Extradición
La extradición es un proceso judicial por el cual un Estado entrega a un individuo a otro Estado con el fin de juzgar unos hechos delictivos que tuvieron lugar en el país del que el individuo ha huido.
Es decir, mediante la extradición, un Gobierno entrega a otro a una persona acusada por infringir la ley.
La extradición es un proceso que tiene que ver con el mundo judicial. Se realiza a través de la orden que emite un juez competente para ello. El proceso comienza cuando una persona que debe ser enjuiciada por los tribunales de un país huye del mismo para no ser juzgado. ç
Si la orden de extradición cumple los requisitos establecidos, el país en el que se refugia el prófugo debe entregarlo al país que emite la orden.
Debido a la complejidad del procedimiento, los Estados fijan acuerdos y convenios entre ellos con el fin de establecer en qué casos puede o no realizarse dicha extradición. Esto también ayuda a facilitarla si fuera pertinente.
Tipos de extradición
Se reconocen dos grandes tipos de extradición, la activa y la pasiva:
- Extradición activa: Sucede cuando un país solicita a otro la extradición de una persona. El propio código penal del país solicitante regulará en qué casos esta es pertinente.
- Extradición pasiva: Es la otra perspectiva. Ocurre cuando a un Estado se le solicita que extradite a una persona, es decir, entregue a alguien al Estado solicitante. Esta solicitud ha de cumplir numerosos requisitos y seguir un minucioso proceso. Con el fin de determinar si, finalmente, entrega a la persona a la otra jurisdicción.
Como vemos, la diferencia entre ambos supuestos de extradición es la perspectiva. Cuando uno es solicitante, estamos ante su forma activa. Si, por el contrario, somos solicitados, la extradición es pasiva.
Pero ambos tipos comparten la rigurosidad que impone la ley a través de una serie de requisitos que cualquier proceso ha de cumplir.
Excepciones de la extradición
Generalmente, aunque depende del país en concreto, existen dos grandes excepciones a la extradición:
Extradición de nacionales
Cuando una persona comete un delito en otro país, y en el momento en el que se le llama para ser juzgado se encuentra en su país de origen, este suele rechazar la extradición. Esta denegación puede tener diversos motivos.
El primero suele ser la protección del propio nacional, sobre todo, si el país que lo demanda tiene unas condiciones y garantías legales muy dudosas e incluso deficientes. En segundo lugar, la creencia de que el propio Estado puede juzgar a la persona con total capacidad.
Pero todo esto no quiere decir que siempre se juzgue a la persona. Hay casos en el que el delito, por diversos motivos, no llega a ser juzgado por su propio país. Esto sucede en casos en los que el delito no existe en dicho territorio.
Asilo o delitos políticos:
Sucede cuando se reclama a una persona por haber cometido algún delito contra el orden político. Esta extradición suele ser rechazada por no suponer ningún peligro en el país en el que se refugia.
Otra razón para negarse es la inexistencia de ese delito en el país de acogida. Esto lo vemos en el conflicto dictadura – democracia, pues la mayoría de delitos políticos en dictaduras no existen en los países democráticos. El otro motivo que opera en esos casos es la duda sobre el proceso que va a juzgar al demandado. Directamente se duda de la integridad del proceso judicial o del tipo de encarcelamiento que va a sufrir el exiliado.
Existen también otros casos en los que directamente hay países que deciden acoger a quien cometió el delito. Esto ocurre, sobre todo, en periodos de guerra.