Participación ciudadana
Te explicamos qué es la participación ciudadana, sus mecanismos y por qué es importante. Además, ejemplos de la historia reciente.
¿Qué es la participación ciudadana?
En política y gestión pública, la participación social o participación ciudadana es la intervención activa de la ciudadanía organizada en la toma de decisiones y manejo de los recursos públicos, y otros asuntos que tienen un impacto en sus propias vidas. Esto se lleva a cabo en concordancia con el Estado, a través de mecanismos democráticos que recojan la voz popular y la hagan conocer a los respectivos niveles del gobierno.
Se trata de un derecho legítimo de los habitantes de una nación democrática, que sin embargo puede ser abordado desde muy distintas perspectivas teóricas. Pero en general, se lo vincula tanto con el control de la gestión pública, como con la responsabilidad en la toma de decisiones políticas.
Esto quiere decir que mientras más involucrada y activa esté la ciudadanía en el desempeño del poder político, mayores cuotas de control tendrá sobre el modo en que este último es ejercido, y mayor responsabilidad tendrá en la toma de decisiones al respecto.
Para la participación ciudadana es fundamental que la ciudadanía esté organizada, informada y comprometida con su mejoría, todo lo contrario a lo que tradicionalmente se conoce como abstencionismo, es decir, como apatía política y desinterés respecto del funcionamiento de la sociedad.
Las ciudadanías apáticas no suelen involucrarse en el funcionamiento de sus democracias, y son propicias para el incremento de la corrupción, el autoritarismo y la separación del ejercicio de la política de las necesidades reales de los ciudadanos.
Ver además: Participación
Importancia de la participación ciudadana
La participación ciudadana es clave a la hora de fomentar la responsabilidad en el ejercicio de la política, tanto de parte de los representantes electos para actuar conforme a la voz del pueblo, como en este último, que expresa sus decisiones mediante la votación en consultas, referendos o elecciones.
De hecho, los gobiernos con baja o nula participación ciudadana pueden actuar a sus anchas, incurrir en la corrupción impunemente o distanciar sus políticas de las necesidades reales del pueblo, lo cual suele conducir a gobiernos infructuosos, incapaces de brindarle bienestar a la gente.
La organización y participación ciudadana es clave para mejorar la relación entre ciudadanos y gobernantes, legitimar la acción de estos últimos y fortalecer el ejercicio democrático y republicano, disminuyendo las tasas de corrupción (y de impunidad) y garantizando el cumplimiento de los Derechos Humanos.
Mecanismos de participación ciudadana
En general, el concepto de participación ciudadana se asocia con la idea de democracia directa, en la que el pueblo juega un rol activo en la toma de decisiones públicas, ya sea a través de consultas públicas o bien de la conformación de organizaciones ciudadanas y consejos comunitarios frente a los organismos públicos. En general, esto significa que los ciudadanos tengan acceso a los siguientes mecanismos de participación:
- Iniciativas de ley o iniciativas populares, que son propuestas formales para la promulgación o derogación de normas, medidas o leyes que la ciudadanía puede hacerle a sus representantes ante el poder legislativo, o sea, a sus diputados.
- Referendos. Un referéndum es una consulta popular que se lleva a cabo mediante una votación, con el propósito de que el pueblo apruebe o repruebe algún texto legal, como reglamentos o leyes.
- Plebiscitos. Consultas directas a la ciudadanía respecto a un asunto de gran importancia para la vida pública.
Ejemplos de participación ciudadana
Algunos ejemplos de participación ciudadana son:
- En la ciudad argentina de Rosario, el gobierno propuso como parte de un Plan Integral de Movilidad la prohibición total de ingreso al centro de la ciudad de los automóviles. La ciudadanía, descontenta, se organizó para rechazar mediante una votación popular dicha propuesta, que finalmente no fue incluida en el Plan definitivo.
- Al término de la dictadura militar que encabezó Augusto Pinochet en Chile, se llevó a cabo un plebiscito nacional en 1988, en el que se consultó a la ciudadanía si el caudillo militar debía o no continuar en el poder hasta 1997. A pesar del clima de persecución que existía y de la inversión de los recursos públicos en la campaña por el “Sí”, la ciudadanía organizada se expresó masivamente por el “No”, ganando con un 54,71% de los votos.
- En Argentina, durante la Revolución Libertadora de 1957, la junta militar que gobernaba derogó la Constitución vigente y se propuso reformar la anterior a su antojo. Para ello se convocó a elecciones, prohibiendo la participación del peronismo, cuyos militantes decidieron votar en blanco, logrando la mayoría de los votos nulos con un 25% de la votación total y demostrando la ilegitimidad de cualquier intento de cambio constitucional de parte de los gobernantes.
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Referencias
- “Participación ciudadana” en Wikipedia.
- “Participación ciudadana” en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Chile.
- “Participación ciudadana y educación. Una mirada amplia y 20 experiencias en América Latina” de Rosa María Torres en la Organización de Estados Americanos (OEA).
- “La participación ciudadana en la democracia” por Mauricio Merino en el Instituto Federal Electoral (México).