Activo pignorado
Un activo pignorado es un bien transferido para respaldar una obligación de pago. Lo utilizan tanto las empresas como los hogares y permite aumentar su patrimonio a un ritmo mayor. Dicho activo pueden ser acciones, viviendas o maquinaria, entre otros muchos.
Pignorar significa hacer uso de un bien para garantizar y respaldar el pago de una determinada obligación. Cuando se pignora un activo, dicho bien pasará a ser propiedad del prestatario, impidiendo al prestamista hacer uso del mismo.
Por este motivo, cuando se pignora un activo, se debe a que el prestatario no otorga la certeza de poder hacer frente al pago del préstamo recibido. En este sentido, se deben de agotar todas las vías de financiación antes de pignorar un activo. Es por ello, por lo que es mejor obtener un préstamo sin la necesidad de llevar a cabo una pignoración.
En el ámbito de la contabilidad, se define de la siguiente forma: Partida de activo que se encuentra depositada en un fideicomiso o una hipoteca con el objetivo de garantizar el cumplimiento de una obligación o contrato. Debe incluirse en el balance con un subtítulo normal y especificando si es activo circulante, su cuantía y el motivo por el que se pignora.
Ejemplo de activo pignorado
Supongamos que formamos parte del consejo de administración de una multinacional que fabrica teclados de ordenador. Con el volumen de pedidos que recibimos, nos estamos empezando a ver limitados por nuestras instalaciones.
Si seguimos a este ritmo, en aproximadamente seis meses no podremos cubrir la demanda que tendremos debido a que estaremos produciendo las 24 horas del día y utilizando el 100% de la maquinaria. En el consejo de administración, decidimos solicitar financiación por valor de 8 millones de dólares para poder construir una nueva planta destinada al ensamblaje de nuestros teclados.
A pesar de haber experimentado un gran crecimiento en los últimos años, nuestra entidad financiera nos dice que no puede concedernos el crédito. Esto se debe a que no ofrecemos las suficientes garantías de que podremos hacer frente al pago de la deuda en el futuro. Para solventar este problema, decidimos pignorar un edificio de nuestra propiedad que tenemos alquilado como oficinas por valor de 5 millones de dólares.
Tras esta pignoración, el banco decide concedernos el crédito para poder comenzar las obras de la nueva planta de ensamblaje y poder seguir soportando la tasa de crecimiento que hemos disfrutado hasta el momento.
En conclusión, un activo pignorado es un bien entregado a un prestamista con el objetivo de garantizar el pago del préstamo entregado. Dicho activo pasa a ser propiedad el prestamista e impide al propietario inicial a hacer uso del mismo.