Conocimiento racional: características y ejemplos
El conocimiento racional es aquel que involucra todas las experiencias intelectuales, que se aprehenden mediante la observación y la reflexión de la naturaleza de los objetos que pertenecen a la realidad empírica. En consecuencia, el conocimiento racional es amplio porque abarca desde disciplinas físico-químicas hasta reflexiones filosóficas y lógicas.
En primera instancia es necesario establecer que el conocimiento se puede definir como una especie de certidumbre cognitiva; por consiguiente, cuando hablamos de conocimiento racional se está haciendo referencia a la obtención o posesión de un contenido intelectual que fue concebido a través de la razón y de la lógica.
Según diversos filósofos, todo conocimiento humano se puede catalogar como racional puesto que “conocer” es una actividad propia del hombre, que es una entidad racional. Es decir, el conocimiento como concepto es un producto propio del ser humano, que es un animal racional; por ende, todo conocimiento es racional.
El hombre, como único animal dotado de consciencia, construyó el lenguaje como medio de comunicación y de aprendizaje; por ejemplo, el usar un idioma o escribir basándose en un sistema arbitrario de signos (alfabeto) implica un esfuerzo racional. Por esto el conocimiento, nacido de este lenguaje y de esta escritura, siempre será racional.
Otros pensadores aseguran que sí existe una distinción entre el conocimiento racional y el conocimiento en sí mismo. Según esta línea teórica, el conocimiento racional se diferencia del resto de las experiencias cognitivas porque este no debe ser perturbado por las emociones, intuiciones, sensaciones o valores subjetivos del hombre.
Teniendo esto en cuenta es prudente cuestionarse en qué consiste la racionalidad. Algunos expertos aseguran que es una capacidad que permite realizar mejoras a través de la aplicación de una estructura lógico-matemática. Así mismo, toda construcción mental requiere de aplicaciones racionales si se desea mantener la consistencia y la objetividad.
Uno de los componentes del conocimiento racional es la lógica, que se puede definir como una forma de racionalidad argumentativa. Dentro de este postulado teórico la lógica y la razón se entrelazan para obtener conocimientos racionales. Otro factor elemental para comprender este conocimiento es la argumentación, que busca demostrar una proposición.
Índice del artículo
Para poder enumerar y explicar las características del conocimiento racional antes es necesario tomar en cuenta las características del conocimiento tomado como un concepto genérico.
Dimensión cultural
Todos los conocimientos humanos poseen una dimensión notablemente cultural, no solo en su origen sino también en su formación y en su aplicación.
Dimensión objetiva e intercomunicativa
La mayoría de los conocimientos pueden ser expresados a través del lenguaje, lo que les permite adquirir una dimensión codificada, intercomunicativa y objetiva; esto garantiza su transmisión, su conservación y su interpretación entre los diferentes individuos, culturas y lenguas.
Interacción del individuo en la sociedad
Generalmente los conocimientos abarcan las interacciones humanas, por lo que resultan conceptos estrechamente vinculados a la cultura.
Es decir, el conocimiento se relaciona con la participación del hombre en su ambiente, teniendo en cuenta otros aspectos como la creatividad y la experiencia.
Luego de definir estos elementos se pueden plantear las características que son propias del conocimiento racional. Estas son las siguientes:
Conocimiento racional como analítico y lógico
En términos generales el conocimiento racional es por antonomasia analítico y lógico: su información está constituida de forma lógica y sigue los contenidos igualmente a través de la lógica. Se trata de un conocimiento aislado de las emociones y sentimientos.
Especie de conocimiento sintético
El conocimiento racional es puramente sintético, lo que quiere decir que la comprensión del conocimiento racional depende y deriva de la experiencia; además, está fundamentado en la inducción.
Existen varias categorías y ejemplos de conocimiento racional, que se dividen a su vez en disciplinas o áreas intelectuales.
Así mismo, los diferentes subtipos de conocimiento racional están vinculados por el hecho de que todos se dedican a la búsqueda por la verdad mediante una representación o interpretación de esta misma realidad.
Según este planteamiento, es posible enumerar los siguientes ejemplos de conocimiento racional:
Esta rama del conocimiento surge como resultado de los esfuerzos racionales metódicos y sistemáticos, que requieren de una investigación social y colectiva ya que buscan respuestas y explicaciones a problemas específicos.
A su vez, los conocimientos científicos también buscan ofrecernos una interpretación adecuada o correcta del universo. Por ejemplo, esto se puede apreciar en las disciplinas de la física, la matemática y la geometría debido a que son formas de conocimiento sistemáticas y metódicas.
Estos conocimientos intentan abarcar al conocimiento en sí mismo mediante el uso de la lógica y la razón; gracias a esto los conocimientos filosóficos forman parte del conocimiento racional.
Además, los conocimientos filosóficos también buscan comprender al universo como un todo de sentido, lo que conlleva a la amplitud de las perspectivas generales de cualquier conocimiento a través de la crítica de los propios preceptos o fundamentos.
Por ejemplo, se pueden considerar como conocimientos filosóficos los planteamientos de Platón o Aristóteles sobre el origen de las cosas; también son conocimientos filosóficos las propuestas de autores como Descartes en su obra El discurso del método, y Maquiavelo en su texto El Príncipe.
Al igual que los conocimientos científicos y filosóficos, los conocimientos prácticos son formas de aprendizaje guiadas por la razón. Sin embargo, se diferencian de las dos anteriores en el hecho de que no se mantienen en el aspecto teórico sino que abogan por una noción más práctica.
Es decir, los conocimientos prácticos se encuentran orientados a llevar a cabo una acción con el objetivo de alcanzar un fin. Debido a la complejidad de esta categoría, de esta se pueden desprender otras variaciones, como lo son el conocimiento político, el artístico y el económico.
Por ejemplo, un conocimiento práctico es todo aquello que hace referencia al fundamento y a la organización o jerarquía del poder social. También son conocimientos prácticos las disciplinas que abarcan la producción económica o la economía de orientación doméstica.
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