Lengua y literatura

Gerardo Diego: biografía, estilo, frases y obras


Gerardo Diego Cendoya (1896-1987) fue un escritor y poeta español que formó parte de la Generación del 27. Su obra estuvo influenciada por su amigo Juan Ramón Jiménez, y se caracterizó por su inclinación hacia los aspectos populares y vanguardistas.

El escritor realizó su trabajo poético desde dos vertientes. La primera se relacionó con lo relativo y tradicional, donde el romance y los sonetos destacaron; y en segundo lugar trató el absolutismo, que se refirió al significado del lenguaje poético en sí, la poesía pura, por así llamarlo.

Gerardo Diego inició su actividad literaria cuando publicó, en 1918, La caja del abuelo, obra que perteneció al género narrativo, en la categoría de cuento. El escritor también se desempeñó como catedrático, y fue un viajero incansable en busca de nuevas experiencias, conocimientos y aprendizajes.

Índice del artículo

Biografía

Nacimiento, familia e infancia

Gerardo Diego nació el 3 de octubre de 1896 en la ciudad de Santander, Cantabria. Sus padres fueron Manuel Diego Barquín y Ángela Cendoya Uría. El escritor fue el menor de siete niños de este matrimonio. Su padre tuvo tres hijos de una relación anterior.

La infancia del poeta transcurrió en su ciudad natal, realizando actividades de niño, jugando y aprendiendo. A los seis años comenzó a estudiar canto, y realizó su primera comunión en la iglesia del pueblo. Se caracterizó por ser de contextura delgada y de estatura alta, a veces reservado y retraído.

Estudio de Gerardo Diego

Gerardo Diego cursó sus estudios de primaria y bachillerato en Santander, fue un estudiante aplicado y obtuvo buenas calificaciones. Desde muy temprana edad demostró su gusto por la lectura. A los catorce años ya había comenzado a escribir, inspirado por autores de la época.

Cuando obtuvo su título de bachiller, en 1913, aún no tenía la seguridad de qué carrera universitaria estudiar. Así que, con la ayuda y el entusiasmo de sus padres, se fue a Madrid en donde ya estaba un hermano suyo. Pasado un tiempo después se decidió a estudiar filosofía y letras en la Universidad de Deusto.

Culminó la carrera y el título le fue otorgado por la Universidad de Madrid. A partir de ese momento inició su actividad como catedrático de Lengua y Literatura en varias casas de estudios del país, como las universidades de Soria y Santander.

Amor pasajero

Gerardo Diego tuvo que ir en varias oportunidades a Salamanca a presentarse a exámenes, debido a que la Universidad de Deusto no estaba autorizada para ello. Fue allí donde se enamoró de una joven maestra, amiga de sus hermanas, que lo inspiró en una de sus obras.

El romance juvenil fue corto, sin embargo, motivó al escritor a dedicarle muchos versos, e incluso una de sus primeras obras, Romancero de la novia, de 1920. Así como no se supo el nombre de la amada, tampoco se supo la causa de la separación de ese amor cargado de cartas y encuentros secretos.

Pasos en el mundo literario

La primera publicación que hizo Gerardo Diego fue en 1918 en El Diario Montañés con un relato titulado “La caja del abuelo”. Además, comenzó a colaborar en medios impresos como las revistas Grial y Castellana, y en otras de carácter vanguardista como Grecia, Cervantes y Reflector.

Durante el tiempo que estuvo en la ciudad de Gijón trabajando como profesor universitario, Diego tomó la decisión de fundar Carmen y Lola, dos revistas de contenido literario y cultural. Además, se convirtió en fiel seguidor de la poesía de vanguardia española.

Los pasos firmes del escritor y poeta en los caminos de la literatura lo hicieron merecedor del Premio Nacional de Literatura en 1925. Por otro lado, su permanente contacto con los miembros de la Generación del 27 hizo que produjera Antología, una obra poética que permitió dar a conocer a muchos escritores de dicha organización.

Matrimonio del poeta

En uno de los viajes que el poeta realizó a París conoció a Germaine Marín, una joven estudiante francesa. Se casaron en 1934, y ella se convirtió en su compañera de vida y principal y apoyo. Fruto del amor el matrimonio tuvo seis hijos.

El poeta y la Guerra Civil

En 1936, cuando estalló la Guerra Civil española, Gerardo Diego estaba en Francia, en la ciudad de Sentaraille, de vacaciones con su esposa. Allí permaneció hasta 1937. No tuvo la necesidad de abandonar el país a diferencia de muchos colegas; él simpatizó con los rebeldes.

Al regresar a España retomó sus labores como catedrático, pero esa vez como profesor en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid. La guerra y posguerra no le impidieron seguir escribiendo. En 1940 salió a la luz Ángeles de Compostela, y un año después Alondra de verdad.

Últimos años de Gerardo Diego

El escritor y poeta se mantuvo siempre activo en sus labores, alcanzó reconocimiento y prestigio. En 1947 ocupó un lugar en la Real Academia Española, además se hizo merecedor de varios premios, entre ellos el Cervantes, en 1979. Falleció el 8 de julio de 1987 en Madrid.

Estilo

La obra poética de Gerardo Diego se caracterizó por tener dos formas o variantes. La primera se relacionó con elementos tradicionales donde destacaron el soneto, la décima y el romance como estilos de versos. Por otro lado, la segunda tuvo que ver con la innovación de la corriente vanguardista.

El lenguaje que utilizó fue claro y sencillo, con un uso constante de símbolos y metáforas. En muchos de sus versos dejó de lado los signos de puntuación, y también se dedicó a desarrollar temas variados como la música, el amor, el arte, la naturaleza y la religión.

Dentro de su estilo el escritor también desarrolló las poesías relativas y absolutas. La poesía relativa fue la que planteó desde la necesidad de expresar las circunstancias tal cual eran; la aplicó a argumentos de tipo social, religioso, artístico y amoroso.

En el caso de la poesía absoluta, dejó a la realidad en segundo orden para conectarse con lo creativo, es decir, con lo que salía de sí mismo. Entraron dentro de esta categoría las obras Evasión, Manual de espumas y Poemas adrede, solo por mencionar algunas.

Citas destacadas

A continuación se presentan algunas de las citas o frases destacadas de Gerardo Diego como una muestra de su pensamiento filosófico y de su sensibilidad poética:

– “Mis pensamientos son montes, mares, selvas, bloques de sal cegadora, flores lentas”.

– “La poesía es el lenguaje incorruptible”.

– “Era tu figura la flor de un nimbo de ensueño”.

– “Levanta hacía a mí tus ojos, tus ojos lentos, y ciérralos poco a poco conmigo dentro”.

– “Yo no soy responsable de que me atraigan simultáneamente el campo y la ciudad, la tradición y el futuro; de que me encante el arte nuevo y me extasíe el antiguo; de que me vuelva loco la retórica hecha, y me tome más loco el capricho de volver a hacérmela –nueva– para mi uso particular e intransferible”.

– “A la hora de la verdad, que es la de buscarse a sí mismo en lo objetivo, uno olvida todo y se dispone a no ser fiel más que a su propia sinceridad”.

– “Dibujada llevo en mi sangre y mi cuerpo, cuerpo y sangre de mi patria”.

– “Si eres tú misma el rosal y las rosas, la noche de mi verso y las estrellas ¿A quién dedicaré este breve cielo, este arbusto, esta fuente, este desvelo?”.

– “La guitarra es un pozo con viento en vez de agua”.

– “Y por tus ojos la borrasca y la ventisca y el miedo a las hadas”.

Obras

Las siguientes son las obras más importantes de la abundante literatura de Gerardo Diego:

– El romancero de la novia (1920).

– Imagen. Poemas (1918-1921).

– Soria. Galería de estampas y efusiones (1923).

– Manual de espumas (1924).

– Versos humanos (1925, obra con la que ganó el Premio Nacional de Literatura).

– Viacrucis (1931).

– Fábula de Equis y Zeda (1932).

– Poemas adrede (1932).

– Ángeles de Compostela (1940).

– Alondra de verdad (1941).

– Antología (1941).

– Romances (1918-1941).

– Poemas adrede (1943, edición completa).

– La sorpresa (1944).

– Hasta siempre (1948).

– La luna en el desierto (1949).

– Limbo, Las Palmas de Gran Canarias (1951).

– Visitación de Gabriel Miró (1951).

– Dos poemas (1952).

– Biografía incompleta (1953).

– Segundo sueño: homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz (1953).

– Variación (1954).

– Amazona (1956).

– Continuó con: Égloga a Antonio Bienvenida (1956).

– Paisaje con figuras (1956).

– Amor solo (1958).

– Canciones a Violante (1959).

– Glosa a Villamediana (1961).

– La rama (1961).

– Mi Santander, mi cuna, mi palabra (1961).

– Sonetos a Violante (1962).

– La suerte o la muerte. Poema del torero (1963).

– Nocturnos de Chopin (1963).

– El jándalo (1964), Poesia amorosa 1918-1961 (1965).

– El cordobés dilucidado y vuelta del peregrino (1966).

– Odas morales (1966).

– Variación 2 (1966).

– Segunda antología de sus versos, 1941-1967 (1967).

– La fundación del querer (1970).

– Entre sus últimos escritos estuvieron: Versos divinos (1971).

– Cementerio civil (1972).

– Carmen jubilar (1975).

– Cometa errante (1965).

Breve descripción de las obras más representativas de Diego

Como se puede observar, la obra literaria de este autor español fue constante, prolífera y colmada de temas variados. A continuación se describirán las obras más representativas de este escritor:

El romancero de la novia (1920)

Esta obra fue un libro inspirado desde el amor, donde el autor dejó manifiesta su personalidad. Los versos que componen los poemas entran dentro de la métrica de octosílabos y endecasílabos. Las estrofas presentan, además, una rima asonante y son de carácter tradicional, por otro lado, tienen bastantes elementos autobiográficos.

Fragmento de “Sueños”

“Anoche soñé contigo.

Ya no me acuerdo que era.

Pero tú aún eras mía,

eras mi novia, ¡Qué bella mentira!

Anoche tal vez te vi

salir lenta de la iglesia,

en las manos el rosario,

cabizbaja y recoleta.

¡Quién pudiera ser tu novio

(alma, vístete de fiesta)

en un sueño eterno y dulce,

blanco como las estrellas!”.

Manual de espumas (1924)

Este libro fue la agrupación de un conjunto de poemas en los que Gerardo Diego se separó de su concepción de la realidad, para escribir desde los sentimientos. Los versos son más complejos porque la temática pasó a estar conectada con las emociones y un alto nivel de sensibilidad.

Fragmento de “Lluvia”

“Puente arriba, puente abajo

la lluvia está paseando

del río nacen mis alas

y la luz es de los pájaros.

Nosotros estamos tristes,

vosotros lo estáis también,

cuándo vendrá la primavera

a patinar sobre el andén…

Cruza la lluvia a la otra orilla.

No he de maltratarla yo,

ella acelera el molino

y regula el reloj.

El sol saldrá al revés mañana

y la lluvia vacía

volará a refugiarse en la campana”.

Fábula de Equis y Zeda (1932)

Este escrito fue una representación de los cuentos de la mitología, donde se observa creatividad y pasión. Gerardo Diego hizo uso de la libertad para componerlo, a través de metáforas, y con una estructura de seis versos y seis estrofas, con una métrica de arte mayor.

Recordemos, al apreciar el poema que se presentará a continuación, que el autor decidió, en muchas oportunidades, prescindir de los signos de puntuación, de allí la estructuración “libre” de muchos de sus escritos.

Fragmento de “Amor”

“Ella llevaba por vestido combo

un proyecto de arcángel en relieve

del hombro al pie su línea exacta un rombo

que a armonizar con el clavel se atreve

a su paso en dos lunas o en dos frutos

se abrían los espacios absolutos.

Amor amor obesidad hermana

Soplo de fuelle hasta abombar las horas

y encontrarse al salir una mañana

que Dios es Dios sin colaboradoras

y que es azul la mano del grumete

-amor amor amor- de seis a siete…

Y resumiendo el amador su dicho

recogió los suspiros redondeles

y abandonado al humo del capricho

se dejó resbalar por dos rieles

una sesión de circo se iniciaba

en la constelación decimoctava”.

Alondra de verdad (1941)

Esta obra fue uno de los libros más reconocidos del autor, además influenció de manera notoria el trabajo de los poetas que se hacían un nombre después de la guerra de España. Fue la combinación del vanguardismo con el costumbrismo, en un acto pleno de creación por parte del poeta.

El peso de este manuscrito es tal, que permitió a Diego ser considerado una de las figuras más representativas de la Generación del  27.

Fragmento de “Sucesiva”

“Déjame acariciarte lentamente,

déjame lentamente comprobarte,

ver que eres de verdad, un continuarte

de ti misma a ti misma extensamente.

Así te quiero fluida y sucesiva,

manantial tú de ti, agua furtiva,

música para el tacto perezosa.

Así te quiero, en límites pequeños,

aquí y allá, fragmento, lirios, rosa,

y tu unidad después, luz de mis sueños”.

Referencias

  1. Gerardo Diego. Biografía. (1991-2019). España: Instituto Cervantes. Recuperado de: cervantes.es.
  2. Moreno, R. (2011). Gerardo Diego. (N/a): Lengua y Literatura. Recuperado de: rosamorenolengua.blogspot.com.
  3. Tamaro, E. (2004-2019). Gerardo Diego. (N/a): Biografías y Vidas. Recuperado de: biografiasyvidas.com.
  4. Coetáneos de Miguel Hernández: Gerardo Diego Cendoya. (S. f.). España: Fundación Cultural Miguel Hernández. Recuperado de: miguelhernandezvirtual.es.
  5. Gerardo Diego. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: wikipedia.org.