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Gula

Te explicamos qué es la gula y por qué se considera un vicio en la moral cristiana y en la sociedad laica. Además, los otros pecados capitales.

¿Qué es la gula?

Se llama gula a uno de los siete pecados capitales de la teología católica cristiana, comprendido como el apetito excesivo o el gusto desmesurado por la comida y/o la bebida. El término proviene del latín gula, “garganta” o “gaznate”, que metafóricamente se asoció con el acto de tragar.

La gula es considerada un vicio, tanto en la tradición cristiana como en las sociedades laicas, y se la interpreta a menudo como una búsqueda patológica de recompensas o alivios emocionales a través del consumo de otras sustancias. Así, se trata de un concepto cercano al de las adicciones, y en la tradición religiosa cristiana formaba parte de él la bebida, o sea, la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas.

En el marco de la moral cristiana, que comparte con muchas otras tradiciones el castigo de los excesos, la gula inicia en el momento en que se come o se bebe sin sentir hambre o sed, o sea, cuando se lo hace por el puro gusto y no para obtener sustento. De hecho, según teólogos como Fray Andrés de Olmos, los propios Adán y Eva incurren en este pecado al comer el fruto del árbol prohibido, teniendo el resto del jardín del Edén a su disposición.

Así, la gula podía darse según el cristianismo en distintas formas: ingiriendo alimentos y bebidas en exceso, haciéndolo cuando no se tuviera necesidad, consumir sustancias a sabiendas de que son nocivas para la salud o de que están fuera el alcance económico del individuo, y comer vorazmente prestando más atención a los alimentos que a los demás comensales.

Ver también: Creencia

Otros pecados capitales

Aparte de la gula, los otros seis pecados capitales (cada uno opuesto a una de las virtudes teologales) eran:

  • La ira, entendida como la rabia desmedida, el encono y el odio.
  • La lujuria, entendida como la práctica sexual excesiva, viciosa o inmoral.
  • La soberbia, entendida como el punto máximo de la arrogancia y de creerse por encima de Dios.
  • La envidia, entendida como el odio por los éxitos y la felicidad ajena y el deseo de destruirlos.
  • La avaricia, entendida como el apego excesivo a los bienes materiales y la riqueza.
  • La pereza, entendida como la flojera o la falta absoluta de laboriosidad.

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Referencias