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Económico

Te explicamos qué es lo económico y qué son los bienes, agentes y el sistema económico. Además, el desarrollo y crecimiento económico.

¿Qué es lo económico?

El adjetivo económico se refiere a aquello que está vinculado o que pertenece al ámbito de la economía: ya sea en el sentido del conjunto de actividades de producción, distribución y consumo de bienes y servicios, o bien de la disciplina académica que los estudia y que intenta construir teorías que den cuenta de su funcionamiento y permitan hacer predicciones confiables de su comportamiento.

El término “económico” proviene del latín oeconomicus, tomado del griego oikonomikós, un vocablo que en la Grecia Antigua se emparentaba con la administración del hogar, y que está constituido por las voces oikos (“casa”) y nemein (“distribuir”).

Así, lo que inicialmente se consideraba el arte de administrar la casa y la familia, pasó a ser el arte de distribuir las fuerzas productivas de la sociedad entera, o sea, la economía (oeconomia en latín y oikonomia en griego). Como se verá, hablamos de palabras que han pasado mucho rato en boca de la humanidad.

En la actualidad existen otros usos figurados para el adjetivo “económico”, siempre vinculados con la administración de las finanzas y la adquisición de bienes y servicios. Por ejemplo, es común decir que algo es económico para indicar que es barato, o sea, que posee un precio bajo o al menos manejable. De manera similar, puede indicar que una persona es modesta en sus gastos o ahorrativa, o en un sentido figurado, que es tacaña o avara.

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Bienes económicos

En la economía, se llama «bienes» a todas aquellas cosas, materiales o inmateriales, que sirven para satisfacer las necesidades humanas. Se distingue, además, entre dos tipos de bienes existentes en la realidad:

  • Los bienes libres o bienes no económicos, disponibles en la naturaleza y que no tienen ni dueño ni costo en el mercado, ya que no requieren de un proceso productivo para obtenerse, o sea, no poseen valor económico. Por ejemplo: el aire, la luz solar.
  • Los bienes económicos o bienes escasos, aquellos que se adquieren en el mercado a través del pago de un precio establecido en unidades monetarias, y que al ser fruto de un proceso de transformación o producción de materias primas, poseen un valor económico. Por ejemplo: muebles, computadores, agua mineral embotellada o una casa.

Agentes económicos

Se conocen como agentes económicos a todas las personas naturales o jurídicas que toman participación en el circuito productivo de bienes y servicios, es decir, en la economía. Para ello pueden desempeñar cualquier tipo de actividad económica, desde productores y distribuidores, hasta consumidores. Al hacerlo, estos agentes intervienen y toman decisiones en el mercado, conformando un circuito económico determinado.

Generalmente, los agentes económicos se clasifican en tres categorías:

  • Las familias, las principales unidades de consumo, que a través del dinero obtenido de su trabajo y sus ahorros, adquieren bienes y servicios de todo tipo. Por otro lado, estos actores ofrecen a las empresas su mano de obra para las labores de producción.
  • Las empresas, organizaciones encargadas de la producción, distribución y comercialización de bienes y servicios demandados por las familias. Para ello requieren de materia prima, insumos, capital y mano de obra, y lo hacen con el propósito de generar una rentabilidad o ganancia para quienes intervienen en dicha actividad.
  • El Estado, uno de los actores económicos más complejos, dado que su rol generalmente los sitúa como garantes de la justicia y la equidad en el proceso económico, o sea, entidades reguladoras; pero al mismo tiempo pueden tomar parte en la producción, distribución o comercialización, a través de empresas públicas, y se encarga además de administrar las materias primas y los recursos naturales de su territorio, de modo que no pueden ser explotados sin su permiso.

Sistema económico

Se llama sistema económico a la totalidad de las actividades económicas de una sociedad y a las acciones con que se las organiza o estructura de manera que operen como un todo cohesionado, con el propósito de generar riqueza y satisfacer las necesidades de la gente.

Hacen parte de un sistema económico los bienes, agentes y actividades económicas en su totalidad, organizadas de acuerdo a sectores económicos (primario, o extractivo; secundario, o manufacturero; terciario, o distribución y comercialización; y cuaternario, o servicios) y orquestadas por los factores sociales, culturales y jurídicos propios de la sociedad.

Así, se trata de una consideración global y general de las actividades económicas de una sociedad y su manera de administrarlas, para hacer frente a las cinco cuestiones fundamentales de la economía en general: 1. ¿Qué producir y cuánto? 2. ¿Cómo hacerlo? 3. ¿Para quién? 4. ¿Cómo sostenerlo en el tiempo? 5. ¿Cómo hacer que genere cada vez más riqueza?

De acuerdo a su modo de responder a dichas preguntas, los sistemas económicos se pueden clasificar en:

  • Sistemas de libre mercado, cuyo espíritu es permitir que la relación oferta–demanda y la búsqueda de rentabilidad estabilicen y regulen la economía de manera automática. Algo que se conoce tradicionalmente como la “mano invisible del mercado”, en palabras de Adam Smith (1723-1790). Para ello, se requiere que el Estado intervenga lo menos posible en la economía y simplemente brinde las condiciones mínimas necesarias para producir.
  • Sistemas de economía planificada o centralizada, de espíritu totalmente opuesto a lo anterior, en los que se considera que la actividad económica humana debe ser guiada, conducida y dispuesta desde el Estado, de manera tal que satisfaga las necesidades de la mayoría y no los de una minoría enriquecida. La cooperación, en lugar de la libre competencia, es el paradigma que se persigue en estos modelos en los que el Estado interviene fuertemente en la economía, a menudo expropiando mecanismos productivos o poniéndolos en mano de la propia comunidad y no de actores privados.
  • Sistemas de economía mixta, suerte de propuesta intermedia entre las dos anteriores, que parte de la necesidad doble de permitir el libre mercado pero conducirlo de cuando en cuando para garantizar la satisfacción general de las necesidades comunitarias. Existen muchas propuestas clasificables en este tipo de sistema, que permiten más o menos intervención estatal y diferentes métodos para fluctuar entre la liberación y la intervención a conveniencia.

Desarrollo económico

Cuando hablamos del desarrollo económico (a menudo referido simplemente como “desarrollo”), nos referimos a la capacidad de un sistema económico de crear riqueza, prosperidad y bienestar entre sus habitantes, en general gracias a la acumulación de capitales y la consiguiente capacidad de invertir en determinados propósitos de importancia.

El desarrollo económico es una meta a conseguir para todos los países y sociedades, dado que les permite no sólo aspirar a mayores niveles de vida, sino planificar el futuro e innovar, retroalimentando así el proceso y alcanzando cada vez mayores posibilidades.

Esto es, fundamentalmente, lo que separa a las llamadas naciones desarrolladas (económicamente) de las subdesarrolladas: la capacidad de transformar de manera eficaz el trabajo de sus habitantes en riqueza duradera.

Este asunto es materia de estudio de la economía del desarrollo, y suele ser uno de los principales cometidos del ejercicio de la política, para lo cual el Estado constituye la principal herramienta de cambio: usualmente ello implica decidir entre acrecentar su intervención o disminuirla, dependiendo de la concepción económica que se maneje, y también de qué manera hacerlo.

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Crecimiento económico

No se debe confundir el crecimiento económico con el desarrollo económico. El primero consiste en el aumento del valor de los bienes y servicios producidos por la economía de un país o una región, a lo largo de un período determinado (generalmente un año).

O sea, se trata de un indicador de medición de la prosperidad económica, que se traduce normalmente en el incremento de la producción, del consumo energético, del ahorro y la inversión, del consumo per cápita y en una balanza comercial favorable (más exportación que importación). Se piensa que el aumento de estos indicadores normalmente trae consigo una mejoría en la calidad de vida de la gente.

El crecimiento económico es la etapa contraria al de depresión económica, en la que se da lógicamente todo lo contrario: la disminución y enlentecimiento del volumen de actividad económica y en consiguiente el empobrecimiento de la gente.

Ciclo económico

La economía opera de manera cíclica, a través de oscilaciones entre fases expansivas y fases recesivas, en las que la economía crece y decrece respectivamente, yendo y viniendo entre la bonanza y la crisis.

Cada escuela económica tiene su propio aparato conceptual con el cual interpretar este fenómeno económico y tratar de predecirlo con exactitud o, en el mejor de los casos, influir en él para que las oscilaciones sean lo menos pronunciadas posible, tendiendo así a una economía estable, predecible, tranquila.

Por ejemplo, la escuela del keynesianismo los interpreta como algo propio de la dinámica del capitalismo, pero establece que a través del gasto público se puede suavizar su impacto.

Por otro lado, la escuela austríaca u ortodoxa los comprende como una aberración del circuito económico, fruto de una expansión económica artificial, o sea, de malas decisiones tomadas anteriormente, que generan una “burbuja económica”: una etapa de aparente bonanza que luego trae consigo una brutal recesión.

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Referencias