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Vicio

Te explicamos qué son los vicios, cómo se relacionan con las adicciones y la virtud. Además, su significado en el lenguaje y su sentido legal.

¿Qué es un vicio?

Se llama vicio a algún tipo de falla, defecto o mal hábito, especialmente en lo referido a las conductas tenidas por morales e inmorales. Lo que en algunas sociedades puede considerarse vicioso, en otras puede ser aceptable o normal. Es decir, depende en gran medida de su contexto y de los valores sociales y morales con los cuales se lo evalúe.

Comúnmente, los vicios se asocian a la ilegalidad y al peligro, así como a actividades del mal vivir, como algunas adicciones. Actos como el consumo recreativo de alcohol, de tabaco y de otras sustancias, así como la drogadicción, o incluso conductas personales mal tenidas, como la mentira, el egoísmo o la burla, suelen ser consideradas como vicios.

Igualmente, en el caso de la jurisprudencia inglesa, se emplea la voz vice (“vicio”) para referirse a actos criminales menores: prostitución, apuestas, libertinaje y obscenidad. En cambio, de acuerdo a la moral cristiana, por ejemplo, los vicios estarían vinculados con los pecados capitales y con otras actitudes consideradas pecaminosas o inapropiadas.

Sin embargo, el término vicio también se emplea en el lenguaje popular para referirse a una actividad que se realiza con demasiado entusiasmo, o mediante la cual somos capaces de olvidarnos del resto del mundo: “bailar es un vicio para mí”, “ese juego es enviciante”, etc.

Ver además: Valores universales

Vicios y adicciones

Aunque muchas de las adicciones presentes en la actualidad sean tradicionalmente tenidas como vicios, no necesariamente lo son. Esto se debe a que las adicciones son conductas que escapan del control de las personas que las padecen. Por lo tanto, son verdaderas enfermedades, y no simplemente en conductas reprochables o inmorales.

Algunas de dichas adicciones son:

  • Drogodependencia. También llamada drogadicción, es el consumo compulsivo de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, generalmente ilegales (aunque también existe la adicción a fármacos legales), lo cual impulsa a los individuos a sacrificar todo en su vida con tal de obtener una dosis cada vez mayor de la sustancia.
  • Alcoholismo. Se llama así a la adicción al alcohol y a los cambios conductuales que ocasiona. Las personas alcohólicas no pueden abstenerse de consumir algún tipo de licores, y con cada consumo el efecto sobre su cuerpo se acentúa, causando más daño físico y deteriorando la conducta con cada vez menores cantidades consumidas.
  • Ludopatía. La adicción al juego, generalmente a los juegos de invite y azar, pero literalmente puede tratarse de cualquier juego que se deba jugar de manera compulsiva, sin importar las consecuencias de las apuestas realizadas, lo cual naturalmente conduce a la pérdida de lo que se posee y puede ser la entrada hacia otras adicciones compensatorias.
  • Tabaquismo. La adicción al cigarrillo puede parecer la más inofensiva de las adicciones de la lista, pero los componentes del cigarrillo son comprobados cancerígenos y están vinculados con diversas enfermedades cardiorrespiratorias o vasculares.

Vicios del lenguaje

Otra acepción de la palabra “vicio” tiene que ver con el uso desprolijo del lenguaje, es decir, con ciertas formas de habla o incluso de escritura que afean el discurso, contradicen las normas gramaticales o entorpecen el entendimiento. A ello se le llama “vicios del lenguaje”, y algunos ejemplos son:

  • El pleonasmo. Se llama así a la utilización de redundancias y palabras “de sobra” en una oración, como en el caso de “Ayer pasé por casa de Pedro a recoger la bufanda que Pedro me prestó”, donde sobra la segunda alusión a Pedro, dado que esa información puede inferirse de la primera.
  • El apócope. Por apócope se entiende a la elisión de algunas letras dentro de una palabra, para ganar en velocidad o en sonoridad, pero que en algunos casos puede más bien jugar una mala pasada. Es el caso del uso de “primer” en lugar de “primera” para un referente femenino: “esta es la primer vez que lo hago”, en vez del correcto “esta es la primera vez que lo hago”.
  • El queísmo y dequeísmo. Ambos fenómenos consisten, respectivamente, en la sustracción o adición innecesaria de la partícula gramatical “de” en cierto tipo de oraciones. Se llama queísmo cuando se la omite, suplantando “que” por “de que”, y dequeísmo cuando se hace lo contrario. Por ejemplo, es queísmo decir “Yo sé qué cosa se dieron cuenta” en vez de “Yo sé de qué cosa se dieron cuenta”; mientras que es dequeísmo decir “Entonces Pablo me dijo de que me quería” en lugar de “Entonces Pablo me dijo que me quería”.

Vicios de la voluntad

En el lenguaje jurídico, es común hablar de vicios de la voluntad o vicios del consentimiento. Son ciertas condiciones que impiden que un acto sea tenido por un tribunal como voluntario y consciente. Es decir, elementos que, al darse, invalidan el argumento de que la persona hizo lo que hizo bajo su entera voluntad.

Estos vicios son en general los siguientes:

  • Ignorancia o error. Una persona que ignora las consecuencias o los significados de una acción, no puede ser juzgado por haberlas cometido conscientemente, sino por haber incurrido en un error, o sea, por haberse hecho una falsa idea de ello.
  • Dolo. Se refiere a la simulación, disimulación y el engaño, o en general a los ardides, astucias y maquinaciones de alguna de las partes, lo cual significaría que la persona no realizó una acción voluntariamente, sino que fue engañada.
  • Violencia o intimidación. Las acciones llevadas a cabo bajo una fuerza irresistible o el temor fundado de sufrir un castigo o deshonra, tampoco puede considerarse voluntario.

Vicio y virtud

Si los vicios son nuestros hábitos “negativos” o “inmorales”, es decir, aquellos que nos descalifican frente a un ideal de la sociedad, las virtudes son lo opuesto. Una virtud es un rasgo de personalidad tenido por elevado, altruista o deseable. En ciertos imaginarios religiosos constituyen lo contrario al pecado, o sea, los rasgos que garantizan la salvación.

De hecho, el cristianismo posee sus virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. En otros ámbitos, la responsabilidad, la generosidad, la honestidad y la puntualidad son tenidas como virtudes.

Más en: Virtud

Referencias

  • “Vicio” en Wikipedia.
  • “Vicio” en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia Española.
  • “Vicios y virtudes” por Alejandro Cortés González-Báez en el diario Milenio 2020 (México).
  • “La adicción no es un vicio, es una enfermedad” en PMFarma.
  • “Apócope, metátesis, solecismo y otros cinco ‘vicios del lenguaje’ que tal vez uses sin saberlo” en BBC News Mundo.