Lengua y literatura

18 bonitos poemas de verano para adultos y niños


Disfruta de esta selección de poemas de verano, con los que podrás experimentar las sensaciones y pensamientos que grandes poetas dejaron escritos al sentirse inspirados por esta estación.

El verano es la estación favorita para muchos; sus días son largos, a veces parecen interminables, hay tiempo para hacer casi todo, el tiempo es cálido, se disfruta de la naturaleza, de la playa, de la familia, de las historias de amor veraniegas y de los amigos. Pero también hay tiempo para el desamor, para las discusiones o para las rupturas, ya que es cuando más tiempo se pasa con la gente cercana.

Encontrarás poemas clásicos, contemporáneos y originales, creados por nuestro autor. Son de temas variados; los largos días de verano, la naturaleza, las sensaciones de esta estación, la Luna, el amor, el desamor, el mar, las tormentas, entre otros.

Poemas clásicos y contemporáneos sobre el verano

“Noche de verano” (Antonio Machado)

Es una hermosa noche de verano.

Tienen las altas casas

abiertos los balcones

del viejo pueblo a la anchurosa plaza.

 

En el amplio rectángulo desierto,

bancos de piedra, evónimos y acacias

simétricos dibujan

sus negras sombras en la arena blanca.

 

En el cénit, la luna, y en la torre,

la esfera del reloj iluminada.

Yo en este viejo pueblo paseando

solo, como un fantasma.

Reflexión

El poeta describe el caminar de una persona solitaria en una noche calurosa de verano.

“Verano” (Cesar Vallejo)

Verano, ya me voy. Y me dan pena

las manitas sumisas de tus tardes.

Llegas devotamente; llegas viejo;

y ya no encontrarás en mi alma a nadie.

 

Verano! y pasarás por mis balcones

con gran rosario de amatistas y oros,

como un obispo triste que llegara

de lejos a buscar y bendecir

los rotos aros de unos muertos novios.

 

Verano, ya me voy. Allá, en setiembre

tengo una rosa que te encargo mucho;

la regarás de agua bendita todos

los días de pecado y de sepulcro.

 

Si a fuerza de llorar el mausoleo,

con luz de fe su mármol aletea,

levanta en alto tu responso, y pide

a dios que siga para siempre muerta.

 

Todo ha de ser ya tarde;

y tú no encontrarás en mi alma a nadie.

 

Ya no llores, verano! en aquel surco

muere una rosa que renace mucho…

Reflexión

El escritor manifiesta un sentimiento de rechazo, dolor, tristeza y decepción amorosa.

“Las armas del verano” (Octavio Paz)

Oyü la palpitación del espacio

son los pasos de la estación en celo

sobre las brasas del año.

 

Rumor de alas y de crótalos

tambores lejanos del chubasco

crepitación y jadeo de la tierra

bajo su vestidura de insectos y raíces.

 

La sed despierta y construye

sus grandes jaulas de vidrio

donde tu desnudez es agua encadenada

agua que canta y se desencadena.

 

Armada con las armas del verano

entras en mi cuarto entras en mi frente

y desatas el río del lenguaje

mírate en estas rápidas palabras.

 

El día se quema poco a poco

sobre el paisaje abolido

tu sombra es un país de pájaros

que el sol disipa con un gesto.

Reflexión

Poema sobre el verano con su clima caliente y soleado.

“Verano” (Manuel Machado)

Frutales

cargados.

Dorados

trigales…

 

Cristales

ahumados.

Quemados

jarales…

 

Umbría

sequía,

solano…

 

Paleta

completa:

verano.

Reflexión

El poema describe al verano con sus ventajas y desventajas.

“Un verano” (Idea Vilariño)

Hago muecas a veces

para no poner cara de tristeza

para olvidarme

amor

para ahuyentar mis duros

mis crueles pensamientos.

 

Cómo he de hacer

amor

para vivir aún

para sufrir aún

este verano.

 

Pesa mucho

me pesa como si el mar pesara

con su bloque tremendo

sobre mi espalda

me hunde

en la más negra tierra del dolor

y me deja

ahí deshecha

amor

sola ahí

tu abandono.

Reflexión

Expresa sentimientos profundos de tristeza y dolor debido a un abandono.

“El verano” (Juana de Ibarbourou)

Estaba tan absorta frente al mundo

que no sentí como volaba el tiempo

siempre adelante con sus duras garras

cargadas de sucesos y momentos,

halcón imperturbable, me llevaba

también a mí, la joven e inocente.

 

Y quise detenerme, mas no pude

se me filtra en la oscura cabellera

la escarcha de los fríos inclementes,

esclava de sus pasos siempre anduve

en busca del verano que es mi patria

como no puedo hallarle me he sentado

a llorar. Ya no soy sino una apátrida.

Reflexión

El poeta expresa fuertes vivencias e la búsqueda de algo que nunca logró.

“A un día de verano compararte” (William Shakespeare)

(Versión de Alejandro Araoz Fraser)

¿A un día de verano compararte?

Más hermosura y suavidad posees.

Tiembla el brote de mayo bajo el viento

y el estío no dura casi nada.

 

A veces demasiado brilla el ojo solar

y otras su tez de oro se apaga;

toda belleza alguna vez declina,

ajada por la suerte o por el tiempo.

 

Pero eterno será el verano tuyo.

No perderás la gracia, ni la Muerte

se jactará de ensombrecer tus pasos

 

cuando crezcas en versos inmortales.

 

Vivirás mientras alguien vea y sienta

y esto pueda vivir y te dé vida.

Reflexión

En este poema se compara al ser amado con un hermoso día de verano.

“La Canción Del Verano” (Aurelio Arturo)

Y ésta es la canción de un verano

entre muchos hermosos veranos,

cuando el polvo se alza y danza

y el cielo es un follaje azul, distante.

 

Y entonces fue cuando vino con las brisas

que se levantan de los arroyos y de sus conchas,

la que cantaba la canción del verano,

la canción de yerbas secas y aromáticas

que arrullaban, cuando a mi lado

la sentía como una tierra que respira

y como un sueño de pólenes y estrellas

que resbalan tibias por la piel y las manos.

 

Entonces vino saltando

en medio de las brisas y la tarde, en grupo,

y lo primero que vi fue su traje ondeando

a lo lejos a la distancia contra el cielo puro.

Pero desde entonces no tuve ya nunca ojos para su traje.

Y no oí nada más, sino la canción del verano.

Reflexión

El poema habla sobre una mujer que le cantaba al verano.

“La tormenta de verano” (Rafael Pombo)

Al terrado subí buscando en donde

asistir a la espléndida tormenta,

fiesta lustral que ansiaba la sedienta

tierra en la faz mustia y abatida fronde.

 

Préndese el cielo. Pálida se esconde

la noche. El trueno asordador revienta,

y en toda la ancha esfera turbulenta,

estruendo a estruendo y luz a luz responde.

 

Palestra de titánica porfia

turbiones y relámpagos destella,

y ruge y truena en bárbara armonía.

 

Rasga el rayo honda grieta, clara y bella

en la cuarteada bóveda sombría,

y vislumbrase a Dios a través della.

Reflexión

El poema relata una noche de tormenta en verano.

“Paisaje de Verano” (Julián Del Casal)

Polvo y moscas. Atmósfera plomiza

donde retumba el tabletear del trueno

y, como cisnes entre inmundo cieno,

nubes blancas en cielo de ceniza.

 

El mar sus ondas glaucas paraliza,

y el relámpago, encima de su seno,

del horizonte en el confín sereno

traza su rauda exhalación rojiza.

 

El árbol soñoliento cabecea,

honda calma se cierne largo instante,

hienden el aire rápidas gaviotas,

 

el rayo en el espacio centellea,

y sobre el dorso de la tierra humeante

baja la lluvia en crepitantes gotas.

Reflexión

El poeta detalla un paisaje cercano al mar, con un cielo gris y rayos que a lo lejos dan preámbulo a la lluvia.

Poemas originales sobre el verano

“Verano porteño” (Juan Ortiz)

Estación del mar siempre a las doce,

luz de margaritas en el jardín,

el pinzón te canta en la espina que apunta a ti;

los niños corretean en la orilla

como si no hubiera más que presente,

guiados por tu silueta invisible y danzante en el paisaje.

 

Caminar tu casa de ruidos solares

siempre fue grato con ella,

la playa permanece intacta,

venciendo los años en lo que queda de memoria.

Fuiste el encuentro perfecto,

la ocasión oportuna

en la fortuna de las coincidencias,

por ti salí del cuarto a su encuentro

y me perdí en sus vestidos,

como animal de nube cazando tempestades;

verano porteño,

qué pausa exquisita tu estadía,

años después de aquel sereno rostro soleado

persistes donde late la vida.

Reflexión

Trata sobre lo oportuno del verano para propiciar el amor de las parejas.

“Verano, animal con colmillo de sol” (Juan Ortiz)

Verdugo de luz sobre el tejado rojo,

en tus manos yace herida la primavera,

traspasada de brillo,

de los vapores de la acera,

del transpirar transeunte y mortal de los pueblerinos.

 

Hay una rasgadura de colmillo de sol en cada traje por donde se escapa un retoño,

cerca de la raíz,

al borde de la semilla,

una herida silvestre,

de cuando eres animal de andar por las paredes,

los seres,

el aire;

verano incontenible,

ofrendo para ti un ciprés reciente

para que la fiera incandescente duerma un rato,

su calor asesino nos perdone,

y podamos despedirte tranquilos.

Reflexión

Una alegoría a cómo el verano da muerte a la primavera.

“Verano abusivo” (Juan Ortiz)

Amanece, ya se asoma

en un tumulto radiante

el verano bien campante

por encima de la loma.

A cada espacio va y doma

con su calor abrasivo,

bajo sombra le percibo,

no se puede uno escapar,

solo irse a refrescar

a la playa, ¡qué abusivo!

Reflexión

Es una queja por las altas temperaturas en los últimos veranos.

“Verano, sí que eres fuerte” (Juan Ortiz)

Pasar por la plaza es verte

en las almas que, jadeantes,

buscan aguas refrescantes

porque sufren padecerte.

Verano, sí que eres fuerte,

tu calor deja en el suelo,

sin ánimo, tonto y lelo

al que ose desafiarte,

sobrevivirte es un arte,

que amerita mucho hielo.

Reflexión

Trata sobre lo agobiante que puede ser el verano en ciertas zonas.

“Amor de verano a dos voces” (Juan Ortiz)

La vi,

sentada bajo la sombra del único álamo del parque;

leía Benedetti,

lo sé porque sus ojos se alumbraban

bajito,

la respiración le agitaba la blusa

y sus labios reverdecían

tanteando cada verso,

letra a letra.

 

Me acerqué al tronco desnudo,

cerca, muy cerca;

saqué mi libro,

la miré,

alzó sus ojos,

y el árbol que nos recibió nevó sus pelusas pálidas.

 

Lo miré,

llegó,

mordaz y decidido,

a la sombra donde durante años acostumbraba leer a Benedetti.

Que sacara >

me hizo entender que ese verano era > definitiva,

el libro que en ese instante me leía y preparaba el camino compartido.

 

Pasado un pedazo infinito de la tarde,

de cuando el amor hace presencia y habita en los ojos,

ella se acercó aún más a su lugar en la sombra,

les envolvió el vapor incandescente de la brisa

y la poesía real de ese verano terminaron siendo ellos.

Reflexión

Trata sobre como la vida une a los seres con sus causalidades.

Poemas de verano para niños

“El columpio” (Robert Louis Stevenson)

¿Qué tanto te gusta columpiarte
y tocar en el aire el azul del cielo?
¡Es de las cosas más emocionantes
que un niño puede hacer en el mundo entero!

Me doy impulso sobre el muro
hasta que puedo ver a lo lejos:
ríos y árboles y ganado,
y todo lo que hay en los campos.

Al bajar veo el jardín, el verde del suelo,
debajo del oscuro marrón del techo,
y hacia arriba de nuevo voy volando,
¡siempre subiendo y bajando!

Reflexión

Las sensaciones de la niñez al subirse a un colombio.

“Bajo un soleado cielo” (Lewis Carroll)

Bajo un soleado cielo, una barca
se desliza calladamente
en el sueño de una tarde de verano…

Tres niñas se acurrucan muy cerca,
los ojos brillantes, el oído atento;
quisieran oír un sencillo cuento…

Mucho ha ya de aquel soleado cielo,
se apagan sus ecos y su recuerdo…
El gélido otoño ha muerto aquel julio estival.

Mas su espíritu…, aún inquieta mi ánimo:
Alicia deambulando bajo cielos
que nunca ojos mortales vieron.

Aún querrán niños un cuento,
los ojos brillantes, el oído atento,
acurrucándose amorosos a mi lado.

Penetran en un país de maravillas.
Soñando mientras pasan los días,
soñando mientras mueren los estíos.

Siempre deslizándose con la corriente…,
siempre flotando en ese rayo dorado…,
la vida, acaso, ¿no es más que un sueño?

Reflexión

Un poema de 1871 que fue incluido en la novela A través del espejo y lo que Alicia encontró allí. Rememora la excursión por el río Tamesis en la que surgió la obra El país de las maravillas.

“Cálido sol de verano” (Mark Twain)

Cálido sol de verano, brilla amablemente aquí;
Cálido viento del sur, sopla suavemente aquí;
Verde pasto por encima, yace levemente, yace levemente-
Buenas noches, querido corazón, buenas noches, buenas noches.

Reflexión

El hacerse mayor en la vida, el proceso de envejecimiento.

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