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Lujuria

Te explicamos qué es la lujuria, origen del término y por qué la condenan varias religiones. Además, otros pecados capitales.

¿Qué es la lujuria?

Comúnmente se entiende por lujuria al deseo exacerbado e incontrolable por los placeres sexuales, o sea, a un deseo sexual irrefrenable y destructivo. Este significado del término proviene de la moral religiosa judeocristiana (y especialmente en la católica), según la cual es considerada como uno de los siete pecados capitales, o sea, los siete pecados primordiales, contrarios a las virtudes teologales cristianas.

Sin embargo, el término proviene de la voz latina luxus (“lujo”), empleada en la Antigua Roma para referirse a la acumulación de posesiones, sin un sentido pecaminoso. Este último fue añadido por el cristianismo, que a partir de finales del siglo III pasó a ser la religión oficial del Imperio Romano, y que, como muchas otras religiones, pero en especial los monoteísmos abrahámicos (o sea, el judaísmo y el islam), tenía una visión restrictiva del sexo.

Por ende, podemos hallar en ambos testamentos de la Biblia y en el Corán numerosas condenas tanto al desenfreno sexual, como a las conductas sexuales “inmorales” o “impropias”, siempre asociadas a la lujuria.

Es posible que el cambio de significado de la palabra (de “lujo” a “sexo vicioso”) tuviera que ver con los derroches y el desenfreno típicos de los ricos y poderosos de la Antigua Roma, quienes solían darse banquetes y festines en los que la comida, el sexo y el alcohol eran de libre consumo entre los invitados.

En todo caso, la idea de la lujuria como un pecado grave formó parte de la moral cristiana que imperó en el medioevo europeo durante siglos. En sus momentos más puritanos, dicha moral obligaba a un sexo sin disfrute y enteramente dedicado a la procreación, y cualquier otra cosa era considerada una conducta lujuriosa, que enviaría al pecador al segundo círculo del infierno (de acuerdo a la representación de Dante Alighieri en su Divina comedia).

Ver además: Lascivia

Otros pecados capitales

Aparte de la lujuria, los otros seis pecados capitales eran:

  • La ira, entendida como la rabia desmedida, el encono y el odio.
  • La gula, entendida como el gusto excesivo por la comida (y la bebida).
  • La soberbia, entendida como el punto máximo de la arrogancia y de creerse por encima de Dios.
  • La envidia, entendida como el odio por los éxitos y la felicidad ajena y el deseo de destruirlos.
  • La avaricia, entendida como el apego excesivo a los bienes materiales y la riqueza.
  • La pereza, entendida como la flojera o la falta absoluta de laboriosidad.

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Referencias