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Elefantes: características, evolución, alimentación, reproducción


Los elefantes (Elephantidae) son mamíferos placentarios caracterizados por su voluminoso cuerpo, su larga trompa y sus grandes orejas. Entre sus representantes está el elefante africano, considerado como el mamífero más grande de la tierra, llegando a pesar hasta ocho toneladas.

Estos animales son sumamente inteligentes, siendo capaces de almacenar sus recuerdos. Las matriarcas los utilizan, entre otras cosas, para guiar a sus crías a pozos de agua que han encontrado en migraciones pasadas.

Fuente: pixabay.com

La trompa o probóscide es un órgano evolutivo importante dentro de los mamíferos. Los elefantes la usan como una mano para recoger objetos del suelo, y para saludar. También funciona como boca, puesto que les permite tomar agua, además de que les permite emitir diferentes sonidos con intención de comunicarse.

Estos animales pueden moverse hacia adelante y hacia atrás, no siéndoles posible galopar o saltar. Cuando se desplazan, pueden hacerlo de dos maneras: caminando y de un modo un poco más rápido de este -al trote-, alcanzando una velocidad máxima de 25 km por hora.

Además de los sentidos del olfato, tacto y oído, estos animales captan por la planta de sus pies las vibraciones del suelo y las traducen en información importante para ellos. Pueden identificar la cercanía de fuentes de agua, gracias a las vibraciones que estas producen en la tierra.

Esto es de suma importancia para los elefantes, debido a que su hábitat natural son áreas secas, donde el preciado líquido y la vegetación, suelen ser escasos.

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Características generales

Tamaño

Los elefantes son unos de los animales vivos más grandes. El elefante africano macho mide 3.20 metros de altura en el hombro, y pesa 6.000 kilogramos. En general, los pertenecientes a la especie asiática son más pequeños. Los machos miden 2 metros de altura en el hombre y alcanzan los 2.700 kilogramos.

En los elefantes existe un dimorfismo con relación al tamaño, ya que los africanos son un 23% más altos que sus hembras, y los asiáticos son aproximadamente 15% más altos que las hembras de su especie.

Orejas

Las orejas tienen una base gruesa, afinándose en las puntas. En toda su amplia superficie tienen numerosos vasos sanguíneos, que contribuyen con la liberación del calor corporal.

Cuando el animal está inmóvil, la sangre que fluye por los capilares libera el exceso de calor. El elefante bate sus orejas para refrescarse y para contribuir con la liberación del calor interno.

Es por esto que la especie africana tiene las orejas de gran tamaño, porque su hábitat natural se caracteriza por tener altas temperaturas.

Piel

La piel es muy dura, con más de 2 cm de grosor en la parte posterior del cuerpo y en la cabeza, adelgazándose un poco alrededor de la boca, la zona anal y siendo mucho más fina en la parte interna de las orejas. Puede tener tonalidades grises, marrones o rojizas.

Colmillos

En los elefantes los colmillos no son los dientes caninos, como en otras especies. En ellos, los segundos incisivos se modifican, dando origen a unos largos y filosos colmillos. Estos tienen una capa delgada de esmalte, que suele desgastarse.

Esta pieza dentaria es utilizada para excavar en búsqueda de agua y raíces, también para mover ramas o árboles que puedan interferir su camino. En las peleas, los usan para atacar a los depredadores y para defender y proteger a sus crías.

Cabeza

El cuello es relativamente corto, brindándole así un mayor soporte a la cabeza. El globo ocular está protegido por una membrana nictitante que lo protege. Su visión está limitada por la ubicación y movilidad limitada que tienen los ojos. Su visión es dicromática.

Bolsa faríngea

Este órgano está localizado en la base de la lengua, hacia su parte trasera y está presente en todos los elefantes. Su función se asocia con el almacenamiento de agua y con la emisión de vocalizaciones. Está formada por músculos voluntarios que convierten la bolsa en una especie de caja de resonancia.

En los días calurosos, los elefantes introducen su trompa en la boca y toman de la bolsa faríngea el agua que ahí se encuentra, para rociarlo posteriormente sobre su cuerpo. De esta manera refrescan su cuerpo, contrarrestando así las altas temperaturas externas.

Patas

Sus patas están adaptadas para soportar el enorme peso del animal. Para lograr esto, las extremidades del elefante están colocadas de una manera más vertical que en el resto de los otros cuadrúpedos. El talón está un poco elevado, teniendo debajo una cuña gruesa protegida por una gruesa piel.

Los pies circulares del elefante tienen almohadillas, que ayudan a distribuir el peso del animal. Además, en algunas especies se observa un sesamoideo, un dedo extra, que también colabora con la repartición equilibrada del peso del animal.

Comportamiento

Social

Los elefantes forman grupos, conformados por las hembras y sus crías. Una de las hembras, con frecuencia la más vieja y con mayor experiencia, es la matriarca. Ella guía al grupo en su alimentación, les enseña a defenderse de los depredadores y a seleccionar el mejor lugar para refugiarse.

Una vez que los jóvenes machos se valen por sí mismos, abandonan la manada y viven solos o en un grupo de machos. Cuando son adultos, visitan las manadas donde hay hembras en etapa reproductiva, solo para reproducirse.

Tras el apareamiento, vuelven a su manada de machos. Sin embargo, no se alejan demasiado de su grupo familiar, que reconocen cuando lo vuelven a encontrar.

La relación entre los miembros de la manada es muy estrecha. Cuando una de las hembras pare una cría, el resto se acerca a “saludarla”, tocándola con su trompa.

Muchos hablan sobre la existencia de los cementerios de elefantes, se desconoce si estos son un mito o una realidad. Lo que sí está reseñado es el respeto de los elefantes hacia los animales muertos, si en sus migraciones se encuentran uno, lo rodean y a veces lo tocan en la frente con su trompa.

Comunicación

Los elefantes producen dos tipos de sonidos, modificando el tamaño de las fosas nasales cuando el aire pasa a través de la trompa. El gruñido y el bufido son algunos de los sonidos bajos, que viajan por el suelo y el aire.

Los sonidos altos serían la trompeta, el ladrido y el llanto. Estos tienen origen en la laringe, e involucran a la bolsa faríngea. Se ha demostrado que estas vocalizaciones les permiten comunicarse a través de largas distancias, algo necesario si se toma en cuenta las grandes extensiones del terreno donde habitan.

Evolución

En la historia de la evolución, se estima que han existido 352 especies diferentes de Proboscideans (orden a la que pertenece la familia de los elefantes), las cuales han habitado todos los continentes, a excepción de la Antártida y Australia. En la actualidad solo dos especies están vivas: los elefantes africanos y los asiáticos.

Ha surgido la hipótesis de que estos animales pudieron desarrollarse en entornos diferentes debido a su capacidad de especializarse en cada hábitat. No obstante, esa ventaja adaptativa no fue del todo favorable, debido a que les impidió sobrevivir ante los cambios radicales que sufrió el ambiente en la Prehistoria.

Los análisis de los huesos, especialmente en el largo de las extremidades, cráneos y dientes, han sido la clave para explicar la tendencia evolutiva de los elefantes. Se pueden distinguir tres radiaciones evolutivas en el orden Proboscidea.

Primera radiación evolutiva

El Eritherium africano y el Phosphatherium, que hicieron vida en el Paleoceno tardío, son considerados los primeros ejemplares de los proboscídeos.

En el Eoceno aparecieron en África los Numidotherium, Moeritherium y Barytherium, animales pequeños que vivían en el agua. Luego surgieron géneros como Phiomia y Palaeomastodon. La diversidad disminuyó en el Oligoceno, siendo el Eritreum melakeghebrekristosi uno de los posibles antepasados de especies posteriores.

Segunda radiación evolutiva

A inicio del Mioceno ocurrió la segunda diversificación, donde aparecieron los deinotheres, los mammutids y los gomphotheres, que pudieron evolucionar del eritreum. Se originó en África, desde donde se extendió a varios continentes. Algunas de las especies de este grupo son los Gomphotherium y el Platybelodon.

Tercera radiación evolutiva

A finales del Mioceno se produjo la tercera radiación de los proboscídeos, lo que condujo a la aparición de los elefantes, que descendieron de los gomphotheres.

Los gomphotheroides africanos dieron origen a Loxodonta, Mammuthus y Elephas. Los Loxodonta permanecieron en África y a finales del Mioceno se bifurcaron. Los Mammuthus y Elephas emigraron a Eurasia, y se subdividieron durante el Plioceno temprano. Las mammutidas continuaron con su evolución, dando origen a nuevas especies, como el mastodonte americano.

Taxonomía

Reino: Animal.

Subreino: Bilateria.

Infrareino: Deuterostomia.

Filum: Cordados.

Subfilo: Vertebrados.

Infrefilum: Gnathostomata.

Clase: Mamífero

Subclase: Theria.

Infraclase: Eutheria.

Orden Proboscidea

Familia Elephantidae

Género Elephas

Este género está representado actualmente por una sola especie, el elefante asiático (Elephas maximus). Este animal tiene una cabeza muy grande, sostenida por un cuello corto. Su trompa es larga y musculosa, en cuyo extremo solo tiene un lóbulo. Sus orejas son pequeñas y de forma redonda.

La espalda es ligeramente arqueada, terminando en una cola con un penacho de pelaje. Su piel es dura y correosa, la cual cubre su cuerpo con forma de barril.

Algunos tienen colmillos, que realmente son incisivos que se han alargado. Estos son más largos en los machos que en las hembras, que frecuentemente carecen de ellos. Tienen cuatro molares de gran tamaño

Sus patas tienen forma de columnas, teniendo 5 dedos en las extremidades delanteras y 4 en las traseras. Su gran peso, alrededor de 5 toneladas, no les impide moverse con cierta agilidad, inclusive en terrenos irregulares. Son buenos nadadores.

Género Loxodonta

Este género incluye al elefante africano de sabana (Loxodonta africana) y el elefante africano de bosque (Loxodonta cyclotis).

Una característica son sus amplias orejas, que le cubren hasta los hombros. Su cabeza es grande, de la cual sale una trompa larga y con músculos muy fuertes. Esta finaliza en dos lóbulos, que utiliza en forma de “mano”. De su mandíbula superior salen dos grandes colmillos que están presentes en ambos sexos.

Sus patas son gruesas, las traseras tienen 3 dedos en forma de pezuña y las delanteras pueden tener 4 o 5 dedos, según sea la especia. Su piel es gruesa y de color gris-pardo.

Alimentación

Los elefantes son animales herbívoros. Los tipos de vegetación que ingieren van a depender de las estaciones y del hábitat. Los que viven rodeados de arbustos, buscan pasto fresco, además de juncos, plantas floreadas, hojas y árboles de mediano tamaño.

Aquellas especies que habitan en bosques, exploran el área en búsqueda de hojas, frutas, semillas, ramas y cortezas de los árboles. Los elefantes asiáticos comen arbustos y árboles durante la sequía y en el invierno su dieta incluye altos volúmenes de pasto.

Motivado por su gran tamaño y porque asimilan rápidamente los nutrientes, un elefante come un promedio de 16 horas diarias, consumiendo alrededor de 80 a 160 kilogramos de alimentos al día. Estos animales toman mucha agua, por lo menos entre 65 y 90 litros diariamente.

Trituran las plantas utilizando los molares que tienen en su mandíbula. Su sistema digestivo está adaptado para procesar los vegetales, cuyas células tienen una membrada difícil de procesar.

Para lograr la digestión, este grupo de mamíferos tienen un sistema de fermentación microbiana que ocurre en el ciego y colon, ubicados en el intestino posterior. Ahí, la celulosa contenida en los vegetales es desintegrada parcialmente, absorbiendo los productos alimenticios resultantes de la fermentación.

Reproducción

Órganos sexuales masculinos

Los testículos están localizados internamente, muy cercanos a los riñones. El pene puede llegar a medir 100 centímetros, cuando está erecto tiene forma de “S”.

Los machos tienen un órgano llamado glándula temporal, situada a ambos lados de la cabeza. Como parte del comportamiento sexual, esta glándula segrega un fluido.

Órganos sexuales femeninos

La hembra tiene un clítoris desarrollado. La vulva está ubicada entre las patas traseras. Las glándulas mamarias ocupan el espacio entre las patas anteriores, lo que pone a la cría cerca del torso de la hembra.

Las hembras también poseen la glándula temporal, que segrega al exterior por una abertura entre el ojo y el oído una sustancia que pudiese estar relacionada con el proceso reproductivo 

Apareamiento y gestación

La hembra decide cuándo ocurrirá el apareamiento, debe sentirse preparada para ello. Cuando llega el momento, la hembra emite sonidos que atraen a los machos, pudiendo llegar varios.

Los machos pelean entre ellos, resultando un ganador. En caso de que la hembra lo acepte, frotará su cuerpo contra el del macho y luego se aparearán. Una vez finalizado el acto, cada uno vuelve a su hábitat. El esperma del elefante debe recorrer 2 metros para llegar al óvulo, mientras que en humanos la distancia es de 76 mm.

Tras aproximadamente 22 meses de gestación, la hembra pare una cría de unos 100 kg, llegando a medir casi un metro de altura. Será amamantada por largo tiempo, en algunos casos hasta que tiene 5 años. Pocos días después de nacer, puede seguir a la manada, momento en el que se reanuda la marcha del grupo.

El must en los elefantes

El must es una etapa propia de los elefantes machos, donde se tornan agresivos. Frecuentemente está acompañado de un incremento en los niveles hormonales del animal, pudiendo ser hasta 60 veces mayor al que tienen en condición normal. Esta etapa puede durar entre 1 día y 4 meses.

Una característica que evidencia el must en los machos es un líquido que corre a un lado de su cara segregado por la glándula temporal. Otras conductas, aparte de la violencia, asociadas con el must pueden ser caminar erguido, con la cabeza muy alta, balancearse y tocar fuertemente el suelo con sus colmillos.

No se tiene certeza si este aumento de las hormonas es causado por el must, o es un factor que hace que este se produzca. Lo cierto es que hasta los elefantes más tranquilos se vuelven agresivos, llegando a atacar inclusive a alguna hembra en celo.

Con frecuencia durante la etapa del must los machos establecen una jerarquía reproductiva diferente a la social.

Anatomía y morfología

Sistema respiratorio

Los pulmones del elefante se encuentran unidos al diafragma, lo que hace que su respiración se realice en la zona del diafragma y no mediante la expansión de la caja torácica, como ocurre en el resto de los mamíferos.

Sistema circulatorio

Su corazón pesa entre 11 y 20 kilogramos. Los ventrículos se separan muy cerca del área superior del corazón. Los vasos sanguíneos, en casi todo el cuerpo del elefante, son anchos y gruesos, lo que les permite soportar la alta presión a la que están sometidos.

Cerebro

El cerebro tiene un peso aproximado de 4 a 5 kilogramos. Este, al igual que el cerebelo, es desarrollado, destacándose el gran tamaño de los lóbulos temporales, que sobresalen hacia los laterales.

Esqueleto

El esqueleto tiene entre 326 y 351 huesos. Los elefantes africanos poseen 21 pares de costillas, mientras que los asiáticos cuentan con uno o dos pares menos. Las vértebras que conforman la columna vertebral están conectadas a través de uniones que limitan la flexibilidad de esta.

El cráneo del elefante es muy resistente, lo que le permite aguantar las fuerzas que genera el apalancamiento de los colmillos y los choques entre las cabezas en momentos de pelea. La parte posterior de esta estructura ósea es aplanada y extendida, creando una especie de arcos que protegen al cerebro.

El cráneo tiene senos paranasales. Estas cavidades reducen notablemente el peso del cráneo, ayudando al mismo tiempo a mantener la fuerza que este posee.

Probóscide (trompa)

La trompa del elefante es un órgano exclusivo de los representantes del orden de los Proboscidea. Se forma por la combinación entre el labio superior y la nariz, encontrándose las fosas nasales en la punta.

Es de gran tamaño, llegando a pesar en un macho adulto alrededor de 130 kilogramos, lo que le permite levantar una carga de aproximadamente 250 kilogramos. A pesar de ser pesado, el elefante puede mover su trompa con versatilidad, gracias a que está formato por fuertes músculos.

La parte superior está cubierta por un músculo importante, encargado de elevar y descender la trompa. La parte interior está formada por una compleja red de músculos.

La sensibilidad de la probóscide es debida a la inervación de dos nervios, cuyas bifurcaciones abarcan todo el órgano, especialmente en la punta.

En esta zona existen proyecciones epiteliales, musculares y nerviosas que le permiten llevar a cabo acciones que implican un dominio de motricidad fina.De esta forma puede recoger un lápiz del suelo, o quitarle la cáscara a frutos secos y comerlos.

Hábitat

Los elefantes forman pequeños grupos, liderados por una hembra, la matriarca. Los machos viven aparte, formando manadas de solteros.

Tanto los elefantes africanos como los asiáticos requieren de extensas tierras para sobrevivir, que deben contar con abundantes fuentes naturales de agua y con vegetación.

La distribución de los elefantes asiáticos ha variado debido, principalmente, a la intervención del hombre. Este ha modificado drásticamente el ambiente al desforestarlo y contaminarlo. Actualmente este grupo se localiza en la India, Bután, Nepal, Sri Lanka, malasia y Tailandia, entre otras regiones.

Estas especies se desarrollan en bosques húmedos tropicales y subtropicales, encontrándose también en bosques secos. Además, se les puede ver en praderas, pastizales y matorrales pantanosos. Durante los meses más calurosos se mantienen cercanos a los reservorios de agua.

Los elefantes africanos están distribuidos al sur del desierto del Sahara, el Congo, Kenia, Zimbabue y Somalia. Viven en bosques tropicales, praderas, valles de ríos, pantanos y sabanas. Habitan en bosques tropicales y subtropicales, al igual que en praderas, pantanos y sabanas.

Migración

Los elefantes migran en búsqueda de alimentos y agua. Para realizar esto, utilizan una herramienta muy valiosa que poseen: su memoria. Esta les permite recordar aquellas localidades en las que consiguen agua y vegetación, para fijarlas en su memoria, sirviéndoles de guía para una próxima migración y para el regreso a casa.

Usualmente las rutas son las mismas cada año, repitiendo patrones muy similares en cada recorrido. Las investigaciones han reflejado que los elefantes se desplazan a otros lugares en dos períodos concretos del año: el verano y el invierno. Esto se asocia a la escasez o abundancia de la comida y del agua.

A medida que comienza la estación seca, el valor nutricional de la vegetación es menor, lo que hace que las hembras se estresen y comiencen a buscar regresar a la región de origen, para alimentarse de las plantas que allí crecieron durante la temporada de lluvia.

Esta migración pueden hacerla en un grupo familiar individual, donde una familia se separa y migra sola, por varios grupos familiares, cuando varios grupos familiares se desplazan juntos, y por migración masiva, en donde toda una manada se une en una ruta migratoria en búsqueda de comida y agua.

Referencias

  1. Jeheskel Shoshani (2018). Elephant. Encyclopedia britannica. Recuperado de britannica.com.
  2. Defenders of wildlife (2018), Elephant. Recuperado de defenders.org.
  3. World Wildlife Fund (2018). Elephant. Recuperado de worldwildlife.org.
  4. World Wildlife Fund (2018). Elephants. Recuperado de wwf.panda.org.
  5. ITIS (2018). Elephantidae. Recuperado de itis.gov.
  6. Eleaid (2018). Elephant Evolution. Recuperado de eleaid.com.
  7. Elephant information repository (2001). Elephants. Recuperado de elephant.elehost.com