Política monetaria convencional
Una política monetaria convencional es un tipo de política monetaria llevada a cabo por un banco central que trata de modificar los tipos de interés y las provisiones de liquidez.
Una política monetaria convencional trata, simple y llanamente, de abaratar o encarecer el precio del dinero. La palabra convencional, hace referencia a lo tradicional o a lo habitual. De esto, podemos deducir que una política monetaria convencional ejecuta medidas sencillas.
Un banco central, habitualmente, tiene como objetivo:
- Controlar la inflación
- Reducir el nivel de desempleo
- Aumentar el crecimiento económico
- Mejorar la balanza de pagos
Para conseguir dichos objetivos, utiliza diferentes mecanismos. Desde los más sencillos (política monetaria convencional) hasta los más complejos y agresivos (política monetaria no convencional).
Instrumentos de política monetaria convencional
Los instrumentos o mecanismos de política monetaria convencional, son los primeros en ser utilizados. Es decir, para conseguir sus objetivos, el banco central utiliza estos instrumentos. Los instrumentos de política monetaria convencional son:
Su objetivo es inyectar o drenar liquidez al sistema financiero mediante las operaciones en el mercado secundario. Pretende controlar los tipos de interés, señalizar la política monetaria y administrar la liquidez de los mercados financieros. Constituye el elemento más importante de la política monetaria de un banco central. Además, son las que reflejan el tipo de interés oficial. En este sentido, las herramientas convencionales son:
- Operaciones principales de financiación (OPF): Proporcionan liquidez a corto plazo. Las operaciones tienen vencimiento semanal.
- Operaciones de financiación a más largo plazo (OFPML): Trata gestionar la liquidez a plazos más largos. El vencimiento suele ir desde un mes hasta tres meses.
Dentro de las operaciones de mercado abierto, existen dos tipos de operaciones más. Ahora bien, dada su naturaleza no encajan en la definición de políticas monetarias convencionales.
Facilidades permanentes
Las facilidades permanentes son tipos de interés a muy corto plazo (1 día). A través de ellos, el banco central trata de inyectar o retirar liquidez del sistema. De la misma forma, indican la inclinación de la política monetaria. Las facilidades permanentes son dos:
- Facilidad marginal de crédito: Es el tipo de interés que exige el banco central a otros bancos por prestar dinero a un día.
- Facilidad marginal de depósito: Hace referencia al tipo de interés que ofrece el banco central a otros bancos por el depósito de dinero a un día.
Las facilidades permanentes, están vinculadas a las operaciones principales de financiación. De tal forma que se suma o resta un porcentaje variable a cada uno.
Reservas mínimas
Las reservas mínimas son conocidas como coeficiente de caja, tasa de encaje o encaje bancario. Es el porcentaje de efectivo que un banco debe mantener en función de los depósitos. El objetivo que persiguen es controlar la liquidez a muy corto plazo (1 día). El banco central modifica este coeficiente según quiera aumentar o reducir la liquidez del sistema. Si quiere aumentar la liquidez lo reduce. Así mismo, si quiere drenar liquidez del sistema, lo aumenta.
En definitiva, la política monetaria convencional está compuesta por aquellos instrumentos utilizados habitualmente para el banco central para regular la economía. Los mecanismos no utilizados habitualmente son conocidos como medidas no convencionales.