Cultura general

Economía de los aztecas o mexicas: características y actividades


La economía de los aztecas se basaba en tres aspectos: bienes agrícolas, comercio y tributos. De estos tres factores, el comercio era crucial para el imperio, ya que permitía la llegada de bienes a todas las ciudades, aunque no fueran producidos en el mismo territorio. Esta civilización desarrolló un sistema de comercio muy completo y ordenado, con gran diversidad de productos en su mercado.

Por ejemplo, si una persona quería comida, podía comprar carne, pescado, pavos, conejos, pájaros o cualquier otra fuente de proteína. Si querían vegetales se podían comprar tomates, maíz o pimientos picantes, incluso especias para sazonar. Además de esto, existía comida preparada para adquirir, como pan de maíz, bebidas y pasteles.

Comercio azteca. Este junto a los cultivos eran la base de la organización económica azteca.

Esto demuestra que a diferencia de otras economías antiguas, el sistema comercial de los aztecas no estaba basado en el trueque. Los aztecas tenían dinero para adquirir todos los bienes que pudieran necesitarse.

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Sistema monetario en la organización económica azteca

El dinero no era tal y como se concibe hoy en día. En el mundo azteca, una de las monedas utilizadas eran los granos de cacao.

También se podían intercambiar paños de algodón conocidos como quachtli, muy preciados para los aztecas, ya que el algodón no podía cultivarse en la altitud del valle de México y había que importarlo de regiones semi-tropicales localizadas al sur.

Por ejemplo, un conejo podía costar 30 granos de cacao, y un huevo 3 granos de cacao. Pero un paño de algodón estaba en el rango entre 65 y 300 granos de cacao.

Crecimiento de la economía azteca

Desde sus comienzos, la principal ciudad del imperio azteca, Tenochtitlán, podía auto-sustentarse. Siendo una pequeña villa, la agricultura era desarrollada a través del método chinampa que se utilizaba en todo Mesoamérica.

Sistema de cultivo: chinampa

En este sistema de cultivo, se ubican cañas en las áreas más superficiales de los lagos que luego eran cubiertas con tierra. El método de cultivo chinampa aunque primitivo, era efectivo. Los aztecas no contaban con herramientas sofisticadas, y utilizaban solo estacas para mover el suelo y realizar sus plantaciones.

Estos jardines flotantes, que fueron la columna vertebral del sistema de agricultura azteca, aún pueden encontrarse en Ciudad de México.

La economía de los aztecas era sostenida de forma importante en la agricultura y la granjería. Los granjeros aztecas cultivaban porotos, aguacates, tabaco, pimientos, calabaza, cáñamo, pero fundamentalmente maíz.

A pesar de sus sistemas rudimentarios de cultivo, los granjeros aztecas producían suficiente comida para suplir no solo las necesidades de su ciudad, sino de toda la población. Es por esto que el comercio con otros sectores comenzó a expandirse, convirtiéndose en una actividad fundamental en la civilización azteca.

La importancia del mercado en la cultura azteca

En los mercados aztecas, no solo se encontraban cultivos comerciales, sino que también se ofrecían varios otros bienes y servicios. Entre ellos se pueden mencionar materias primas como el algodón, plumas, piedras preciosas y semipreciosas, coral y perlas.

También se vendían productos ya terminados, madera, joyería e incluso medicinas o plantas medicinales para los curanderos. Otros artículos habituales que estaban a la venta eran ropa, cuchillos de obsidiana, platos, trabajos en cuero, zapatos, canastos y potes. Incluso en algunos lugares podían cortar el cabello.

Sin embargo, a medida que la población comenzó a aumentar, la economía de Tenochtitlán comenzó a depender en alto grado del apoyo económico de áreas aledañas.

Una gran cantidad de personas en Tenochtitlán eran granjeros, que se levantaban al amanecer y regresaban a casa durante la tarde, después de trabajar en el campo todo el día. De este modo, los bienes agrícolas siempre se encontraban en las ciudades.

En la zona principal de la ciudad también vivía una gran cantidad de sacerdotes y artesanos, ya que cada calpulli que conformaba las ciudades se caracterizaba por desarrollar una técnica de artesanía exclusiva, como por ejemplo, confección de prendas de vestir o alfarería en cerámica.

De esta forma, Tenochtitlán comenzó a volverse un verdadero centro urbano, con población permanente, un gran y bullicioso mercado y los comienzos de una clase económica.

Mercados y mercaderes

Los mercaderes aztecas representaron un importante papel en la economía de los mercados en el imperio azteca, ya que eran fundamentales para el comercio con otras ciudades aledañas. Los artículos eran vendidos por los artesanos y los granjeros, siendo los tlamaconi los mercaderes especializados en comercio diario y de poco volumen.

Otros actuaban como mercaderes que viajaban de una ciudad a otra, comprando y vendiendo bienes, además de ayudar a dispersar las noticias a través del Imperio azteca. Son conocidos como pochteca.

De este modo, los mercados no solo eran lugares de intercambio, sino también espacios para informarse, socializar y hacer negocios.

Cada ciudad azteca tenía su propio mercado ubicado en el centro de la ciudad. El mercado más grande del imperio se encontraba en Tlatelolco, ciudad hermana de Tenochtitlán. En este mercado todos los días se encontraban 60.000 personas.

Estos mercados regionales eran supervisados por oficiales de comercio gubernamentales, quienes se aseguraban de que los bienes y los precios pedidos por ellos eran justos. Además, los oficiales recogían los tributos e impuestos en los mercados.

Existieron cuatro niveles de mercados regionales: el mercado más grande era Tlatelolco, luego estaban los mercados de Xochimilco y Texcoco y los mercados diarios de todas las otras ciudades aztecas y pequeñas villas.

Pochteca o mercaderes viajeros

Como mencionamos anteriormente, el comercio era fundamental para el imperio azteca y los mercaderes se encontraban en un puesto privilegiado en la sociedad, a pesar de que su clase social era inferior a la nobleza.

Estos mercaderes viajeros eran conocidos como pochteca, y tuvieron el control de los mercados durante el imperio azteca por el intercambio de artículos y bienes de lugares muy remotos, que no podían ser obtenidos en las mismas ciudades.

Sus viajes eran largos y exigidos y si debían cruzar cursos de agua, era común el uso de canoas. Algunos pochteca actuaban como importadores, otros como vendedores y otros como negociadores en la venta de bienes.

Los pochtecas cumplían un doble o triple rol en el imperio azteca, además de ejercer el papel de simples mercaderes. Ellos solían comunicar información importante de un área del imperio a otro. Incluso algunos se desempeñaron como espías del emperador, a veces disfrazados de algo distinto a un vendedor. 

Un grupo especial de pochtecas eran llamados naualoztomeca, que se especializaban en bienes excéntricos, como gemas, diversos tipos de plumas y hasta secretos.

Agricultura

Al igual que muchas civilizaciones aborígenes previas y posteriores, la agricultura fue un pilar fundamental en el desarrollo de un sistema tanto económico como social.

Los aztecas aprovecharon las cualidades naturales que les brindaba el valle de México para domesticar terrenos y cultivos, y así garantizar una producción constante durante los años.

El territorio donde se encontraban presentaba todo tipo de accidentes y elevaciones, desde colinas, lagunas y pantanos.

Los aztecas debieron ingeniar y poner en práctica técnicas de drenaje y aterrazamiento para asegurar una distribución de cultivos óptima, así como su mantenimiento. Mediante estas técnicas, los aztecas también pudieron hacer frente a las épocas de sequía.

Los más de 80.000 kilómetros cuadrados del valle de México fueron aprovechados por los aztecas para el cultivo; de igual manera llegaron a construir métodos alternativos como los huertos flotantes, que rindieron más de 12.000 hectáreas de terreno cultivable. También aprovecharon el uso del abono vegetal y animal para la fertilización.

Como era costumbre en Mesoamérica, el principal producto de cultivo fue el maíz, considerado el elemento esencial de la dieta azteca, sin mencionar las implicaciones divinas y ceremoniales que se le atribuían.

Los aztecas también cultivaron productos como el ají, tomate, frijoles, chía y calabaza.

Caza, ganadería y pesca

En el Imperio azteca, los productos resultantes de la caza eran pobres, pero no inexistentes. Las dificultades del terreno y la ausencia de especies domesticables dificultaban la tarea de desarrollar la caza como una actividad frecuente.

Las principales especies domesticadas para su consumo fueron el pavo y el perro.

La pesca, en cambio, trajo mejores resultados para la economía y el sustento del imperio. Aprovecharon la presencia de aves acuáticas y de peces de laguna que permitían variar la dieta.

De igual forma, de los cuerpos acuáticos los aztecas pudieron extraer otros recursos, como sal y basalto, para la fabricación de ornamentos.

Más cerca de las regiones montañosas, la obsidiana fue el principal recurso extraído para la fabricación de armas y herramientas.

Producción de artesanías y cerámicas

El diseño y la construcción de piezas de barro y cerámica sirvieron a los aztecas como uno de los principales productos para el intercambio cultural y comercial con otras comunidades.

La confección de ornamentos fue uno de los principales fuertes de comercio para los aztecas, incluso en la víspera de la conquista española.

El valle de México brindaba todas las posibilidades para la proliferación y el desarrollo de rutas comerciales y de intercambio.

Los estudios arqueológicos han encontrado gran cantidad de vestigios de cerámica desperdigados alrededor del territorio, muchos de ellos con características aztecas.

Como otras civilizaciones mesoamericanas, la producción de estos objetos tenía como fin garantizar la presencia de la cultura azteca en distintas porciones del territorio.

Producir estos elementos también buscaba aprovechar los objetos recibidos de otras comunidades para un desarrollo cultural mucho más nutrido.

Algunos estudios indican que las cerámicas aztecas pudieron llegar mucho más allá del valle de México, inclusive hasta algunas regiones de Sudamérica.

Tributos

El pago de tributos fue una actividad común dentro del Imperio azteca, para mantener organizado el flujo económico dentro de las principales ciudades, y generar y administrar los recursos necesarios para las actividades reales y ceremoniales que solían celebrarse.

Los tributos también eran obligatorios para todos aquellos pueblos que se viesen dominados o conquistados por los aztecas, y se pagaban a través de los objetos considerados más valiosos.

Temas de interés

Religión azteca.

Calendario azteca.

Lista de dioses aztecas.

Arquitectura azteca.

Literatura azteca.

Escultura azteca.

Arte azteca.

Referencias

  1. Aztec economy and trade. Recuperado de projecthistoryteacher.com.
  2. Aztec economy trade and currency. Recuperado de legendsandchronicles.com.
  3. Recuperado de aztec.com.
  4. Aztec economy: Regional markets and long distance trade. Recuperado de historyonthenet.com.
  5. Aztec economy. Recuperado de aztec-history.net.
  6. What was the aztec economy? How did it function? Recuperado de quora.com.
  7. Aztec Civilization. Recuperado de allabouthistory.org.