Humedal: características, relieve, flora, clima, fauna, ejemplos
El humedal es un ecosistema formado por tierras inundadas o saturadas, o cuerpos de agua cercanos a tierra que incluye ambientes acuáticos y terrestres. El régimen de inundación puede ser temporal o permanente y la fuente de agua puede ser superficial, subterránea o precipitación.
En un humedal, el agua puede saturar la rizosfera o cubrir la superficie del suelo hasta incluso 10 m por encima. La rizosfera es la zona de mayor proporción de raíces en el suelo que ocupa los primeros 30-50 cm.
Los humedales están protegidos a nivel internacional por el Convenio de Ramsar que entró en vigencia en 1975. Según este convenio se incluyen como humedales las extensiones de marismas, pantanos y turberas. Igualmente, se consideran humedales las superficies cubiertas de aguas, tanto de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes.
Por tanto, incluye aguas dulces, salobres o saladas como las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros. En estos ecosistemas son fundamentales los procesos hidrológicos, biogeoquímicos y la flora y fauna asociada.
Índice del artículo
- 1 Características de los humedales
- 2 Tipos de humedales
- 3 Localización en el mundo de humedales
- 4 Relieve
- 5 Flora
- 6 Clima
- 7 Fauna
- 8 Actividades económicas
- 9 Ejemplos de humedales en el mundo
- 10 Referencias
Entre los factores que determinan el funcionamiento del humedal están su geomorfología, hidrología, procesos biogeoquímicos, vegetación y fauna.
La geomorfología hace referencia a la conformación del terreno, lo cual varía en cada humedal en particular. La conformación del terreno incide en la hidrología, que a su vez determina la dinámica del agua en el humedal (hidrodinámica).
El humedal puede recibir el agua de ríos, del mar o ambos o puede venir fundamentalmente por las precipitaciones. Otra fuente de origen del agua del humedal proviene de las fuentes subterráneas.
Los aportes de ríos y del mar tienen una relevancia particular dada la dinámica que generan en torno al arrastre y deposición de sedimentos. En estos se incluyen nutrientes minerales y orgánicos útiles a las cadenas alimenticias.
Igualmente estos depósitos y arrastres afectan la morfología del terreno y por lo tanto a la hidrodinámica del humedal.
Al ser el humedal un ecosistema transicional entre el ambiente terrestre y acuático, determina ciertos procesos particulares. La saturación de agua del sustrato genera procesos anaeróbicos.
En algunos casos, como las turberas, se combinan aguas ácidas con procesos de aerobiosis-anaerobiosis que son los responsables de la formación de la turba.
Procesos como la desnitrificación (conversión de nitratos en nitrógeno), se dan en humedales con grandes concentraciones de materia orgánica y anoxia. La anoxia (falta de oxígeno) ocurre dependiendo del grado de saturación de agua del suelo.
Otro factor que interviene son los aportes de nitratos, que varían de humedal a humedal. Por ejemplo, en las turberas boreales provienen de la precipitación y en las planicies aluviales de los ríos por arrastre desde zonas agrícolas.
Asimismo, ocurren procesos de reducción de sulfato y metanogénesis por acción bacteriana. La producción de sulfuros ocurre en las marismas saladas mientras que la producción de metano es común en condiciones ombrotróficas.
Las condiciones ombrotróficas se dan en las turberas y hace referencia a que los nutrientes y el agua los aporta la precipitación.
Las variables que más definen al humedal son la profundidad, duración, frecuencia y estacionalidad de la inundación. En el caso de los climas áridos es particularmente importante la variación interanual del hidroperíodo.
Los suelos pueden ser muy variables en textura y estructura, dependiendo del tipo de humedal de que se trate. Sin embargo, la condición más característica como tipo general de referencia es el suelo hidromórfico o hídrico.
Estos son suelos afectados en sus propiedades por la condición de estar sometidos a inundación.
Las adaptaciones de las plantas para sobrevivir a las condiciones de inundación son variadas y dependen del tipo de humedal. Por ejemplo, los mangles desarrollan complejos sistemas morfoanatómicos que facilitan la aireación de las raíces.
También poseen glándulas en sus hojas que le permiten expulsar la sal que absorben con el agua marina.
Las hierbas palustres en pantanos, marismas y otros humedales desarrollan tejido aerífero en sus raíces facilitando el movimiento del oxígeno. Las plantas acuáticas flotantes también presentan este tejido en sus hojas que les permite flotar.
En los humedales son comunes las aves zancudas, con largas patas por lo que pueden caminar por terrenos inundados. Al mismo tiempo poseen agudos picos para arponear peces.
Fue uno de los primeros convenios internacionales sobre medio ambiente y se firmó en Ramsar (Irán) en 1971 (vigente desde 1975). Su objetivo es la conservación y uso racional de los humedales del planeta, dada su importancia como fuentes de agua potable.
Para el 2019 hay 170 países firmantes, abarcando 2.370 humedales con un área total de 252.562.111 hectáreas.
Entre las propuestas para clasificar humedales están la del Inventario Nacional de Humedales de Estados Unidos y la del Convenio de Ramsar. Sin embargo, para simplificar la compleja diversidad de humedales podemos centrarnos en 7 sistemas de humedales:
Son los humedales costeros e incluyen las lagunas costeras, líneas costeras, costas rocosas y arrecifes de coral. Hacia el mar contemplan las aguas marinas abiertas de escasa profundidad y tierra adentro hasta donde influye la salpicadura del oleaje.
Son paisajes marinos semicerrados, abarcando los deltas, marismas inundadas por la marea, fiordos, rías y los manglares. En general toda área costera parcialmente cerrada donde se mezclan agua dulce y marina, alcanzando distintos grados de dilución.
Estos humedales están más influenciados por el ambiente terrestre que en el caso de los humedales marino-costeros.
En algunos casos, la salinidad del sustrato puede ser mayor que la del mar abierto como en los estuarios cerrados y algunos manglares. Esto es debido a que la evaporación aumenta la concentración de sales.
Por otra parte, puede ocurrir que la dilución de la concentración salina penetre aguas afuera como en los deltas de grandes ríos.
Se forman a lo largo de los ríos y otros cursos de agua así como las llanuras de inundación de los mismos. Se trata de humedales de aguas profundas contenidas en un canal.
Estos humedales pueden ser clasificados en subsistemas dependiendo del régimen hídrico del río como de flujo perenne o intermitente, incluidas sus variaciones.
En los humedales ribereños destacan las lagunas de inundación, que son zonas planas o cóncavas conformadas por los sedimentos que arrastra el río. Estos sedimentos son depositados periódicamente en la llanura con los picos de flujo máximo del río que provocan inundaciones.
Esta deposición de sedimentos origina distintos ecosistemas ribereños como pantanos, lagunas, bosques de rebalse, entre otros.
Los humedales ribereños ocupan espacios variables determinados por la dimensión y características de la cuenca. Por ejemplo, las selvas de la planicie de inundación del río Amazonas alcanzan hasta 100 km de ancho.
En el Amazonas encontramos dos tipos de selva: de inundación o rebalse, que son la várzea y el igapó.
La selva de várzea está formada por desbordamiento de ríos de aguas blancas (aguas ricas en sedimentos minerales). El igapó es una selva inundada por ríos de aguas negras (ricos en materia orgánica).
Son aquellos asociados a lagos y pueden tener distintos orígenes siendo volcánicos, glaciares, fluviales, marinos, tectónicos y hasta por impacto de meteoritos.
Igualmente varían de acuerdo a la profundidad y salinidad de sus aguas así como la fuente de las mismas. Entre estos se encuentran los lagos permanentes alimentados por ríos y la precipitación.
Hay lagos salinos efímeros en zonas áridas mantenidos fundamentalmente por descargas de agua subterráneas.
Las lagunas se pueden originar por depresiones en el terreno de profundidad superior al nivel freático. Estas lagunas de agua dulce o salada se forman en zonas donde las precipitaciones superan a la evapotranspiración.
La fuente de agua es principalmente subterránea o por precipitación y venir de aportes provenientes de ríos en deltas internos. Entre los humedales palustres hay unos con una capa de agua libre y otros donde el nivel del agua es subsuperficial.
Asimismo, en este grupo se encuentran los pajonales inundados, oasis, pantanos y las turberas que son el tipo de humedal más abundante.
Las turberas son ecosistemas que se localizan en zonas donde hay un exceso de humedad. Aunque ocurren principalmente en zonas templadas y frías también se encuentran turberas tropicales.
La formación de la turbera requiere una precipitación mayor que la evapotranspiración y una alta humedad relativa todo el año. Además, están asociadas aguas ácidas para que ocurra la descomposición parcial de la materia orgánica.
En estas condiciones, la materia orgánica se pudre y sufre una carbonificación (pérdida de hidrógenos) parcial formando la denominada turba. Esto es debido a la acción de bacterias aeróbicas en la materia orgánica parcialmente cubierta de agua.
Incluye todas las fuentes de aguas termales, tales como géiseres, manantiales calientes, manantiales de azufre, fumarolas y otras. Estas aguas se calientan gracias a la energía geotérmica generada por las intrusiones de magma.
Existen unos 400-900 géiseres en el mundo, de los cuales 200-500 están en la Cuenca del Gran Géiser Yellowstone (EE UU).
Son todos aquellos construidos por el ser humano, tales como estanques de peces y camaroneras y estanques y lagunas de granjas. Igualmente las tierras agrícolas de riego por inundación como los arrozales, las salinas artificiales, plantas depuradoras y canales.
Existen humedales en casi todos los países del mundo, en diversas latitudes, desde la tundra hasta los trópicos. Se estima que un 6% de la superficie terrestre del planeta está cubierta por humedales.
La mayoría son turberas (50%) y pantanos, seguido de llanuras de inundación, arrecifes de coral, manglares y finalmente lagos y lagunas.
Los depósitos de turba más extensos y profundos se encuentran en las turberas templadas y frías boreales y australes (90%). En el hemisferio norte están en Alaska, el norte de Canadá, Islandia, norte de Europa y Asia
Las turberas de mayor extensión son las que se encuentran en la tundra siberiana y aunque están asociadas a climas fríos, también hay turberas en los trópicos.
La mayor parte están en depósitos poco profundos en el Amazonas brasileño y profundos en Perú, Ecuador y Argentina. Esto representa el 44% en área y volumen de todas las turberas tropicales.
En Asia, especialmente en Indonesia, se encuentra el 38% de las turberas tropicales. También existen extensos depósitos en la cuenca del Congo en África.
En Sudamérica se encuentran grandes llanuras de inundación asociadas a las cuencas de mayor envergadura (Amazonas, Orinoco y Paraná). En África se localizan las del río Nilo y del río Congo y en Asia está la llanura aluvial del río Amarillo.
Alrededor del 60-75% de la costa de las regiones tropicales del mundo está cubierta con manglares. Esto abarca América (costa atlántica y pacífica), África (costa atlántica e índica), la India, todo el sudeste asiático y Oceanía tropical.
Todos los grandes ríos que desembocan al mar forman un cono de derivación debido a la deposición de sedimentos, formando múltiples brazos. Hay deltas en todos los continentes, formando extensas planicies aluviales.
Destacan el delta del río Nilo y del Congo en África y en Asia el del Ganges en la India-Bangladesh y el del río Amarillo en China. Para América del Sur destacan el delta del Amazonas y el del Orinoco.
Por otra parte, se puede mencionar el delta Colorado y el Misisipi en el Norte de América y en Europa el delta del Ebro y el delta de la Camarga (río Ródano).
Se encuentran pantanos en todos los continentes y climas y así en Europa el área de pantanos más grande es Sjaunja en Suecia, con 285.000 hectáreas. En Norteamérica se localizan extensos pantanos en los Everglades en el extremo sur de la península de Florida.
En América del Sur encontramos grandes zonas pantanosas como el Pantanal en el suroeste de Brasil, llegando a Paraguay y Bolivia. Así como también los Bañados de Otuquis al sureste de Bolivia, cerca de la frontera con Paraguay y Brasil.
Los humedales se desarrollan en lugares planos, como llanuras costeras, costas bajas, planicies interiores o en mesetas. Se pueden ubicar desde altitudes por debajo del nivel del mar hasta altas mesetas cercanas a los 4.000 msnm.
Así, los llanos inundables del norte de Sudamérica son planicies establecidas en depresiones por debajo del nivel del mar. Por su parte, el humedal de Lhalu, en la Región Autónoma del Tibet (suroeste de China), se encuentra a 3.645 msnm.
En general los humedales se desarrollan en seis tipos básicos de conformación del terreno:
– Depresiones del terreno que favorecen la acumulación de agua.
– Franjas mareales definidas por el flujo y reflujo de la marea en las zonas costeras.
– Franjas lacustres, determinadas por los cambios de nivel de lagos.
– Fluviales, condicionados por las derivaciones de ríos, sus variaciones de nivel y desbordamientos.
– En zonas de terreno irregular y permeable forman manantiales, ríos subterráneos y otros depósitos.
– Planicies, que pueden generar distintos tipos de humedales dependiendo de su origen y características.
Dada la diversidad geográfica y estructural de los humedales a nivel mundial, su flora es bastante variable. En general, está integrada por especies adaptadas a las condiciones de sustratos saturados de agua y déficit de oxígeno radical.
La vegetación de las turberas de zonas frías y templadas carece de árboles y está formada por hierbas bajas y musgos. Por ejemplo, en las turberas de Chile predominan los musgos como Acrocladium auriculatum y Sphagnum magellanicum.
Igualmente, se encuentran hierbas de cojín como la donatia (Donatia fascicularis) y la astelia (Astelia pumila).
La selva del Amazonas es uno de los lugares con mayor diversidad de vida del planeta, encontrándose hasta 285 especies por hectárea. Sin embargo, la diversidad es menor en las selvas inundables, especialmente en los igapós (debido a la acidez del agua por los ácidos orgánicos).
Algunas especies de árboles propias de la selva inundada o de rebalse son Cecropia latiloba, Macrolobium acaciifolium y Nectandra amazonum.
Las especies de plantas que habitan el manglar están adaptadas a soportar las altas concentraciones de sales del agua marina. Entre ellas están el mangle rojo (Rhizophora mangle), el mangle negro (Avicennia germinans) y el mangle blanco (Laguncularia racemosa).
En estos ambientes las especies deben adaptarse a la alta salinidad del sustrato (halófitas). En las marismas americanas se encuentran especies como el saladillo (Sporobolus virginicus) y diversas especies de Atriplex (llamadas plantas de sal).
En Europa se encuentran especies como el malvavisco (Althaea officinalis) y la acelga salada (Limonium vulgare). Algunas como la hierba de mar (Zostera marina) pueden incluso formar praderas sumergidas junto con algas.
Un elemento fundamental en la vegetación de los humedales son las plantas acuáticas, que pueden ser emergentes o sumergidas. Asimismo, pueden estar arraigadas en el fondo o flotar en el medio líquido.
En los manglares se presentan praderas sumergidas de Thalassia testudinum y en las lagunas y planicies inundadas sudamericanas la bora o lirio de agua (Eichhornia spp.).
En el Amazonas habita la Victoria amazonica con hojas flotantes de 1-2 m de diámetro y tallos de hasta 8 metros enraizados en el fondo.
Los humedales abarcan una gran diversidad de sitios, desde el nivel del mar hasta las montañas y en todas las latitudes. Por lo tanto no tiene un clima específico y pueden existir en climas fríos, templados y tropicales.
Se pueden presentar climas árticos, fríos y secos como las turberas de la tundra siberiana o climas lluviosos cálidos como la selva de rebalse amazónica. Igualmente, climas áridos de desiertos como los oasis en el Sahara o en climas húmedos en deltas como algunos manglares.
Dada la alta diversidad de hábitats donde se desarrollan los humedales, la fauna asociada a ellos es también muy rica.
En las corrientes fluviales abundan las especies de peces y crustáceos y algunos mamíferos acuáticos como el delfín de río (platanistoideos). En los ríos y riachuelos de los bosques de algunas regiones del hemisferio norte destaca el castor (Castor canadensis y C. fiber).
Este animal resalta por el hecho de que sus hábitos implican una administración del régimen hídrico del humedal. El castor derriba árboles con sus dientes y construye diques para crear estanques donde viven y crea humedales al regular la corriente de los ríos.
Entre otras especies se encuentra el jaguar (Panthera onca) que caza en estas áreas tanto en la época seca como en los periodos de inundación. Otras como el manatí (Trichechus manatus) invaden los predios de la selva al penetrar el agua en ella.
En los manglares habitan especies propias de la parte terrestre (mamíferos, aves, insectos), y otras acuáticas como peces y tortugas. Por ejemplo, la tortuga verde (Chelonia mydas) utiliza las praderas de Thalassia testudinum con fuente de alimento.
En el sudeste asiático el elefante asiático (Elephas maximus) baja al manglar para alimentarse. En los manglares de esta región también habita el cocodrilo marino (Crocodylus porosus).
Abundan aves marinas, particularmente las zancudas caracterizadas por tener largas patas que les permiten vadear las aguas someras. Un ejemplo muy característico es el flamenco (Phoenicopterus spp.) que es un ave de gran tamaño.
El flamenco se introduce en sitios poco profundos y se alimenta filtrando el agua de las marismas con su pico para capturar pequeños crustáceos y algas.
En las planicies de desbordamiento de los ríos llaneros abundan tanto las especies acuáticas como terrestres y algunas que comparten ambos hábitats. Por ejemplo, en los llanos inundables del norte de Sudamérica encontramos al caimán de anteojos (Caiman crocodilus) y la anaconda (Eunectes murinus).
Asimismo, habitan estas zonas el jaguar y al capibara (Hydrochoerus hydrochaeris); así como diversas especies de garzas.
El capibara es un animal adaptado al humedal, descansando y alimentándose tanto en el agua como en tierra. En tierra consume gramíneas del pastizal y en el agua se alimenta de hierbas acuáticas.
Las turberas boreales son parte del hábitat de los renos (Rangifer tarandus) como área de alimentación. Estos animales migran en verano hasta la tundra donde se encuentran grandes extensiones de turberas.
Allí se alimentan principalmente de los abundantes musgos que se adaptan muy bien al ambiente ácido y deficiente en oxígeno radical.
En los pantanos de los Everglades habita una especie de cocodrilo (Crocodylus acutus) y una de aligator (Alligator mississippiensis). Además, lo habitan el manatí del Caribe (Trichechus manatus) y la nutria canadiense (Lontra canadensis).
En estos pantanos pueden encontrarse numerosas especies de aves como el flamenco americano (Phoenicopterus ruber).
La actividad económica más relevante es la pesca, siendo los estuarios y deltas áreas pesqueras muy productivas.
La piscicultura se desarrolla tanto en humedales naturales o en humedales artificiales (estanques construidos por el ser humano).
Un cultivo característico de zonas de humedales es el arroz (Oryza sativa), cuya forma de producción tradicional es en melgas inundadas. En este cultivo se aplica riego por inundación continua, constituyendo así un humedal artificial.
Las planicies de inundación se adaptan bien a la cría del Búfalo de agua (Bubalus bubalis) y del capibara. En este último caso se trata más de gestión de poblaciones naturales que un sistema de cría propiamente dicho.
En América tropical existen sistemas de cría confinada del caimán de anteojos por la piel y el consumo de la carne.
En los humedales del Golfo de México, Florida y Luisiana (EE UU) se practica la caza de cocodrilos. Esto se hace de forma ilegal en algunos casos, mientras que en otros está regulada.
Los humedales por su importancia son objeto de protección a nivel mundial, bajo la forma de parques nacionales y reservas naturales. En estas áreas una de las actividades prioritarias es el turismo por las bellezas naturales asociadas al humedal.
Dada la diversidad de humedales, los recursos que se extraen son igualmente diversos. De las selvas se obtiene madera, frutos, fibras y resinas entre otro y de las turberas se extrae la turba que se emplea como combustible.
La turba también se puede utilizar como abono orgánico y para mejorar la retención de humedad en suelos agrícolas.
Para los indígenas del Amazonas, las áreas de selva de várzea son de las más productivas para obtener sus alimentos.
Es el humedal más grande del planeta, con una extensión de 340.500 Km2 ubicado en la región de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul de Brasil. El pantanal se sigue extendiendo y llega hasta Paraguay y Bolivia.
Consiste en una depresión formada al elevarse la Cordillera de Los Andes, a la cual descargan una serie de ríos. El principal de estos ríos es el Paraguay, que alimenta esta depresión en su curso hacia el río Paraná.
Adicionalmente hay aportes por la precipitación, ya que la región tiene una pluviosidad de 1.000 a 1.400 mm anuales.
Los grandes ríos de la cuenca del Amazonas presentan desbordes periódicos, inundando cerca del 4% del territorio amazónico. La lámina de agua alcanza una profundidad de hasta 10 m y penetra en la selva hasta 20 Km, por lo que se estima que se inunda.
Estas áreas presentan selvas tropicales densas con hasta 5-6 estratos de vegetación. El agua cubre hasta una cuarta parte de la longitud de los árboles más altos y totalmente al sotobosque y árboles menores.
Los suelos no son muy fértiles, pero los de las selvas de várzea son de los más fértiles de esta cuenca. Esta mayor fertilidad se asocia a los aportes de sedimentos por parte de las aguas de inundación.
En estas condiciones se genera un ecosistema donde los animales acuáticos se alimentan de los frutos que caen de los árboles. El pez conocido como arawana amazónica (Osteoglossum bicirrhosum) caza a saltos insectos y hasta murciélagos y pequeñas aves que están en las ramas.
Está ubicado en la Isla Grande de Tierra del Fuego en Chile, y biogeográficamente corresponde al reino Antártico. Se trata de un parque privado administrado una organización conservacionista internacional llamada Wildlife Conservation Society con base en Nueva York.
Alberga bosques de lenga o haya austral (Nothofagus pumilio) y bosques mixtos de esta especie con coigüe o roble (Nothofagus dombeyi). Igualmente, se encuentran extensas turberas dominadas por musgos y especies herbáceas de angiospermas.
Dentro de la fauna destacan el guanaco (Lama guanicoe) y el zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) y el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus). Lamentablemente en esta zona fue introducido el castor y ha generado alteraciones importantes en el hábitat.
Está ubicado al suroeste de la península ibérica, en la comunidad autónoma de Andalucía. Este parque protege una zona que forma parte de las marismas del río Guadalquivir.
Es una antigua ensenada litoral colmatada por depósitos marinos y fluviales que se extiende por 122.487 hectáreas. La zona es una reserva importante de aves acuáticas, sobre todo migratorias, debido a su ubicación mediterránea y cercanía con África.
En el parque se pueden presentar unas 300 especies de aves, como el alcaraván (Burhinus oedicnemus) y tarro canelo (Tadorna ferruginea). También habita aquí el lince ibérico (Lynx lynx), el jabalí (Sus scrofa) y el erizo europeo (Erinaceus europaeus).
Entre las plantas hay gramíneas como Vulpia fontquerana y gimnospermas como Juniperus macrocarpa (enebro marítimo).
Sjaunja es la segunda reserva natural más grande de Suecia, establecida en 1986 siendo el área de pantanos más grande de Europa con unas 285.000 hectáreas. Incluye zonas montañosas, marismas y pantanos además de bosques latifoliados y de coníferas.
Se encuentra en la región del pueblo Sami (pastores de renos) y habitan especies de patos, gansos, aves zancudas, cisnes y aves rapaces.
- World Wildlife (Vista el 29 agosto 2019). worldwildlife.org › ecoregions
- Calow P (Ed.)(1998). The encyclopedia of ecology and environmental management.
- Cole, S. (1998). The Emergence of Treatment Wetlands. Environmental Science & Technology.
- Convenio de RAMSAR (Visto el 21 de septiembre de 2019). ramsar.org/es
- Cowardin, L.M., Carter, V., Golet, F.C. Y LaRoe, E.T. (1979). Classification wetlands and deepwater habitats of the United States.
- López-Portillo, J., Vásquez-Reyes, V.M., Gómez-Aguilar, L.R. y Priego-Santander, A.G. (2010). Humedales. In: Benítez, G. y Welsh, C. Atlas del Patrimonio natural, histórico y cultural de Veracruz.
- Malvárez A.I. Y Bó R.F. (2004). Documentos del curso-taller “Bases ecológicas para la clasificación e inventario de humedales en Argentina”.
- Parolin, P. (2002). Bosques inundados en la Amazonia central: su aprovechamiento actual y potencial. Ecología aplicada.
- Secretaría de la Convención de Ramsar (2016). Introducción a la Convención sobre los Humedales.