Acervo comunitario

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El acervo comunitario es el conjunto de normativas y programas de la Unión Europea. Para que un Estado pueda ingresar en la Unión Europea, es necesario que, previamente, acepte el acervo comunitario.

Una vez que un país acepta el acervo comunitario, debe incluir la normativa europea en su legislación nacional. Así, la normativa de la Unión Europea tendrá vigencia y deberá ser aplicada desde el momento en el que el país en cuestión ingresa en la Unión Europea.

Cabe señalar que el derecho comunitario prevalece sobre las leyes nacionales. Más aún, el derecho comunitario puede establecer obligaciones a los países que conforman la Unión Europea y a sus ciudadanos.

Tratados fundacionales

En primer lugar, encontramos los tratados fundacionales, como el Tratado Constitutivo de la CECA (Confederación Europea para el Carbón y el Acero) de 1951 y el Tratado de Roma de 1957. El primero de estos tratados abordaba la creación de la CECA, que establecía competencias respecto al carbón y al acero. Por otro lado, el Tratado de Roma dio origen a la Comunidad Económica Europea y a la Comunidad Europa de la Energía Atómica.

Otros tratados fundacionales han dado lugar a importantes cambios en las instituciones europeas, abarcando aspectos tales como sus competencias y funcionamiento. En este sentido encontramos el Acta Única Europea (1986), que impulsó la unión política y económica de Europa. También el Tratado de Maastricht (1992) profundizó en la unión política, económica y monetaria, al tiempo que sentaba las bases para una política exterior y de seguridad común. Precisamente el Tratado de Ámsterdam (1997), también fundacional, vino a ser una revisión del Tratado de Maastricht, profundizando en áreas como la libre circulación, política exterior, justicia europea y aspectos laborales.

No menos importante es el Tratado de Niza (2001). Un tratado elaborado con motivo de la incorporación de nuevos Estados a la Unión Europea y que, entre otros aspectos, otorgaba un mayor poder al Parlamento Europeo.

El Tratado por el que se establece una Constitución para Europa (2004). Este pretendía sustituir los demás tratados fundacionales por un único texto que funcionase a modo de Constitución Europea. Sin embargo, su rechazo en los plebiscitos llevados a cabo en Holanda y Francia provocó que el tratado no entrase en vigor.

Derecho derivado

Las leyes implementadas para cumplir con los tratados europeos se denominan derecho derivado. Podemos distinguir los siguientes tipos de derecho derivado:

  • Reglamentos: Se implementan en todos los países.
  • Directivas: Marcan unas metas que deben alcanzar los países europeos. No obstante, los Estados decidirán cuáles son los medios que emplean para conseguir dichos objetivos.
  • Decisiones: Son de obligado cumplimiento para sus destinatarios.
  • Dictámenes y recomendaciones: Tienen un carácter orientativo y no obligatorio. Formarían parte de lo que se conoce como derecho comunitario no vinculante.

Otros elementos del acervo comunitario

También se incluyen en el acervo comunitario las leyes implementadas en aplicación de los tratados europeos, así como la jurisprudencia (doctrina reiterada) de los Tribunales de Primera Instancia y Especializados.

Ahora bien, como señalamos anteriormente, el acervo comunitario no se limita a la legislación y a la doctrina de los tribunales, sino que también está formado por las políticas internacionales y de seguridad e interior llevadas a cabo por la Unión Europea.

Tampoco podemos olvidar las declaraciones y resoluciones del Consejo Europeo. No se trata de legislación, sino que simplemente expresan una posición del Consejo respecto a una cualquier cuestión relacionada con sus competencias.

Finalmente, el derecho internacional también tiene cabida en el acervo comunitario, por lo que también se incluyen los convenios internacionales suscritos por la Unión Europea y los celebrados entre países miembros.