Bandera de México: historia y significado
La bandera de México es el símbolo patrio de mayor importancia de esta república americana. Está compuesta de tres franjas verticales de igual tamaño, de colores verde, blanco y rojo. En el centro de la franja blanca se impone el escudo del país, compuesto por un águila sobre un nopal devorando una serpiente.
Los pabellones en la historia de México tienen un origen muy antiguo. Ya existían símbolos en la época prehispánica para identificar al Imperio mexica, pero las banderas convencionales se establecieron con los españoles. No fue hasta la independencia que México conoció banderas propias, que surgieron para identificar a los nuevos ejércitos.
Los primeros símbolos fueron pabellones con la Virgen de Guadalupe. Posteriormente se incorporó la imagen que ha acompañado siempre a la bandera: el águila devorando a la serpiente sobre el nopal. El origen del tricolor habría surgido a través de los ejércitos insurgentes del sur de México y este se consolidó con la bandera del Ejército Trigarante.
Por muchos años, la bandera mexicana no tuvo una normativa clara, lo que dejaron abiertas sus características de uso. El color verde se relaciona con la esperanza, el blanco con la unidad y el rojo con la sangre derramada por México.
Índice del artículo
Historia de la bandera
México tiene una rica historia, que está marcada por sus civilizaciones prehispánicas. Se estima que el territorio está poblado desde hace más de 20 mil años. La evolución fue gradual hasta que la agricultura consolidó a diferentes civilizaciones en varias áreas del actual México. El maíz fue su principal producto desde el milenio V a. C. Aunque no de forma convencional, el uso de banderas ya está desde las civilizaciones indígenas.
– Símbolos prehispánicos
Si bien existieron grandes civilizaciones como los olmecas, toltecas y mayas, los primeros símbolos representativos de un Estado que hoy en día se conocen fueron del Imperio mexica. De hecho, acá también está el origen del escudo de México, con el águila posada sobre el nopal.
Los mexicas se trasladaron desde Aztlán hasta el Valle de México. En ese lugar, para el año 1325 fundaron México-Tenochtitlan. La escogencia del sitio se debió a que el dios Huitzilopochtli les había indicado que la tierra prometida sería un islote donde hubiese un nopal, sobre el que se posase un águila devorando una serpiente.
Fue allí donde se estableció la capital debido a que, según la leyenda, allí se había encontrado lo que el dios prometió.
Topoglifos del Valle de México
Esa imagen representativa del mito fundacional de México es el que hoy existe en el escudo nacional del país, también presente en la bandera. Sin embargo, México-Tenochtitlan mantuvo unos primeros símbolos nacionales. Específicamente, un topoglifo los identificó. Este consistió en un símbolo con un nopal nacido desde la tierra, mostrando sus frutos.
Al norte de México-Tenochtitlan se estableció la ciudad de México-Tlatelolco, también en el Valle de México. Esta fue fundada por otra tribu mexica que se había separado y fundó su propia ciudad en unos islotes al norte. En este caso, su topoglifo mostraba la tierra saliendo a través de un semicírculo.
– Colonización española
El poderío indígena en la región quedó disminuido tras el inicio de la conquista por parte de los españoles. Tenochtitlan cayó en 1521 tras una batalla de tres años contra el poder español. Catorce años después se fundó el Virreinato de Nueva España.
El virreinato rápidamente se convirtió en una de las entidades más importantes del Imperio español. Esto se debió al descubrimiento de yacimientos mineros en las cercanías del Valle de México, así como la facilidad para cultivar los terrenos agrícolas que ya eran usados por las culturas indígenas.
En primer lugar, en las colonias españolas de América se usó la bandera de la Cruz de Borgoña. Esta consistió en un paño blanco sobre el que se impuso una cruz punteada en forma de equis de color rojo. El Imperio español no tenía una bandera oficial, sino que usaba diferentes insignias navales.
Nuevos símbolos borbónicos
El Virreinato de Nueva España mantuvo a la Cruz de Borgoña como enseña distintiva. Sin embargo, para 1701, se creó un nuevo pabellón naval español, con dos versiones: de gala y simplificado. Este cambio se debió a que en España tomó el trono una nueva dinastía: la casa de Borbón, que mantuvo como color dinástico al blanco.
El pabellón naval de gala consistió en un paño blanco ante el que se impusieron las armas reales en el lado izquierdo. Estas estuvieron rodeadas por un toisón y adornadas con cintas de color rojo.
El escudo mantuvo los símbolos de todos los reinos españoles, como Castilla, Aragón, Sicilia, además de los símbolos de la casa de Borbón-Anjou, con la flor de lis.
La versión simplificada de este pabellón solamente dejó las armas de Aragón y Castilla y cambió el color de las cintas a azul.
La llegada al trono del rey Carlos III en 1760 implicó un cambio del pabellón y del escudo. En este caso, las armas de los diferentes reinos borbónicos se concentraron en dos estructuras ovales.
Creación de la bandera española
El color blanco no era exclusivo de España, debido a que la dinastía borbónica también gobernaba en otras regiones de Europa. Además, otros reinos también usaban al color blanco, por lo que se hacía muy complicado que las embarcaciones españolas mantuviesen un pabellón de ese color. Ante eso, el rey Carlos III decidió crear unas nuevas banderas en 1785.
Se presentaron dos diseños: uno para la marina mercante y otro como pabellón de guerra, que acabó convirtiéndose en bandera nacional. Ambos incorporaron los colores amarillo y rojo, que fungieron como útiles por el contraste en el uso de las embarcaciones marinas. Este símbolo incluyó una versión simplificada del escudo en la parte izquierda de la franja amarilla.
Desde 1793, el pabellón de guerra empezó a usarse en puertos españoles e incluso, fue adoptado por las Cortes de Cádiz cuando redactaron la constitución parlamentaria conocida como “La Pepa”, en 1812. Eso también influyó en los últimos años de dominio colonial español en América.
– Independencia de México
Las primeras décadas del siglo XIX marcaron el inicio de los movimientos independentistas en la América hispana, en el marco de la invasión francesa a España. México hizo lo propio en 1810 y uno de sus primeros eventos fue el “Grito de Dolores“. Este movimiento fue encabezado por el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla.
Se considera que la primera bandera mexicana se presentó en el “Grito de Dolores”, pero realmente fue un estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, pintado por Miguel López.
A priori se trataba de una pintura religiosa que formaba parte de la parroquia, pero aún existen dudas sobre la veracidad del paño utilizado, que estaría conservado en el Museo Nacional de Historia tras su captura en la batalla de Aculco.
La bandera de la Virgen de Guadalupe se volvió el símbolo del movimiento independentista incipiente. Se considera que esta bandera también incluyó posteriormente el escudo monárquico español y el de la provincia eclesiástica de Michoacán.
También, habría contenido la expresión ¡Viva la Virgen María Señora de Guadalupe! siendo esta una versión conocida como Blasón de Hidalgo.
Banderas de Allende
La independencia de México se hizo en varias direcciones. Desde 1810, surgió otro símbolo, conocido en la actualidad como banderas gemelas de Allende. Esto se debe a que fueron introducidas por Ignacio Allende, otro de los líderes independentistas que acompañó a Miguel Hidalgo.
La creación de estas banderas se hizo antes del inicio de la guerra. Su composición se dividió en dos banderas cuadradas de igual tamaño, con un marco azul oscuro. La bandera izquierda incluyó un escudo con el águila y el nopal, siendo la primera manifestación de este símbolo.
Bandera cruz
Específicamente, esta parte de la bandera contó con el águila con alas extendidas devorando una serpiente. El animal está posado sobre un nopal de cuatro pencas.
En la parte posterior, en el paisaje se puede dilucidar un cielo azul con montañas, emulando al amanecer. Para la parte superior, preside la figura de San Miguel, que mantiene una cruz en su mano y una balanza en la otra.
Ya en la parte inferior de la bandera izquierda se encuentran dos cañones, un tambor, un arco y balas de cañón. A todo esto, hay que sumarle dos banderas y dos gallardetes. Las banderas mantuvieron la forma de cruz, intercalando los colores granate y blanco.
Por su parte, la bandera de la derecha conservó la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Esto hizo consolidar la imagen de la cruzada religiosa contra los franceses que habían invadido España, así como contra el rey Fernando VII.
Bandera equis
La otra versión de la bandera gemela de Allende mantuvo los mismos símbolos. La única diferencia con el otro fue que las banderas incluidas en la parte derecha contaron con la forma de una equis, en vez de una cruz.
Junta de Zitácuaro
El movimiento independentista siguió mutando de territorio y de líderes. La mayor responsabilidad pasó a estar en manos de Ignacio López Rayón. En 1811 en Zitácuaro, se fundó la Suprema Junta Nacional Americana, también conocida como Suprema Junta Gubernativa de América. Por la localidad donde se fundó, fue conocida como Junta de Zitácuaro.
Esta instancia ya planteó a México como entidad independiente ante la invasión francesa de España. Su funcionamiento se concentró con la identificación de un escudo, que volvió a incluir al águila mexicana.
Sin embargo, a pesar de no estar establecida como bandera oficial, la Junta de Zitácuaro usó banderas. Una de ellas fue una que incluyó la Cruz de Borgoña en azul claro sobre un fondo blanco. Esta se usó durante las reuniones de la junta, así como en los juramentos. Su uso también se debió a la existencia de grupos defensores de Fernando VII en la junta.
Congreso de Anáhuac o Chilpancingo
Posteriormente, la fuerza del movimiento independentista se trasladó al sur, con el sacerdote José María Morelos a la cabeza. Este clérigo comenzó a liderar exitosas batallas con su ejército.
Tras más de un año de victorias, formó el Congreso de Anáhuac, también conocido como Congreso de Chilpancingo en 1813. A él fueron invitados diputados de las provincias mexicanas, que firmaron el Acta de Independencia de la América Septentrional.
De esa forma, se constituyó por vez primera México como país independiente. El marco legal fue la denominada Constitución de Apatzingán. Para 1815, ese congreso emitió dos decretos, en los que ya se denomina al país independizado como México. Ellos establecieron tres banderas para identificar al país: de guerra, parlamentaria y de comercio.
Bandera nacional de guerra
La principal bandera aprobada por el congreso fue la conocida como bandera de guerra. Esta fue un campo cuadriculado con cuadros azules claros y blancos intercalados.
El borde de la bandera fue de color rojo y en la parte central, un óvalo incorporó al gran sello de la nación. Este mantuvo muchas características del de la Junta de Zitácuaro y las banderas de Allende, al tener el águila sobre el nopal y contar con estandartes y armas como cañones.
La bandera de guerra con el tiempo se transformó en una bandera de uso general, y en el símbolo principal de México.
Bandera parlamentaria
El otro símbolo aprobado por el congreso fue conocido como bandera parlamentaria. En este caso se impuso una forma cuadrada, con un borde azul claro. El fondo fue de color blanco y en la parte central se impuso un ramo de oliva acompañado por una corona de laurel. Ambos se conectaron por una espada dispuesta horizontalmente.
Bandera de comercio
Finalmente, el tercer símbolo aprobado por el congreso fue la conocida como bandera de comercio. En este caso, nuevamente se adoptó la forma cuadrada con un marco blanco y un fondo azul claro, sobre el que se impuso una cruz blanca. En la parte superior del asta se incorporó un gallardete horizontal y alargado con los mismos colores que la insignia.
Estas banderas mantuvieron vigencia hasta la derrota de Morelos, en la Batalla de Temalaca. El rey Fernando VII recuperó el trono español y envió tropas a México para aplacar la revolución, que acabaron con el fusilamiento de Morelos en Ecatepec, en diciembre de 1815.
Surgimiento del tricolor
El tricolor mexicano comenzó a surgir en el declive del breve período independentista dominado por Morelos. En ese momento, los primeros tricolores que surgieron vinieron de diferentes ejércitos independentistas. Una de ellas fue la denominada como Bandera Siera, enarbolada por el ejército de Nicolás Bravo.
Este símbolo es el primero conocido con los colores patrios. En la franja central incorporó un símbolo donde combinan un arco y flecha con una espada.
Posteriormente, surgió la conocida como bandera Veterana del Batallón Patria. Estas fuerzas fueron encabezadas por Valeriano Trujillo desde 1810. Para su creación, tomó los tres colores y, en la parte central, incorporó el escudo con el águila sobre el nopal. Esta fue la primera vez que ambos símbolos se presentaron en conjunto en una bandera.
En este caso, el águila estuvo sobre una piedra sobre el Lago de Texcoco. En los lados, se agregaron banderas, y en la parte superior, un sol naciente y un gorro frigio. La presentación de este pabellón solía ser en forma cuadrada.
Ejército Trigarante
Tras la ejecución de Morelos, pocos éxitos tuvieron los ejércitos independentistas. Apenas algunos ejércitos al norte y al sur se mantuvieron en la lucha y el virrey aprobó un indulto para las fuerzas insurgentes que el líder militar, Vicente Guerrero, rechazó con la frase La Patria Es Primero.
La situación cambió también en España, con el trienio liberal que puso fin al absolutismo de la monarquía en 1820. Antes de eso, se había aprobado la Constitución de Cádiz o “La Pepa”, que estableció derechos incipientes de igualdad a ambos lados del océano Atlántico. Los blancos criollos novohispanos se mostraron en contra de estos cambios, por lo que se pusieron del lado de la independencia.
El líder de las insurrecciones fue Agustín de Iturbide. Junto con Vicente Guerrero, promulgó el Plan de Iguala en 1821. Esta acta estableció nuevamente la independencia de México, pero la dejó siendo monarquía, que debía estar encabezada por el rey español Fernando VII o alguien más de su dinastía. El objetivo era mantener la Religión, Independencia y Unión, que se convirtió en el lema del Ejército Trigarante de Agustín de Iturbide.
Bandera Trigarante
El jefe político español en Nueva España, Juan O’Donojú, firmó con Iturbide los Tratados de Córdoba, que fueron una extensión del Plan de Iguala en septiembre de 1821. Estos reconocieron la independencia de México. Sin embargo, el gobierno español rechazó ese acto, aunque no lo combatió en un primer momento.
Las fuerzas lideradas por Iturbide en el Ejército Trigarante ondearon la Bandera Trigarante. Este ejército se unió en la defensa del Plan de Iguala y su bandera fue creada por el propio Iturbide y confeccionada por el sastre José Ocampo.
Su forma era cuadrada y estuvo dividida en tres franjas diagonales del mismo tamaño, de colores blanco, verde y rojo. En cada una de ellas mantuvo una estrella de seis puntas, de los mismos tres colores, pero invertidos.
En el centro, dentro de un óvalo blanco, se agregó una corona imperial con la insignia RELIGIÓN, YNDEPEND, UNIÓN, REGIMIENTO YNFANTERIA.
– Primer Imperio mexicano
Ante la falta de designación de un gobernante español y la inefectiva búsqueda de un príncipe europeo para gobernar México, Agustín de Iturbide asumió la regencia del trono.
El rey español contestó que no asumiría el trono debido a que no reconocía la independencia mexicana. Eso conllevó a que en mayo de 1822 el congreso coronase a Iturbide como emperador, con el título de Agustín I.
La duración del Imperio mexicano fue efímera, de tan solo seis meses. Los problemas económicos fueron graves, y la conspiración de Antonio López de Santa Anna y su antiguo aliado Vicente Guerrero en el Plan de Casa Mata acabó con la efímera monarquía en un movimiento militar, ante lo que Iturbide se tuvo que exiliar. Este movimiento implicó la separación de las provincias centroamericanas.
Bandera del Primer Imperio mexicano
El Imperio mexicano de 1821 estableció una nueva bandera, que conservó el tricolor. Antes de la coronación de Agustín de Iturbide, el Congreso Constituyente del Imperio decretó las características de la bandera y el escudo. Las tres franjas fueron verticales del mismo tamaño. En el centro de la blanca se añadió el escudo.
Nuevamente, el escudo tomó en cuenta al águila que se posa sobre un nopal encima de la laguna. Sin embargo, la mayor diferencia es que este no se encuentra devorando una serpiente. Además, el águila sostuvo una corona imperial.
– Primera República Mexicana
En 1823 la nueva República Mexicana ya era un hecho. Para 1824 y después de un gobierno provisional, el Congreso Constituyente promulgó la nueva constitución republicana.
Desde entonces, se estableció una república federal con capital en la Ciudad de México. Durante todo este período, personajes como Antonio López de Santa Anna fueron determinantes, al ocupar varias veces la presidencia y enfrentar aún a los poderes españoles.
La mayor diatriba de este primer período estuvo entre liberales y conservadores. Los liberales pretendían reformar el estado, pero Santa Anna con su reingreso a la presidencia con apoyo conservador, lo impidió.
Una constitución centralista en 1843 generó la independencia de varios estados por algunos años. La debilidad de este estado favoreció una invasión estadounidense entre 1846 y 1848.
El conflicto acabó por despojar a México de más de la mitad de su territorio. Mientras se desarrollaba, los liberales tomaron el poder y rehabilitaron la constitución de 1824, que estableció una república federal.
Tras la guerra con Estados Unidos, México quedó en una posición de suma debilidad. Santa Anna volvió años después a la presidencia y se proclamó dictador.
Banderas de la Primera República Mexicana
Desde 1823 se aprobó la primera bandera de la República Mexicana. Nuevamente, el esquema de tres franjas verticales se mantuvo, cambiando el escudo. La diferencia consistió en la supresión de la corona imperial y la adición de la serpiente que devora el águila. Además, se añadió un ramo de encina y de laurel sobre ella.
En principio, esta fue la bandera oficial hasta 1879, con la salvedad del Segundo Imperio Mexicano. Sin embargo, no hubo un modelo único de bandera, por lo que fue una creación popular bastante plural a lo largo de los años.
Otros de los modelos de bandera se presentaron especialmente tras la invasión estadounidense. Tras la restauración de la república, los liberales usaron una bandera con un águila mirando hacia la izquierda.
En cambio, la bandera que usaron los conservadores mantuvo a la misma águila, pero con un perfil hacia la derecha.
– Segundo Imperio Mexicano
Tras la proclamación de Santa Anna como dictador, los liberales lideraron la Revolución de Ayutla que lo obligó a exiliarse. Ante eso, se crearon las Leyes de Reforma que separaron Estado de Iglesia. Benito Juárez asumió como primer presidente indígena de México y su gobierno enfrentó una guerra con los conservadores, que acabó con la victoria del presidente Juárez en 1861.
El gobierno de Benito Juárez asumió la suspensión de pagos de su deuda externa ante la imposibilidad de pago. Eso generó una presión por parte de Francia, España e Inglaterra.
El ejército francés, liderado por Napoleón III, comenzó a atacar militarmente a México en 1863. Esa situación motivó el traslado del gobierno mexicano a San Luis Potosí y luego a Paso del Norte, mientras que los franceses tomaron la Ciudad de México.
De esa forma nació el Segundo Imperio Mexicano. Napoleón III quiso reforzar su presencia en México para debilitar a Estados Unidos, que enfrentaba la Guerra de Secesión. Una regencia asumió el gobierno hasta la llegada del emperador Maximiliano de Habsburgo, archiduque de Austria que había aceptado el cargo de emperador que le ofrecieron.
Bandera del Segundo Imperio Mexicano
El Imperio Mexicano dirigido por Maximiliano de Habsburgo solo duró hasta 1867. Finalmente, el emperador fue fusilado y los franceses debieron retirarse. En su mandato, se utilizó una nueva bandera imperial de México. Esta mantuvo las tres franjas verticales, pero cambió el escudo por unas armas reales.
Desde 1863, la Regencia cambió el escudo a uno imperial. En todo caso, este no entró en la bandera hasta la llegada de Maximiliano I, con un decreto en junio de 1864.
Sin embargo, poco más de un año después, en noviembre de 1865, se emitió un nuevo decreto estableciendo varias banderas: pabellón imperial, bandera de guerra, nacional, mercante, de los cuerpos de ejército y gallardete de marina.
La bandera nacional consistió en el mismo pabellón tricolor, pero con el escudo real de Maximiliano I, con bordes dorados, corona y un listón con el lema Equidad en la justicia. Habría que reseñar que esta bandera compartió protagonismo con otras.
El pabellón imperial fue también conocido, aunque solo se usó en presencia de los emperadores. Su diferencia fue que se le añadió el águila imperial dorada en las cuatro esquinas.
– Porfiriato
El final del Imperio mexicano dirigido por Maximiliano de Habsburgo implicó la restauración de la república dirigida por Benito Juárez, que siguió gobernando hasta que murió en 1872. Su gobierno generó divisiones y, en 1871, Juárez debió enfrentar otros candidatos liberales en las elecciones.
Sebastián Lerdo de Tejada asumió la presidencia al morir Juárez, pero al intentar reelegirse, el excandidato Porfirio Díaz lo derrotó en un levantamiento. La sucesión presidencial fue desconocida y Díaz asumió la presidencia, dando inicio al Porfiriato desde 1876.
Hasta 1879 se siguió usando la bandera establecida en 1823 de forma oficial. No obstante, México había vivido medio siglo sin tener una regulación clara de banderas. Porfirio Díaz, tras asumir el poder, intentó normalizar el uso de las banderas y escudos.
La orden del gobierno de Porfirio Díaz consistió en readoptar la bandera de 1823, con ese escudo. Sin embargo, no existía un modelo del escudo de entonces, ante lo que el artista Tomás de la Peña debió crear un nuevo modelo, que fue de tipo afrancesado.
Posteriormente, en 1898 surgió otro diseño, de corte germánico, realizado por Juan de Dios Fernández. El águila se conoció como Águila del Centenario.
– Revolución mexicana
El Porfiriato fue el período de gobierno dirigido por una sola persona más extenso en la historia de México. Porfirio Díaz se reeligió sucesivamente con un régimen autoritario que se mostró abierto al comercio internacional. Su reelección se siguió produciendo hasta 1910, elecciones en las que Díaz había anunciado que no se presentaría.
Pero incumpliendo su palabra, Porfirio se lanzó a la batalla electoral. Francisco Madero, su principal opositor, fue encarcelado y Díaz ganó las elecciones sin resistencia ninguna. Luego, Madero se escapó de la cárcel y desde Estados Unidos proclamó el Plan de San Luis en 1910, dando inicio a la Revolución mexicana. Al año siguiente, y ante la pérdida de poder, Díaz entregó el poder y se exilió.
Madero fue electo presidente en 1911, pero rápidamente se levantaron otros líderes como Emiliano Zapata y Pascual Orozco. En 1913 se produjo un golpe de estado que acabó con el asesinato de Madero y la toma del poder de Victoriano Huerta.
Otros jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Pancho Villa se levantaron contra Huerta, que debió abandonar el poder al año siguiente. Francisco Carvajal asumió la presidencia interina.
Bandera carrancista
El Ejército Constitucionalista de Venustiano Carranza se impuso en el país. En un primer momento, solamente usó las banderas porfiristas, por lo que no se podían distinguir de otras tropas. Ante eso, en 1916 modificó el escudo, incluyendo al que estaba presente en la bandera.
La posición del águila cambió por completo, al ponerse de perfil y dirigir su mirada a la izquierda. Esta posición del águila aún se mantiene. De esta forma, comenzó a unificarse la imagen del escudo.
– Maximato y gobierno de Cárdenas
La Revolución mexicana siguió su curso y la bandera adquirió un poder nacional con la llegada de Carranza al poder en 1917. Los años siguientes siguieron los asesinatos a líderes políticos, como Emiliano Zapata, Pancho Villa o el propio Carranza.
Bajo el mandato de Carranza se aprobó la constitución de 1917, que sigue vigente y consumó demandas sociales durante la Revolución mexicana. En 1924 asumió el poder Plutarco Elías Calles, que fundó el Partido Nacional Revolucionario, primer predecesor del actual PRI. Calles ocupó el cargo de Jefe Máximo de la Revolución Mexicana, por lo que, sin ser presidente, siguió ostentando el poder en un período denominado como Maximato.
El poderío de Calles se mantuvo hasta la elección de Lázaro Cárdenas del Río como presidente en 1934. Cárdenas encabezó un gobierno popular que nacionalizó la industria petrolera, concedió derechos a los trabajadores y reorganizó el Partido Nacional Revolucionario en el Partido de la Revolución mexicana.
En el siguiente sexenio, Miguel Alemán fue electo como el primer presidente civil tras la Revolución. En esta oportunidad, lo hizo en representación del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que aún es uno de los principales partidos políticos en México.
Bandera institucional
Nuevamente la bandera enfrentó dificultades, y desde el gobierno se intentó promoverla con el establecimiento de un Día de la bandera. El símbolo nacional seguía sin proporciones claras y con divergencias en el diseño del escudo.
Desde 1934 se popularizó una bandera donde el águila estaba completamente encerrada en una corona circular de hojas. Otras banderas sustituyeron esta corona de hojas por la inscripción Estados Unidos Mexicanos.
También circuló otra versión con la corona de ambas ramas de hojas en la parte inferior. Su límite llegaba antes de la mitad de la corona. El diseño correspondió a Jorge Enciso, y este con el tiempo se convirtió en el más común.
– Bandera actual
Los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se mantuvieron por muchas más décadas, prácticamente hasta el año 2000. Durante el mandato del presidente Gustavo Díaz Ordaz se realizó el último cambio en la bandera nacional hasta llegar al símbolo que hoy se mantiene. El 23 de diciembre de 1967 se aprobó una ley para regular a los símbolos patrios.
El modelo de escudo de 1934 se mantuvo, aunque incorporó cambios dirigidos por los arquitectos Francisco Eppens y Pedro Moctezuma Díaz. La existencia del escudo significaba que debía añadirse posteriormente a cada cara de la tela donde se confeccionara, para mantener su imagen en ambas caras. No fue hasta 1995 cuando esto cambió, al mostrar las banderas un reverso de su composición original.
Significado de la bandera y escudo
Significado de la bandera
La combinación de colores de la bandera mexicana tuvo un origen inconcluso. Aunque para muchos el origen estuvo en la bandera del Ejército Trigarante de Agustín de Iturbide, las banderas de los ejércitos insurgentes del sur de México, como la Bandera Siera, fueron anteriores. Sin embargo, este origen no se relacionó en ningún momento con los colores de la bandera y su posible significado.
Popularmente, el Ejército Trigarante sí se relacionó con los colores de la bandera y un posible significado. Los objetivos de este ejército eran la conservación de la religión católica, la independencia de México y la unión entre europeos y americanos que garantizaría la felicidad de las gentes de Nueva España.
Por consiguiente, se relaciona el blanco con la religión católica, el rojo con la unión entre ambos continentes y al verde, con la independencia del país. Sin embargo, estos significados nunca fueron oficiales, por lo que surgieron muchos más.
Otros que se popularizaron fueron durante el gobierno liberal y laico de Benito Juárez. En ellos se asumió que el verde representaba la esperanza, el blanco la unidad y el rojo la sangre que derramaron los próceres independentistas por la libertad mexicana.
Significado del escudo
Sin dudas, el escudo de México es el elemento más llamativo de la bandera. La historia que evidencia el escudo mexicano es el mito fundacional de los asentamientos mexicas en el Valle de México, por lo que el escudo es una muestra del origen del país.
Concretamente, la existencia de una “tierra prometida” que fue escogida donde el águila devoró a la serpiente sobre el nopal, algo que dota a México de una categoría mítica.
Referencias
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