Lengua y literatura

10 lecturas cortas para niños (divertidas y educativas)


¿Estás buscando una forma de fomentar la lectura en niños o de enseñar a leer de una manera sencilla? Las lecturas cortas es una de las mejores formas de hacerlo, ya que se explican temas importantes en la educación primaria, pero de una manera sencilla y asimiliable por los niños.

Las siguientes lecturas tratan sobre temas de actualidad o que son importantes para los niños, como el COVID-19, el medio ambiente, la familia, las emociones, el cuerpo humano, el universo o la convivencia.

¿Como utilizar estas lecturas? Para que resulte divertido y no cansado para el niño o niña, puedes nombrarle los títulos y dejar que él/ella elija. Si observas que sigue interesado/a y con energía puedes pasar al siguiente. En caso contrario puedes dejarlas para el día siguiente o hacer un breve descanso y continuar.

Índice del artículo

El coronavirus

Por siglos hemos imaginado diferentes maneras en las que la humanidad podría verse amenazada y destruida globalmente: invasiones extraterrestres, la guerra nuclear, asteroides como los que acabaron con los dinosaurios o tormentas solares de gran magnitud.

Varias de estas amenazas son posibles, y algunas han estado muy cerca de ocurrir. Pero los verdaderos peligros que le ha tocado enfrentar a la humanidad, han venido desde el lugar menos pensado: nuestro cuerpo, y de un enemigo tan pequeño que solo podemos ver a través de potentes microscopios: los virus.

El coronavirus, causante la enfermedad conocida como COVID-19, se ha llamado así porque fue descubierto en 2019, y pertenece a un grupo de virus que al ser observados por microscopio parecen llevar una coronita. Comenzó su carrera a fines de 2019 en Wuhan, China, desde donde se extendió rápidamente, siendo declarado pandemia en marzo de 2020.

Una pandemia es una enfermedad que ataca a varios países y a varios continentes, y el COVID-19 no es la primera epidemia en ser declarada como tal. De igual forma, enfermedades como el VIH, la gripe española de 1918, o la peste negra del siglo XIV, son y han sido pandemias, en algunos casos con consecuencias más graves que este virus con corona.

Los síntomas del coronavirus son similares a los de otros resfriados: fiebre, tos, cansancio, goteo de nariz, dolor de garganta y de cabeza, escalofríos, dolor de pecho y falta de aire, pérdida de olfato, etc. Sin embargo, ha probado ser más mortal que otras gripes, sobre todo en personas mayores de 65 años, o con complicaciones previas.

Quizás por tu edad puedas sentirte confiado, pero debes pensar también en la salud de las personas mayores que te rodean, y usar mascarilla, lavarte a menudo las manos y mantener una distancia prudencial cuando te encuentres en espacios públicos.

El medio ambiente: una broma muy seria

Llamamos medio ambiente al espacio conformado por los seres vivos de un lugar (plantas y animales), los suelos, el relieve (llano, valle, montaña), el agua, el clima, la presencia o ausencia de actividad humana.

Este concepto está estrechamente vinculado con otros como ecosistema, ecología o biomas, que estudian el mundo natural como un todo interrelacionado. Porque todo en el planeta Tierra está relacionado y no puede separarse con límites imaginarios, como las fronteras entre países.

Cuando se usa exclusivamente para los seres humanos, el término medio ambiente se confunde con el de entorno social, y se refiere a los elementos físicos, sociales y culturales que rodean a un individuo o grupo (ciudad o campo, servicios básicos, tecnología, etc.).

Cada vez se habla más del medio ambiente, debido a una serie de problemas como el incremento de la contaminación de suelos y aguas, la sobreexplotación de recursos forestales y animales, el calentamiento global o la desaparición de especies silvestres.

Todos estos problemas que amenazan el futuro de la vida en el planeta tienen una causa en común: la actividad humana sin control.

Aunque hay iniciativas para cambiar esta conducta destructiva con el medio ambiente, falta mucho por recorrer y mucha gente por convencer. El problema es que hay menos tiempo para cambiar las cosas antes de que los daños sean irreversibles.

Familia

Una familia es un grupo de personas que conviven juntas, unidas por vínculos legales y de consanguinidad. Usualmente en una familia hay un padre, una madre y los hijos, la llamada familia nuclear. Sin embargo, este modelo no siempre se cumple, y ha cambiado mucho en los últimos cincuenta años.

Se dice que la familia es la base de la sociedad, y es también su espejo, por lo que es natural que los cambios profundos que han transformado las sociedades, también se hayan reflejado en las familias.

Hay familias con un solo adulto, familias con dos padres o dos madres, familias en el que los padres no conviven debido a una separación o divorcio, y familias en los que los padres viven en hogares separados, entre otras modalidades.

Además de la familia nuclear, existe la familia extendida, que incluye a abuelos y abuelas, tías, primos, sobrinos y nietas, así como otros parentescos más lejanos (bisabuelas, primos segundos, bisnietos, tías abuelas, etc.).

En la familia damos nuestros primeros pasos en sociedad, aprendemos reglas y formas de conducirnos, hacemos nuestros primeros amigos entre hermanos y hermanas, y conocemos el amor incondicional, y con suerte, el sentimiento de hogar que nos acompañará toda la vida.

La salud

La salud es un término con el que intentamos definir cómo nos sentimos. Por un lado, puede ser ausencia de enfermedad o malestar, y por otro una manera de decir que nos sentimos bien (cuando hablamos de buena salud).

Hablamos de buena salud cuando estamos en buenas condiciones físicas y mentales: nuestro peso se corresponde con nuestra altura, no estamos afectados por ninguna enfermedad o lesión física (como golpes o fracturas), respiramos bien y gozamos de buen ánimo y alegría.

Hablamos de mala salud cuando nos sentimos mal, estamos afectados por alguna enfermedad, mal alimentados, con sobrepeso, debilidad, depresión o falta de energía.

Es importante avisar y buscar ayuda médica si sientes alguna clase de malestar, y seguir algunas recomendaciones básicas para mantenerte con buena salud, como éstas:

  • Hacer ejercicio regularmente, de acuerdo con tu edad y de forma segura, para evitar lesiones.
  • Plantearse desafíos mentales y físicos: aprender nuevas cosas, leer más, recorrer mayores distancias.
  • Alimentarse de forma adecuada, sin excesos, pero cubriendo todas tus necesidades corporales.
  • Llevar una buena vida social, establecer relaciones de confianza con amigos fuera de tu círculo familiar.

Puedes combinar varias de estas recomendaciones practicando un deporte de equipo, con el que además de ejercitarte aprenderías a relacionarte con otros cooperando para lograr un objetivo común.

Se habla de salud también en forma general, para referirse a los servicios médicos y la infraestructura sanitaria, como los hospitales, clínicas y laboratorios.

Y no lo olvides: mientras haya salud, hay esperanza.

Las emociones

Las emociones son reacciones intensas a cosas que ocurren en el exterior o en el interior, que pueden dominar a una persona por un tiempo corto o largo, y pueden modificar o influir sobre su conducta.

Las emociones pueden ser positivas, aquellas que te hacen sentir bien; o negativas, que pueden generar malestar en la persona y quienes le rodean. Se reconocen al menos seis emociones básicas: alegría, disgusto, sorpresa, ira, tristeza y miedo.

La alegría es un sentimiento agradable, de bienestar, ante otras personas y situaciones. Está presente en la risa, la sonrisa y el rostro iluminado, y en un entusiasmo que a veces impulsa al cuerpo a correr o brincar.

El disgusto, que incluye el asco, es una reacción de molestia o desagrado ante una persona o cosa: una discusión, una comida que no gusta, una actividad que genera resistencia. Puede notarse en la expresión seria (una cara sin sonrisa), y gestos corporales, como estar con los brazos cruzados, y retirado de los grupos.

La sorpresa es la reacción de asombro ante algo nuevo o inesperado. Se nota sobre todo en los ojos muy abiertos, y en la boca también abierta.

La ira es la más violenta de las emociones, y también nos referimos a ella como rabia o furia. Cuando aparece, nos impulsa a gritar, golpear o a romper cosas, acciones todas que lamentaremos después.

La tristeza es una sensación de decaimiento, casi de dolor, que puede hacer llorar o sentir que no se tienen fuerzas para nada, y que el mundo está en contra.

El miedo es una fuerte sensación de amenaza o peligro, que puede paralizar, perder el  control sobre tu cuerpo, y querer escapar. Es un sentimiento intenso, pero controlable.

Todas estas emociones son necesarias para vivir y compartir en sociedad, y crecer en parte es aprender a vivir con ellas y saber qué hay detrás de cada una.

No hay emociones buenas o malas, el problema viene cuando te controlan, cuando eres tú el que debe controlar las emociones, o al menos intentarlo.

El cuerpo humano

El cuerpo humano está formado por las partes externas e internas de una persona: órganos, sentidos, huesos, músculos y otros elementos orgánicos, organizados para darnos forma y permitirnos vivir.

Externamente podemos dividir el cuerpo humano en tres partes, como hacemos con otros animales: cabeza, tronco y extremidades.

En la cabeza se encuentra nuestro principal órgano: el cerebro. También están la mayoría de nuestros sentidos en la cabeza: la vista (a través de los ojos); el oído (a través de las orejas); el gusto (boca, lengua y nariz) y el olfato (fosas nasales).

No hay que olvidar el cabello que protege nuestra cabeza, y los dientes que nos sirven para comer y sonreír.

El tronco podemos dividirlo en tres partes: pecho, abdomen y espalda, además del cuello, donde se une la cabeza, y los hombros, de donde parten los brazos. Esta parte central del cuerpo contiene los órganos y sistemas esenciales para la vida.

En el abdomen está el ombligo, desde donde nos uníamos al cuerpo materno durante el embarazo. Tenemos extremidades superiores, los brazos, e inferiores, las piernas.

Brazo, antebrazo y mano están unidos por articulaciones en el hombro, el codo y la muñeca. En la mano tenemos cinco dedos: pulgar, índice, corazón, anular y meñique. En las manos está el sentido del tacto, que también está presente en el resto de tu cuerpo.

Las piernas se unen al tronco por la cadera, y tienen articulaciones en las rodillas y los tobillos, donde se unen los pies. En los pies tenemos cinco dedos, como en las manos, que nos ayudan a mantener el equilibrio al caminar.

El cuerpo humano además está conformado por el esqueleto, el conjunto de huesos que nos da estructura, recubierto por una red de músculos que nos permiten toda clase de movimientos.

Dentro de nuestro cuerpo están los diversos sistemas que nos permiten vivir, y entre los que hay que destacar el respiratorio (para respirar, con los pulmones como órgano principal) y el circulatorio (por donde viaja la sangre, gracias al impulso del corazón).

También hay que mencionar el sistema digestivo (para procesar los alimentos, con el estómago como protagonista) y el sistema nervioso (que mantiene funcionando todo, gracias al cerebro, donde reside nuestra conciencia).

No olvides que esta estructura maravillosa necesita atención y cuidados para funcionar bien, empezando por ejercicios y buena alimentación.

La convivencia

Los humanos somos seres sociales, necesitamos vivir en sociedad para poder desarrollarnos plenamente como personas. Necesitamos convivir para vivir bien. Sin embargo, al vivir en grupos pueden ser inevitables los roces, las peleas y otras clases de conflicto.

La convivencia trata justamente sobre cómo actuamos cuando estamos con otros. Puede referirse a la vida en familia, en un barrio, una ciudad o un país. A menudo para convivir en paz se necesita que todos hagamos un esfuerza adicional para que las cosas marchen bien.

Puedes observar la convivencia en la familia, la manera en que se organizan las tareas, si tus padres se comunican y coordinan, o por el contrario, se contradicen y generan discusiones. También en cómo te relacionas con tus hermanas y hermanos, y cómo compartís deberes y derechos.

Siempre hay problemas, puede haber favoritismos, personas que no hacen lo que les corresponde, falta de respeto entre hermanos y excesos por parte de los padres.

Pero también hay momentos de alegría, cuidados y atenciones, apoyo y solidaridad de tus parientes cuando los necesitas, amistad y protección cuando verdaderamente hace falta.

La convivencia en una sociedad es muy parecida: hay autoridades que no siempre hacen lo que deben, ciudadanos que no cumplen con sus obligaciones, o que se ven maltratados debido a su clase, sexo, raza o religión.

En un mundo donde cada vez hay una mayor mezcla de pueblos y culturas, es muy frecuente ver ejemplos de mala convivencia: racismo, desigualdad, violencia social, maltrato y conflicto entre distintos grupos.

Si queremos comenzar a resolver estos problemas y lograr una buena convivencia, debemos promover el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la simpatía por los demás. No olvidar que sin los otros no somos nada.

El universo

El universo es todo, así como lo oyes, todo lo que te rodea, así como todo lo que no puedes ver: la Tierra, la luna, el sol, el sistema solar y la Vía Láctea, que es nuestra galaxia.

Los físicos definen el universo como la totalidad del espacio y del tiempo, de toda la materia y energía existente, desde hace 13.799 millones de años, que actualmente debería tener un diámetro de 93.000 millones de años luz.

Las distancias entre las estrellas y galaxias son tan grandes que hay que usar una medida especial, como es el año luz: el espacio que recorre la luz en un año, viajando a 299.799 kilómetros por segundo.

La estrella más cercana a nuestro sol, Próxima Centauri, se encuentra a 4,24 años luz. Con la tecnología actual se ha calculado que tardaríamos 6.300 años en llegar a un planeta que se encuentre orbitando a esta estrella.

En tanto espacio y tiempo, hay muchas cosas extraordinarias, empezando por nuestro hogar, el sistema solar. Este sistema abarca todo lo que se encuentre bajo la influencia gravitacional del sol, e incluye planetas (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), planetas enanos como Plutón, satélites como nuestra Luna, asteroides y cometas.

La Vía Láctea, la galaxia donde nos encontramos, tiene como mínimo cien mil millones de estrellas de distintos tamaños: blancas, azules, rojas. Nuestro sol es una enana blanca, por lo que hay muchísimas estrellas increíblemente más grandes.

Casi todas las estrellas son grandes esferas de gas incandescente (sobre todo hidrógeno y helio), que liberan energía por fusión nuclear, y con un tiempo de vida determinado. Por ejemplo: a nuestra enana blanca le quedan unos cinco mil millones de años de vida.

Pero no es algo por lo que tengas que preocuparte.

La amistad

La amistad es un sentimiento, un lazo afectivo que se establece entre seres humanos sin que haya necesariamente vínculos familiares, sociales y culturales. Una amistad es una alianza afectiva entre dos o más personas, y a veces sin motivo aparente.

La amistad surge cuando hay entre dos o más personas existe algo en común: acudir a la misma escuela o clase, ser parte del mismo equipo deportivo o trabajar en el mismo lugar.

En la niñez la amistad puede surgir de un modo inesperado la simpatía entre dos niños desconocidos, y el establecimiento de una relación desinteresada de apoyo mutuo.

Algo interesante es que la amistad no es un nexo exclusivamente humano, está presente en otras especies, como los chimpancés, los delfines, los elefantes o los perros. Hay incluso amistades inter especies, como las que se crean entre perros y gatos, o aves y perros. También las que establecemos los mismos humanos con perros, gatos, caballos, loros, conejos y hasta peces, entre otras mascotas.

Como en el amor, hay lazos de amistad que se forman de inmediato, a primera vista, y otros que se forman con el paso del tiempo, a veces meses, a veces años.

Debes saber distinguir entre un amigo y un compañero. Es posible que en la escuela, o en tu vecindad, tengas varios compañeros de estudio y de juegos, pero entre ellos están unos pocos amigos de verdad.

Se sabe que hay amistad cuando ambos escuchan lo que el otro tiene que decir, se apoyan cuando hay problemas y están presentes cuando hace falta. En la amistad hay afecto, pero también respeto y, por supuesto, mucha alegría. Pero cuando hay tristeza, las buenas amistades también están dispuestas a compartir y apoyar.

La amistad, como todas las relaciones afectivas, debe cuidarse, cultivarse para que no muera, evitando el distanciamiento, la indiferencia y el maltrato. La vida es mucho mejor cuando tenemos amigos.

La confianza entre familiares y amigos

Cuando un padre toma a su hijo en sus brazos y lo levanta por los aires, el niño expresa alegría, porque sabe que su padre no va a soltarlo ni va a dejar que se haga daño.

Cuando un amigo te pide que le prestes algo y dice que te lo devolverá mañana, tú aceptas su palabra y crees que así lo hará.

El profesor dice que se verán de nuevo el lunes a las ocho, y sabes que debes prepararte porque el lunes habrá clases nuevamente. Cuando el gobierno te dice que debes quedarte en casa por tu seguridad, obedeces, porque crees que al gobierno le interesa tu bienestar.

En todos estos ejemplos hay un punto en común: la confianza; el niño confía en el amor y la prudencia de su padre, tú confías en la palabra de tu amigo, en el programa escolar y la responsabilidad del profesor y en tu gobierno.

También puedes confiar en tu fuerza, resistencia o habilidad física, lo cual se conoce como autoconfianza.

La confianza es el sentimiento o la sensación de que algo esperado se va a cumplir, que no va a fallar. Es esperar de nosotros y de los demás que actúen como suelen hacerlo.

La confianza es un sentimiento importante para vivir, porque está vinculada a nuestra convicción de que las cosas van a ser como siempre: la naturaleza va a seguir sus leyes, el amor de nuestros padres, hermanos y amigos va a estar allí para nosotros, y nuestras capacidades van a responder cuando las necesitemos.

Desconfiar en algunos casos puede ser necesario: al cruzar una calle muy transitada, o al ver que se aproxima un perro muy grande con actitud agresiva, es parte de nuestro sistema defensivo. Pero no es posible vivir sin confiar en nada ni en nadie.

Confiar es esperar lo mejor de los otros, y del mundo.

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