Ciclo de vida de la industria
El ciclo de vida de la industria es la serie de etapas que atraviesa una industria o empresa en el mercado.
Este ciclo esta compuesto de cuatro etapas, desde la introducción hasta el declive. La duración de las mismas no esta definida y puede variar considerablemente entre industrias, incluso del mismo sector.
Cada una de estas fases tiene características únicas que permiten describir el panorama del sector o la empresa. Asimismo, permite identificar estrategias para aprovechar los beneficios y potencialidades de las mismas. Las etapas del ciclo de vida de la industria son las siguientes:
1. Introducción
Esta etapa crea cierto debate dado que algunos autores separan la etapa introductoria con la etapa embrionaria. Mientras, otros indican que el embrión forma parte de la introducción. No obstante, la descripción, en el fondo, es la misma.
Esta primera fase es el inicio de la compañía o industria. En el caso de una industria nueva, una empresa podría ser la única con sus características sin ninguna competencia en el mercado. Por tanto, se estaría hablando de la prueba del desarrollo tecnológico e innovaciones. La demanda de los productos puede no estar definida y apenas se desdibuja el panorama general del sector.
También, en los inicios lo más probable es que no sea un negocio rentable aún, con dificultades para sostenerse mientras se hace lugar en el mercado. Asimismo, se incurre en costos de desarrollo tecnológico y marketing. En caso de ser rentable a temprana edad, las ganancias suelen ser reinvertidas para ampliación de la actividad.
2. Crecimiento
En la etapa de crecimiento el objetivo principal es captar el nicho de mercado o diferenciarse de los competidores. Igualmente, el desembolso de capital para financiar la expansión es significativo.
Las empresas que buscan objetivos a largo plazo siguen reinvirtiendo las ganancias generadas en esta etapa para ganar participación en el mercado. Asimismo, esta etapa es fundamental para realizar los ajustes necesarios y así obtener un producto acabado que cubra las necesidades de los clientes.
También se puede considerar la etapa en la que se evidencia de mejor forma la potencialidad de economías de escala. De lograrse esta condición, la etapa de crecimiento podría extenderse por más tiempo y prácticamente fusionarse con una madurez de alto rendimiento.
Sin embargo, algunos autores denominan otra etapa intermedia llamada expansión. En este sentido, si la empresa tiene éxito puede experimentar una etapa de crecimiento pronunciada a nivel de ventas. En este caso la inversión en marketing y promoción es fundamental para la fidelización de clientes.
3. Madurez
La tercera etapa es la etapa de la consolidación. En este caso las ventas y demanda se desacelera, obteniendo rendimientos marginales decrecientes. Por tanto, se evidencia una mayor competitividad en el sector dado que se considera un negocio exitoso. La estrategia se centra en hacer prevalecer la vigencia del producto y rescatar los valores que la diferencian.
Finalmente, en esta fase los inversionistas gozan de los beneficios de la expansión con el pago de dividendos. Igualmente, se alcanza el tope máximo del mercado, hasta llegar a una tasa de crecimiento igual a cero.
4. Declive o disminución
La fase final de disminución implica una caída en ventas que puede deberse a varios factores. Por ejemplo, nuevas innovaciones, obsolescencia o regulaciones restrictivas.
Asimismo, la caída de los beneficios desincentiva la inversión y reposición capital, multiplicando el efecto exterior del mercado. Finalmente, se observa una disminución del tamaño del mercado en el que quedarán pocas empresas compitiendo.