Definición de geoglifo
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) no incluye el término geoglifo. Sin embargo, de acuerdo a la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA), se trata de un concepto especializado cuyo uso es adecuado por más que los diccionarios generales no lo contemplen.
Se llama geoglifo a la figura que se dibuja en el suelo o en la ladera de una montaña con tierra, piedras, etc. Pueblos antiguos de diversas partes del mundo solían producir este tipo de dibujos.
Existían distintas técnicas para el desarrollo de los geoglifos. Un método consistía en quitar el estrato superficial del terreno para dejar expuestas regiones más claras, con un menor nivel de oxidación. Otra alternativa se basaba en el uso de rocas oscuras para dar forma a las figuras. También, en algunos casos, se combinaban los dos procedimientos.
Es importante mencionar que los geoglifos, al igual que los grabados en paredes y los petroglifos, forman parte del arte rupestre. Una de las particularidades de los geoglifos es su gran tamaño, con lo cual se aprecian mejor a una distancia considerable.
Se han encontrado geoglifos con una extensión de unos tres metros y otros que miden más de cien metros. Por lo tanto, sus características pueden resultar muy diferentes.
Los geoglifos más famosos se encuentran en Perú. Las llamadas líneas de Nazca, ubicadas en el actual departamento de Ica, forman parte del Patrimonio de la Humanidad que protege la Unesco desde el año 1994 e incluyen figuras geométricas, criaturas zoomorfas y otros diseños que habrían sido creados hace cerca de 2000 años.
Cabe señalar que el nombre completo de las líneas de Nazca incluye las palabras «geoglifos de pampas de Jumana», pero esta parte se suele omitir para reducir su extensión. Precisamente, es en estas pampas que se hallan los geoglifos, en pleno desierto de Nazca y cerca de la población denominada Palpa. Sus diseños fueron credos por la cultura nazca, cuyo desarrollo tuvo lugar entre principios del siglo I y finales del VII.
La cantidad de geoglifos que se hallaron en el lugar se cuenta en cientos, y también es digna de destacar su variedad, tanto de formas como de complejidad. A pesar de que este tesoro arqueológico se encuentre protegido por la Unesco desde mediados de la década de 1990, las obras destinadas a la creación de la carretera panamericana y el paso de ciertos automóviles han causado daños de una gravedad considerable en algunos de los geoglifos.
Como se menciona en un párrafo anterior, las medidas de las líneas que conforman los geoglifos son muy variables. En el caso particular de Nazca, algunas de ellas tienen un grosor de 40 centímetros, mientras que otras pueden llegar a rondar los 2 metros. Con respecto a las técnicas usadas para cubrir grandes extensiones sin cometer errores, tales como la desviación involuntaria de las líneas rectas, se cree que sus creadores se valían de largas cuerdas, una idea brillante que en la actualidad continuamos usando en todos los ámbitos del diseño, en general con la ayuda de una regla.
Además, para conseguir la traslación de los diseños a una escala considerablemente grande, probablemente los antiguos nazcas disponían una serie de estacas y cordeles para generar una gran cuadrícula, otra genialidad ya que sigue teniendo vigencia hoy en día. También es necesario señalar que el clima estuvo de su parte, ya que en esa región de Perú las precipitaciones son muy raras, de manera que colaboró enormemente con la preservación de las obras. La temperatura media al año es de 25 grados centígrados, lo que la convierte en una de las partes menos húmedas del mundo. Además, el aire caliente evita que el viento borre las líneas.