Tribunal
El tribunal es aquel lugar donde varios magistrados administran justicia. Esto, desarrollando procedimientos legales que deberían normalmente concluir en la emisión de una decisión o sentencia.
Es decir, un tribunal es el espacio físico donde se da conclusión a un conflicto entre dos partes. Estas pueden ser personas naturales o jurídicas, o incluso el Estado. Así, puede darse que el propio Gobierno, a través de sus representantes (que suelen ser los fiscales) inicie una acusación contra un ciudadano que ha cometido, por ejemplo, un delito muy grave y que se ha hecho público, por lo que el individuo representa una amenaza para la sociedad.
La diferencia con el juzgado es que las personas que se encargan de impartir justicia en el tribunal son jueces con, al menos, varios años de experiencia (tres en el caso de España), que han sido designados para ejercer en un tribunal determinado.
En este sentido, los juzgados están formados por un solo juez o jueza que administra justicia y los tribunales están conformados por varios magistrados (varios jueces con experiencia suficiente para dicho cargo).
No obstante, podemos decir que el tribunal, al igual que el juzgado, es un ente mediante el cual se ejerce el Poder Judicial. Este es uno de los tres poderes del Estado (además del Ejecutivo y Legislativo) y tiene como función, en general, hacer cumplir la ley y mediar en conflictos.
Tipos de tribunal
Los tribunales se pueden clasificar bajo distintos criterios.
Según su forma de constitución, tenemos:
- Ordinarios: Trabajan sobre los asuntos bajo su jurisdicción, cualquiera que sea su naturaleza o sus partícipes.
- Especiales: Son constituidos para tratar temas específicos o la resolución de un caso particular.
- Arbitrales: Son dirigidos no por jueces, sino por árbitros. Estos son individuos a quienes dos partes enfrentadas encargan la resolución de su conflicto. Esto, por mutuo acuerdo de los involucrados, quienes deciden no recurrir al Poder Judicial, sino resolver sus diferencias en el ámbito privado.
Asimismo, de acuerdo a su competencia podemos distinguir:
- De competencia común o mixta: Responden sobre todo tipo de materia. Por ejemplo, derecho corporativo, casos de delitos cometidos por menores de edad, delitos comunes, etc.
- Especiales: Se encargan de temas específicos, excluyendo los demás.
Por otro lado, por su fase de funcionamiento, encontramos:
- De instrucción: Se encarga de los actos preparatorios para un juicio.
- Sentenciador: Dictan sentencia sobre un hecho.
Cabe mencionar que también existen los tribunales de honor, que son aquellos encargados de resolver asuntos disciplinarios dentro de una institución, por ejemplo, el ejército.
Diferencia entre tribunal y juzgado
La diferencia entre tribunal y juzgado es que el primero es una entidad colegiada, conformada por varios jueces, mientras que el segundo puede ser unipersonal.
Asimismo, los tribunales suelen ser instancias de mayor rango que los juzgados. Es decir, tratan asuntos que en ocasiones han sido apelados en instancias inferiores.
Ejemplos de tribunales
Algunos ejemplos de tribunales importantes son:
- Tribunal Constitucional: Es aquel ente encargado de velar por el cumplimiento de la Constitución y es su máximo intérprete. Se trata normalmente del órgano con mayor jerarquía dentro del Poder Judicial.
- Tribunal de Cuentas: Es un órgano de control externo reconocido en la Constitución Española, el cual tiene la función de órgano supremo fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del sector público.
- Tribunal Europeo de los Derechos Humanos: Es una instancia supranacional que busca garantizar el respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos europeos.