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Gobierno democrático

Te explicamos qué es un gobierno democrático, qué tipos existen y cuáles son sus características. Además, cómo funciona.

¿Qué es un gobierno democrático?

Un gobierno democrático es un modelo de administración del Estado que cumple con los requisitos mínimos para ser considerado democracia. Es decir, cuando el poder político es administrado en base al principio de la soberanía de los pueblos.

En un gobierno democrático, la gente puede decidir cómo quiere ser gobernada, dentro de un marco mínimo de garantías que aseguran la libertad, la igualdad y la justicia.

La democracia es un sistema de gobierno sumamente antiguo, cuyas bases asentaron los griegos durante la época clásica. Reapareció en Occidente tras la caída del Antiguo Régimen y el retorno de la República como modelo de organización del Estado.

En la actualidad, es el método de gobierno mayoritario en el mundo. Sin embargo, no opera siempre de la misma manera en todos los países, ni funciona siempre a la perfección.

De hecho, de las 165 naciones miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el Índice de democracia (Democracy Index, en inglés) elaborado por la Unidad de Inteligencia de The Economist distingue cuatro bloques de países, ordenados de acuerdo a qué tan democrático es su método de gobierno:

  • Democracias plenas (20 países, 12% del total)
  • Democracias imperfectas (55 países, 32,9% del total)
  • Regímenes híbridos (39 países, 23,4% del total)
  • Regímenes autoritarios (53 países, 31,7% del total)

En todo caso, los gobiernos democráticos han traído a sus pueblos algunas de las más florecientes etapas de prosperidad, libertad y adelanto social y cultural. En Occidente son consideradas el mejor método de gobierno posible, y son incentivadas por diversas organizaciones internacionales y regionales.

Ver además: Formas de gobierno

Características de un gobierno democrático

Las características mínimas de un gobierno democrático son:

  • Hay un Estado de derecho. Esto significa que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, que se aplica con igualdad de criterios sin discriminar de ninguna manera entre los ciudadanos, siempre guiándose por el contenido expresado en las leyes y en la Constitución Nacional.
  • Hay elecciones confiables. Las autoridades políticas (las del poder ejecutivo y legislativo, generalmente) son elegidas por el pueblo libremente, a través de comicios universales, secretos y legítimos, sin manipulaciones o coerciones del voto de ninguna parte.
  • Hay independencia de poderes. No puede haber una democracia sin poderes públicos independientes que se vigilen entre sí y permitan que el debate político se dé de una manera organizada y saludable, sin que ninguna autoridad estatal se imponga sobre las demás y disponga del Estado a su antojo, como ocurre en las autocracias.
  • Se respetan los derechos humanos universales. El Estado garantiza la defensa y protección de los derechos mínimos inalienables de todo ser humano viviente, como son el derecho a la vida, a la identidad, a la libertad, al trabajo, etc.
  • Se respeta la libertad de expresión. Aunque está incluida en los derechos humanos fundamentales, la colocamos aparte porque la libertad de expresión o de prensa es la que permite que existan medios de comunicación independientes que interpelen al gobierno e informen al público sobre lo que ocurre, libres de censura y de retaliaciones hacia los periodistas.

¿Cómo funciona un gobierno democrático?

Los gobiernos democráticos funcionan en base a la representación y la participación política. La soberanía nacional, o sea, la capacidad de tomar decisiones nacionales fundamentales, reside en las democracias en el total de la población (“el pueblo”).

Las distintas opiniones políticas y tendencias de pensamiento deben poder expresarse y tener lugar de participación en el debate sobre cómo administrar la res pública, es decir, la cosa pública, la república.

Así, los mecanismos de consulta plebiscitaria, electoral o de otra naturaleza son los mecanismos que la democracia emplea para conocer la opinión del soberano y para elegir a los personeros y representantes encargados de ejecutarla. La visión que obtenga mayor respaldo popular, conforme a las leyes electorales del país, se impondrá.

Sin embargo, en las democracias no todo puede someterse a votación: nada que vaya en contra de la democracia misma, o en contra de los derechos fundamentales de nadie, o que vulnere el Estado de derecho, puede someterse a votación. Para garantizar dicho funcionamiento, los poderes públicos gozan de autonomía y autoridad:

  • El poder ejecutivo. Es el que representa la conducción del Estado, y propone el plan de gobierno al país para marchar hacia el bienestar común.
  • El poder legislativo. Es el encargado de redactar, modificar o derogar las leyes, y de supervisar la acción del ejecutivo. Además, suele consistir en un parlamento en el cual tienen voz las distintas fuerzas políticas y partidos políticos que hacen vida en el país.
  • El poder judicial. Es el encargado de interpretar las leyes y vigilar por el cumplimiento de las mismas, así como defender los principios rectores de la Constitución. Son el único poder público no electo por votación, sino por designación del poder legislativo.

Los poderes públicos, de esta manera, están conformados por representantes que poseen un cierto margen de autoridad para decidir en nombre del pueblo. Dependiendo del modelo de democracia, este carácter representativo será mayor o menor, y el pueblo estará más o menos involucrado en la toma final de decisiones sobre la conducción del Estado.

Tipos de democracia

Existen dos tipos de democracia, de acuerdo a su modo de consultar al soberano:

  • La democracia directa o participativa. Semejante a la puesta en práctica en la Atenas de la Antigüedad, es la que prefiere que se haga la consulta directa al pueblo para la toma de decisiones importantes, mediante plebiscitos y referendos, en los que el pueblo mismo, además, se involucre. Así, exige un mayor margen de participación popular y puede llegar a ser más demorado, dado que las consultas constantes consumen tiempo, esfuerzo y recursos.
  • La democracia indirecta o representativa. Es aquella en la que el pueblo elige a sus representantes para que ellos, a su vez, tomen las decisiones políticas en su nombre. O sea, le transfieren parte de su soberanía a estos representantes, actuando así de manera indirecta en la conducción del Estado.

Por otro lado, es posible hablar de democracias parlamentarias, cuando la mayor cuota del poder político recae sobre el legislativo, y democracias presidencialistas cuando la mayor cuota de poder político recae sobre la figura del presidente (el ejecutivo).

Más en: Tipos de democracia

Referencias