Argumento por generalización
Un argumento por generalización es aquel que se construye convirtiendo casos particulares en casos generales. Es decir, se le atribuye un hecho a toda la población que comparte unas características en común, aunque solo afecte a una porción de ellos.
Al igual que otras formas de argumentación, el argumento por generalización también es muy común. A través de su uso, se busca explicar o argumentar sobre un tema determinado, asociándolo a hechos particulares que se toman como norma.
Por ejemplo, si hemos invertido en bolsa en tres periodos de tiempo distinto y hemos perdido siempre nuestro capital por malas decisiones, se generaliza si decimos que invertir en bolsa es del todo desaconsejable, ya que siempre hemos perdido nuestro dinero. Así, estamos haciendo norma de un caso concreto, que es nuestra propia experiencia.
Este tipo de argumentación es muy común en política. Facilita la composición del discurso, requiere de menor sacrificio y penetra muy bien en los receptores. Más común aún si hablamos de partidos y discursos populistas, cuyas generalizaciones simplistas procuran apelar a los sentimientos de los votantes y movilizar al mayor número posible de electores.
Por ejemplo, cuando un partido de extrema derecha afirma que todos los extranjeros roban en España. Esto parece más eficaz y sencillo que buscar y extraer las estadísticas y diferenciar los casos de robo. Lo mismo pasa cuando la extrema izquierda proclama que los empresarios explotan a sus trabajadores. Sí que habrá alguna empresa que no otorgue a sus empleados las condiciones necesarias, pero no por ello se ha de generalizar.
Problema del argumento por generalización
Por lo descrito anteriormente, es muy fácil caer en la falacia por generalización apresurada, que ocurre cuando el argumento por generalización no se adapta a la realidad. Pero esto tampoco es siempre así, hay generalizaciones que sí son aceptables.
Esto sucede cuando la idea o tesis de nuestra argumentación ocurre en una mayoría de casos, cuanta más amplia sea la mayoría, más fuerza tendrá nuestro argumento. Por ejemplo, argumentamos que los estudiantes del instituto X pasan a la universidad al finalizar sus estudios, si lo hacen el 90% de los estudiantes, la generalización tendrá más fuerza y será más fiel que si ocurre en el 60% de los casos. En este punto, lo complicado parece determinar cuál el porcentaje que respalda a una generalización para que esta sea aceptable o, por el contrario, se convierta en un argumento falaz.
Construcción de un argumento por generalización
La construcción de un argumento por generalización es muy sencilla, se han de seguir los siguientes pasos:
- Identificar el tema sobre el que deseamos argumentar. Puede ser premeditado o surgir espontáneamente en un debate o conversación.
- Encontrar la tesis o idea que queremos respaldar.
- Buscar aquellos patrones que predominen sobre los demás, estas serían las premisas.
- Establecer la conclusión a través del análisis de las premisas.
Ejemplos de argumentos por generalización
Para comprender mejor la construcción y entender cómo son los argumentos por generalización, vamos a ver algunos ejemplos. El primero sobre la situación del COVID en España:
- Estamos en una charla informal familiar y surge el tema de cómo se atiende a los posibles afectados por COVID.
- Nosotros estamos seguros de que se realiza por medios telemáticos.
- Consultamos el barómetro del CIS y vemos que al 94% de los diagnosticados se les atendió vía telefónica.
- Por tanto, argumentamos de forma general que a los diagnosticados de coronavirus se les atendió por medios telemáticos (ya que ocurrió en el 94% de los casos).
Otro ejemplo: “La población africana es de piel negra”, este sería también un argumento por generalización. Puesto que atribuimos al conjunto de la población de un determinado territorio una característica determinada.
Otra generalización: “En España siempre gobiernan PSOE o PP”, también es un argumento por generalización. Cierto además, puesto que salvo el breve periodo en el que gobernó UCD, desde el año 1982, siempre se han alternado en el Gobierno los otros dos partidos.
Otro argumento por generalización: “Los jugadores de baloncesto son altos”, se atribuye la característica de gran altura a los jugadores de baloncesto. La media de los jugadores de la NBA supera los dos metros de altura.