Producto (marketing)
Un producto, en marketing, es todo bien o servicio que una empresa produce con el propósito de comercializarlo y satisfacer una necesidad del consumidor.
Sin duda, el producto se considera el elemento más importante de la mezcla del marketing. Puesto que todas las otras variables dependen del producto, no se puede pensar en establecer un precio si no hay un producto.
Del mismo modo, tampoco se puede pensar en la forma de comunicar los beneficios que se ofrecen, si aún no se tiene un producto que comercializar.
Por otro lado, es imposible establecer una estrategia de distribución, si aún no sabemos que vamos a vender en el mercado.
Por lo tanto, el producto es la primera idea que se genera, se planifica y se desarrolla dentro del marketing, porque sin un producto es prácticamente imposible hacer una planificación adecuada de marketing.
Claro que, para que algo sea considerado producto para el marketing, el satisfactor producido debe ser comercializado dentro del mercado.
Relación de producto y necesidad
Además, un producto siempre debe estar relacionado con la necesidad que satisface, puesto que un mismo satisfactor puede ser utilizado para cubrir una necesidad distinta por parte de los consumidores.
Por ejemplo, en el caso de un gimnasio:
- En este tema podríamos encontrar un usuario que acude al gimnasio con el fin de cubrir una necesidad de salud. Podría suceder que tenga sobrepeso y tenga diabetes, por lo que el médico le puede recomendar que debe bajar de peso.
- Puede que otra persona utilice el gimnasio con fines estéticos. Es decir, puede estar saludable, pero lo que esta persona busca es definir su figura de manera que obtenga un cuerpo atractivo.
- También podríamos encontrar una persona que asiste al gimnasio con el propósito de atender una necesidad social, en esta situación ni le interesa la salud, ni la estética de su cuerpo; sino que el gimnasio le permite poder contactar con personas que le resultan agradables para fortalecer sus relaciones sociales.
De cualquier manera, nos podemos dar cuenta que el producto es el mismo, pero es usado para el logro de objetivos diferentes, según las expectativas que maneja cada consumidor o usuario del servicio.
Clasificación de los productos
Existen diferentes maneras de poder clasificar los productos, las más significativas son:
1. Bienes y servicios
Los bienes son los productos que cuando un consumidor los compara adquiere propiedad del bien. En contraste, cuando se requiere un servicio, sólo se satisface la necesidad, pero no se vuelve propietario del producto.
Así que, en este caso podemos hablar de un mismo producto y aunque satisfaga la misma necesidad, nos percatamos que es diferente comprar un bien o servicio.
Por ejemplo, un carro que sirve para satisfacer la necesidad de transporte.Si una persona compra un carro para su uso particular, cubre la necesidad de poder usarlo para transportarse, pero se vuelve dueño del bien.
En cambio, si pide el servicio de un Uber, aunque sea el mismo carro y de la misma marca, en este caso sólo satisface la necesidad de poder transportarse a su destino, pero en ningún momento adquiere propiedad del carro, por lo que compro un servicio.
2. Producto tangible e intangible
Asimismo, un producto tangible es un bien que tiene existencia física o material, por lo que cuando una persona lo solicita puede verlo, tocarlo o percibirlo con todos sus sentidos. Por el contrario, un producto intangible en un producto que no podemos ver, ni tocar; pero que igualmente satisface una necesidad.
- Un producto tangible es por ejemplo una camisa, de la cual podemos apreciar el color, la textura, el tamaño, el diseño, entre otros.
- Mientras que un producto intangible puede ser el servicio de comunicación o de energía eléctrica; los cuáles no los apreciamos físicamente, pero nos ayudan a cubrir nuestras necesidades.
3. Producto de consumo y de uso
Por otra parte, un producto de consumo es aquel que luego de cubrir una necesidad desaparecen completamente o pierde sus características ideales para responder al objetivo, para el que fue diseñado.
En relación con los productos de uso son aquellos que resuelven una necesidad, pero siguen manteniendo sus características ideales, porque pueden ser utilizados varias veces.
Para ilustrar esta clasificación, un producto de consumo puede ser una hamburguesa que luego que satisface el hambre de una persona desaparece; también podemos pensar en productos desechables, los cuáles sólo se pueden utilizar una vez.
Un producto de uso puede ser una computadora o un teléfono, que se usan infinidad de veces y continúan manteniendo sus características ideales como satisfactores.
Los productos de uso se pueden subdividir en:
- Productos de uso duradero: Puesto que han sido creados para tener una vida útil muy larga como un carro o una estufa.
- Productos de uso no duradero: Estos pueden ser usados varias veces, pero su vida útil es más corta como el caso de un cepillo de dientes o un lapicero.
4. Materias primas, productos semiacabados y acabados
Ahora, las materias son productos que no pueden consumirse en su estado original, sino deben ser transformados por el usuario, para poder ser utilizados.
Los productos semiacabados, están casi listos para consumirse, por eso se necesita que el consumidor realice algún proceso para poder ser utilizados para el consumo final.
En consecuencia, los productos acabados son aquellos que cuando salen al mercado están totalmente listos para ser utilizados.
Por ejemplo:
- Un producto considerado materia prima, puede ser la harina para panqueques, ya que nadie se come el harina en su estado original.
- Un producto semiacabado puede ser un mueble producido por Ikea, que vende las piezas, pero si el consumidor no las une, no tiene un mueble.
- Acabado puede ser televisor que solo lo conectamos y está listo para ser utilizado.
5. Productos domésticos e industriales
Entonces, al hablar de productos de uso doméstico o industrial nos referimos a un mismo producto, la única diferencia es quién lo use.
Un shampoo puede ser de uso doméstico si es comprado por una familia, para la higiene personal; pero puede ser de uso industrial cuando es usado por un salón de belleza que los usa dentro de sus servicios o los comercializa.
6. Productos de convicción, comparación y de conveniencia
Sobre todo, la diferencia entre estos productos es el precio y el tiempo que se usa para decidirse a tomar una decisión de compra.
Por una parte, un producto de convicción es un producto de alto precio donde las personas están convencidas de la calidad y los beneficios que adquieren, por lo que pagan por ellos altos precios.
En cambio, los de comparación, son los productos donde los consumidores antes de comprar el producto comparan precios y calidades, antes de decidirse a comprarlo.
Finalmente, los de conveniencia son de bajo precio y por esa razón las personas no toman mucho tiempo para comprar un producto.
Por ejemplo:
- Un Rolex es un producto de convicción.
- Un par de zapatos es un producto de comparación.
- Una caja de cerillos es un producto de conveniencia.
Para terminar, podemos decir que toda empresa, que quiere ser exitosa, antes de diseñar y desarrollar productos, debe basarse en una tarea seria de investigación de marketing. Todo, con el objetivo de obtener información sobre las necesidades insatisfechas por parte de los consumidores; y sobre estos datos presentar las propuestas adecuadas de productos que respondan mejor a las necesidades del mercado.