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Mariposas

Te explicamos todo sobre las mariposas, su hábitat, alimentación y otras características. Además, su ciclo de vida y diferencias con las polillas.

¿Qué son las mariposas?

Se conoce con el nombre popular de mariposa a las distintas especies existentes de insectos lepidópteros (del griego lepsis, “escamas”, y pteron, “alas”), casi siempre voladores, de los más numerosos entre todos los insectos del planeta. Algunas especies tienen hábitos diurnos y otras nocturnos, pero las nocturnas son la mayoría (y las menos populares). Existen alrededor de 165.000 especies diferentes de mariposas, clasificadas en 127 familias.

Las mariposas han llamado la atención de los seres humanos desde la antigüedad. En parte esto se debe a los asombrosos colores y patrones de las alas de las diurnas, y su atracción por las flores. Además, sus larvas, llamadas orugas, proveen de alimento a numerosas especies de seres vivos en la naturaleza.

Por otro lado, también presenta un misterio ya que en su ciclo de vida la metamorfosis juega un rol central. Quizás por eso, las culturas antiguas les reservaron un lugar importante en su imaginario y su mitología.

En las diversas tradiciones, la mariposa suele representar la belleza, la pureza o la armonía, pero también el cambio, la transición de algo imperfecto y temporal, hacia algo maravilloso y eterno. Muchas religiones vieron en el destino de las mariposas un equivalente al destino del alma humana. Tanto así que los antiguos griegos llamaban a la mariposa psyché, término también empleado para el alma y para la conciencia.

Sin embargo, la diversidad de nombres que reciben las mariposas en Occidente es enorme, y no parece haber demasiada relación entre ellos. Su nombre en español proviene de la unión de María, por la virgen católica, y el verbo posar, probablemente fruto de alguna canción infantil o religiosa de antaño.

Pero en inglés se las llama butterfly, en alemán schmetterling, en portugués borboleta, en francés papillon y en italiano farfalla. Eso por no hablar de los nombres específicos de cada especie.

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Características de las mariposas

A grandes rasgos, podemos caracterizar las mariposas de la siguiente manera:

  • Son artrópodos e insectos. Es decir, poseen un cuerpo segmentado y provisto de miembros articulados, con un exoesqueleto de quitina que lo recubre. Además, al ser insectos, poseen tres pares de patas, un par de antenas y dos pares de alas membranosas, que en el caso de las mariposas están cubiertas de escamas coloreadas.
  • Hábitos diurnos y nocturnos. Las mariposas son animales voladores, que en su mayoría se muestran activos durante la noche. Sin embargo, conocemos mucho mejor a las especies diurnas (propiamente mariposas), que a las nocturnas (llamadas polillas).
  • Ciclo de vida complejo. Antes de alcanzar la adultez, las mariposas deben nacer de un huevo en forma de larva u oruga, alimentarse tenazmente hasta reunir los suficientes nutrientes y, al cabo de algunas semanas, tejer un capullo o pupa, dentro del cual se producirá la metamorfosis. Finalmente, el imago o adulto volador emergerá del capullo.
  • Animales migratorios. Muchas especies de mariposas recorren cientos de kilómetros en sus viajes de una geografía a otra, de acuerdo a las tendencias climáticas, para reproducirse y desovar. Algunas de ellas están entre las especies animales que más distancia recorren en estos viajes, yendo de un continente a otro.
  • Coloración de las alas. Las alas de las especies diurnas poseen colores muy vistosos, con patrones específicos, a menudo diseñados como método de camuflaje, con ojos falsos (para imitar a un depredador), o colores semejantes a los de otros insectos venenosos. Estos colores también les sirven para señalizarse unas a otras o para el cortejo.
  • Reproducción sexual y ovípara. Las mariposas adultas, como todos los insectos, son seres sexuados (hembras y machos) y se reproducen a través de la puesta de huevos, de los que emergen las larvas cuando están totalmente formadas.

Tipos de mariposas

Las mariposas pueden clasificarse entre diurnas y nocturnas, o acudiendo a criterios más especializados, se las puede organizar en cuatro subórdenes distintos, que son:

  • Zeuglóptera. En donde se encuentran alrededor de 110 especies de los lepidópteros más primitivos de todos, dotados de mandíbulas en lugar de probóscides, con un tamaño pequeño (5 a 12mm de envergadura).
  • Aglossata. Otro orden de mariposas primitivas dotadas de mandíbulas y palpos labiales largos, poseen una única familia de insectos conocida como Agatiphaga, compuesta a su vez por dos especies de la región del Pacífico sur (Australia y las Islas Salomón). Poseen un metabolismo particularmente bajo y lento, que les permite durante su etapa de oruga sobrevivir a pausas de 12 años de duración.
  • Heterobathmiina. El tercer conjunto de mariposas primitivas, poseen hábitos diurnos a diferencia de las dos anteriores y constituyen todavía un misterio para la zoología, dado que la mayoría de sus especies aún no han sido descritas. Poseen alas de colores metálicos y son típicas del sur de Sudamérica.
  • Glossata. El más grande y más poblado de todos los subórdenes, donde están el 99% de las mariposas actuales, y abarca todas las familias que poseen una probóscide enroscable. Sus principales familias son:
    • Hesperiidae. Compuesta por más de 3.000 especies de mariposas pequeñas, de cabeza grande y tórax ancho, con antenas muy curvadas y separadas en la base.
    • Lycenidae. Compuesta por casi la mitad de las especies de mariposas diurnas (alrededor de 6.000 especies distintas), suelen tener pequeña envergadura y colores brillantes en la cara superior de sus alas.
    • Nymphalidae. Compuesta por mariposas de tamaño mediano a grande, con colores muy brillantes y un par de patas (delanteras) más corto que las demás.
    • Pieridae. Compuesta por miles de especies de mariposas pequeñas de alas blancas o amarillentas, muchas de las cuales depositan larvas peligrosas para los cultivos humanos.
    • Papilionidae. Compuesta por las especies de mariposas más conocidas del mundo, de colores brillantes y hábitos diurnos, dotadas de una prolongación de las alas en la parte inferior, a modo de “colas”.
    • Saturniidae. Compuesta por las especies nocturnas de mariposas de mayor tamaño, muchas de las cuales presentan falsos ojos (ocelos) en sus alas, para despistar a los depredadores.

Hábitat de las mariposas

Las mariposas son animales voladores terrestres, que viven en todas las plataformas continentales, excepto en la Antártida. Suelen preferir los ambientes con mucha vegetación, especialmente las que se alimentan de néctar, dado que allí abundan las flores y las oportunidades alimenticias para las orugas.

La mayor concentración de especies se halla en las selvas tropicales y en los bosques bajos y de piedemonte, aunque se las puede hallar adaptadas a casi todos los hábitats. Existen también especies urbanas, generalmente de polillas, cuya coloración grisácea o marrón se adapta al ambiente contaminado y repleto de concreto.

Alimentación de las mariposas

Durante su época larvaria o de oruga, las mariposas poseen un aparato mandibular que con el que consumen enormes cantidades de materia orgánica vegetal, como hojas, tallos, raíces, frutos, y pueden constituir verdaderas plagas en plantaciones humanas. Dependiendo de la especie, estas orugas pueden incluso ser carnívoras, alimentándose de otros insectos más pequeños.

Las mariposas adultas se alimentan en su mayoría de néctar floral y otras sustancias líquidas que puedan chupar o lamer usando su aparato bucal en forma de probóscide (una suerte de lengua retráctil). Es por ello que frecuentan las flores, llevando a cabo así una importante labor de polinización de las plantas.

Sin embargo, también hay especies dotadas de un sistema masticador que les permite ingerir polen, esporas de hongos y otras sustancias semejantes, o especies parásitas que se alimentan de sangre de animales superiores. Hay incluso especies cuya vida adulta es sumamente breve y centrada frenéticamente en la reproducción, de modo que ni siquiera poseen los medios para alimentarse.

Ciclo de vida de la mariposa

El ciclo de vida de las mariposas implica una metamorfosis completa (o sea, las etapas iniciales no se parecen en nada a las finales) y comprende cuatro etapas distintas, que son:

  • Huevos. Los huevos de las mariposas, como los de otros insectos, son de pequeño tamaño y generalmente son depositados en racimo por la hembra, en una ubicación que varía según la especie. Algunas en plantas, rocas, en el suelo o incluso hay unas pocas especies que deben depositarlos en el agua, pues sus larvas son de vida acuática. Estos huevos eventualmente eclosionan, dejando salir una única oruga de cada uno.
  • Larvas. Llamadas orugas, su función primordial es alimentarse y reunir los suficientes nutrientes para emprender el complejo proceso de metamorfosis que conduce a la adultez. Sus hábitos, morfologías y conductas pueden, sin embargo, variar enormemente con la especie. Algunas orugas son venenosas, otras poseen colores que imitan a los de las venenosas, algunas son voraces devoradoras de plantas y otras pocas prefieren diferentes alimentos.
  • Crisálidas. Eventualmente, las larvas alcanzan el nivel necesario para emprender una etapa de profundos cambios, y para ello eligen una ubicación adecuada, tejen un capullo con materiales segregados por ellas mismas, y se encierran adentro durante la cantidad de tiempo necesaria para transformarse en mariposas adultas. A esta etapa se le conoce también como “pupa”.
  • Imagos. Cuando la metamorfosis está terminada, el insecto adulto emerge de la crisálida rompiendo su corteza y esperando a que sus alas aún húmedas se expandan y sequen lo suficiente para emprender el vuelo. En esta fase de adultez, la mariposa cambiará radicalmente sus hábitos y modos de alimentación, y se dedicará a reproducirse para perpetuar el ciclo.

Más en: Ciclo de vida de la mariposa

Mariposas y polillas

Comúnmente, distinguimos entre las mariposas diurnas y nocturnas, como si fueran especies radicalmente distintas, cuando en realidad no lo son. Para las diurnas reservamos el nombre de mariposas, mientras que a las mariposas nocturnas las llamamos polillas, esfinges o pavones, entre otros.

Si bien existen numerosísimas especies que varían en coloración, formas y hábitos, las mariposas nocturnas generalmente carecen de colores y patrones vibrantes como las diurnas, y tienden a ser amarronadas y oscuras. Es común que estos insectos se acerquen a las lámparas, atraídos por su brillo que confunden con el de la luna, el cual probablemente usan para orientar su vuelo.

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Referencias