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Paradigma

Te explicamos qué es un paradigma y su función en la historia de la ciencia. Además, paradigmas de la investigación social y la educación.

¿Qué es un paradigma?

El concepto de paradigma es complejo, ya que el uso del término a menudo depende del área del saber desde el cual se lo mire. Sin embargo, en general se lo entiende como sinónimo de “modelo” o de “ejemplo”. Ése es el significado original de la palabra, proveniente del griego parádeigma, o sea, “molde” o “patrón”.

En general, hablar de un paradigma es hablar de algo ejemplar, o sea, de algo característico de una visión o perspectiva, o bien algo que resume un sistema de pensamiento o de hacer las cosas. Dicho muy a grandes rasgos, un paradigma es un modelo. Es por ello que se suele hablar de paradigmas filosóficos, matemáticos, políticos, etcétera.

A lo largo de la historia, las distintas disciplinas y aspectos del saber humano han operado de acuerdo a muy distintos paradigmas, esto es, a diferentes modos de proceder y de pensar. Pero a medida que nuevos descubrimientos o desarrollos fueron posibles, la capacidad humana para el razonamiento permitió demoler las viejas estructuras y edificar unas nuevas, lo cual se traduce en un cambio de paradigma, como veremos más adelante.

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Paradigma científico

El uso contemporáneo del término paradigma se empleó por primera vez a propósito de las ciencias, y es fruto del pensamiento de Thomas Kuhn (1922-1996), un físico, historiador de la ciencia y filósofo estadounidense, a partir de 1960.

Según él, un paradigma es “una completa constelación de creencias, valores y técnicas” que definen el ejercicio de una disciplina científica en un momento determinado de su historia, esto es, su modo general de entenderse a sí misma: los métodos que elige, los problemas que aborda y las teorías que acepta y da por sentadas.

Es un concepto amplio, equivalente a una matriz de pensamiento o matriz disciplinar que es compartida por toda la comunidad científica. Obviamente, los paradigmas de la antigüedad no fueron los mismos que los del medioevo, ni son los mismos que los actuales, así que a través de este concepto podemos comprender la labor revolucionaria de la ciencia en la historia de las ideas.

Un ejemplo claro de cómo opera el paradigma científico lo constituye el modelo estándar de partículas que sostiene la física teórica. Este modelo explica cómo se compone la materia y, hasta donde sabemos, cómo se organizan las partículas subatómicas, que son imposibles de ver con instrumentos simples, y por lo tanto define la manera en que pensamos, experimentamos y comprendemos la física.

Pero la forma de comprender la materia no siempre ha sido la misma. Cada tránsito entre un modelo y otro ha estado acompañado por una forma de entender el mundo y la ciencia misma, desde los modelos que involucraban a Dios, hasta hoy en día.

Algunos paradigmas científicos son: el positivista, el post-positivista o el constructivista.

Paradigmas de la investigación social

Algo semejante al caso anterior ocurre a la hora de pensar la investigación en ciencias sociales. Es decir, el hecho de investigar puede entenderse y ponerse en práctica de acuerdo a, fundamentalmente, dos modelos diferentes, que son:

  • Paradigma cuantitativo. La investigación social, definida bajo estándares cuantitativos, aspira a construir un conocimiento lo más objetivo posible, que no toma en cuenta las subjetividades de los actores involucrados, sino que se apoya en técnicas estadísticas, análisis de datos secundarios y otras herramientas que le permitan comprender la conducta humana a partir de sus tendencias, realizando generalizaciones sustentadas en datos empíricos.
  • Paradigma cualitativo. En cambio, este otro paradigma centra su atención en la comprensión de los significados sociales, o sea, de lo que la manera en que la gente piensa las distintas realidades sociales. Para ello, prefieren las herramientas basadas en el análisis del discurso, la creatividad social o las historias de vida, dado que lo importante es comprender cómo las subjetividades determinan el comportamiento social.

Paradigmas educativos

En el caso de los paradigmas educativos, se refieren al modo en que se piensa y se comprende el acto educacional, o sea, los diferentes modelos pedagógicos que se ponen en práctica en las instituciones educativas. En este caso, existen cuatro paradigmas principales, que son:

  • El paradigma conductistaSustentado en una visión objetivista o “científica” de la educación, aspira a resultados cuantificables, observables y concretos, a través de un sistema de aprendizaje por acondicionamiento, mediante premios y castigos.
  • El paradigma cognitivo. En cambio, se centra en la comprensión del proceso de aprendizaje mediante una investigación que se sumerge en la psique del individuo en busca de respuestas. Esta visión es sumamente racionalista: la consciencia y la mente lúcida se tienen como los protagonistas del acto educativo.
  • El paradigma ambientalista. También llamado paradigma histórico-social o socio-cultural, se centra más en el proceso mismo del aprendizaje que en los resultados obtenibles, y propone que el aprendizaje se lleva a cabo en íntima relación con el entorno, de manera que controlando el entorno, se puede controlar la educación.
  • El paradigma constructivista. La tendencia más reciente de todas, propone un modelo educativo en el que el alumno juegue un rol más protagónico, descubriendo la realidad a partir de sus propias experiencias y del contraste con sus compañeros, buscando activamente la información en lugar de ocupar un rol pasivo.

Cambio de paradigma

Según la visión antes explicada de Kuhn, los cambios de paradigma se producen cuando un modelo fracasa en su labor de interpretar determinados aspectos de la realidad. En otros casos, la realidad cambia de modo tal que obliga a producir una nueva cosmovisión, dado que el paradigma no es sólo una teoría vigente, sino un sistema entero de creencias y presuposiciones.

Kuhn denóminó «revoluciones científicas» a los cambios de paradigma. De allí, la expresión “cambio de paradigmas” se tomó en el lenguaje popular para referirse a un cambio de perspectivas, de métodos o de tendencias a gran escala, aplicable a cualquier otra área del saber o de la experiencia humana.

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Enigma y paradigma

Las palabras “enigma” y “paradigma” no tienen nada que ver la una con la otra. Un enigma es un misterio o un acertijo sin respuesta, en cambio, un paradigma es un modo de considerar las cosas, o sea, una manera general de pensar y/o de actuar, que define las perspectivas de una época, una cultura o una disciplina.

Así, por ejemplo, las grandes revoluciones han roto los paradigmas de sus épocas, obligándonos a pensar de una manera diferente lo que hasta entonces pensábamos como resuelto y comprendido.

Referencias