tiene miedo como producto de la amenaza de un depredador.
Si esta acción no surte efecto, el panda menor se levanta sobre sus dos patas posteriores y trata de golpear al agresor, utilizando para esto sus patas anteriores.
Esta especie pasa la mayor parte de su tiempo sobre los árboles, comiendo y durmiendo, bajando muy pocas veces al suelo. Sin embargo, el apareamiento suele ocurrir en la tierra.
Para dormir, el Ailurus fulgens se acurruca sobre sus extremidades. Si el clima es frío, para mantener el cuerpo caliente se envuelve en su densa cola. En el caso de que la temperatura baje significativamente, su tasa metabólica disminuye y el panda rojo entra en un estado de latencia.
Después de despertarse, el panda se limpia el pelaje, la espalda y el vientre y luego patrulla su territorio.
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