Thomas Alva Edison: biografía, datos, inventos, premios
Thomas Alva Edison (1847–1931) fue uno de los inventores más famosos, creador del primer laboratorio de investigación industrial y destacó como empresario con una gran visión comercial que le llevó a registrar más de 1000 patentes a su nombre.
Fue uno de los responsables de convertir la electricidad en un fenómeno revolucionario que permeó en la vida cotidiana de las personas con creaciones como el fonógrafo, el kinetoscopio y la distribución que volvió a la luz eléctrica algo común.
Su primera patente fue registrada en 1869. Desde ese momento, su vocación creadora fue indetenible, a pesar de que el invento con el que debutó (el contador eléctrico de votos) no tuvo éxito.
Uno de los proyectos que le dejó mayor ganancia a Edison fue un teleindicador de cotizaciones de bolsa, cuya patente logró vender en 40.000 dólares. A pesar de eso estuvo varias veces al borde de la quiebra.
La genialidad de Edison radicó en su visión para dar una utilidad diaria y conseguir provecho económico a ideas e inventos suyos o preexistentes, pero modificados por él o los empleados a su cargo, como fue el caso del teléfono, la máquina de escribir o la bombilla.
Índice del artículo
- 1 Anécdotas y datos importantes
- 2 Biografía
- 3 Sordera
- 4 Comerciante innato
- 5 La magia del telégrafo
- 6 Newark
- 7 Menlo Park
- 8 Guerra de corrientes
- 9 Segundas nupcias
- 10 Últimos años
- 11 Muerte
- 12 Premios
- 13 Empleados y colaboradores destacados
- 14 Referencias
A pesar de no haber recibido educación formal, Edison siempre fue curioso. Tomó lecciones con su madre, que había sido docente durante un tiempo en su juventud.
En algún punto de su temprana adolescencia comenzó a perder facultades auditivas por lo que se entretenía leyendo la mayor parte del tiempo. A los 15 años obtuvo un empleo como telegrafista. Para 1876 había establecido la primera fábrica de inventos en Menlo Park, Nueva Jersey.
En esos mismos años servía como ingeniero electricista y estaba especializado en los telégrafos. En una de las tantas modificaciones que creó para ese aparato, obtuvo la idea que lo llevó a la fama: el fonógrafo.
Trabajó con hombres como J. P. Morgan y Nikola Tesla, otras mentes que fueron de suma importancia para el desarrollo de las nuevas tecnologías de la época.
Thomas Alva Edison nació en Milan, Ohio, Estados Unidos, el 11 de febrero de 1847. Fue hijo de Samuel Ogden Edison Jr., con Nancy Matthews Elliot. Además de ser el menor, Thomas fue el único de los hijos nacidos en Estados Unidos que sobrevivió la infancia.
El joven Thomas tenía una diferencia de 14 años con su hermana mayor. Tres de sus hermanos mayores habían muerto, de hecho, una de esas muertes se produjo el mismo año del nacimiento del más pequeño de los Edison.
Su padre vivía de la carpintería, pero al igual que la mayoría de los habitantes de Milan no pudo prevenir la importancia del tren en el desarrollo de las ciudades, por lo que un tiempo más tarde la familia cayó en la quiebra.
Los Edison parecían estar condenados a vagar por el mundo sin encontrar la suerte de asentarse en un lugar por mucho tiempo. En esos años decidieron una vez más cambiar su residencia, en ese momento, a Port Huron en Michigan.
El terreno que poseía Samuel Edison en Ohio se depreció, el 80% de la población emigró de Milan y en su nueva residencia los Edison ya no eran propietarios sino arrendatarios.
Samuel Odgen Edison Jr., provenía de una familia que había llegado al nuevo continente desde Holanda y que se estableció originalmente en Nueva Jersey. Entre sus antepasados hubo un percance singular, puesto que padre e hijo se vieron enfrentados en la Guerra de Independencia.
Mientras Thomas Edison se alió con los revolucionarios americanos, su hijo John Edison tomó partido por los leales a la corona británica, lo que provocó que en 1783 el joven buscara refugio en Canadá y se asentara en Nueva Escocia.
De esta rama provenía el padre de Thomas Alva Edison, Samuel Odgen Jr., quien contrajo matrimonio en 1828 con Nancy Matthews Elliot, que era descendiente de escoceses de Nueva Inglaterra.
La vena indomable de los Edison se hizo presente una vez más, cuando Samuel se involucró en la Rebelión de Mackenzie en 1837 y luego tuvo que huir hacia Estados Unidos, donde luego se le unió su familia.
Los padres de Thomas Alva se establecieron en Viena, Ontario, cuando contrajeron nupcias y allí fue donde nacieron sus primeros cuatro hijos:
Marrion Wallace llegó a la familia en 1829, dos años más tarde nació William Pitt y otro par de inviernos después los Edison recibieron a la tercera hija: Harriet Ann. Estos fueron los únicos que sobrevivieron para conocer a su hermano Thomas. También en Canadá nació Carlile Snow en 1836.
En Milan, Ohio, nacieron dos hermanos de nombres Samuel Ogden III y Eliza Smith, quienes no sobrevivieron más de tres años de vida respectivamente. El último miembro del clan Edison fue Thomas Alva, nacido en 1847.
La nueva residencia de los Edison estaba frente a una base militar de Michigan conocida como Fort Gratiot.
La casa de 10 acres era bella y espacios. Allí pasaron los años juveniles de Thomas y en ese espacio desarrolló su interés por los telégrafos, lo que le abrió las puertas a su vida como inventor.
Samuel construyó una torre que tenía un telescopio a modo de observador. Esperaba recibir por los turistas que desearan visitarla un ingreso fijo. Allí Thomas Alva solía jugar y también se desempeñaba como portero de la misma, pero el proyecto fracasó cuando acabó el furor inicial.
Desde entonces, Samuel Edison dejó de ser el proveedor estable de la familia. Nancy debía hacer todo tipo de tareas para colaborar con la economía familiar, especialmente coser y planchar ropa ajena.
Aunque no es la descripción clásica acerca de la familia Edison, en ese momento eran pobres y no podían permitirse muchos lujos.
Pasaron de ser propietarios a inquilinos por la mala fortuna en la elección del lugar en el que se asentaron al llegar a los Estados Unidos de Norteamérica.
Sin embargo, se esperaba que pronto el tren debía culminar su estación en Port Huron y esto debía traer consigo la ola de avances que se había desplegado en otras ciudades, del mismo modo que las oportunidades económicas para los habitantes locales.
Thomas Alva Edison fue educado por su madre, Nancy y eso formó muchas especulaciones. Probablemente se debía a que no contaban con los medios para pagar la matrícula, quizá buscaban mejor calidad o, simplemente, porque el niño no se acostumbraba a las lecciones tradicionales.
Se sabe que asistió durante tres meses a una escuela en Port Huron en 1855. Algunos dan crédito a la anécdota en la que se dice que Edison volvió una tarde sumido en llanto porque su maestro le afirmó que su cerebro no funcionaba bien y que él no servía para nada.
De cualquier modo, la educación del chico pasó a estar a cargo de su madre, quien le dio la instrucción básica al joven Thomas. Aprendió pronto a leer y escribir, aunque no estuvo muy interesado en la aritmética, salvo lo básico.
Madre e hijo compartían un par de horas diarias para trabajar en la formación del niño, incluso en vacaciones. Se piensa que por su temprana sordera fue que Thomas se refugió en los libros y por eso prefería dedicar su tiempo a la lectura.
Escuela de Filosofía Natural de R. G. Parker fue uno de los títulos que generó mayor impacto en el muchacho. Después de leer ese libro quiso averiguar más acerca de las reacciones químicas, que le fascinaban desde muy temprano.
Pasaba largas horas un sótano o bodega que había acondicionado a modo de laboratorio. Además, se gastaba todo el dinero que conseguía en comprar reactivos baratos para poder hacer pequeños experimentos.
Entonces, Edison comenzó a fascinarse por los telégrafos y para la edad de 11 ya había construido su primer prototipo casero de telégrafo, aunque no tenía grandes conocimientos al respecto de su funcionamiento.
Edison entró a la vida comercial con un pequeño proyecto de agricultura que llevó a cabo bajo la supervisión de su madre. Hizo un huerto gracias al que obtuvo unos cientos de dólares al momento de la cosecha de los diferentes vegetales que había sembrado.
Sin embargo, ese trabajo no parecía apropiado para el curioso Edison. En 1859 llegó el ferrocarril a Port Huron, la trayectoria lo conectaría con la terminal en Detroit.
Thomas supo que buscarían a un joven para servir como vendedor de periódicos al que le darían también la oportunidad de vender golosinas. Samuel fue fundamental para que el chico pudiese quedarse con el puesto, ya que su madre se oponía a la idea.
No solo comenzó a colaborar con los gastos del hogar, también podía apartar un extra cada día. Sin embargo, su nuevo puesto lo mantenía muchas horas desocupado en la ciudad.
Luego el encargado del tren dejó que Thomas Edison acondicionara un espacio dentro de uno de los vagones de carga vacíos como un pequeño laboratorio.
Se popularizó una historia en la que se aseguraba que la pérdida auditiva de Thomas Alva Edison se debía a que el conductor del tren se había molestado por un pequeño incendio en el vagón de los químicos del muchacho.
Según esa versión, el joven fue arrojado fuera del tren junto con sus reactivos donde quedó dolorido y sordo. Sin embargo, el mismo Edison desmintió esto: dijo que en un momento, cuando trató de subir con los brazos ocupados, casi cae y el conductor para salvarlo lo tomó por las orejas.
El muchacho sintió un ruido dentro de su oído y a partir de entonces aseguró que no pudo escuchar normalmente nunca más. No resintió en ningún momento al hombre que le haló las orejas por considerar que la acción fue para salvar su vida.
Por otro lado, algunos piensan que la sordera de Edison es producto de haber sufrido de la fiebre escarlata a temprana edad y luego de varias infecciones en el oído medio a la que era propenso de forma congénita (mastoiditis).
Es bien sabido que cerca de 1862 sí hubo un incendio y se deshicieron de los químicos dentro del pequeño laboratorio de Thomas Edison. No obstante, el resto de los elementos permanecieron en su lugar durante un tiempo.
Desde ese incidente Thomas Edison, quien tenía aproximadamente 12 años, perdió la esperanza de reincorporarse a una educación formal. Se volvió retraído y tímido, lo que hizo que pasara mucho más tiempo dedicado a actividades intelectuales en solitario.
Pronto se hizo miembro del Cuarto de Lectura de la Asociación de Jóvenes. Contaba con 15 años cuando pagó una comisión de 2 dólares para obtener su carnet, que lo certificó como el asociado número 33.
Desde entonces, Edison aseguraba que una de las mejores cosas de ser trabajador del tren era que podía escuchar bastante bien sobre el ruido de las máquinas, tanto conversaciones como a sus clientes.
Una de las primeras y geniales ideas de Thomas Alva Edison en su juventud fue la de desarrollar un servicio gratuito mediante el cual los telegrafistas publicaran un boletín con los titulares un rato antes de que el tren arribara a la estación.
Gracias a la expectativa que esto generaba en los usuarios, el muchacho comenzó a vender muchos más periódicos en cada parada. De distribuir cerca de 200 unidades diarias, Edison pasó a vender casi 1000 periódicos en cada jornada.
Con ese sistema, logró amasar un capital importante para la época: cerca de 2.000 dólares. Necesitó de la asistencia de otro trabajador, puesto que Edison ya no se daba abasto para vender todas las unidades.
Entre sus ambiciones juveniles se encontraron convertirse en mecánico de trenes o en telegrafista, una carrera que llamaba poderosamente la atención del más pequeño de los Edison.
Su cercanía con el periodismo lo hizo pensar por un momento en tomar esa actividad como profesión. Tanto así, que invirtió sus ahorros en una vieja imprenta con algunos tipos que le sirvieron para imprimir The Weekly Herald, del que vendía cerca de 400 copias a 8 centavos.
La publicación de Thomas Alva, a pesar de tener muchos errores, estaba bastante bien para un joven sin educación formal.
Cuando Edison contaba con 15 años hubo un evento que cambió el curso de su vida. Se encontraba en la estación de trenes cuando se percató de que un vagón de carga suelto iba dirigido hacia un pequeño niño de tres años que jugaba cerca de las vías.
Thomas corrió a salvar al infante y lo entregó a su padre, que casualmente era J. U. Mackenzie, el jefe de la estación. En agradecimiento le enseñó a Edison el oficio de telegrafista sin costo alguno, porque sabía que ese era uno de los grandes intereses del joven.
Un año más tarde, Edison ya había conseguido una posición en Port Huron como telegrafista, pero su padre no permitió que firmara un contrato como aprendiz puesto que solo le ofrecieron 20 dólares mensuales y Samuel consideraba que su hijo no debía conformarse por menos de 25.
Durante varios años Thomas Edison estuvo recorriendo el territorio nacional gracias a las posiciones que encontró en la búsqueda de mejores condiciones de trabajo. Tomó puestos en diferentes compañías y prefería ejercer en el turno de la noche.
Cuando estuvo en Indianápolis creó su primer invento en 1864, aunque el mismo no fue patentado. Se trataba de una repetidora para que el telegrafista pudiera ajustar la velocidad a la que copiaría el mensaje de acuerdo con su ritmo.
El aparato podía graduarse entre 25 y 50 palabras por minuto. Este revolucionario artefacto solo trajo problemas a Edison puesto que no era legal mantener copias de los mensajes y, finalmente, fue despedido.
Eso no impidió que Edison continuara explotando su ingenio y cuatro años más tarde solicitó su primera patente, cuando contaba con 21 años. Se le adjudicó la misma en 1869 y así obtuvo los derechos de su contador automático de votos que había desarrollado.
Además de contabilizar las opciones de “sí” y “no”, la máquina totalizaba de forma automática los sufragios realizados. Esta idea no fue bien recibida porque podrá dar pie al fraude electoral, gestándose así el primer fracaso de Edison.
Tiempo después dejó de la carrera de telegrafista y se mudó a Nueva York, donde ofrecía sus servicios como ingeniero electricista, para lo que en octubre de 1869 formó una sociedad con Frank L. Pope. Sin embargo, esta unión solo duró un año y tras eso tomaron rutas separadas.
Thomas creó mejoras para la impresora de valores de la bolsa que devinieron en la Edison Universal Stock Printer, patente que logró vender por 40.000 dólares. Con ese dinero fue que pudo establecer su primer taller en Newark, Nueva Jersey.
Allí comenzó a conducir investigaciones para mejorar el rendimiento de algunos artefactos y para crear otros tantos. Trabajó allí entre 1870 y 1876, con cerca de 50 personas a su cargo a quienes sometía, al igual que a sí mismo, a duras condiciones de trabajo.
Por su disciplina logró conseguir cerca de 120 patentes durante este tiempo. Se dice que no dormía por la noche, sino que dividía su descanso en cortos períodos durante el día.
En 1871 Thomas Alva Edison contrajo matrimonio con Mary Stilwell, quien contaba con 16 años. Ese mismo año, la madre del inventor falleció. En 1873 el matrimonio Edison recibió a su primer fruto, una hija llamada Marion Estelle.
Tras lograr negociar algunas patentes, entre las que se encontró la del telégrafo cuádruple (por 10.000 dólares a la Western Union), Edison adquirió un lote y comenzó a construir Menlo Park en Nueva Jersey.
Samuel Edison fue el encargado de supervisar los trabajos tanto de la nueva casa como del taller. Este encargo fue probablemente un intento de Thomas Alva para encontrar una actividad en la que su padre ocupara la mente para superar el duelo de la muerte de su esposa.
En 1876 nació Thomas Alva Jr., el segundo hijo del inventor y el primer varón. Dos años más tarde la pareja tuvo otro niño a quien bautizaron William Leslie, este fue el último hijo que tuvieron Mary y Thomas.
El nuevo hogar de los Edison estuvo listo en 1876, así como el primer laboratorio de investigación tecnológica del mundo. Con la nueva “fábrica de inventos” se dio paso a una era de creaciones que rápidamente cambiaron muchos aspectos de la vida tal como se conocía.
Algunos de los socios al principio de esta aventura científica y comercial de Thomas Edison fueron Charles Batchelor y John Kruesi.
Edison comenzó a experimentar con el teléfono hasta que cerca de 1877 consiguió realizar un avance importante: el micrófono de carbón. Gracias a este artefacto se podía convertir el sonido de la voz en una señal eléctrica a través de las variaciones en la resistencia del carbón.
Esto aumentó la potencia y el alcance que podía conseguir el teléfono y lo convirtió en algo mucho más rentable y comercializable entre la población en general.
Otra de las grandes ideas que alentó este descubrimiento fue una de las más revolucionarias y que además llevó a Edison al punto máximo de su fama y reconocimiento: el fonógrafo.
Con este aparato el inventor intentó hacer un símil de su telégrafo automático. Buscaba que pudiese hacer una copia automática de lo transmitido por el teléfono, puesto este era visto hasta entonces simplemente como un telégrafo que podía reproducir voz.
Al presentarlo al público, la audiencia quedó maravillada y Edison se ganó el apodo de “el Mago de Menlo Park”. Sin darse cuenta, Edison había creado un aparato que iba mucho más allá de sus proyecciones.
En 1878 se le otorgó al inventor americano la patente del fonógrafo. En ese momento, la grabación se realizaba mediante la creación de surcos en un cilindro y para reproducirla se invertía el proceso, pero no se había conseguido una calidad de grabación muy avanzada.
También durante sus años en Menlo Park, Edison decidió trabajar en un invento que había estado en la palestra pública previamente como lo era la bombilla.
Hasta ese momento, todos los prototipos que se habían desarrollado eran costosos, poco prácticos y necesitaban mucha corriente para funcionar durante poco tiempo.
Thomas Alva Edison consiguió optimizar la idea con una bombilla que utilizaba poca corriente y tenía alta resistencia gracias a un filamento de carbón conectado a cables de contacto con los que se producía el efecto deseado de iluminación.
Con la Edison Light Company se comenzaron a desarrollar una serie de prototipos. Entre otros colaboradores participó J. P. Morgan, el futuro fundador de General Electrics. La mayor parte de la matemática fue desarrollada por Francis Upton, que trabajaba para Edison en dicho departamento.
Thomas Edison solicitó la patente de este modelo de bombilla eléctrica en 1879 y la obtuvo al año siguiente.
Al conseguir una bombilla que consideró aceptable y que podía ser comercializada, Edison solicitó la patente de su diseño. También impulsó la Edison Illuminating Company, con la que pretendía ganar el mercado de las compañías de iluminación a gas, mucho más populares en la época.
Edison tuvo la idea de crear circuitos de iluminación en paralelo para dar independencia a cada una de las bombillas que se alimentaran del mismo.
El primer sistema de distribución eléctrica comercial fue instalado en 1882 en Nueva York, constaba de 110 voltios de corriente continua (CC) que alimentaba a 59 clientes.
En agosto de 1884 murió Mary Stilwell, la esposa de Thomas Edison y madre de sus hijos, a causa de una congestión cerebral (pudo tratarse de un tumor o una hemorragia). Tras la pérdida, Edison decidió mudar su laboratorio a Nueva York.
La vena comercial de Edison no falló en esa oportunidad y, gracias a su compañía, la corriente continua se comenzó a popularizar.
Sin embargo, su competencia comercial directa era la corriente alterna (CA), que también había desarrollado un sistema de iluminación a un costo mucho más bajo.
Con la creación de los primeros transformadores, la corriente alterna llegó a diversos espacios del mercado estadounidense así como de países europeos y quienes encabezaban la avanzada de este modelo era Westinghouse Electric.
Consiguieron un modelo más barato para iluminar negocios, calles y casas, el mismo público al que Edison intentaba llegar con alternativa. Pero la corriente directa tenía el problema de que solo servía para grandes ciudades y no podía suplir del servicio a más de una milla del generador.
Desde el principio Edison dijo que Westinghouse y su modelo de corriente alterna solo podía conducir a una desgracia en la que un usuario resultara electrocutado por lo alto del voltaje de corriente alterna y la poca experimentación realizada para ese sistema.
Aunque en 1887 Thomas Edison había perdido bastante mercado gracias a la corriente alterna, esta finalmente comenzó a tener los problemas que Edison había previsto y el público comenzó a percibirla como algo inseguro.
En ese momento comenzó la férrea avanzada contra la corriente alterna encabezada por Thomas Edison y Harold P. Brown.
Uno de los elementos de esta guerra fue la consulta que se le hizo a Edison acerca del mejor método para proporcionar energía a la silla eléctrica y este recomendó la corriente alterna y en específico un generador Westinghouse Electric.
Se intentó que el asunto mostrara lo peligroso que era tener voltajes tan altos en los hogares y negocios, en contra parte de la corriente continua que era mucho más segura, a pesar de ser más costosa y limitada.
En 1885 Thomas Edison viajó a Florida y adquirió allí un lote en Fort Myers. En ese terreno ordenó la construcción de dos casas, una principal y una de invitados. Luego llamó a la propiedad Seminole Lodge.
Al año siguiente se casó con una joven de Ohio llamada Mina Miller, quien contaba con 20 años. Pasaron parte de su luna de miel en un hotel de Florida y luego concluyeron esa vacación en su recién terminada propiedad de Fort Myers.
También como regalo para su prometida compró una casa en Llewellyn Park, West Orange, Nueva Jersey. Esta se convirtió en la residencia oficial de los Edison y la llamaron Glenmont.
En West Orange, Thomas Edison agregó un laboratorio que sirvió para la fabricación comercial del fonógrafo, la producción de aparatos relacionados con el cine y otros tantos proyectos del inventor estadounidense.
Thomas Edison tuvo su primera hija con Mina en 1888, siendo nombrada como Madeleine. Dos años más tarde estuvo seguida por Charles, el tercer varón y quinto hijo de Edison. El más pequeño del matrimonio nació en 1898 y fue bautizado Theodore.
En 1896 falleció el padre de Thomas Alva, Samuel Odgen Edison Jr.
Edison sabía que necesitaba un experto para llevar a cabo los estudios concernientes al cine por lo que contrató a W. K. L. Dickson, un fotógrafo que se encargó de todo lo relacionado con óptica y otros asuntos técnicos.
Juntos lograron crear en 1891 dos aparatos revolucionarios: el kinetoscopio y el kinetógrafo. El último lograba captar imágenes en una película de celuloide flexible. Consiguió que la máquina registrara 40 fotogramas por segundo creando de ese modo la ilusión de movimiento.
Por otro lado estaba el kinetoscopio, que era un aparato de visualización individual. Se volvió muy famoso en ferias y eventos similares en los que generalmente se mostraban cortos.
El kinetófono fue el germen de la idea del cine sonoro, puesto que se pretendía conseguir reproducir en sincronía audio y video de una imagen, pero por lo complicado del sistema no tuvo mucho éxito.
En 1894 se creó el estudio cinematográfico conocido como Black Maria. Aunque después se mudó su ubicación, el Edison Motion Pictures Studio grabó más de 1200 películas, especialmente cortos, que era el formato ideal para el kinetoscopio.
En el mismo año de la creación del primer estudio cinematográfico, se proyectó por primera vez en Estados Unidos una película de forma comercial, la cual se trató de una de las producciones de Edison.
Aunque el método llegó hasta Europa, este sistema se hizo a un lado al aparecer los inventos de los hermanos Lumière.
En estos años de trabajo en West Orange, Edison culminó el desarrollo de su proyecto sobre las baterías alcalinas, así como una goma sintética y otras investigaciones químicas. De hecho, se convirtió en el principal distribuidor de baterías para los submarinos.
Con la inminente explosión de la Primera Guerra Mundial, en los Estados Unidos de Norteamérica comenzó una fuerte escasez de diversos productos químicos que eran importados del viejo continente y sumamente necesarios para la pujante industria americana.
Thomas Edison recomendó que se creara un organismo para la investigación en ciencia e industria, lo que le llevó a ser la cabeza de la Naval Consulting Board, que se conformó en 1915.
Henry Ford fue una de sus grandes amistades hacia el ocaso de la vida de Thomas Edison. El empresario de la industria automovilística había trabajado durante un tiempo para Edison como ingeniero de sus laboratorios.
Edison y Ford se reencontraron por ser vecinos en Fort Myers en Florida y desde entonces se volvieron muy cercanos.
Se piensa que el inventor estuvo activo hasta sus últimos días. Su esposa aseguró que le gustaba comer correctamente y se ha especulado que solía seguir las dietas de moda de la época. Así mismo, es bien sabido que siempre fue un hombre disciplinado y dedicado al trabajo.
Thomas Alva Edison falleció el 18 de octubre de 1931 en su casa de West Orange, Glenmont. Se ha dicho que la diabetes le generó complicaciones de salud y ese fue el motivo de su deceso. Fue enterrado en su propiedad.
Su esposa Mina Miller lo sobrevivió. Ella contrajo matrimonio con Edward Everett en 1935 y enviudó una vez más en 1940. Tras la muerte de su segundo esposo, volvió a adoptar el apellido Edison hasta que falleció en 1947.
Charles Edison, hijo de Thomas Alva, había asumido las riendas de la compañía de su padre en 1926 y estuvo al frente de la empresa hasta 1950, aunque tuvo otros proyectos en paralelo.
– Oficial de la Legión de Honor francesa (Noviembre de 1881).
– Comendador de la Legión de Honor francesa (1889).
– Medalla Matteucci de Italia (1887).
– Miembro de la Real Academia de las Ciencias de Suecia (1890).
– Medalla John Scott, otorgada por el Ayuntamiento de Filadelfia (1889).
– Medalla Edward Longstreth, otorgada por el Instituto Franklin (1899).
– Medalla John Fritz, otorgada por la Asociación Americana de Sociedades de Ingeniería (1908).
– Medalla Franklin, otorgada por el Instituto Franklin (1915), por sus descubrimientos “que contribuyeron con la fundación de industrias y el bienestar de la raza humana”.
– Medalla del Distinguido Servicio de la Marina, otorgada por la Marina de los Estados Unidos de Norteamérica (1920).
– Medalla Edison del Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos (1923), creada en su honor y otorgada a él en su primer año.
– Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos de Norteamérica (1927).
– Medalla de Oro del Congreso de los Estados Unidos (Mayo de 1928).
– El día del cumpleaños de Thomas Alva Edison, 11 de febrero, fue designado como el día del inventor por el Congreso de los Estados Unidos en 1983.
– Recibió el primer puesto en la lista de las 100 personas más importantes en los últimos 1000 años de la revista Life (1997).
– Miembro del Salón de la Fama de Nueva Jersey (2008).
– Se le otorgó un Premio Grammy en la mención técnica (2010).
– Paseo de la Fama de los Emprendedores (2011).
– Edward Goodrich Acheson fue un químico que trabajó con Edison en Menlo Park entre 1880 y 1884. Luego descubrió un proceso para crear grafito sintético a partir del carborundo.
– Charles Batchelor estuvo en las filas de Edison durante más de 30 años como su asistente y segundo a cargo.
– John I. Beggs, gerente de la Edison Illuminating Company en 1886, también estuvo relacionado con otras industrias de electricidad de la época en los Estados Unidos de Norteamérica.
– William Kennedy Dickson, experto en fotografía y óptica, colaboró con el desarrollo del kinetógrafo, al igual que del kinetoscopio. Luego creó su propia compañía de mutoscopios.
– Reginald Fessenden trabajó como técnico directamente para Edison en West Orange. Después trabajó en el campo de la radio donde hizo grandes avances, como por ejemplo, la primera transmisión radiofónica de audio.
– Henry Ford fue ingeniero de la Edison Illuminating Company durante 8 años. Luego se convirtió en uno de los más grandes magnates industriales con la compañía automovilística Ford Motors.
– Nikola Tesla, sirvió a la compañía de Edison como ingeniero eléctrico e inventor durante menos de un año.
– Miller Reese Hutchison, trabajó entre 1909 y 1918, llegando a ocupar varios años el cargo de ingeniero jefe. También fue el inventor de los auxiliares auditivos o audífonos.
– Kunihiko Iwadare, trabajó como asistente de Thomas Edison y luego volvió a Japón para convertirse en uno de los pioneros de esta industria en su país natal.
– John Kruesi comenzó a trabajar con Thomas Edison en 1872 y fue uno de sus hombres más importantes en las distintas etapas y proyectos de los laboratorios.
– John W. Lieb trabajó en la Edison Machine Works. Fue vicepresidente de la Edison Electric Illuminating Company y presidente del Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos.
– Thomas Commerford Martin, trabajó para Edison en Menlo Park y luego se dedicó a la carrera editorial, especialmente con temas relacionados a la ingeniería eléctrica.
– George F. Morrison fue colaborador cercano de Thomas Edison en el desarrollo de la bombilla incandescente y luego vicepresidente de General Electrics.
-Edwin Stanton Porter fue uno de los pioneros del cine desde los estudios de Edison. Luego continuó desarrollando su talento para la narrativa visual. Es autor de obras como El gran robo (1903).
– Frank J. Sprague trabajó en Menlo Park durante un breve tiempo, pero pronto decidió buscar su propio camino que lo llevó a ser apodado el “padre de la tracción eléctrica”.
– Francis Robbins Upton trabajó durante casi dos décadas para los proyectos de Thomas Alva Edison como matemático y físico.
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