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Trabajo

Te explicamos qué es el trabajo, sus tipos y por qué se prohiben el trabajo infantil y el trabajo esclavo. Además, qué es el trabajo social.

¿Qué es el trabajo?

A grandes rasgos, trabajar es invertir una cantidad de esfuerzo en conseguir un objetivo propuesto, que se considera como justo, benéfico o productivo según estándares humanos. El esfuerzo invertido puede físico, intelectual o de cualquier otro tipo.

El trabajo está en el corazón de nuestras sociedades, y define la manera en que contribuimos con ella, y al mismo tiempo los recursos con que ella nos recompensa y que nos permiten subsistir. Por eso la gran mayoría de la población mundial tiene algún tipo de trabajo, y aquellos que carecen de uno (los desempleados) generalmente ven disminuido su nivel de vida.

En este sentido, el trabajo está definido por el oficio y la profesión, es decir, a la ocupación específica (soldador, maestro, mecánico, alcalde, doctor, etc.) y a la preparación formal para el trabajo (técnico en refrigeración, licenciado en física, médico general, doctor en politología, etc.). Existen tantas formas de trabajo, como perspectivas desde las cuales pensarlo: económicas, filosóficas, sociológicas, culturales, etc.

De hecho, la palabra “trabajo” proviene del latín tripallium, nombre que se daba a un instrumento similar a un cepo, con el que se sujetaba a los caballos y bueyes para poder herrarlos adecuadamente. Sin embargo, el mismo instrumento podía usarse para castigar a reos y a esclavos, en la antigüedad, de modo que con el paso del tiempo la palabra tripalliare estuvo asociada tanto a la idea del trabajo y el esfuerzo, como a la de la tortura o tormento.

Quizá por eso la naturaleza filosófica del trabajo ha sido objeto de debate desde épocas antiguas. Su reparto a menudo ha sido fruto de la organización sociopolítica de las sociedades, en las que se distinguía a menudo entre el trabajo físico, propio de esclavos y animales, y el trabajo intelectual, propio de personas privilegiadas y con acceso a la educación.

Estas consideraciones se hallan presentes incluso en textos como la Biblia, en los que el trabajo constituye el castigo que Dios impone a Adán, luego de que éste comiera el fruto prohibido (“ganarás el pan con el sudor de tu frente”).

Ver también: Trabajador, Día del trabajo

Tipos de trabajo

Existen muchísimas formas de clasificación del trabajo, dependiendo de la perspectiva utilizada. En la mayoría de los casos, se diferencia entre los trabajos que requieren un cierto nivel de preparación y aquellos que pueden ser realizados por cualquiera, o entre aquellos que implican condiciones específicas e indispensables para su realización, y aquellos que no. Veamos cada categoría de manera individual:

  • Trabajo manual. Como su nombre indica, es el que se realiza con las manos, o sea, con instrumentos que requieren de nuestra fuerza corporal para activarlos o manejarlos, y que por lo tanto ameritan un esfuerzo de tipo físico. Este tipo de trabajo es el más antiguo que se conoce y antes de la Revolución Industrial era el más predominante en la humanidad. Son ejemplo de ello las labores de albañilería, pintura de brocha gorda, siembra y recolección, etc.
  • Trabajo intelectual. Es aquel que no requiere de esfuerzo físico, sino que demanda capacidades mentales o intelectuales, o sea, destrezas cognitivas. Son ejemplo de ello las labores de un arquitecto, un corrector de estilo o un político.
  • Trabajo calificado o profesional. Es aquel trabajo que requiere de una preparación previa para poder realizarse a cabalidad, o sea, que necesita de una formación educativa o de ciertos conocimientos especializados, por lo que no todo el mundo puede llevarlo a cabo. Son ejemplo de ello las labores de un médico cirujano, un ingeniero civil o un electricista.
  • Trabajo no calificado o no profesional. A diferencia del anterior, se trata del trabajo que no requiere de calificaciones previas, o sea, de estudios o preparación, sino que puede ser desempeñado por cualquier persona que siga las instrucciones dadas. Por este motivo, suele ser peor remunerado que el trabajo calificado. Son ejemplo de ello las labores de un obrero, un mesero o un vigilante.
  • Trabajo artesanal. Se llama así a aquellas labores que son transmitidas de generación en generación y que se llevan a cabo en talleres domésticos, con poco uso de instrumentos sofisticados, y que producen objetos únicos, a baja escala, cada uno distinto del anterior. Es el caso de los textiles indígenas en ciertas poblaciones rurales latinoamericanas, o de la artesanía que se vende a los turistas en muchos poblados del mundo.
  • Trabajo en relación de dependencia. Se refiere a aquellos trabajos que forman parte de una infraestructura oficial, o sea, que se ejecutan dentro de una organización formal, como una empresa o el propio Estado, y que por lo tanto responden a un cargo fijo en una jerarquía establecida. Son ejemplo de ello los cajeros de un banco, los analistas de una empresa o los funcionarios públicos.
  • Trabajo independiente. En este caso se trabaja mediante el libre ejercicio de la profesión, es decir, ofreciendo el trabajo al mejor postor y sin que por ello el trabajador ingrese a la estructura fija de una organización, sino que realiza el trabajo, se le paga, y sigue su camino. Son ejemplo de ello las labores autónomas de un plomero, un psicólogo o un abogado.
  • Trabajo eventual. Se trata de un trabajo que no es fijo, ni estable, pero sí recurrente, como es el caso de los trabajadores estacionales contratados en ciertas plantaciones para trabajar durante la cosecha únicamente.
  • Trabajo formal o registrado. En esta categoría ingresan todos los tipos de trabajo que se hallan dentro de lo dispuesto por la ley, o sea, que se administran de acuerdo a las disposiciones legales y en los cuales el Estado tiene plena injerencia. Se le conoce como trabajo “en blanco”.
  • Trabajo informal. Por el contrario, el trabajo informal es todo aquel que no se rige por los ordenamientos legales, o sólo por algunos de ellos, y que es invisible para el Estado, ya que ocurre de manera clandestina. Se le conoce como trabajo “en negro”.
  • Trabajo individual. Aquel que debe ser desempeñado por una sola persona, que está a cargo de todas las decisiones.
  • Trabajo en equipo. Por el contrario, es aquel que se lleva adelante entre varios trabajadores, que deben coordinar sus esfuerzos para operar de manera eficiente.
  • Trabajo presencial. Se los llama así porque el trabajador debe estar físicamente presente en su lugar de trabajo, como los obreros de una fábrica o un mecánico en su taller automotriz.
  • Trabajo remoto o teletrabajo. Se distinguen de los trabajos anteriores en que pueden ser desempeñados a distancia, a través de diferentes métodos de comunicación, especialmente aquellos que las TIC facilitan a comienzos del siglo XXI. Por ejemplo, asesorías profesionales, consultas psicológicas o entrevistas periodísticas.
  • Trabajo voluntario o voluntariado. En este caso nos referimos a labores que se llevan a cabo de manera gratuita, por el más puro convencimiento de una causa noble, o sea, por el puro gusto de ayudar a hacer del mundo un sitio mejor. Muchas ONGs y fundaciones sin fines de lucro dependen de este tipo de trabajo.

Trabajo esclavo

Cuando hablamos hoy en día de trabajo esclavo, no nos referimos, por desgracia, a los esclavos de los grandes imperios de la antigüedad, sino a trabajadores actuales que se encuentran en condiciones de precariedad y coacción, es decir, que son explotados en contra de su voluntad y en condiciones inhumanas, ganando mucho menos de lo debido o sin ganar nada en absoluto. Es decir, trabajan como si fueran esclavos.

Este tipo de trabajo es ilegal en casi todas las legislaciones del mundo, lo cual no impide que de vez en cuando sean descubiertos talleres clandestinos de producción textil o artesanal, en la que inmigrantes ilegales u otras personas en situación socioeconómica de extrema vulnerabilidad son aprovechados inescrupulosamente por ciudadanos que desean lucrarse rápido, sacando provecho a una mano de obra casi gratuita.

Más en: Esclavitud

Trabajo infantil

El trabajo infantil, también llamado explotación infantil o esclavitud infantil, se refiere al empleo de niños o adolescentes por debajo de la edad oficial de trabajo, para labores económicas de cualquier índole. Afecta el desarrollo y crecimiento normal de los niños, pues este trabajo les impide disfrutar de su tiempo de escuela y del estatuto de protección social que su temprana edad les otorga.

Por desgracia, la labor infantil es una realidad en muchas partes del mundo. En algunos lugares porque, simplemente, la necesidad socioeconómica apremia y los jóvenes se incorporan a las labores familiares a muy temprana edad, ya sea en sus ratos libres o sacrificando su formación escolar.

En otros casos, más siniestros, los niños son explotados por adultos que se aprovechan de su inocencia, debilidad o necesidad, conformando así redes de trabajo infantil que son ampliamente perseguidas por las autoridades de la mayoría de los países del mundo.

Trabajo social

Se conoce como trabajo social a una profesión y una ciencia social que se dedican a la promoción del desarrollo, liberación y fortalecimiento de las comunidades, es decir, a propiciar el cambio social para mejorar el nivel de vida de las personas.

Abarca labores de facilitación de la organización colectiva, asesorías sociales y psicológicas, mediación entre grupos en conflicto y otras tareas vinculadas con la justicia social, los derechos humanos y la responsabilidad de la sociedad para con aquellos menos afortunados.

El trabajo social es una disciplina de suma importancia para lograr la paz social y para construir puentes entre las distintas clases sociales y el Estado, o las organizaciones que puedan propiciar la lucha contra la pobreza, la marginalidad y la discriminación.

Trabajo académico

Cuando hablamos de un trabajo académico, en realidad nos referimos a un tipo de documento escolar, de tipo monográfico o ensayístico, que se entrega como parte de un curso académico para que pueda ser evaluado el aprendizaje obtenido. Es decir, se trata de un texto que aborda un tema específico y que se redacta de acuerdo a normas muy claramente establecidas, en un lenguaje culto y especializado.

Son ejemplos de trabajos académicos las tesis de grado, los trabajos de ascenso universitario, los artículos y papers sometidos a revistas especializadas, o incluso los ensayos con que los profesores universitarios evalúan el aprendizaje de sus alumnos de pregrado.

Trabajo en física

Existe en la física un concepto de trabajo que poco o nada tiene que ver con lo hasta aquí establecido, y que se define como la energía necesaria para que una fuerza determinada desplace un cuerpo en su propia dirección. O sea, que no hay trabajo sin energía, ya que el trabajo en sí mismo es un tránsito de energía, una transformación de un tipo de energía a otro.

El trabajo es una magnitud escalar, producto de la fuerza constante aplicada sobre el objeto y su desplazamiento resultante, expresado en unidades de energía: julios o joules (J), conforme al Sistema Internacional de Unidades. Además, se expresa simbólicamente con la letra W (de Work, en inglés).

Más en: Trabajo (física)

Referencias