Obsolescencia
La obsolescencia, o estado de obsolescencia, es el estado en el que puede encontrarse un determinado producto, un bien, que ya ha cumplido con su vida útil.
La obsolescencia, por tanto, es el estado al que llega un determinado producto, un bien que previamente hemos adquirido, una vez ha finalizado su vida útil. Es decir, cuando cumple con el tiempo programado por el fabricante para que el producto siga funcionando o sirviendo a su propietario.
Para hacernos una idea, imaginemos un móvil de la marca Apple, una vez se lanza el nuevo modelo al mercado. Este, poco a poco, dejará de funcionar, a la vez que los desarrolladores dejarán de darle soporte en materia de software. Cuando se alcanza esta situación, decimos que el móvil se ha quedado obsoleto.
Otro ejemplo podría ser el de aquel producto que ya no encuentra piezas para ser reparado. Imaginemos un modelo de coche que salió hace 20 años y ha sufrido una avería. Al haberse quedado obsoleto, el vehículo ya no encuentra, siquiera, piezas para ser reparado.
Por último, imaginemos aquellos objetos que utilizábamos en el pasado y hoy, gracias a la investigación, han sido sustituidos por otras herramientas más avanzadas. Es el caso de las reglas de cálculo, que en su día fueron sustituidas por calculadoras electrónicas. O el propio motor de vapor, que fue sustituido por el motor de combustión.
Así pues, en todos los escenarios planteados, diremos que los productos a los que hacemos referencia han alcanzado el estado de obsolescencia, por lo que quedaron obsoletos.
Causas que provocan la obsolescencia
Entre las causas que provocan este estado de obsolescencia en los productos, conviene resaltar las siguientes:
- Innovación.
- Investigación y desarrollo.
- Caducidad.
- Agotamiento de vida útil.
- Incompatibilidades con nuevos productos.
- Descatalogación.
- Ausencia de repuestos.
Tipos de obsolescencia
Además de estas causas, debemos saber que no siempre la obsolescencia es un estado que se alcanza cuando se cumple la vida útil del producto, sino que muchas empresas aceleran esta obsolescencia como estrategia para que sus clientes compren su nuevo producto, renovando de esta forma el antiguo. A esto se le conoce como obsolescencia programada o planificada.
Pero veamos los principales tipos que existen:
- Obsolescencia planificada o programada: Esta se produce cuando una empresa determinada, a la hora de crear un producto, pronostica el tiempo previsto de vida útil de dicho producto. Esto, con el fin de programar, en cierta forma, su rotura o su desgaste. De esta forma, la empresa evita reparaciones en sus productos, no afectando a su imagen de marca. Así, también, la empresa promueve la compra de su nuevo producto, cuando este comienza a dejar de funcionar correctamente.
- Obsolescencia percibida: Es la que se produce cuando la empresa, cada cierto tiempo, renueva superficialmente el aspecto de su producto. De esta forma, la empresa promueve la compra del nuevo producto, haciendo que el anterior quede anticuado. Es una estrategia muy eficiente cuando se desea tener una mayor rotación.
- Obsolescencia de especulación: Es la que hace aquella empresa que lanza un producto, pero que con el tiempo va añadiendo mejoras para promover su venta. De esta forma, la empresa va incentivando la venta del producto con el paso del tiempo, en función de los añadidos y las modificaciones que hacen al producto. Todo ello, en función del encaje que va teniendo este en el mercado.
Ejemplos de obsolescencia
A continuación, veamos algunos ejemplos de cada tipo de obsolescencia:
Ejemplo de obsolescencia programada
Un claro ejemplo de obsolescencia programada lo encontramos en los electrodomésticos. Los electrodomésticos, en su mayoría, están programados para que tengan una vida útil determinada.
Esto, con el fin de que antes de requerir su repuesto, el consumidor adquiera un nuevo modelo ante su mal funcionamiento.
Ejemplo de obsolescencia percibida
Un ejemplo muy claro de obsolescencia percibida lo encontramos en el sector textil. Las firmas de ropa, con el objetivo de incrementar sus ventas, lanzan modelos que han lanzado previamente, pero modificando sus colores, o algún aspecto superficial de la prenda.
De esta forma, la firma cataloga dicha prenda como si esta fuese de nueva temporada, dejando anticuada la prenda con aspecto distinto.
Ejemplo de obsolescencia de especulación
Este último ejemplo lo encontramos en los ordenadores, los móviles o las tabletas. En muchas ocasiones compramos un móvil, pero a los meses vemos que la compañía lanza una variante con una pantalla más amplia, un nuevo procesador, así como una cámara de mayor calidad. Este tipo de obsolescencia se practica con el fin de incentivar la venta de este producto con el paso del tiempo y los incrementales, así como facilitar su encaje en el mercado.