InicioValores

Soberbia

Te explicamos qué es la soberbia, el orgullo, la vanidad y cómo la considera la moral y la psicología. Además, otros pecados capitales.

¿Qué es la soberbia?

Tradicionalmente, se conoce como soberbia u orgullo a una valoración propia excesiva, que nos ubica por encima de los demás. Con estos términos bautizó la tradición católica cristiana a uno de los siete pecados capitales o cardinales, opuestos cada uno a una de las virtudes teologales del buen cristiano.

Soberbia y orgullo suelen usarse como sinónimos, aunque según la Real Academia Española pueden distinguirse ciertos matices entre uno y otro. Así, el primero vendría a ser el afán desmedido por destacar por encima de los demás, mientras que el segundo tendría que ver con la arrogancia, con el exceso de amor propio.

De cara a sus efectos morales y sociales, sin embargo, vienen siendo más o menos lo mismo, con la excepción de que la soberbia posee siempre una connotación negativa, mientras que el orgullo puede poseer un sentido positivo, de satisfacción, como al decir que estamos orgullosos de alguien.

Ahora bien, la soberbia ha sido mal vista desde tiempos antiguos. Los antiguos griegos la llamaban hybris y era el motivo de caída de sus grandes héroes mitológicos: en algún momento de sus gestas rechazaban la ayuda de alguna deidad o se permitían rivalizar con ella, desatando así sobre ellos la tragedia, dado que los dioses les recordaban de mala manera su humanidad y su mortalidad, o sea, cuál era su lugar en el orden de las cosas.

Por otro lado, la psicología asocia estos conceptos con el narcisismo y con las distintas formas posibles de compensar un sentimiento de inferioridad (un fenómeno llamado sobrecompensación).

A su vez, la tradición moral occidental, heredera del cristianismo (y especialmente del catolicismo) ha identificado con la soberbia a uno de sus antagonistas mitológicos: al ángel caído Lucifer o Satanás, quien según el Paraíso perdido de John Milton cometió el pecado de creerse igual a Dios.

En todo caso, soberbia (del latín superbia, “superioridad”), orgullo (del francés orgueil) y vanidad (del latín vanitatis, “falsedad”, “apariencialidad”) son a menudo referidos como pecados similares y dependiendo de la traducción bíblica, pueden preferirse unos u otros.

Ver también: Vicio

Diferencia entre soberbia, orgullo y vanidad

Como hemos explicado antes, la soberbia y el orgullo tienden a ser más o menos sinónimos. Sin embargo, la soberbia siempre se interpreta desde un punto de vista negativo, es decir, como un exceso de confianza, amor propio o una sobreestimación de las capacidades personales.

Por otro lado, el orgullo puede ser un sentimiento de satisfacción general ante una tarea bien hecha, o ante el triunfo de un ser querido, lo cual vendría a ser una valoración positiva de la experiencia, una suerte de recompensa emocional. Aunque en otros casos también puede ser considerado un rasgo negativo.

En cambio, la vanidad tiene que ver con el ego y con el exceso de autoestima, especialmente en lo vinculado al atractivo y el aspecto físico. Una persona vanidosa u ostentosa es aquella que se pavonea, o sea, que hace alarde de su atractivo o de sus posesiones, pensándose mejor de lo que realmente es. En ese sentido, la vanidad vendría a ser una también de las formas de la soberbia.

Otros pecados capitales

Aparte de la soberbia, los otros seis pecados capitales (o cardinales) eran los siguientes:

  • La ira, entendida como la rabia desmedida, el encono y el odio.
  • La gula, entendida como el gusto excesivo por la comida (y la bebida).
  • La lujuria, entendida como la persecución viciosa de los placeres sexuales y eróticos.
  • La envidia, entendida como el odio por los éxitos y la felicidad ajena y el deseo de destruirlos.
  • La avaricia, entendida como el apego excesivo a los bienes materiales y la riqueza.
  • La pereza, entendida como la flojera o la falta absoluta de laboriosidad.

Sigue con: Antivalores

Referencias