Geografía

Río Amazonas: características, nacimiento, recorrido, flora, fauna


El río Amazonas es el río más grande del planeta. Ubicado al sur del continente americano, nace en Perú a unos 6.000 metros de altura y contiene ramificaciones que lo conectan con afluentes provenientes de Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela, Guyana y Surinam, para atravesar Brasil y desembocar en el océano Atlántico.

Su cuenca hidrográfica es de poco más de 6 millones de km², lo que representa casi el 40% de Suramérica. Algunos investigadores proponen que hace millones de años fluía en dirección al este, hacia el océano Pacífico, pero con los cambios geológicos que ha sufrido la Tierra, desde hace unos 11 millones de años cambió su dirección hacia el oeste.

Índice del artículo

Descubrimiento

– Precolombinos

Los estudios del investigador Michael Heckenberger demuestran que la vida sedentaria en el medio selvático, a orillas del río, sí fue posible antes de la llegada de los españoles. Los hallazgos arqueológicos dan cuenta de al menos una población amurallada de aproximadamente 50.000 habitantes con el suficiente desarrollo tecnológico para servirse del río mediante el riego para sus plantaciones.

Igualmente, las crónicas del padre Gaspar de Carvajal, cronista de Orellana, dan testimonio de las tribus asentadas a lo largo del curso del río.

– Europeos

Américo Vespucio

El florentino Américo Vespucio fue el primero en toparse con la desembocadura del río en un viaje durante el año 1499, en el que acompañaba a Alonso de Ojeda. Allí aprovechó la oportunidad para realizar observaciones de la flora y la fauna, sin embargo, no se adentraron en el curso del Amazonas.

Este explorador y comerciante destacaba como aprovisionador de las mercancías de las embarcaciones que partían a las Indias. También se le atribuyen mapas y descripciones del nuevo mundo, por los que un reconocido cartógrafo bautizó al nuevo continente con su nombre en 1507.

Francisco de Orellana

Cuarenta y dos años después, el conquistador y explorador Francisco de Orellana, iniciaba una expedición junto a otro español, Gonzalo Pizarro, en busca del país de la canela, de El Dorado y quizá de un nuevo virreinato. Partieron desde Los Andes y ante el fracaso de la excursión, Orellana decidió adelantarse con unos setenta hombres para tratar algún poblado próximo.

La fuerza del río Napo complicó el retorno de los peregrinos, empujándolos legua a legua a navegar río abajo. En su camino encontraron algunas aldeas de nativos amigables y otras no tanto. Cuando desistió de la idea de regresar para dar aviso a quienes se quedaron atrás, el caudal los llevó por el que sería el río más largo del planeta.

Este paso les tomó alrededor de nueve meses, cobrándose la vida de casi todos los hombres que lo acompañaban y la perdida de todas las provisiones. No obstante, alcanzaron la desembocadura del río y lograron bordear el continente en dirección hacia el norte para luego regresar al Reino de España. Allí fue puesto preso por algún tiempo hasta que se desestimó la denuncia de traición interpuesta por Gonzalo Pizarro.

En la travesía, se dio lugar a un enfrentamiento en el que el cronista de la expedición aseguró que combatían contra mujeres corpulentas y muy aguerridas, parecidas a las Amazonas narradas por la mitología griega. Y aunque en principio el río llevaría el nombre de su primer navegante europeo, Orellana, luego fue cambiado por el de las guerreras mitológicas, Amazonas.

Tiempo después, el conquistador volvería junto a una flota de 4 barcos, material para construir otras embarcaciones fluviales y aproximadamente 300 soldados entre infantería y caballería, en un intento por remontar el río hasta Los Andes y colonizar su curso. Resultó ser un viaje accidentado en el camino, falleciendo finalmente al intentar dar con el curso de agua principal.

Un siglo después, el portugués Pedro Texeira, junto con frailes jesuitas, sería el primer navegante y cartógrafo en recorrer de manera invertida la ruta que hizo Orellana, siguiendo el río Napo para llegar a Quito.

Características del río Amazonas

El Amazonas recorre una distancia de 7.025 km, con profundidades que varían de acuerdo a la geografía y que pueden ir de unos 20 a 50 metros, hasta unos 90 a 100 metros en las zonas más hondas. El volumen de su caudal puede variar entre los 80.000 y 12.0000 metros cúbicos de agua por segundo. Cada año, este río deposita en el océano Atlántico 209,000 m3/s de agua dulce.

– Contaminación

La contaminación con minerales pesados producto de la explotación petrolera en las cabeceras del río en Perú, resulta uno de los principales problemas que afronta en la actualidad.

Residuos tóxicos

En un estudio publicado en el 2017 con 2.951 muestras de agua tomadas desde 1987 hasta 2013, se evidencia que durante casi treinta años se siguen depositando en el río una media de 8 toneladas de cromo hexavalente, 5 toneladas de plomo y 3,7 toneladas de sal por año.

La explotación de hidrocarburos también genera agua de formación, es decir, un tipo de agua tóxica proveniente de los pozos de extracción petrolera contentiva, en este caso de cloruro (13.379 veces más por encima del nivel normal de las aguas del río), cromo, cadmio, plomo, bario y sodio que también rebasa excesivamente los niveles naturales del Amazonas.

Este tipo de agua tóxica debiera retornar a los pozos perforados o tratarse en plantas especializadas, sin embargo, son vertidas en el Amazonas, lo que genera altos niveles de riesgo en la salud de quienes aún se sirven de las bondades del río. Estas sustancias han sido rastreadas hasta 36 km a la redonda de las empresas explotadoras.

Los riesgos para la población indígena, que se alimenta de la fauna terrestre y fluvial, son neurotóxicos y cancerígenos, aunque todavía no hay estudios específicos al respecto que muestren la incidencia en esta población. De igual manera, la fauna altamente diversa de las zonas aledañas al río también está directamente afectada.

El estudio, publicado por la revista Environmental Pollution, señala la preocupación existente acerca del cambio químico que están sufriendo las aguas del río en su cabecera debido a la acción humana, un problema que pudiera ser reversible si se tomaran ciertas medidas estrictas de seguridad y sanidad.

Desechos y plaguicidas

Otras causas de contaminación tienen que ver con el uso industrial de las zonas aledañas para plantaciones de café o de soya, en las que se utilizan plaguicidas que terminan vertiéndose al río, así como cientos de toneladas de desechos sólidos al año por el mal manejo de los mismos en las comunidades periféricas.

Tal es el caso de la ciudad de Nauta, cercana a las nacientes del río Amazonas. Allí existe uno de los 23 vertederos de desechos públicos del país, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Federico Meléndez Torres, su responsable, asegura que la instalación recibe 12 toneladas diarias de las 16 toneladas de desechos que produce la población. El resto va a dar al río.

Otros

En otra investigación apoyada por la Fundación Nacional Suiza para la Ciencia y del Centro de Cooperación y Desarrollo de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, comprueban que los niveles de arsénico son superiores hasta 70 veces a los recomendados por la OMS, al igual que el aluminio y el manganeso.

– Datos históricos relevantes

Según los estudios de la doctora Carina Hoorn, hace 11 millones de años este río era transcontinental: atravesaba el continente de Gondwana en dirección al oeste, en el Mioceno. Más tarde, con el surgimiento de la cordillera Andina, se vio obligado a cambiar su dirección hacia el este buscando una salida al mar.

Se ha podido confirmar que su caudal representa el 20% del agua dulce del planeta, con un promedio de 100.000 m3 de agua por segundo. Y dada la corriente del océano Atlántico, en su desembocadura no se forman sedimentos.

– Actividad comercial

La cuenca del río se caracteriza por ser una región extensa y con tierras vírgenes conservadas desde hace milenios. Su temperatura promedio y su humedad permiten la subsistencia del bosque y su gran diversidad de especies, tanto en fauna como en flora.

El suelo y el subsuelo son aprovechados entonces en diferentes áreas como la ganadería, la agricultura, la minera, la forestal y la acuífera para su explotación económica. Algunas de estas prácticas pueden considerarse como dañinas en el sistema fluvial debido a procesos sin control de parte las autoridades competentes.

Tala

Ejemplo de ello es la deforestación llevada cabo en la cuenca. En los últimos 60 años ha perdido casi un millón de kilómetros cuadrados, lo que repercute en múltiples consecuencias para la biodiversidad de la zona, para la vida de los seres humanos, del planeta y el equilibrio climático mundial.

Soya

Seguido de la tala, los suelos utilizados para plantaciones agrícolas suponen otro problema que afronta este ecosistema. Por ejemplo, en el caso de Brasil, su principal rubro de exportación es la soya con un 12% por encima de la industria maderera y de la petrolera, entre otros, y representa un aporte de casi 26 billones de dólares a la economía de esta nación, pero al mismo tiempo, la dedicación de 34,90 millones de hectáreas para el cultivo.

Producción minera

En el caso de Perú, cuarto en el mundo en el índice de potencial minero, la explotación de minerales representa el 60% del valor de las exportaciones del país, 10% de la producción total de su PIB y 5% de la fuerza laboral.

En el departamento de Loreto, perteneciente a la cuenca del Amazonas, se comprobó que la acción de los mineros ilegales había destruido 20 hectáreas del bosque, con la consecuente contaminación con mercurio de los ríos Marañón y Santiago, principales afluentes del río Amazonas.

Otros

Entre otras actividades comerciales puede mencionarse su uso como medio para transportar productos extraídos de la cuenca amazónica, la actividad pesquera que distribuye varias especies de peces a toda la región, la exportación de productos ganaderos, agrícolas (maíz, yuca, plátanos y frutas endémicas) y madereros.

Además provee de empleo a un importante porcentaje de la población asentada tanto en las grandes ciudades como en las pequeñas a lo largo del río, dinamizando la economía y el intercambio de servicios.

– Importancia

Como se ha mencionado anteriormente, la cuenca hidrográfica del Amazonas representa el 20% del agua dulce del planeta. Es la mayor cantidad acumulada en un solo lugar y, debido al cambio climático que se desarrolla en la actualidad, ha despertado mucho interés por parte de diferentes organismos en pro de su conservación.

También se estima que el bosque de la región figura como el pulmón de la humanidad, ya que en él está contenido un 40% de las selvas tropicales del planeta, lo que genera que millones de toneladas de dióxido de carbono sean transformadas en oxígeno gracias al proceso de la fotosíntesis.

Funciona como un organismo regulador de su propio clima y se cree que también del suramericano al enfriar la tierra, proveer de humedad y precipitaciones, evitar la erosión y purificar el agua. Reseñar que, aunque solo cubre el 1% de la superficie planetaria, conserva el 10% de las especies silvestres que se conocen.

En cifras publicadas por la ONU que en la cuenca hidrográfica habitan 33 millones de personas, distribuidas alrededor de 380 comunidades indígenas que hablan 86 lenguas diferentes y 650 dialectos. De modo que, además de su importancia natural, económica y medioambiental, también es necesario destacar la importancia que representa para sus pobladores.

– Turismo

Los países sobre los que se extiende la cuenca hidrográfica del Amazonas han dispuesto de infraestructura turística para quienes deseen adentrarse en la vida de la selva tropical. En Ecuador, Colombia, Brasil y Perú es posible descubrir ofertas que prometen aventuras con paisajes irrepetibles.

Actividades de recorrido por la selva, navegación de ríos, contacto con animales rescatados de la caza, vuelos, contacto con comunidades indígenas y sus actividades tradicionales, consumo de alimentos propios de la región, el avistamiento de fauna endémica y la desconexión del ruido y la contaminación citadina forman parte de las promesas de diferentes agencias turísticas que operan en la zona.

Nacimiento

La longitud del río se considera a partir de las últimas mediciones hechas en el 2007. La Sociedad Geográfica Limeña afirma que el río nace en la Quebrada Apacheta, a unos 5.170 metros sobre el nivel del mar en el departamento de Arequipa, para luego recorrer una parte de Perú, otra de Colombia y atravesar Brasil hasta el Atlántico.

Recorrido y desembocadura

Tramo inicial

Desde las faldas del Nevado Quehuisha, en Perú, atraviesa el departamento de Loreto para pasar por el relevante puerto de Iquitos, luego Caballococha y finalmente Santa Rosa del Yaraví, mientras su cauce lo dirige hacia el norte del continente haciéndolo pasar por la frontera con Colombia y tocar el importante puerto de Leticia.

Tramo medio

Después de la triple frontera entre Perú, Colombia y Brasil, más adelante se une al río Negro, donde puede apreciarse la coloración oscura de este afluente sin mezclarse con las aguas café características de los sedimentos del Amazonas por un buen tramo.

Tramo final

Podría considerarse como tramo final el recorrido que hace desde el puerto de Manaos hasta el océano Atlántico, pasando por Macapá y Santarem. Este último recorrido lo hace a través de mesetas en forma de terrazas por alrededor de unos 240 km de longitud, lo que dificulta su navegación.

Ciudades que recorre

Históricamente, el río ha servido de fuente de vida para numerosas poblaciones desde mucho antes del descubrimiento de Francisco de Orellana. En la actualidad, unas once ciudades se mantienen activas en las márgenes del río aprovechando las actividades comerciales por las que subsisten.

En Brasil, las ciudades con más población son Manaos, con un total de poco más de dos millones de personas; y Belem, también con una población que sobrepasa los 2 millones de habitantes.

Uno de los atractivos para los turistas consiste en el puerto libre que opera en la primera ciudad, al igual que su ubicación geográfica. Mientras que en Perú la ciudad más poblada asentada al margen del río es Iquitos, con casi medio millón de habitantes. Las ciudades brasileras son las más antiguas fundadas en la región.

En general los pobladores de las márgenes del río pertenecen a diferentes y variadas etnias aborígenes, quienes han mantenido con el pasar de los siglos su conexión natural con la selva amazónica. Pero la vida de las ciudades cada vez está más presente en la dinámica de la cotidianidad.

Por otro lado, existe una población de colonos y sus descendientes, entre blancos, mestizos e indígenas asentados también en las riberas del río quienes prefieren la ciudad para vivir.

Afluentes

Al ser una cuenca hidrográfica tan extensa, el río amazonas recibe agua de múltiples convergencias, unas más caudalosas que otras, pero podría asegurarse que sus aguas están compuestas por ríos provenientes de los nueve países que conforman la cuenca y que alimentan a sus principales afluentes.

Entre los más importantes pueden contarse, desde Perú el río Marañón y el Ucayali, desde Ecuador el río Napo, por donde descendió Francisco de Orellana; de Colombia los ríos Putumayo y Caquetá, de Bolivia el río Madre de Dios y de Brasil el río Negro, río Tapajós, río Xingú y río Madeira.

Flora

Debido a que el suelo de la selva tropical recibe muy poca luz del sol y que el espacio para crecer es muy reducido, cada árbol del ecosistema se convierte en un portador de plantas que crecen sobre él para beneficiarse de los rayos solares. En la actualidad, los investigadores no han parado de descubrir nuevas especies de plantas, aunque ya superen las 60.000 especies vegetales.

Según los estudios, los árboles pueden promediar unas 16.000 especies, siendo los más comunes el Euterpe precatoria, el Cupressus lusitánica, el Protiumaltissimum y el Eschweilera coriácea, árboles muy altos, frondosos y de gran tamaño. Sobre ellos viven otras plantas que buscan el beneficio de la luz solar.

Estas plantas se denominan epífitas y se adaptan a troncos, hojas, ramas e incluso pueden crecer sobre otras epífitas. Entre ellas se encuentran orquídeas, bromelias, helechos, cactus, musgos, aráceas y líquenes.

Las flores de las orquídeas suelen tener una vida más larga que otras, por esto son muy valoradas entre los horticultores del mundo. Otro dato interesante consiste en que solo en el Amazonas existen más de 20 mil especies de este grupo de plantas con diferentes colores, formas y tamaños.

Las bromelias igualmente suelen ser muy llamativas por los colores de sus hojas. Estas crecen alrededor del tallo y por ello pueden albergar varios litros de agua de lluvia. Así, diferentes especímenes de insectos y especies acuáticas como los anfibios encuentran un lugar seguro donde poder reproducirse y proveerse del vital líquido. Luego, cuando mueren se convierten en una fuente de energía para la misma planta.

Fauna

Por otro lado, la fauna del Amazonas abarca el 80% de la diversidad de clases existente en el mundo, según los investigadores de este territorio, catalogando unas 326 especies correspondientes a 67 de mamíferos, 326 de aves, 28 de reptiles, 36 de anfibios y 185 de peces.

Mamíferos

Entre los más conocidos están los monos, destacando el mono araña, el mono saki volador, el mono tamarindo, el mono tití, mono aullador y el delfín rosado. De los felinos, destacan el jaguar, el puma, la pantera, el oso hormiguero y una gran variedad de murciélagos.

Aves

Entre las aves más comunes de divisar están el tucán, el carpintero, el cuco ardilla, el guacamayo azul y amarillo, el perico alicobalto, el loro cariamarillo, el Trepador de Zimmer y colibríes.

Peces

Uno de los más representativos peces del Amazonas es el pez piraña, cuyos dientes son tan filosos que pueden separar la carne del hueso en solo segundos. Les atrae el olor de la sangre y su comida preferida son los manatís y las anacondas. También se encuentra aquí el pez de agua dulce más grande del mundo llamado Piracurú y la famosa anguila eléctrica.

Reptiles

Existen tres especies de tortugas: Podocnemiserythrocephala, Podocnemissextuberculata y Podocnemisunifilis, todas endémicas del territorio, así como el cocodrilo Paleosuchustrigonatus, conocido como la segunda especie más pequeña del mundo de este reptil.

Referencias

  1. La contaminación petrolera del Amazonas está modificando la composición química del agua, Universidad de Barcelona, publicado en julio de 2017. Tomado de uab.cat.
  2. Amazonía posible y sostenible, artículo publicado por la CEPAL. Tomado de cepal.org
  3. La mala costumbre de ensuciar el Amazonas, publicado en el diario El País de España, abril de 2018. Tomado de elpais.com.
  4. Contaminación de la Amazonía: ¿Quién está detrás de la destrucción de la selva más grande del mundo?, RT, junio de 2018. Tomado de actualidad.rt.com.
  5. Incendios en el Amazonas: 3 razones por las que esta región es tan importante (aunque realmente no sea “el pulmón del mundo”), BBC News, agosto de 2019. Tomado de bbc.com.