Bases biológicas de la conducta: concepto, sistema nervioso, cerebro
¿Qué son las bases biológicas de la conducta?
Las bases biológicas de la conducta se refieren a las células, órganos y sistemas del ser humano que influyen y controlan el comportamiento. Su estudio es la unión entre dos disciplinas encargadas de entender el comportamiento humano: la psicología y la biología.
A pesar de que una parte importante de nuestro comportamiento está determinado por nuestro entorno social, nuestra biología tiene un gran peso sobre quiénes somos y cómo actuamos.
Aunque la relación exacta entre nuestra biología y nuestra conducta aún no está del todo clara, en las últimas décadas se ha avanzado mucho en el estudio de esta disciplina. Entre otros temas, los investigadores se han centrado en comprender mejor el funcionamiento de nuestro sistema nervioso y su relación con nuestros procesos mentales.
De especial importancia es el estudio de nuestro cerebro, una disciplina conocida como neurociencia. Por otra parte, gracias a modelos teóricos como el biopsicosocial, cada vez se pone más énfasis en la relación entre biología, entorno y procesos mentales para explicar el comportamiento humano.
Sistema nervioso
El sistema nervioso es la parte de un organismo encargada de detectar señales procedentes tanto del mundo exterior como del interior del mismo, y de crear y transmitir las respuestas apropiadas a los órganos motores. Se trata de uno de los componentes fundamentales de los organismos animales.
En el caso de los seres humanos, el sistema nervioso es especialmente complejo. Se suele considerar que los órganos encargados de la transmisión de información y la elaboración de respuestas se encuentran organizados en dos grandes grupos:
- El sistema nervioso central, conformado por la médula espinal y el cerebro.
- El sistema nervioso periférico, formado por varios tipos de nervios que transmiten información desde los órganos hasta el cerebro y viceversa.
Ambos subgrupos del sistema nervioso están formados principalmente por neuronas, un tipo de célula especial encargada de transmitir y procesar información.
Sistema nervioso central
La inmensa mayoría de animales multicelulares posee un sistema nervioso central, con la excepción de algunos organismos simples como las esponjas.
Sin embargo, la complejidad del sistema nervioso central difiere enormemente entre especies, pero en casi todas consiste en un cerebro, un cordón nervioso central, y gran cantidad de nervios periféricos que salen de este.
En el caso de los humanos, nuestro cerebro es el más complejo de todo el reino animal. Este órgano se encarga de procesar toda la información proporcionada por los sentidos, que recibe a través de la médula espinal gracias a la acción de los nervios periféricos.
Una vez procesada la información, nuestro cerebro es capaz de elaborar una respuesta apropiada a la situación y transmitirla de nuevo al reto del cuerpo, concretamente a los órganos efectores. Estas respuestas pueden ser elaboradas de forma consciente o inconsciente, en función de en qué parte del cerebro se formen.
Por su parte, la médula espinal se encuentra conformada por un conjunto de nervios protegidos por la columna vertebral.
A través de esta se recoge toda la información proporcionada por los órganos sensoriales y los nervios periféricos, para transmitirse después al cerebro. Más tarde, la médula se encarga de llevar la respuesta a los órganos efectores.
Sistema nervioso periférico
El segundo subconjunto del sistema nervioso está formado por todos los nervios periféricos, que recogen la información de los órganos sensoriales y los transmiten a la médula espinal. Más tarde, también llevan las respuestas desde la médula a los órganos encargados de llevarlas a cabo.
Los nervios encargados de transmitir la información del cerebro a los órganos efectores se llaman “motores” o “eferentes”. Por otro lado, los que transmiten la información sensorial al sistema nervioso central son conocidos como “sensoriales” o “aferentes”.
A su vez, podemos distinguir tres subgrupos dentro del sistema nervioso periférico:
- Sistema nervioso somático, encargado de los movimientos voluntarios.
- Sistema nervioso autónomo, relacionado con las respuestas involuntarias de nuestro cuerpo. Se suele dividir en el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
- Sistema nervioso entérico, localizado enteramente dentro del aparato digestivo y encargado de llevar a cabo correctamente la digestión de los alimentos.
Cerebro
El cerebro es el órgano más importante de todo el sistema nervioso. Se encarga de recibir y procesar toda la información procedente de los sentidos, así como de elaborar las respuestas apropiadas para cada situación. Es también el órgano más complejo de los organismos vertebrados.
El cerebro humano es especialmente poderoso, gracias a sus aproximadamente 33 billones de neuronas y a los billones de sinapsis (conexiones entre neuronas) que alberga.
Este gran número de neuronas y sinapsis nos permite analizar información de manera increíblemente rápida: algunos expertos opinan que podemos procesar cerca de 14 millones de bits por segundo.
Además del procesamiento de la información, la principal función del cerebro es controlar el resto de órganos del cuerpo. Esto se realiza principalmente de dos formas: mediante el control de los músculos (voluntarios e involuntarios), y mediante la secreción de hormonas.
La mayoría de las respuestas de nuestro cuerpo necesitan ser procesadas por el cerebro antes de llevarse a cabo.
El cerebro está dividido en varias partes diferenciadas, pero todas están interconectadas entre sí. Las partes más antiguas del cerebro tienen más peso en nuestro comportamiento que las de aparición más reciente.
Los tres sistemas principales del cerebro son los siguientes:
- Cerebro reptiliano, encargado de nuestros instintos y respuestas automáticas.
- Cerebro límbico, sistema que procesa y genera nuestras emociones.
- Corteza cerebral, encargada del pensamiento lógico y racional y de la aparición de la conciencia.
Cerebro reptiliano
El cerebro reptiliano recibe este nombre porque evolutivamente apareció por primera vez en los reptiles. En nuestro cerebro, este sistema está formado por el tronco del encéfalo y el cerebelo.
El cerebro reptiliano se encarga de todos aquellos comportamientos instintivos que necesitamos para sobrevivir. Entre sus funciones están las de controlar las funciones autónomas como la respiración o el latido del corazón, el equilibrio y los movimientos involuntarios de los músculos.
En esta parte del cerebro están también localizadas las necesidades básicas de los humanos, como la de agua, comida o sexo. Es por eso que estos instintos son los más fuertes que podemos sentir, y dominan por completo a nuestra mente racional en muchas ocasiones.
Cerebro límbico
El cerebro límbico está formado por la amígdala, el hipocampo y el hipotálamo. Este subsistema cerebral apareció por primera vez en los mamíferos y es el encargado de regular las emociones.
La función principal del sistema límbico es clasificar nuestras experiencias en agradables o desagradables, de tal manera que podamos aprender qué nos perjudica y qué nos ayuda. Por ello, también se encarga de la memoria, de tal manera que nuestras experiencias quedan almacenadas en el hipocampo.
En el caso de los humanos, aunque poseemos una serie de emociones básicas, nuestra interpretación de las mismas está mediada por la corteza cerebral. De esta manera, nuestra racionalidad influye en nuestras emociones, y viceversa.
Corteza cerebral
El último subsistema del cerebro se conoce también como neocórtex. Se encarga de las funciones superiores del cerebro, como la racionalidad, la cognición o los movimientos especialmente complejos. A su vez, es la parte que nos otorga la capacidad de pensar y la de ser conscientes de nosotros mismos.
Esta parte del cerebro es la de más reciente aparición, estando presente tan solo en algunas especies de mamíferos superiores como en los delfines o en los chimpancés. Sin embargo, en ninguna especie está tan desarrollada como en los seres humanos.
Vale decir que el neocórtex tiene menos influencia en nuestro comportamiento que los otros dos subsistemas. Algunos experimentos indican que su principal función es la de racionalizar las decisiones que tomamos de forma inconsciente haciendo uso de los cerebros reptiliano y límbico.
Neuronas y transmisión de información
Las neuronas son las células que forman la gran mayoría del sistema nervioso. Se trata de un tipo de célula altamente especializada que recibe, procesa y transmite información mediante impulsos eléctricos y señales químicas. Las neuronas están conectadas entre sí mediante las sinapsis.
Las neuronas se diferencian del resto de células en muchos aspectos, siendo uno de los más importantes el hecho de que no pueden reproducirse.
Hasta muy recientemente se creía que el cerebro de un humano adulto no era capaz de producir nuevas neuronas, aunque los últimos estudios parecen indicar que esto no es cierto.
Existen varios tipos de neuronas con base en la función que realizan:
- Neuronas sensoriales, capaces de detectar un tipo de estímulo.
- Neuronas motoras, que reciben información del cerebro y la médula espinal, causando contracciones musculares y respuestas hormonales.
- Interneuronas, encargadas de conectar neuronas cerebrales o de la médula espinal formando redes neuronales.
Estructura de las neuronas
Las neuronas están formadas principalmente por tres componentes: soma, dendritas, y axón.
- El soma es el cuerpo de la neurona, ocupando el mayor porcentaje del espacio de la célula. En su interior se encuentran los orgánulos que permiten a la neurona realizar su función.
- Las dendritas son pequeñas extensiones que surgen del soma, y que conectan con el axón de otra neurona. A través de estas conexiones, la célula es capaz de recibir información.
- El axón es una prolongación de mayor tamaño de la neurona, a través de la cual es capaz de transmitir información mediante una sinapsis. En los humanos, el axón de una neurona puede llegar a medir hasta un metro de longitud.
Transmisión de información
A través de las sinapsis, las neuronas son capaces de transmitirse información entre sí de forma extremadamente rápida. Este proceso de transmisión de información se produce mediante impulsos eléctricos, que viajan entre las diferentes neuronas a través de la alteración del equilibrio químico neuronal.
Los potenciales eléctricos de las neuronas están controlados por la cantidad de sodio y potasio presentes tanto en su interior como en el exterior; la alteración de estos potenciales son los que provocan la transmisión de información en las sinapsis.
Glándulas exocrinas y endocrinas
El último componente del sistema nervioso humano son las glándulas. Se trata de conjuntos de células cuya función es la de sintetizar sustancias como las hormonas, que más tarde son liberadas en el torrente sanguíneo (glándulas endocrinas) o en partes concretas del cuerpo (glándulas exocrinas).
Glándulas endocrinas
Estas glándulas son las encargadas de producir respuestas hormonales en nuestro organismo. Las hormonas transmiten señales químicas que ayudan a controlar las distintas funciones corporales, trabajando en conjunción con el sistema nervioso central y el periférico.
Las glándulas endocrinas más importantes son la glándula pineal, la pituitaria, el páncreas, los ovarios y testículos, la glándula tiroides y la paratiroides, el hipotálamo y las glándulas adrenales.
Las sustancias que generan son directamente liberadas en el flujo sanguíneo, alterando el funcionamiento de los órganos y produciendo todo tipo de respuestas.
Glándulas exocrinas
El otro tipo de glándulas presentes en el cuerpo humano, las glándulas exocrinas, se diferencian de las primeras en que liberan las sustancias que producen en diferentes conductos del cuerpo humano o en su exterior. Por ejemplo, forman parte de este grupo las glándulas salivares o las sudoríparas.
Existen diferentes clasificaciones para las glándulas exocrinas, aunque la más utilizada es la que las divide en apocrinas, holocrinas y merocrinas.
- Las glándulas apocrinas son aquellas que pierden una parte de sus células cuando producen su secreción. Forman parte de este tipo algunas glándulas como las sudoríparas o las mamarias.
- Las glándulas holocrinas son aquellas cuyas células se desintegran completamente cuando se produce su secreción. Un ejemplo de este tipo de glándula son las sebáceas.
- Las glándulas merocrinas generan sus secreciones mediante un proceso conocido como exocitosis. Forman parte de este grupo las glándulas salivares y las lacrimales.
Clasificación según el tipo de secreción
Otra de las clasificaciones más habituales para las glándulas exocrinas es la que las diferencia en función del tipo de sustancia que liberan. Según esta clasificación, hay tres tipos principales de glándulas exocrinas:
- Glándulas serosas, que producen una secreción acuosa, normalmente rica en proteínas. Un ejemplo de este tipo son las glándulas sudoríparas.
- Glándulas mucosas, encargadas de producir una secreción viscosa y rica en carbohidratos. El principal ejemplo de este tipo de glándula son las células calciformes, encargadas de revestir el aparato digestivo y el respiratorio con una capa mucosa para evitar daños por el contacto con el exterior.
- Glándulas sebáceas, que secretan un líquido graso y rico en sustancias lípidas. Uno de los tipos de glándulas sebáceas son las glándulas de Meibomio, que se encuentran en el interior de los párpados y se encargan de proteger al ojo del exterior.
Referencias
- “Nervous system” en: Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org.
- “Brain” en: Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org.
- “Neuron” en: Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org.
- “Triune Brain” en: Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org.
- “Gland” en: Wikipedia. Recuperado de en.wikipedia.org.