Diferencia entre sociedad y asociación
La diferencia entre sociedad y asociación es el cúmulo de criterios que distinguen la naturaleza y la misión de ambos tipos de agrupación formal.
Si bien coloquialmente se emplean los conceptos de sociedad y asociación, a menudo, para referirnos a lo mismo, se trata de dos realidades bien diferenciadas desde el punto de vista formal.
Ambas formas son consideradas un método de organización con fines de desarrollo de un determinado proyecto.
Sin embargo, sus distinciones radicarán en diversos aspectos a la hora de realizar este cometido.
Criterios de diferencia entre sociedad y asociación
Teniendo en cuenta la definición, tanto de sociedades como de asociaciones, es posible clasificar sus principales distinciones con base en los siguientes aspectos:
- Motivación: La principal diferencia entre una y otra es la búsqueda de lucro, es decir, el ánimo de lucro. En ese aspecto, las sociedades son constituidas persiguiendo un beneficio económico o la gestión eficiente de un patrimonio, es decir, tienen ánimo de lucro.
- Origen de sus fondos: Mientras las sociedades cuentan con aportaciones de sus socios o de origen externo (inversores interesados), las asociaciones, mayormente, financian su trabajo con aportaciones de sus fundadores, patronos, simpatizantes o Gobiernos, los cuales aportan en ayudas en forma de donaciones privadas o ayudas públicas.
- Mínimo de participantes: Una asociación precisa de un mínimo de tres asociados para tener origen. Mientras, en el caso de las sociedades, basta con una persona para ello, como sucede en el caso de las sociedades unipersonales.
- Fiscalidad: El tratamiento tributario de ambas modalidades difiere. Normalmente, las asociaciones cuentan con mayor libertad fiscal, al no tener que cumplir compromisos en materia de IVA o impuesto de sociedades.
- Destino de su rendimiento: Estatutariamente, las asociaciones que obtengan ganancias deben revertir las mismas en sus propios fines societarios. Es decir, no están destinadas a generar beneficios ni dividendos como sí lo están las sociedades mercantiles.
- Registro público: Toda sociedad debe legalmente ser inscrita en el correspondiente registro oficial de cada territorio para desempeñar su actividad. Por el contrario, las asociaciones únicamente cuentan con dicha obligación en casos de desempeño de actividades económicas secundarias o a efectos comunicacionales o de publicidad.
- Supervisión pública: Ambos conceptos se rigen por legislaciones distintas en materia de competencia o cumplimientos normativos.
¿Puede obtener beneficios una asociación?
Es importante destacar que existe un modelo de convergencia entre ambas realidades. Es decir, formalmente, una asociación puede desempeñar una actividad comercial, al igual que lo realizaría una sociedad mercantil.
No obstante, la motivación principal de la asociación, así como el eje que rige su funcionamiento, no deberá ser la actividad económica. Por ello, debe ser reflejado en sus respectivos estatutos.
Por ejemplo, una asociación de tipo cultural y pictórica puede contar con servicio de bebidas y aperitivos en los eventos que pueda realizar. Pero ese no será su principal espíritu organizacional.
Situaciones de convergencia entre sociedad y asociación
En ocasiones, existen casos económicos en los que se origina una asociación como elemento de opacidad.
Es decir, por medio de la creación de asociaciones sin ánimo de lucro o de fundaciones, se persigue la consecución de fines lucrativos.
Esto responde, habitualmente, a motivaciones de mala praxis económica, o de aprovechamiento fraudulento de las ventajas organizacionales con las que pueden contar las asociaciones.