Salud Mental

Cómo desarrollar y mejorar la inteligencia: 11 consejos prácticos


Es posible desarrollar y mejorar la inteligencia en niños, adolescentes, adultos y personas mayores. Existen actividades y ejercicios específicos para tal fin. Esto se basa en la neuroplasticidad del cerebro, que permite que un adulto pueda seguir creando conexiones cerebrales que le hagan más inteligente y creativo.

La inteligencia va mucho más allá de la palabra capacidad. Es un concepto donde todavía no logran ponerse de acuerdo los especialistas, y muchos la definen con una variedad de características, como la comprensión, el autoaprendizaje, pensamiento racional y crítico, la autoconciencia, la planificación, y, claro, la capacidad de resolver problemas.

Durante muchos años se ha considerado un dogma la afirmación de que la inteligencia es una característica estática, pero hoy en día sabemos que la inteligencia es maleable (es decir, se puede mejorar y trabajar).

Consejos para desarrollar y mejorar la inteligencia

1. Conócete

¿Con qué tipo de inteligencia te sientes identificado? ¿Cuál/cuáles te gustaría potenciar?

  • Inteligencia lógico-matemática: consiste en las habilidades de detección de patrones, razonamiento deductivo y pensamiento lógico.
  • Inteligencia lingüística: implica poseer facilidad para la expresión oral y escrita. Esta inteligencia incluye la habilidad de manipular el lenguaje de forma efectiva para expresarse retórica o poéticamente.
  • Inteligencia espacial: referida a la habilidad de pensar en tres dimensiones, y las personas pueden crear imágenes mentales para la resolución de problemas espaciales, como interpretar mapas, pintar o dibujar, mirar cuadros o resolver juegos de construcción. 
  • Inteligencia musical: engloba las habilidades de reconocer y componer música.
  • Inteligencia cinético-corporal: consiste en la utilización de las capacidades mentales para coordinar los movimientos corporales y transformar diversos materiales con las manos (manualidades).
  • Inteligencia interpersonal: refleja la comprensión de los sentimientos interpersonales y las intenciones de los demás.
  • Inteligencia intrapersonal: habilidad de entender los sentimientos y motivaciones propias.

Todas las inteligencias anteriormente expuestas han demostrado encontrarse enraizadas en la biología humana como medios de solución de problemas. Además están interrelacionadas entre sí.

Llevémoslo a la práctica

Dedica unos minutos a hacer un esquema que incluya aquellas experiencias de tu vida, hobbies o intereses que podrían estar relacionados con alguna de las categorías de inteligencia anteriores.

Probablemente encajes en varias categorías o incluyas el mismo ítem en distintas categorías; primer paso para darte cuenta de que, en realidad, estas no son independientes entre sí.

2. Trabaja duro

La genialidad es 99% perseverancia” (Thomas Edison).

En su libro Outliers: The Story of Success, Malcolm Gladwell propuso la regla de las 10.000 horas de práctica. Estableció este número de horas como el necesario para alcanzar la maestría en un dominio concreto.

Aunque suene poco realista, el hecho de practicar una destreza te hará desarrollar capacidades de automatización en la resolución de problemas y habilidades de razonamiento que van mucho más allá de la tarea en cuestión.

Es por esto que, por ejemplo, hace falta una computadora de gran potencia en fuerza bruta de cálculo para vencer a un ser humano jugando al ajedrez. Esto ha sido posible en 1996, aunque eso sí, con un ritmo de juego lento.

La mente de un experto no funciona por fuerza bruta, utiliza estrategias que requieren de poco esfuerzo cognitivo y que solo pueden ser adquiridas con el aprendizaje y ejercicio continuo de una habilidad.

Llevémoslo a la práctica

Escoge uno de los hobbies, intereses o experiencias de tu lista. Ahora reflexiona acerca de las actividades que podrías llevar a cabo para explotar todo tu potencial.

Un ejemplo podría ser la lectura. ¿Te gusta leer? ¿Qué tipo de libros?

La lectura te permitirá trabajar varias dimensiones de la inteligencia al mismo tiempo, dependiendo de la temática que elijas. Economizar el tiempo de aprendizaje es también una habilidad englobada en la categoría de inteligencia lógica.

3. Desarrolla la autoeficacia

La autoeficacia hace referencia los juicios autorreferidos de capacidad para realizar una conducta o acción concreta.

Según Albert Bandura, el primer autor que habló de este concepto en 1977, autoeficacia es la capacidad percibida de salir adelante en situaciones específicas, la convicción de que uno puede llevar a cabo exitosamente la conducta necesaria para producir los resultados deseados.

Ha sido demostrado que personas con la misma capacidad objetiva para una tarea presentan rendimientos diferentes en función de que se juzguen capaces o no de llevarla a cabo, siendo este mejor en los primeros.

Sin embargo, en otro estudio se mostró que la autoeficacia en tareas muy complejas no predice rendimientos diferenciales. De esto se concluye que la autoeficacia es de gran ayuda pero, si hablamos de tareas complejas, el entrenamiento y la práctica son la clave.

De nuevo, para practicar de forma constante y no darnos por vencidos a la primera, la autoeficacia te ayudará a desarrollar la motivación interna para alcanzar todo aquello que te propongas.

Llevémoslo a la práctica

A título anecdótico, haremos alusión al poderosísimo papel de la propaganda de autoeficacia en, por ejemplo, la selección española de fútbol.

Todo el mundo aclamó “podemos” y el éxito fue real e indiscutible. Otro ejemplo es el eslogan “Yes, we can” en la propaganda electoral de Obama.

Bandura enumeró las condiciones necesarias para aumentar la autoeficacia:

  1. Exponte a experiencias de éxito fijándote metas alcanzables.
  2. Exponte a modelos apropiados de logro. Con modelos, Bandura se refería a personas que puedan servirnos de referente. Esto es, ejemplos de personas que han logrado aquello que nosotros queremos alcanzar.
  3. Proporciónate persuasión verbal. ¿Cómo? Por ejemplo, recuérdate a ti mismo: “si quiero, puedo”, “no me daré por vencido/a”.
  4. Maneja tu activación fisiológica mediante una dieta apropiada, estrategias para la reducción de estrés y programas de ejercicio que incrementen tu fuerza, vigor y capacidad de afrontamiento.

Las creencias de autoeficacia influyen en los pensamientos, la motivación, el rendimiento y el estado emocional.

4. Ejercita tu mente: el papel de la memoria de trabajo

Diferentes estudios han probado que el entrenamiento en memoria de trabajo contribuye a la mejora de la inteligencia. Además, el investigador Ksenija Jausovec ha podido demostrar en el año 2000 los cambios cerebrales subyacentes a dicha mejoría.

La memoria de trabajo es un constructo teórico relacionado con la psicología cognitiva, que se refiere a las estructuras y procesos usados para el almacenamiento temporal de la información y la manipulación de la misma.

Los resultados del citado estudio y otros coinciden en afirmar que entre inteligencia y actividad cerebral existe una correlación negativa. Esto quiere decir que a mayor inteligencia, menor es la actividad cerebral registrada.

¿Cómo puede ser esto posible?

Una menor actividad cerebral significa menor esfuerzo y menores recursos cognitivos necesarios para realizar una tarea determinada.

Llevémoslo a la práctica

Como Jausovec ha indicado, una de las claves para mejorar tu inteligencia es el entrenamiento en memoria de trabajo.

Actualmente existen numerosas apps y juegos que van dirigidos a ejercitar la memoria de trabajo. Un ejemplo de ello es el popular juego “Brain Training” para Nintendo DS, aunque existen muchas más opciones online gratuitas.

Divertirte a la par de mejorar tu inteligencia es un ingrediente que, sin duda, no puedes pasar por alto.

5. Música para abrir tu mente

Los seres humanos no podemos vivir sin música, algo tiene que nos seduce y atrae. Podemos adoptar dos posturas de cara a la música, escucharla pasivamente o producirla de forma activa tocando algún instrumento.

Ahora bien, ¿sabías que solo hacen falta 20 días de entrenamiento con algún instrumento musical para mejorar tu inteligencia?

Esto es justamente lo que han demostrado Moreno y colaboradores en 2011. Un 90% de las personas que participaron en el estudio mejoraron en diferentes medidas de inteligencia y diversas habilidades cognitivas que nada tenían que ver con la música, después de un entrenamiento musical de tan solo 20 días.

Por si fuera poco, también consiguieron probar una mejoría de la plasticidad cerebral en los participantes.

6. Sé creativo, tu mejor aliado es la innovación

Desde la psicología se defiende que inteligencia y creatividad van de la mano dado que siempre se encuentra correlación entre ambas: los más creativos son más inteligentes y viceversa.

Pero, ¿cuál es la razón de esta correlación?

En 2014, Benedek y colaboradores hallaron la respuesta: la innovación. Estos autores entienden la innovación como renovación, esto es, ser creativo no implica tener ideas increíbles, sino que consiste en aceptar todas tus nuevas ideas sin temor al fracaso.

La innovación de mano del factor apertura de la personalidad, explicaron la mayor parte de la correlación entre creatividad e inteligencia

Llevémoslo a la práctica

Una potente herramienta que podrías implementar es la conocida como “brainstorming”, o tormenta de ideas. Cada vez que quieras realizar una tarea comienza por poner tu mente a crear y plasma en un papel todas aquellas ideas que se te ocurran, por absurdas que te parezcan.

Podrías fijarte un tiempo para hacerlo o simplemente agotar todas tus posibles ideas. Una vez que termines, haz una relectura de tus opciones, seguro que encuentras nuevas relaciones entre ellas y surgen nuevas posibilidades.

Todos somos creativos, lo que nos diferencia son los límites que nos ponemos.

En este artículo aprenderás a ser creativo.

7. Practica el mindfulness

mujer meditando

Según Hurley, prolífico autor e investigador en el campo de la inteligencia, “la habilidad de concentrarte y apagar el mundo es muy importante”.

Este autor propone la meditación en mindfulness para conseguir el estado mental que, según afirma, “permite a los físicos realizar increíbles avances y resolver problemas complejos”.

Llevémoslo a la práctica

El autor propone la siguiente rutina:

Siéntate, relájate y concéntrate en tu respiración. Cuando tus pensamientos comiencen a dispararse, hazlos desaparecer suavemente.

Cuando empieces a recordar aquellas cosas que debes hacer, vuelve a concentrarte en tu respiración. Si haces esto durante 20 minutos al día podrás observar increíbles resultados.

Como nota de humor, añade, “esto tendrá resultados especialmente dramáticos si eres un trabajador de oficina que revisa el Facebook cada 20 minutos”.

8. Expande los límites de tu mente: mens sana in corpore sano

Otro de los consejos de que Hurley describe en su libro Smarter: the new science of building brain power, consiste en ejercitar tu cuerpo de forma progresiva gracias al ejercicio cardiovascular para expandir los límites de tu mente.

La idea es acostumbrar a tu mente a sobrepasar los límites de lo que está acostumbrada a hacer. Así, si siempre haces la misma cantidad y tipo de ejercicio, caerás en el conformismo, el peor enemigo de tu inteligencia y apertura mental.

9. Pregúntate 5 veces “por qué” cada vez que debas resolver un problema

Una tendencia automática del ser humano es preocuparse por los problemas cuando estos surgen (¡o incluso antes!). Sin embargo, como ya habrás podido constatar, preocuparse no es jamás una solución en sí misma sino que conduce a la frustración y al bloqueo mental.

Cada vez que aparezca un problema en tu vida, obliga a tu mente a buscar soluciones de forma efectiva. Pregúntate 5 veces por qué y halla 5 posibles soluciones al problema.

10. Lee muchos libros y artículos

Algunas de las personas más influyentes de la actualidad, como Bill Gates, Elon Musk, Warren Buffett y muchos otros, son grandes lectores, no solo de libros de ficción (novelas), sino también de libros de no ficción: ciencia, tecnología, historia, etc.

Por muy buenos genes que tengas, si no lees no podrás adquirir nuevos conocimientos, relacionar unos con otros y tener nuevas ideas.

11. Prescinde de la tecnología cuando sea posible

Probablemente somos grandes fans de la tecnología y esta nos acompaña en cada segundo de nuestra vida.

La tecnología hace el mundo mucho más fácil y las tareas más sencillas. Sin embargo, ponerla de lado a veces resulta beneficioso para el cerebro. 

Por ejemplo, intenta ir de viaje sin utilizar un GPS (inteligencia espacial) o realiza tus cálculos cotidianos sin recurrir a la calculadora (inteligencia matemática).

Referencias

  1. Brualdy, A.C. Multiple Intelligences: Gardner’s Theory. ERIC Digest. ERIC Resource Center.
  2. Gardner, H. (1983). Frames of Mind: The theory of Multiple Intelligences. New York: Basic Books.
  3. Gladwell, M. (2011). Outliers: The Story of Success. Back Bay Books.
  4. Jausovec, N. (2000). Working memory training: improving intelligence – Changing brain activity. Brain and Cognition 79, 96-106.
  5. Hurley, D. (2014). Smarter: the new science of building brain power.