Psicología

Personalidad: definición, conceptos, rasgos y teorías


La personalidad es un conjunto de formas de comportarse y pensar que suponen diferencias individuales y que se ven afectadas por el desarrollo de la persona. Incluye actitudes, formas de relacionarse con los demás, habilidades, hábitos y formas de pensar.

Se trata de un concepto, que al igual que la inteligencia, ha generado numerosas investigaciones. A lo largo de la historia, numerosas personas han intentado definirla, así como plantear posibles teorías que faciliten la comprensión de un concepto, que a simple vista parece fácil.

Aunque el uso más común se da en psicología, la palabra personalidad tiene otros significados en el lenguaje popular: para decir que alguien tiene carácter, para definir a alguien importante o el de “personalidad jurídica”.

Índice del artículo

Definición desde la psicología (distintos autores)

Como vemos el término es utilizado para designar diferentes aspectos pero, realmente, ¿qué entendemos por personalidad según la psicología? Existen diferentes definiciones:

  • Se trata de la organización dinámica o conjunto de procesos que integran el flujo de la experiencia y la conducta.
  • Otros la definen en relación al autoconcepto (cómo se define el individuo), o el sentido del individuo de quién es él.
  • Forma característica de pensar y comportarse; hábitos, actitudes y la forma peculiar forma de adaptación al entorno.

Pervin y Jhon

Por su parte, Pervin y Jhon definen la personalidad como las características que dan cuenta de los patrones consistentes de sentir, pensar y actuar. Estos patrones cumplen la función de adaptación del individuo al entorno, mostrando su forma habitual de afrontar las situaciones.

Allport

Allport decía que se trataba de la organización dinámica intraindividual de los sistemas que determinan su ajuste único al ambiente.

Eysenck

Por otra parte, Eysenck entiende la personalidad como la suma de los patrones de comportamiento determinados por la herencia y el ambiente, que se originan y desarrollan a través de la interacción de los sectores: cognitivo o inteligencia, actitud o temperamento, carácter y constitución.

Aspectos fundamentales

En definitiva, en base a las definiciones de personalidad que se han propuesto a lo largo del tiempo, se extraen los siguientes aspectos fundamentales:

  • La personalidad se trata de un constructo hipotético que incluye una serie de rasgos, relativamente estables a lo largo del tiempo, consistentes (no varían de una situación a otra) y que permiten predecir la conducta.
  • En la personalidad se incluyen otros elementos como cogniciones, afectos y motivaciones que determinan la conducta y que pueden explicar que a veces la personalidad no sea tan consistente y estable en algunas circunstancias.
  • Abarca la totalidad de las funciones y las manifestaciones conductuales, las cuales serán fruto de elementos estables y dinámicos, influencias personales, sociales y culturales. Es algo distintivo y propio de cada individuo.

Usos del término personalidad

La palabra personalidad tiene diferentes usos: 

-Para definir aquellas personas competentes en su vida “Mateo es un chico con mucha personalidad”.

-Para referirnos a alguna eminencia que ha realizado algo importante “Eysenck es una personalidad en su campo”.

-Para referirnos a alguien que es diferente a los demás, y que no se deja llevar por lo que otros digan “Marta tiene mucha personalidad”; o bien lo contrario  “Rocío no tiene ninguna personalidad”…

-Personalidad jurídica: capacidad de tener responsabilidades ante la justicia, ya sea por parte de una persona o de una organización.

Constructos/conceptos relacionados

Para entender la personalidad es importante tener en cuenta qué es un rasgo, qué es el temperamento y qué es el carácter, ya que son conceptos relacionados.

Rasgo de personalidad

Entendemos por rasgo de personalidad, aquellos elementos fundamentales para entender la personalidad. Son elementos no son observables directamente, que se infieren de los comportamientos.

Además son disposiciones latentes, es decir, que no están presentes normalmente, sino que dependen de la relevancia de la situación. Son de carácter general y son continuos en el tiempo (estables) y presentan continuidad en distintas situaciones (consistencia transituacional).

Como ejemplo podemos pensar en una persona extrovertida, de la que diríamos que es alguien que busca el contacto con los demás, pero nos podemos plantear, ¿siempre busca el contacto con los demás?.

La respuesta sería no (carácter disposicional). Por otro lado podríamos plantearnos, ¿a simple vista se puede ver si alguien es divertido o no? No, es algo que se tiene que inferir (carácter subyacente).

Temperamento

El temperamento se refiere al estilo constitucional del comportamiento, es decir, a las diferencias de carácter constitucional que se dan en los procesos de reactividad fisiológica y autoregulación, y que están influidas a lo largo del tiempo por la herencia, maduración y experiencia.

Características asociadas al temperamento:

  • Dimensión biológica: influencia innatas y constitucionales que influyen en la personalidad.
  • Origen genético y base biológica.
  • Desarrollo temporal, es decir, está sujeto a procesos de maduración y experiencia.
  • Aparición temprana (en los primeros años de vida antes de la personalidad).
  • Vinculado a la esfera de las emociones, incluyendo dimensiones de la forma y estilo de la conducta.

Para entender mejor en qué consiste el temperamento pensemos en los test de neonatos que evalúan temperamento, cuánto tarda en despertarse y cuánto en calmarse.

Carácter

El carácter, a diferencia del temperamento, está en función de los valores de cada sociedad, de su sistema educativo y cómo son transmitidos. Se trata de un conjunto de costumbres, sentimiento, ideales o valores, que hacen relativamente estables y predecibles las reacciones de un individuo.

El carácter incluye valores (componentes afectivos y cognitivos), componentes motivacionales y comportamentales.

Un ejemplo sería: “si yo tengo una idea, una costumbre, un valor, eso puede hacer o va a influir en el comportamiento que yo tenga o en las metas que pretendo alcanzar.

Teorías sobre los rasgos de personalidad

Los modelos de rasgos de personalidad que se han desarrollado para intentar explicar la personalidad siguen dos líneas diferentes: los modelos biológicos y los modelos léxicos.

– Modelos factoriales de la personalidad biológicos

Los modelos factoriales biológicos están orientados a afirmar que las diferencias individuales en la personalidad se encuentran en las bases biológicas subyacentes a los procesos psicológicos básicos.

Son modelos que intentan formular un modelo explicativo y causal de la personalidad. Destacan el modelo de Eysenck, el modelo de Gray, el de Zuckerman y el de Cloninguer.

Modelo de Eysenck o modelo PEN (Psicoticismo, Extraversión y Neuroticismo)

Eysenck considera que la Extraversión, Neuroticismo y Psicoticismo son los tres tipos que dan cuenta de la estructura jerárquica de la personalidad. Estos rasgos agrupan el resto de rasgos de la personalidad de forma interrelacionada.

Los extravertidos son personas sociables, activos, vitales, asertivos, dominantes, buscadores de sensaciones y despreocupados. En condiciones de reposo, muestran un nivel crónicamente bajo de arousal (al contrario que los introvertidos).

Los neuróticos son personas ansiosas, con estado de ánimo deprimido, culpables, con baja auoestima. Son aquellos cuyo sistema nervioso autónomo tiene un nivel de labilidad máximo, es decir son aquellas personas en las que este sistema se activa fácilmente  y cambia el sentido de su actividad de forma rápida.

Los psicóticos son agresivos, egocéntricos, impulsivos, antisociales, poco empáticos y fríos. Son aquellos que tienen bajos niveles de serotonina.

Modelo de J. Gray

Para Gray las dimensiones básicas de la personalidad son dos: Ansiedad e Impulsividad, que surgen de una combinación de las dimensiones definidas por Eysenck (E y N).

Los ansiosos son personas introvertidas, susceptibles al castigo, es decir se condicionan mejor con castigo, mientras que los impulsivos son personas extrovertidas, susceptibles a la recompensa, más sensibles a las señales de premio.

Las bases biológicas existentes detrás de estas dimensiones son dos: el sistema de aproximación o activación conductual (BAS) y el sistema de inhibición conductual (BIS).

El funcionamiento de estos sistemas se autorregulan y mantienen el nivel de arousal o activación del sistema nervioso. Los ansiosos presentan un sistema BIS, y los impulsivos un sistema BAS.

Modelo de Zuckerman

Zuckerman trabaja en este modelo con una nueva dimensión: “la búsqueda de sensaciones”.

Este rasgo viene definido por la búsqueda de experiencias y sensaciones intensas, novedosas, variadas y complejas, la voluntad de experimentar y participar en experiencias que comporten riesgo físico, social, legal y financiero. Este rasgo tiene mayores puntuaciones en los varones.

Este rasgo está formado por cuatro subdimensiones: búsqueda de aventura y riesgo, búsqueda de experiencias, desinhibición y susceptibilidad al aburrimiento. Está asociada a niveles bajos de la monoaminoxidasa (MAO).

Cuando estos niveles son bajos, los sujetos tienen respuestas de orientación hacia los estímulos bajas, débiles respuestas de defensa, y una mayor respuesta cerebral bajo los estímulos intensos.

Modelo de Cloninger

En este modelo Cloninger dice que la personalidad está constituida por 7 rasgos amplios que pueden dividirse en dos grupos: 4 rasgos temperamentales (búsqueda de novedad, evitación del dolor, dependencia-recompensa y persistencia) y 3 caracteriales (autodeterminación, cooperatividad y espiritualidad).

Es la interacción entre estos rasgos temperamentales y caracteriales la que determina la aparición de respuestas específicas a las situaciones concretas.

Así se justifica la variabilidad de la personalidad normal, las alteraciones de la personalidad y el desarrollo de la misma.

Los sistemas biológicos que sustentan los rasgos de personalidad son los siguientes:

  • Búsqueda de novedad: baja dopamina, es decir responde intensamente ante estímulos nuevos y señales de recompensa.
  • Evitación del dolor: alta serotonina, es decir responde intensamente ante estímulos aversivos.
  • Dependencia de la recompensa: baja noradrenalina, es decir, responde a premios y recompensas.

– Modelos factoriales léxicos

Los modelos factoriales léxicos consideran que en el lenguaje podemos encontrar la única fuente fiable de datos relativos a las características que pueden definir o constituir la personalidad. Destaca el modelo de los cinco grandes de Costa y Mcrae.

Modelo de los Cinco Grandes

Este modelo propone la existencia de cinco rasgos de personalidad: la ansiedad, la extraversión, la cordialidad, la responsabilidad y la apertura. Las facetas que caracterizan a estas personas son las siguientes:

No se trata de un modelo biológico, aunque sus autores creen que las tendencias básicas de personalidad deben tener un cierto sostén genético. Este modelo es aplicable transculturalmente y tiene un valor universal.

Con respecto a estos rasgos, es importante destacar:

  • Extraversión y neuroticismo: son los rasgos más claros (con mayor consenso). Se tratan del carácter nuclear de la personalidad (al contrario que la cordialidad y responsabilidad con un consenso limitado)
  • Apertura: rasgo muy cuestionado porque contiene elementos relacionados con la inteligencia. McCrae y Costa consideran que o bien la inteligencia predispone a la apertura o esta colabora en el desarrollo de la inteligencia.
  • Se discute la independencia de las facetas hostilidad y de impulsividad.
  • Eysenck sugiere que responsabilidad, cordialidad y apertura, equivalen al rasgo psicoticismo que él propone.
  • También se ha sugerido que responsabilidad y cordialidad no son rasgos del temperamento, sino del carácter.

Referencias

  1. Bermúdez Moreno, J. (2014). Psicología de la personalidad: teoría e investigación. UNED.
  2. Pueyo, A. (1997). Manual de Psicología Diferencial. Barcelona: McGraw-Hill
  3. Pueyo, A. y Colom, R. (1998). Ciencia y política de la inteligencia en la sociedad moderna. Madrid: Biblioteca Nueva.
  4. Sánchez-Elvira, M.A. (2005). Introducción al estudio de las diferencias individuales. Madrid: Sanz y Torres.