InicioAnimales

Animales aéreos

Te explicamos qué son los animales aéreos y cómo se clasifican. Además, cuáles son sus características y algunos ejemplos.

¿Qué son los animales aéreos?

Los animales aéreos son los que pueden volar o desplazarse por el aire por sus propios medios valiéndose de diferentes adaptaciones corporales, como alas o plumas. Su capacidad de moverse por el aire no significa que su hábitat sea allí, sino que combinan varios territorios para subsistir.

Algunos animales aéreos tienen alas que les permiten desplazarse por el aire y continuar volando por un tiempo prolongado (controlando su dirección, velocidad y altura). Otros, se desplazan por el aire pero con menor control de su vuelo (por lo que no pueden realizar distancias muy grandes). Existen también animales aéreos que pueden planear, a pesar de no tener alas, y lo hacen gracias a la forma anatómica de su cuerpo.

Para algunos animales aéreos, el vuelo es la única forma de movilizarse. Sin embargo, dentro de este grupo también existen distintas especies que tienen la capacidad de volar, pero esa acción está condicionada por la estructura anatómica y por la necesidad de supervivencia de cada especie. Por ejemplo, algunos pueden volar grandes distancias (para migrar y evitar temperaturas muy bajas durante el invierno o para buscar alimento) y otros pueden apenas desplazarse por unos instantes en el aire (para defenderse de sus depredadores o cazar sus presas).

Puede servirte: Reino animal

Tipos de animales aéreos

Los animales aéreos pueden pertenecer a los siguientes grupos:

  • Aves. Son animales vertebrados de sangre caliente, que se caracterizan por ser bípedos, capaces de dar pequeños saltos y, a veces, andar. Las aves tienen un esqueleto ligero, alas y su cuerpo está cubierto de plumas (característica definitoria de las aves) que les brindan protección contra la baja temperatura, el viento, la humedad y el sol intenso. Las adaptaciones corporales que les permiten volar son sus huesos livianos, plumas especializadas (que incrementan la superficie del ala), músculos pectorales muy potentes y sistemas circulatorios y respiratorios que les permiten mantener un elevado metabolismo. Si bien la gran mayoría de las aves tiene la capacidad de volar, existen algunas excepciones, como los pingüinos y las avestruces, que no vuelan.
    Todas las aves son ovíparas, es decir, se reproducen mediante huevos que las hembras ponen y empollan hasta el nacimiento de las crías. Además, todas tienen picos en lugar de boca, y su alimentación es muy variada, dependiendo de la especie.
  • Insectos. Son animales invertebrados, es decir, poseen un exoesqueleto que brinda soporte al organismo. Suelen tener tres pares de patas, dos pares de alas y antenas, que cumplen la función de órgano sensorial principal a través del cual experimentan el tacto, el olfato, la audición y el sentido de orientación. Sus alas están localizadas en el tórax y compuestas por membranas ligeras, aunque en algunos casos presentan colores. Algunos insectos no utilizan sus alas para volar, sino para atraer a la hembra en época de cortejo. También existen otros en los cuales las alas ni siquiera están presentes.
    La reproducción de este grupo es principalmente ovípara y sexual, aunque existen algunos casos de reproducción asexual. En cuanto a su alimentación, pueden alimentarse tanto de vegetales, como de otros insectos más pequeños e incluso de restos y desechos.
  • Mamíferos. El único mamífero capaz de volar es el murciélago o quiróptero, un animal vertebrado, de sangre caliente que dispone de cuatro extremidades. Además, posee una delgada membrana de piel elástica entre sus extremidades, llamada patagio, que le permite sustentarse durante el vuelo y desplazarse por el aire.
    Los murciélagos son vivíparos, por lo que no ponen huevos, sino que sus crías se desarrollan en el vientre de la hembra hasta su nacimiento. En cuanto a su alimentación, se alimentan principalmente de frutas e insectos.
  • Animales planeadores. Es un grupo de animales que, aunque no tienen la capacidad de volar ni realizar desplazamientos controlados, pueden recorrer ciertas distancias cortas, aprovechando las corrientes de aire como medio de transporte. Se caracterizan por ser animales pequeños y ligeros, con poca grasa corporal, y por disponer una extensión de la piel (similar a la de los murciélagos) que utilizan a modo de “paracaídas”. Un ejemplo son las ardillas voladoras, que pueden saltar entre los árboles y planear hasta alcanzar otra planta cercana. También es posible encontrar ejemplos de reptiles planeadores, como algunas especies de lagartos e incluso serpientes.

Características de los animales aéreos

Los animales aéreos se caracterizan principalmente por poder volar usando sus alas, a través del impulso en el aire. Estas alas están cubiertas de plumas en el caso de las aves, y están conformadas por membranas sedosas en el caso de los insectos. También existen también algunos animales que poseen alas y no pueden volar.

Además de las alas, los cuerpos de los animales aéreos tienen otras modificaciones que les permiten volar y desplazarse por el aire. Por ejemplo, las aves cuentan con esqueletos livianos, plumas (que aumentan la superficie de las alas), músculos pectorales fortalecidos y sistemas cardiovasculares que les permiten tener un alto metabolismo (acorde al alto consumo energético durante el vuelo).

El tipo de reproducción en general es ovípara, es decir, mediante huevos que son depositados en el medio externo (como en la tierra, en las alturas de los árboles o a orillas del agua). La excepción la constituyen los murciélagos, que son mamíferos y, por lo tanto, vivíparos. En cuanto a su hábitat, los animales aéreos no habitan exclusivamente en el aire, sino que también viven en la tierra o en el agua. Por eso pueden alimentarse de semillas, frutas, gusanos y carroña, entre otros.

Sigue con: Animales acuáticos

Ejemplos de animales aéreos

Algunos ejemplos de animales aéreos son:

  • El colibrí. También conocido como “picaflor”, es el ave más pequeña del mundo, dentro del grupo de los vertebrados. Sus alas pueden moverse entre veinte y cien veces por segundo y, cuando el macho quiere impresionar a una hembra, puede llegar a batir sus alas hasta doscientas veces por segundo. Es la única especie capaz de volar en todas las direcciones e incluso levitar en el lugar.
  • La cacatúa. Es un ave considerada muy inteligente y que se distingue por su peculiar penacho de plumas amarillas. Presenta una anatomía similar a la del loro, por la forma del pico y de sus patas, pero sus plumas son de color blanco. Habita en Australia, Indonesia, Puerto Rico y Nueva Zelanda. Su tipo de reproducción es monógama, se mantiene en pareja en un mismo nido, por más de cuatro años y le gusta volar en grupo.
  • El águila. Es la mayor ave depredadora que con sus potentes garras y fuertes músculos puede atrapar presas de su mismo peso y emprender vuelo. Puede volar hasta a doscientos kilómetros por hora y, gracias a su excelente visión, puede ver a su presa desde dos mil metros de distancia. Las hembras tienen un tamaño mayor al de los machos, su tipo de reproducción es monógama y se mantienen juntos por varios años.
  • El tucán. Es considerada una especie exótica y se destaca por su pico grueso, largo y colorido, que utiliza para defenderse y para alimentarse de frutas tropicales, insectos, lagartijas y huevos. Es nativo de zonas tropicales de América y se caracteriza por ser sedentario y vivir toda su vida en una misma área, es decir, no es un ave migratoria. Vine en pareja (es monógamo) o en bandadas de unos seis miembros.
  • El flamenco. Es un ave que se distingue por sus largas patas y por su cuello largo y curvo. Habita en zonas tropicales, cerca de aguas saladas. El color de su plumaje varía según la especie, pero predomina el rosado. Se alimenta de algas, larvas, insectos, crustáceos, moluscos y pequeños peces. Es muy sociable y se comunica con su misma especie (especialmente con sus crías) mediante sonidos nasales.
  • La mariquita. Es un insecto del grupo de los artrópodos, de tipo invertebrado, también conocido como “vaquita de San Antonio”. Posee una especie de caparazón que resulta ser, en realidad, un par de gruesas alas de colores brillantes (rojo, naranja o amarillo, con lunares negros) que recubren y protegen sus alas funcionales. Durante el invierno, suele agruparse de a diez o quince individuos para salvaguardarse del frío. Se alimenta de plantas, ácaros, pulgones y cochinillas, entre otros.
  • La hormiga voladora. La hormiga es un insecto muy sociable que suele vivir en comunidades numerosas y organizadas, bajo tierra. Las hormigas voladoras son aquellas que desarrollan alas solo en su temporada reproductiva (acto llamado “vuelo nupcial”). Se alimenta de frutos, plantas, carne podrida y principalmente de un tipo de hongo que crece por medio de las hojas que recolecta.
  • La polilla. Es un insecto invertebrado que posee alas cubiertas de escamas. Pertenece al grupo de “mariposas nocturnas” pero tiene una contextura más pequeña y es menos vistosa que una mariposa. Se caracteriza por atravesar una metamorfosis completa, es decir, que pasa por cuatro estadíos a lo largo de su vida: el de un huevo, el de una larva, el de un capullo y finalmente el de un adulto en forma de polilla (o mariposa nocturna). Durante la adultez, se alimenta del néctar de las flores y vive poco tiempo, apenas unas semanas.

Referencias