Estado de derecho
Te explicamos qué es el Estado de derecho y cuál es su principal objetivo. Además, cómo fue el surgimiento del Estado de derecho.
¿Qué es Estado de derecho?
Un Estado de Derecho es regido por determinadas leyes y organizaciones, basado en una Constitución, siendo la guía de las autoridades en el ámbito jurídico. Todos los ciudadanos bajo este Estado cumplen las normas que exige la Constitución, estando éstas presentadas de forma escrita.
En contraposición a lo que sucede en la mayoría de las dictaduras en las cuales la persona a cargo hace lo que le parece sin reglas ni normas que rijan sus acciones, en un Estado de derecho se fijan límites y reglas que organizan a los ciudadanos otorgando igualdad de derechos. Estas normas jurídicas se establecen de forma escrita en la Constitución, son dadas a conocer públicamente y fueron previamente votadas y aprobadas por representantes de la sociedad.
Un Estado de derecho surge cuando las acciones de los ciudadanos y del Estado se basan en las reglas y las leyes preestablecidas. Es entonces cuando el poder que posee el Estado queda bajo las normas jurídicas establecidas que debe cumplir para tener organización de la sociedad. Utilizando el poder de la Constitución y mediante los distintos órganos de gobierno, se lograr establecer entre los ciudadanos un orden absoluto, además del respeto entre ellos.
Ver también: Derecho público
¿Cómo surgió el concepto Estado de derecho?
La doctrina de origen alemán del Rechtsstaat es la originaria del concepto «Estado de derecho». El libro ‘Die deutsche Polizeiwissenschaft nach den Grundsätzen des Rechtsstaates’ (en español ‘La ciencia de política alemana en conformidad con los principios de los Estados de derecho’), fue le primero que hizo uso del término como Estado de derecho, más allá de que muchos escritores alemanes afirman que el término fue utilizado por primera vez en el libro de Immanuel Kant.
El término Estado de derecho nació como contestación a la forma de Estado absolutista, el cual se caracterizaba por reprimir a los ciudadanos el derecho a la libertad, concentrar todo el poder y la mala organización y falta de responsabilidad de los titulares del mismo. Estado de derecho hace referencia a una Constitución jurídica moderna.
En 1832, Robert Southey, un exitoso poeta de origen inglés, utilizó por primera vez el término constitucionalismo, siendo adoptado y usado más regularmente como expresión jurídica en los últimos años. Este constitucionalismo, según lo que se tiene entendido, tiene dos elementos principales, que fueron entendidos como lo mismo que Estado de derecho durante varios años. Uno de ellos es la división de las funciones con relación al uso del poder, y el otro, es la gran importancia de la Constitución.
En 1791, la Constitución de Francia adicionó un artículo, el cual se convirtió en la base de todo constitucionalismo libre. Este artículo establecía que si los derechos establecidos no se cumplían ni se hacían regir en las sociedades, y además no se dividía el poder del Estado, la sociedad no poseía Constitución.
En contraposición al Estado de derecho, en el siglo XX surgió el totalitarismo. El Estado de derecho tiene como fin impedir por ley o mandato el control y la expansión total del Estado (según Zippelius). El totalitarismo, en cambio, está caracterizado por la veda de las libertades, ya sean públicas o personales, incluyendo el impedimento de las divisiones del poder del Estado y la participación de órganos que lleven a cabo dichas tareas del Estado. También, el totalitarismo prohíbe la deliberación por parte de los representantes y las libertades de expresión. Más allá de todas estas prohibiciones e impedimentos, el totalitarismo intentó imponerse de forma legítima mediante diversas herramientas jurídicas.
El fascismo, el socialismo nacional y el falangismo, buscaron ser representados a través de un conjunto de normas que al fin y al cabo no llegó a formar un sistema formal. No es este el caso del comunismo y del corporativismo, ya que éstos últimos han desarrollado un sistema completa y formalmente constitucional.
El dictador Hitler estuvo gobernando con el apoyo de la Ley de Autorización de 1933, la que le permitía ejercer bajo su voluntad. Bajo esta ley, Hitler estableció como ley varias normas racistas, como la de Nuremberg en el año 1935.
En 1848 permaneció en Italia la vigencia legal del Estatuto Albertino, siendo consolidado el poder de Mussolini por varias normas distintas. En la misma época, se logró la integración del Gran Consejo del Fascismo, cuya máxima contribución a la historia del Estado de derecho fue la Ley Acervo en el año 1923, que postulaba una «cláusula de gobernabilidad». Esto quiere decir que el partido que saliera más beneficiado en las elecciones populares, era el que iba a tener mayoría de representantes en el parlamento. Mussolini fue delegado con varias facultades que le permitían gobernar. Como primera decisión al mando, decidió integrar en el año 1926 el Tribunal Especial para la Defensa del Estado.
Es así que contar con una Constitución (de naturaleza formal) fue considerado un hecho suficiente para llamar a un gobierno un Estado de derecho.